La mitad de pacientes con síndrome de Ménière
sufre depresión a causa del impacto notable que este trastorno causa sobre la
calidad de vida. Así lo advierte la Sociedad Española de Otorrinolaringología y
Cirugía de Cabeza y Cuello (SEORL-CCC) que, con motivo del Día para la
Concienciación sobre el Síndrome de Ménière, que se celebra el 7 de febrero,
recuerda la importancia de acudir al otorrinolaringólogo ante la presencia de
síntomas vinculados a este trastorno (vértigo, acúfenos e hipoacusia) para que
realice un correcto diagnóstico que permita indicar el mejor tratamiento para
mejorar su calidad de vida.
El
síndrome de Ménière es una enfermedad crónica “que puede llegar a impactar de
manera notable en la calidad de vida del paciente puesto que confluyen a la vez
tres síntomas muy invalidantes como son el vértigo, la hipoacusia o sordera y
los acúfenos”, sostiene el doctor Eduardo Martín Sanz, presidente de la Comisión
de Otoneurología de la SEORL-CCC. Según un trabajo reciente, la depresión afecta a entre el 40 y el
60% de los pacientes con este trastorno. Es el tercer diagnóstico más común en
las consultas de otoneurología y tiene una incidencia de 12 a 15 por cada
100.000 habitantes, con un predominio algo mayor entre las mujeres de mediana
edad (entre los 40 y 60 años), según datos de la SEORL-CCC.
En
concreto el diagnóstico del síndrome de Ménière requiere la presencia de dos o
más episodios de vértigo espontáneo, hipoacusia neurosensorial de frecuencias
bajas y medias y síntomas auditivos fluctuantes, como hipoacusia, acúfenos o
plenitud ótica. “Además, pueden aparecer taponamiento, náuseas, vómitos, dolores
fuertes de cabeza. Es un cuadro que suele generar mucho malestar en el paciente
y que incluso le puede llevar a problemas de ansiedad o estrés. Y, a su vez, el
estrés, la fatiga, los problemas laborales, etc; pueden influir en la aparición
de las llamadas crisis”, advierte. Así
lo confirma un trabajo publicado en Otology&Neurotology.
En su
diagnóstico intervendrán además otra serie de factores como los genéticos. “Se
sabe que el síndrome de Ménière tiene una agregación familiar y que el 10% de
los casos son familiares. Por otro lado, se ha observado una vinculación con
enfermedades como la artritis, la psoriasis o la migraña”, explica el doctor
Martín.
Para
confirmar el diagnóstico el otorrinolaringólogo realizará una serie de pruebas
entre las que se encuentran, en primer lugar, la audiometría. “Con ella podemos
evaluar el funcionamiento del sistema auditivo del paciente”, indica el doctor
Martín. Además, son fundamentales las pruebas vestibulares, que ayudarán a
valorar la función vestibular del oído interno, responsable del equilibrio.
“Entre las más importantes destacan el VHIT, un test de mide el movimiento
ocular a partir de movimientos bruscos de la cabeza; las pruebas calóricas, que
permiten valorar la respuesta ocular ante temperaturas altas y bajas en el oído
interno; la electrococleografía, que la actividad eléctrica del mismo; o la
posturografía, que evalúa el control postural del paciente ante determinadas
condiciones”, comenta.
Tratamiento del Síndrome de Ménière
El
síndrome de Ménière se caracteriza por la aparición de crisis aguda o episodios
en los que “se recomienda que el paciente permanezca en reposo, si fuese
necesario en la cama, y en silencio, sin realizar ninguna actividad, ni
movimientos o cambios bruscos de posición. En estos casos, se pueden emplear
sedantes vestibulares o antieméticos para reducir las posibles náuseas o
vómitos”, aconseja el doctor Martín.
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ReplyDeleteEs una lastima que esas pobres personas tambien sufran por esa enfermedad. Seria bueno que se sentaran a descansar viendo una buena pelicula Cinecalidad
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