El Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC) ha aconsejado a los pacientes con cáncer realizar cinco comidas ligeras en un ambiente tranquilo, tal y como viene recogido en el libro "Comer para vencer al cáncer", de la doctora Paula Fonseca y la química Belén Álvarez.
En concreto, estas expertas aconsejan comer acompañado, en un lugar tranquilo y alejado de la cocina, y masticar despacio para favorecer la digestión. Además de hacerlo lejos de olores ambientales fuertes. A ser posible, recomiendan sentarse en una postura que facilite la ingesta del alimento: espalda recta, hombros hacia delante, pies firmes y apoyados en el suelo.
Con respecto a la frecuencia de la alimentación, apuestan por 5 ó 6 comidas ligeras diarias y entre 6 y 8 vasos diarios de agua u otros líquidos, bebidos a pequeños sorbos. En general, recomiendan alimentos de sabor y olor suave; textura homogénea y cremosa; consistencia blanda; cocinada de forma sencilla y de fácil digestión en momentos de poco apetito o digestiones pesadas.
Tras las ingestas, aconsejan lavarse los dientes y la base de la lengua con cepillo de cerdas suaves y dentífrico fluorado; emplear un colutorio comercial o natural, y utilizar crema labial para evitar que se agrieten los labios.
Con respecto a la actividad física, sugieren un paseo durante unos 15 minutos, antes de las comidas, y un reposo semisentado, durante unos 20 minutos, después de la ingesta. Por otro lado, en el caso de que haya problemas para la evacuación, recomiendan masajear de forma rotatoria el abdomen en el sentido de las agujas del reloj.
REDUCIR LAS SALSAS
En el caso de que haya dificultades, estas expertas aconsejan reducir la ingesta de verduras de hoja verde como el repollo y las coles; la carne roja; el pescado azul; los alimentos muy calientes o muy fríos, los picantes y las salsas.
Por último, las autoras de la obra sugieren pesarse todas las mañana una vez que la persona se levante. En el caso de adelgazar, hay que comentárselo al médico. Este fenómenos puede deberse a un menor aporte de alimentos por pérdida de apetito, malas digestiones, ansiedad o depresión.
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