El abordaje de las
coagulopatías está experimentando un rápido avance en los últimos años. “La
principal novedad es la disponibilidad de nuevas estrategias y opciones terapéuticas
para los pacientes con hemofilia, en particular, y con coagulopatías, en
general”, afirma el doctor Ramiro Núñez, Jefe de Sección de Trombosis y
Hemostasia del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla. “Entre los
hitos más destacados se encuentran los concentrados con vida media extendida y
los tratamientos con otras dianas terapéuticas”, opina la doctora Mª Teresa
Álvarez Román, Jefe de Sección de Hemostasia del Hospital Universitario La Paz.
Ambos profesionales coordinan
el V Curso de Formación en Coagulopatías, organizado con el apoyo de
Novo Nordisk y que cuenta con el aval de la Sociedad Española de Trombosis y
Hemostasia (SETH), que estos días –del 19 al 21 de febrero- se celebra en el Campus Antonio Machado, sede de la Universidad Internacional de
Andalucía (UNIA) en Baeza. La finalidad del encuentro, que reúne a hematólogos adjuntos y
residentes de España y Portugal, es la de ampliar el conocimiento en Hemostasia
de estos especialistas y realizar una puesta al día de las principales
novedades en coagulopatías y trombopatías, a través de un programa básico,
talleres prácticos y conferencias magistrales, que se ha erigido ya en un
referente nacional.
Diagnóstico precoz, paciente mejor controlado
“En hemofilia, el estudio
genético se ha terminado imponiendo como una rutina diagnóstica. A este
diagnóstico genético se han incorporado, en los últimos años, la enfermedad de
von Willebrand y otras coagulopatías, así como las trombopatías congénitas”,
explica el Dr. Núñez.
“Los pacientes con una
coagulopatía grave como la hemofilia suelen contar con el diagnóstico durante
el primer año de vida, ya que están sometidos a muchos procedimientos
invasivos, como vacunaciones y screening de enfermedades metabólicas, que van a
poner de manifiesto una clara sintomatología”, afirma la Dra. Álvarez.
En el caso de las coagulopatías
leves “pueden pasar desapercibidas durante cierto tiempo y ser diagnosticadas
en la segunda infancia, juventud o incluso en adultos. Aun así, nuestro sistema
sanitario detecta en un porcentaje relativamente alto las hemofilias leves”, matiza
el Dr. Núñez.
El diagnóstico precoz en estos
casos ha mejorado con las consultas de pre-anestesia y mediante la formación y
protocolos de actuación dirigidos a Urgencias, Atención Primaria y otros
servicios como Endocrinología o Ginecología.
El diagnóstico precoz, en
cualquier caso, redunda en beneficio del paciente. “La profilaxis se podrá
hacer antes, no se le someterá a procedimientos invasivos sin factor y no habrá
que tratarle a demanda con el riesgo que supone para el desarrollo de inhibidores.
En definitiva, el paciente estará mejor controlado”, concluye la Dra. Álvarez.
Las coagulopatías afectan a ambos sexos y a todas las
edades, a excepción de la hemofilia que está ligada al cromosoma X, por lo que
la transmiten las mujeres y la padecen casi exclusivamente los hombres. En
cuanto a su prevalencia, la coagulopatía congénita más frecuente en nuestro
país es la enfermedad de von Willebrand, seguida de la Hemofilia A (causada por el déficit del factor VIII de
coagulación en la sangre) y B (causada por el déficit del factor IX. Son
enfermedades que suponen un trastorno en la coagulación que provoca hemorragias
y que además de ser congénitas, pueden ser adquiridas.
Retos actuales
En opinión del Dr. Núñez, “en
el caso de la hemofilia, tenemos que saber posicionar los nuevos fármacos que
ya tenemos a nuestra disposición, y los que vamos a tener, dentro del arsenal
terapéutico, es decir, saber cuál es la elección más oportuna para cada
paciente, quiénes se beneficiarán más de un grupo terapéutico que de otro. Por
otro lado, debemos ser capaces de trasladar estas nuevas opciones terapéuticas
a la mejora de la calidad de vida de los pacientes, a su salud articular a
medio plazo y a su salud integral, para que puedan desarrollar una vida con las
menores limitaciones posibles”.
“Todavía tenemos pacientes que han estado en
profilaxis durante mucho tiempo, desde muy pequeños, y cuando tienen 20-25 años
desarrollan una artropatía, fundamentalmente en los tobillos. En los próximos
años, con el desarrollo de fármacos más eficaces, capaces de evitar los
sangrados subclínicos, se reducirá mucho el número de pacientes que
desarrollarán artropatía”, cree la Dra. Álvarez.
De hecho, las alteraciones músculo-esqueléticas
siguen siendo un desafío y la aspiración de los profesionales sanitarios es que
sean las menores posible o incluso que desaparezcan. De igual modo, la
aparición de inhibidores sigue siendo un reto todavía sin solución, donde terapias
alternativas probablemente arrojen luz al respecto.
Excelente noticia para todos, en especial a los pacientes que padecen de esa terrible enfermedad, veo con animo como el ramo de la medicina avanza a pasos agigantados, eso es algo que debe reconfortarnos y llenarnos de entuciasmo.
ReplyDeleteespiar wasap