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16 October 2025

El 90% de los niños de tres años con obesidad tendrán sobrepeso u obesidad en la adolescencia

 

 

 

  • Los expertos subrayan que la obesidad es la enfermedad crónica más común entre los adolescentes y se asocia con un alto riesgo de persistencia en la edad adulta.

 

  • Un índice de masa corporal (IMC) alterado está relacionado con factores genéticos y también con factores ambientales y de estilo de vida.

 

  • Los compuestos perfluorados, un grupo de sustancias químicas sintéticas muy persistentes, presentes en el medioambiente y en el organismo humano, son capaces de alterar el metabolismo y favorecer la acumulación de grasa corporal.

  “La genética influye significativamente en la predisposición a la obesidad, ya que se han identificado más de 130 genes relacionados con esta condición, de los cuales una gran cantidad están implicados en la regulación del apetito, la saciedad, la respuesta al ejercicio, el metabolismo energético, la distribución de la grasa corporal y el crecimiento de los adipocitos”. Así lo ha puesto de manifiesto Gema Medina-Gómez, Catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Rey Juan Carlos y vicepresidenta de la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), en la ponencia ‘Genética vs Obesidad’, en el marco del Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), que se celebra en Granada del 15 al 17 de octubre. Además, la experta ha explicado que estos genes pueden modificar la forma en que el cuerpo responde a la dieta y al ejercicio provocando que algunas personas sean más propensas a ganar peso incluso con hábitos similares a las de otras personas.

 

Se estima que entre el 40% y el 70% de las variaciones en el índice de masa corporal (IMC) pueden atribuirse a factores genéticos. No obstante, este porcentaje puede variar si se contemplan factores que se utilizan en la actualidad para el diagnóstico de la obesidad como la cantidad de grasa corporal y su distribución. Además, solo alrededor del 5% de los casos de obesidad se deben a mutaciones genéticas específicas (obesidad monogénica), que suelen estar asociadas a síndromes raros.

 

La experta ha indicado también que la obesidad es una enfermedad compleja y multifactorial, resultado de la interacción entre genes y ambiente. En este sentido, el Dr. Josep Vidal, Director del Instituto de Enfermedades Digestivas y Metabólicas del Hospital Clínico, ha subrayado la importancia del entorno en que vivimos como determinante de la actual pandemia de obesidad.  Aún reconociendo el papel del riesgo genéticamente definido, el Dr. Vidal ha puesto de manifiesto que los factores ambientales son clave en la creciente prevalencia de obesidad.  “Múltiples evidencias demuestran que la asociación entre entorno y obesidad no es únicamente epidemiológica sino basada en modificaciones del control del balance energético. Establecida la obesidad, esta provocaría cambios epigenéticos que podrían facilitar el mantenimiento de la enfermedad”, ha señalado el facultativo.

 

En cuanto a las medidas preventivas, la Dra. Medina-Gómez ha destacado las siguientes: dieta equilibrada desde edades tempranas, especialmente en personas con antecedentes familiares de obesidad, y actividad física regular, ya que puede contrarrestar la expresión de genes obesogénicos. Asimismo, destaca la importancia de la educación nutricional y la promoción de entornos saludables (escuelas, hogares, comunidades) e intervenciones personalizadas basadas en el perfil genético, tales como dietas adaptadas o nutrigenómica. Además, Medina-Gómez ha insistido en que “es posible revertir la tendencia creciente de la obesidad en España con políticas públicas adecuadas y atención personalizada”. 

 

Por su parte, el Dr. Vidal ha invitado a no olvidar nunca el abordaje del entorno obesogénico sea cual se sea la intervención terapéutica que se ofrezca a un individuo.  El ponente ha conminado a ir más allá de la obesidad para subrayar la importancia de modificar nuestro entorno en la prevención y tratamiento de muchas enfermedades de nuestro tiempo independientemente de la predisposición genética a la obesidad.

Obesidad en la adolescencia

 

El Dr. Gilberto Pérez López, endocrinólogo y pediatra y miembro del Área de Obesidad de la SEEN, ha señalado que la obesidad es la enfermedad crónica más común en los adolescentes y se asocia con un alto riesgo de persistencia en la edad adulta “Desde el diagnóstico debe tratarse de forma intensiva y es una de las situaciones más complejas y difíciles a las que se puede enfrentar un pediatra”.

Además, es una enfermedad progresiva y recurrente que no tiene cura: el 90% de los niños de tres años con obesidad se convertirán en adolescentes con sobrepeso u obesidad y la mayoría de los adolescentes que viven con obesidad (un 80%) tendrán esta patología de adultos.

 

En España, el estudio PASOS ha evidenciado que en adolescentes (>12 años) la prevalencia de obesidad se sitúa en el 8,2% (de los que el 0,9% tenían obesidad grave). Los factores de riesgo de obesidad en la adolescencia incluyen influencias genéticas, ambientales, de estilo de vida y sociales. “Los adolescentes que pasan dos horas o más en su tiempo libre frente a una pantalla tienen un mayor riesgo de sobrepeso u obesidad,” ha apuntado el endocrinólogo y pediatra.

 

Asimismo, la duración corta del sueño también se asocia con un IMC más alto. “En una revisión sistemática y un metaanálisis de dosis-respuesta de estudios de cohortes prospectivos en niños y adolescentes, por cada hora diaria de incremento adicional en la duración del sueño, el riesgo de sobrepeso u obesidad disminuyó en un 21%”, ha explicado el facultativo.

 

Asimismo, los pacientes pediátricos con obesidad tienen un mayor riesgo de sufrir varias afecciones médicas, incluido el síndrome metabólico, la resistencia a la insulina, la hipertensión y la hiperlipidemia. “La evaluación es fundamental para las afecciones médicas que empeoran la obesidad, incluidas la prediabetes, la diabetes tipo 1 y 2, la enfermedad del hígado graso no alcohólico, la apnea obstructiva del sueño, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, la colelitiasis, el síndrome de ovario poliquístico (SOP) y las afecciones ortopédicas (como la enfermedad de Blount)”, ha aseverado. Los expertos recomiendan aumentar la ingesta de verduras y frutas y reducir el consumo de alimentos ricos en energía y pobres en nutrientes y las bebidas azucaradas.

 

Cómo influyen los perfluorados en la obesidad

 

El medioambiente también juega un importante papel en la prevalencia de la obesidad. Por ejemplo, la exposición a sustancias químicas sintéticas, como los perfluorados o PFAS, por sus siglas en inglés; un grupo de compuestos muy persistentes, que están presentes en el medioambiente y en el organismo humano. Los PFAS están considerados compuestos “obesógenos”, es decir, sustancias químicas capaces de alterar el metabolismo y favorecer la acumulación de grasa corporal. Mariana F. Fernández, catedrática de la Universidad de Granada (e investigadora del CIBER de Epidemiología y Salud Pública -CIBERESP- y del Instituto de Investigación Biosanitaria de Granada -ibs.GRANADA-), ha señalado en la ponencia ‘Perfluorados (disruptores endocrinos) en obesidad’ que los efectos de la exposición a PFAS son especialmente preocupantes cuando ocurre durante etapas críticas del desarrollo, como la etapa prenatal o en la infancia temprana, asociadas con un mayor riesgo de sobrepeso en niños y adolescentes.

 

Diferentes estudios longitudinales de cohortes prospectiva (como NHANES y CHAMACOS) han puesto de manifiesto que una mayor concentración de PFAS en sangre se vincula con un mayor índice de masa corporal, aumento de grasa corporal y con menor pérdida de peso tras dietas hipocalóricas, especialmente en las mujeres.

 

En relación a los desafíos que tienen los profesionales en este ámbito, se encuentran la dificultad para medir la exposición a estos compuestos, ya que las pruebas para detectar PFAS en sangre u orina son costosas y poco accesibles y el número de estas sustancias es bastante elevado (>2000 distintos). Además, no existen guías clínicas ni protocolos estandarizados para el manejo clínico de personas expuestas.

La experta ha indicado también que no todos los individuos expuestos son igualmente vulnerables: “las colectividades menos favorecidas suelen estar más expuestas, aumentando las desigualdades en salud y acrecentando el problema de justicia ambiental”. Asimismo, es fundamental informar a la población sobre el riesgo de estos compuestos y ofrecer soluciones prácticas como educación ambiental, además de involucrar a todos los expertos implicados, médicos, toxicólogos, nutricionistas, epidemiólogos y especialistas en salud pública.

 

En cuanto a las recomendaciones para evitar los efectos de estos compuestos, se encuentran evitar utensilios de cocina antiadherentes, reducir el consumo de comida rápida o empaquetada (muchos envases contienes PFAS), utilizar filtros para el agua del grifo, evitar ropa y textiles “impermeables” o “antimanchas”, o mobiliario doméstico (alfombras, cortinas, tapicerías, etc.) con estas características. Asimismo, la experta aconseja identificar y desechar cosméticos y productos de higiene personal que contengan “PTFE” o “fluoro-” en su lista de ingredientes. En cuanto a las medidas sociales y políticas, la experta incide en la importancia de promover una regulación ambiental más estricta sobre el uso y vertido de PFAS, exigir transparencia y etiquetado claro en los productos de consumo y apoyar la investigación y sustitución de PFAS por alternativas más seguras.

25 July 2025

Expertos de España y Japón se alían para combatir la obesidad, especialmente en niños/adolescentes y en contextos de desastres naturales y pandemias

  


·         Las sociedades japonesa y española de obesidad inician una colaboración internacional, gestada en el marcado del Disaster Medicine Research Institute de la Universidad de Chiba en Japón, con el objetivo de valorar sinergias y compartir experiencias

 

·         Se subraya la necesidad de integrar enfoques sociales, culturales y clínicos en el estudio y tratamiento de la obesidad

 

·         Los expertos destacan la preocupante tendencia al alza de la obesidad infantil, tanto en Japón como en España

 

·         El presidente de la JASSO asegura que “esta colaboración nos permitirá comprender mejor cómo los factores ambientales y de emergencia influyen en la salud metabólica de las poblaciones asiáticas y europeas”

  En una reunión celebrada recientemente, representantes de la Sociedad Japonesa para el Estudio de la Obesidad (JASSO), la Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) y el Chiba University Research Institute of Disaster Medicine han iniciado vías de colaboración para abordar el creciente desafío global de la obesidad y enfermedades metabólicas asociadas, especialmente en contextos afectados por desastres y crisis humanitarias. Durante el encuentro, se destacó la necesidad de integrar enfoques sociales, culturales y clínicos en el estudio y tratamiento de la obesidad, así como se ha resaltado el potencial que ofrecen en ambos países los nuevos agonistas del receptor GLP-1 (GLP-1R) como herramientas terapéuticas innovadoras.

 

Obesidad infantil, en el foco

Uno de los temas centrales abordados ha sido la preocupante tendencia al alza de la obesidad infantil, tanto en Japón como en España. En el caso español, más del 36% de los niños presentan sobrepeso u obesidad, una cifra que ha aumentado drásticamente debido al auge del consumo de alimentos ultraprocesados, que ya representan cerca del 40% de la dieta infantil.

 

Esta transformación ha desplazado la tradicional dieta mediterránea, rica en frutas, verduras, legumbres y pescado, con consecuencias negativas para la salud metabólica de los menores. En Japón, aunque las tasas de obesidad infantil son más bajas, también se observa una creciente influencia de patrones alimentarios occidentales, que están erosionando la dieta tradicional japonesa basada en pescado, arroz, vegetales y fermentados, lo que podría comprometer los logros del país en salud pública infantil.

 

Declaraciones de los participantes:

Prof. Koutaro Yokote, presidente de la Japan Society for the Study of Obesity (JASSO): "La obesidad no es solo una cuestión médica, sino también social y cultural. Esta colaboración nos permitirá comprender mejor cómo los factores ambientales y de emergencia influyen en la salud metabólica de las poblaciones asiáticas y europeas".

 

Prof. Gema Medina-Gómez, vicepresidenta de SEEDO: "Estamos entusiasmados por unir fuerzas con colegas japoneses y expertos en medicina de desastres. El intercambio de conocimientos y experiencias puede acelerar el desarrollo de estrategias más eficaces y equitativas para el tratamiento de la obesidad, especialmente con los GLP-1R agonistas".

 

“Podemos aprender mucho del Research Institute of Disaster Medicine, sobre todo en cuanto a la generación de nuevos fármacos que no demanden requerimientos de mantenimiento y conservación especiales como la cadena de frio. Y también investiga nuevas tecnologías para hacer llegar de forma rápida los medicamentos a esos pacientes que se encuentran aislados o sin acceso a las farmacias durante las catástrofes”.

 

Prof. Tomoaki Tanaka, director del Research Institute of Disaster Medicine, Chiba University: "Las crisis humanitarias y los desastres naturales alteran profundamente los estilos de vida y el acceso a la atención médica”.

 

Prof. Takashi Miki, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chiba: “Esta reunión representa una oportunidad de colaboración única para estudiar cómo estos factores impactan en enfermedades crónicas como la obesidad y la diabetes, y cómo podemos responder de forma más resiliente y preventiva".

 

Las tres instituciones han avanzado hacia la posible creación de un grupo de trabajo conjunto que explore proyectos de investigación, publicaciones científicas y eventos académicos compartidos.

 

Sobre las instituciones

La Japan Society for the Study of Obesity (JASSO) se fundó formalmente en 1984, aunque su gestación data de algunos años antes. Actualmente supera los 3.000 socios y es un referente internacional, con especial incidencia en la sociedad asiática.

 

            El Research Institute of Disaster Medicine de la Universidad de Chiba (ubicada al este-sudeste de Tokio) inició su andadura en 2021 para ayudar a construir comunidades resilientes a los desastres donde los residentes, las funciones sociales y las actividades estén protegidas de las amenazas de pandemias y otros desastres naturales. Este centro de investigación especializado se centra en el estudio y la atención de los desafíos médicos y de salud pública derivados de desastres naturales, pandemias y otras crisis. Congrega a expertos de diversas disciplinas, como la medicina, la salud pública, la ingeniería y las ciencias sociales, para desarrollar estrategias de preparación, respuesta y recuperación ante desastres. La investigación realizada en la División de enfermedades metabólicas inducidas por el estrés es fundamental en el instituto, donde la obesidad y la diabetes son áreas de gran interés para el gobierno japonés.

La Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) es una sociedad científica multidisciplinar centrada en el estudio, divulgación, formación de los profesionales de la salud, prevención y tratamiento de todos los aspectos relevantes relacionados con los problemas de exceso de peso. Entre sus aportaciones destacan consensos, guías de práctica clínica, tratados, cursos de formación y congresos. La existencia de una revista científica abierta a la difusión de trabajos científicos es uno de los aspectos más destacados.

 

 

12 May 2025

La lucha frente a la obesidad: Mucho más allá de la pérdida de peso

                          



Clásicamente, se ha afrontado el problema de la obesidad como un reto a superar sólo, o fundamentalmente, con la pérdida de peso. Pero el manejo de este problema de salud va mucho más allá, y no sólo es una cuestión de ‘kilos’. Así se ha puesto de relieve en una sesión organizada por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) en el marco del 32º Congreso Europeo de Obesidad (ECO), que se celebra en Málaga.

El objetivo del tratamiento actual de la obesidad no siempre tiene que ser únicamente la pérdida de peso. Y, de hecho, hay aspectos aún poco reconocidos y valorados, como el estado emocional, que deben abordarse también y que son claves para la persona que vive con obesidad. Como subraya la Dra. Andreea Ciudin, de la Junta Directiva de SEEDO y coordinadora de la Unidad de Tratamiento Integral de la Obesidad del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Vall d’Hebrón (Barcelona), “la evidencia actual, basada en la disponibilidad de nuevos fármacos, nos permite establecer objetivos individualizados, empoderando también al paciente y haciéndole participe en su plan de tratamiento, en un proceso de decisiones compartidas”. De hecho, este nuevo enfoque se contempla en la recientemente publicada guía GIRO, la primera guía española de manejo integral de la obesidad en el adulto.

--Las dimensiones clínicas de la obesidad

Actualmente, se estima que la obesidad es causa de más de 230 complicaciones crónicas; entre ellas, la diabetes tipo 2, el cáncer o las enfermedades cardiovasculares. De hecho, como puntualiza la especialista de SEEDO, “no hay prácticamente ninguna patología cuya evolución no sea desfavorable si se asocia con la obesidad”.

La obesidad es una enfermedad crónica que constituye la puerta de entrada a otras patologías de alto impacto, en cuyo desarrollo se implican numerosas características personales determinadas por factores genéticos y ambientales que hacen imprescindible un abordaje individualizado. Al igual que sucede en otras enfermedades

crónicas, “cada persona que vive con obesidad representa un modelo particular de enfermedad que requiere un tratamiento específico y actualizado a los nuevos avances científicos que se producen continuamente en este terreno”, declara el Dr. Javier Salvador, profesor emérito de Endocrinología de la Universidad de Navarra.

La buena noticia es que se ha progresado sustancialmente en los últimos años en un mejor conocimiento de esta enfermedad o, mejor dicho, “grupo heterogéneo de enfermedades caracterizadas por el exceso y/o disfunción de tejido adiposo, que impactan de forma negativa en la salud”. Y es que, como aclara la Dra. Ciudin, “ya no debemos hablar de obesidad, si no de obesidades”. La obesidad puede deberse a múltiples factores (genéticos, biológicos, medioambientales, etc) que inducen un desequilibrio en la regulación del apetito y el metabolismo.

Partiendo de esta nueva concepción, se está impulsando un cambio radical de paradigma en el diagnóstico y manejo de la obesidad. En este sentido, la Dra. Ciudin se muestra especialmente optimista con el presente y futuro, ya que “estamos al inicio de un nuevo camino, con tratamientos farmacológicos basados en las alteraciones biológicas de la enfermedad, con un impacto sin precedentes en la pérdida de peso y/o control de las complicaciones de la obesidad".

--La revolución farmacológica

En los últimos años se han desarrollado tratamientos farmacológicos para la obesidad que son verdaderos ‘game changers’, mostrando resultados sin precedentes en cuanto a pérdida de peso. Actualmente, disponemos en España de dos moléculas aprobadas para el manejo clínico de la obesidad (semaglutida y tirzepatida), y hay muchas más en avanzado desarrollo clínico. “Estos fármacos comercializados son análogos de péptidos estimulados por nutrientes, que actúan a varios niveles tanto en el cerebro como en los tejidos periféricos”, explica la Dra. Ciudin. Sus principales efectos incluyen: la reducción del apetito, la mejora del metabolismo energético (lo que conlleva pérdida de peso), cambios en la composición corporal e influencia positiva en las complicaciones relacionadas con la obesidad. De hecho, apostilla, “actúan sobre las alteraciones biológicas principales que ocurren en la obesidad”.

Pero los ensayos clínicos recientemente publicados han mostrado que, aparte de ofrecer un excelente resultado en cuanto a pérdida de peso corporal total, estos nuevos fármacos ejercen un efecto favorable sobre varias complicaciones relacionadas con la obesidad, como la apnea de sueño, los eventos cardiovasculares, la artrosis de rodilla, la insuficiencia cardiaca, el hígado graso o la diabetes tipo 2. Incluso, en algunos casos, el efecto inducido en las complicaciones relacionadas con la obesidad no se asocia directamente con la pérdida de peso, sino que es independiente, “lo que abre un nuevo camino en el manejo de la obesidad, basado en individualizar los objetivos de tratamiento”, apunta. Andreea Ciudin.

--La necesidad de apoyo emocional

Pero gran parte del éxito en el abordaje de la obesidad radica en abordarla como una enfermedad crónica multifactorial, lo que hace imprescindible la atención sobre las diferentes causas que pueden incidir en la ganancia de peso y donde la evaluación psicológica y el apoyo emocional son fundamentales. Como resalta la Dra. Verónica Vázquez Velázquez, psicóloga de la Clínica de Obesidad del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (Ciudad de México), “es fundamental considerar los aspectos emocionales, conductuales, de pensamiento y del ambiente como parte de la evaluación, para brindar una intervención individualizada”.

Por lo tanto, resulta imprescindible la incorporación del apoyo emocional que, en muchos casos, debe dirigirse a superar el daño psicológico que han causado los

prejuicios, el estigma y la discriminación hacia las personas que viven con obesidad, “algo que pocas veces se aborda por el desconocimiento del impacto negativo que se puede llegar a causar”, admite esta experta.

Entre los recursos a emplear para facilitar este indispensable apoyo emocional, “se pueden incluir nuevas habilidades para la gestión del estrés y para eliminar el insomnio, implementar herramientas conductuales y cognitivas para lidiar con un ambiente abundante en alimentos y sedentarismo, incluir conductas de salud adaptadas al estilo de vida, así como iniciar tratamiento psicológico para la ansiedad, la depresión o el trastorno por atracones, en caso de ser necesario”, indica la experta mejicana, que preside ‘Obesidades’, una sociedad civil sin fines de lucro que pretende cambiar la narrativa de la obesidad y su tratamiento en México. Y es que, como recalca esta experta, “es fundamental, incluso, cambiar el lenguaje y las imágenes mediáticas que generalmente acompañan a la obesidad”, aconsejando utilizar un lenguaje centrado en la persona: “no hay obesos, sino personas que viven con obesidad”.

La entrevista motivacional es una de las herramientas que han demostrado sus beneficios en este ámbito: la motivación es un poderoso estímulo para facilitar el cambio en un paciente. Pero, como advierte el Dr. Camilo Silva Froján, del Departamento de Endocrinología y Nutrición de la Clínica Universidad de Navarra, “la motivación no se puede imponer desde fuera, sino que el paciente la construye con la guía del médico”.

La entrevista motivacional es una comunicación colaborativa que ayuda al cambio (metas, objetivos) a partir de la exploración de los pros y contras para cambiar y de la resolución de la ambivalencia. Según detalla este experto, “en esta entrevista el profesional sanitario reconoce la libertad y el derecho a elegir del paciente, así como el potencial de cambio que tiene. Además, se establece una relación de colaboración y confianza entre el médico y el paciente, que se siente respetado, comprendido y reforzado en su autonomía”, señala el Dr. Silva.

--La perspectiva de la persona que vive con obesidad

También estos recursos son útiles para afrontar problemas psicológicos que frecuentemente anidan en las personas que viven con obesidad. “El sesgo y el estigma relacionados con el peso generan consecuencias graves en la salud mental, social y médica de las personas con obesidad, afectando también a su acceso a los servicios de salud y a la calidad de éstos”, afirma Ximena Ramos Salas, que trabaja en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Alberta (Canadá) y que es directora general de la Red Canadiense de Obesidad, donde ejerce una intensa labor “para mejorar la atención en obesidad y avanzar hacia una sociedad más justa, inclusiva y empática”.

El estigma y los prejuicios pueden impedir que las personas que viven con obesidad busquen apoyo médico, empeoren su salud mental y bienestar social, y refuercen la discriminación social basada en el peso. Según subraya la Prof. Ramos, “el estigma y los prejuicios hacia las personas con obesidad afectan su salud, su bienestar y el trato que reciben en el sistema sanitario”.

Ante esta realidad, esta especialista propone cambiar la ‘conversación’, y pasar de la culpa hacia la compasión, la atención basada en la ciencia y las políticas de salud inclusivas. “Todas las personas merecen acceso a una atención médica respetuosa y basada en evidencia”, defiende Ximena Ramos, quien recuerda que “la obesidad es una enfermedad crónica y compleja, no un fracaso personal”.

En este contexto, desde la Asociación Nacional de Personas que viven con Obesidad (ANPO), destacan el hecho de que “sociedades científicas como SEEDO abran sus puestas a las asociaciones de pacientes y escuchen nuestra voz, ofreciéndonos su colaboración para trabajar juntos en la mejoraría de la calidad de vida de las personas que viven con obesidad”, indica su presidente, Federico Luis Moya. Sin embargo, hay mucho margen para el avance y, entre otras cosas, se solicita “mejorar la gestión política de la obesidad, así como invertir en herramientas y formación para los profesionales de la salud que tratan la obesidad”. 

04 March 2025

Los endocrinólogos lanzan un decálogo sobre los principales aspectos del abordaje de la obesidad

                         


 

  • La SEEN manifiesta que los nuevos fármacos para la obesidad no solo contribuyen a la pérdida de peso, sino que también mejoran las complicaciones o enfermedades asociadas.

 

  • Los endocrinólogos insisten en la importancia de disponer de un equipo multidisciplinar para abordar de manera adecuada las complicaciones de la enfermedad.

 

  • En el tratamiento de la obesidad es fundamental un seguimiento a largo plazo para asegurar el mantenimiento del peso y la mejora de las comorbilidades asociadas.

 



La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), en el marco del Día de la Obesidad, que se celebra cada 4 de marzo, ha elaborado un decálogo en el que se pone de manifiesto los principales aspectos a tener en cuenta en el abordaje de la obesidad ante su elevado índice de prevalencia, que se estima en un 18,7% de obesidad y 55,8% de sobrepeso en personas adultas en España.

 

La sociedad científica manifiesta que la obesidad es una enfermedad metabólica crónica, heterogénea y de origen multifactorial, por lo que conocer sus determinantes genéticos, ambientales, psicosociales, así como sus complicaciones asociadas, es esencial para implementar un tratamiento adecuado en función de las manifestaciones clínicas y el beneficio esperado en la salud del paciente.

 

En cuanto a los nuevos tratamientos para el abordaje de la obesidad, la Dra. Irene Bretón, coordinadora del Área de Obesidad de la SEEN, señala que no solo contribuyen a la pérdida de peso, sino que también mejoran las complicaciones o enfermedades asociadas, como la diabetes, el riesgo y los eventos cardiovasculares, la apnea del sueño y los problemas articulares, entre otros.

 

Asimismo, la endocrinóloga afirma que, como cualquier otro tratamiento, “los fármacos para la obesidad están destinados a tratar la enfermedad y sus indicaciones clínicas se reflejan en la normativa que los regula”. En este sentido, estos fármacos se pueden utilizar en personas con obesidad con un índice de masa muscular superior a 30 kg/m2 o con un índice de masa corporal mayor de 27 si existen complicaciones relacionadas con la obesidad. “No se deben emplear fuera de estas indicaciones, ya que no son medicamentos “adelgazantes”, sino fármacos que ayudan a restaurar el balance energético, a controlar la obesidad y sus complicaciones”, insiste la Dra. Bretón.

 

Un equipo multidisciplinar, esencial en el abordaje de la obesidad

 

Por su parte, la Dra. Inka Miñambres, miembro del Área de Obesidad de la SEEN, apunta que para el abordaje adecuado de la obesidad es crucial contar con un equipo multidisciplinar integrado por médicos de cabecera, especialistas en endocrinología y nutrición, dietistas-nutricionistas, psicólogos, trabajadores sociales, médicos y otros miembros de los equipos clínicos que tratan las complicaciones de la enfermedad, y, en los casos graves, cirujanos bariátricos. “La cirugía bariátrica es un procedimiento quirúrgico indicado en los casos más graves, que actúa a través de varios mecanismos y ayuda a controlar la obesidad, disminuir el peso de manera mantenida y mejorar sus complicaciones”, puntualiza la Dra. Miñambres.

 

En esta línea, la SEEN apoya un año más a la EASO (la Asociación Europea para el estudio de la obesidad), en el marco del Día Mundial de la Obesidad, en su lucha para que la obesidad sea considerada como una enfermedad crónica que requiere un abordaje profesional y multidisciplinar por parte de los especialistas. 

 

Los endocrinólogos remarcan que el cambio en el estilo de vida es esencial en el tratamiento de la obesidad, por lo que debe estar presente desde el inicio del tratamiento y contemplado en cualquier estrategia adicional como el uso de fármacos o la cirugía bariátrica. Por ello, en el tratamiento de la obesidad es vital evitar el sedentarismo, por lo que las principales guías de manejo de la obesidad aconsejan realizar al principio 150 minutos de ejercicio físico aeróbico moderado cada semana, que podrán incrementarse en tiempo e intensidad, junto con dos o tres sesiones semanales de ejercicio de resistencia a fuerza, los más vinculados con la preservación de la masa muscular. “El ejercicio físico se debe adaptar a las enfermedades o limitaciones funcionales y también a las preferencias de cada persona, aspectos que son clave para garantizar el mantenimiento de los logros alcanzados a largo plazo”, explica la coordinadora del Área de Obesidad de la SEEN. Además, los endocrinólogos hacen hincapié en que, en el tratamiento de la obesidad, es fundamental un seguimiento a largo plazo para asegurar el mantenimiento del peso y la mejora de las comorbilidades.

 

En relación a la alimentación, es vital implementar un plan alimentario individualizado, que se adapte a la cultura y estilo de vida del paciente y, a través del consumo de proteínas de alta calidad biológica, minimice la pérdida de masa muscular. Es recomendable también una dieta mediterránea con vigilancia especial en la calidad y cantidad de proteínas.

 

Por último, la Dra. Miñambres insiste en que el objetivo del tratamiento de la obesidad es conseguir una mejoría en salud: “La obesidad es una enfermedad crónica por exceso y disfunción del tejido adiposo, por lo que su abordaje no solo consiste en reducir el peso corporal sino también en mejorar la composición corporal mediante la disminución de la cantidad de grasa, especialmente la que está localizada en el abdomen, preservando la masa y la función muscular”. Asimismo, el tratamiento persigue mejorar las enfermedades relacionadas con la obesidad como la diabetes, la hipertensión o las complicaciones psicológicas y osteomusculares, factores que se deben monitorizar como parámetros de respuesta al tratamiento de la obesidad.

09 January 2025

Algeciras se adhiere a la ‘Alianza de ciudades contra la obesidad’ para reducir la tasa de obesidad y las enfermedades asociadas

 


 

 

  • El objetivo de esta iniciativa es promover y crear propuestas que ayuden a reducir la tasa de obesidad y de las enfermedades asociadas, especialmente la diabetes mellitus tipo 2.

 

  • Según datos del Ministerio de Sanidad, referidos a 2020, la obesidad afecta en Andalucía al 19,7% de la población, una cifra que supera en gran medida a la media nacional, situada en el 16%.

 

  • Con la firma del manifiesto, el Ayuntamiento de Algeciras se compromete a potenciar la lucha activa contra la obesidad entre sus ciudadanos.



José Ignacio Landaluce, alcalde de Algeciras, y el Dr. Ignacio Bernabéu, presidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), han firmado recientemente la adhesión de Algeciras a la ‘Alianza de Ciudades contra la Obesidad’, una iniciativa impulsada por la sociedad científica y su Fundación (FSEEN) para reducir la tasa de obesidad y las enfermedades asociadas. Asimismo, han estado presentes en el acto Sabina Quiles y Antonio Gallardo, concejala de Salud y concejal, respectivamente.

 

Esta alianza promueve la colaboración estrecha entre las autoridades locales, la comunidad científica, la sociedad civil y el sector privado de las ciudades españolas en el diseño de proyectos urbanos que promuevan tanto la alimentación saludable como la actividad física regular.

 

La obesidad es un importante problema de salud pública, afecta a un 20% de la población española mayor de 18 años, y favorece el desarrollo de diversos factores de riesgo cardiovascular como la diabetes mellitus tipo 2, la hipertensión arterial o la dislipemia, lo que conlleva una disminución en la calidad de vida de la persona con obesidad, y lo más importante, un descenso de la esperanza de vida. De este modo, la obesidad puede considerarse la segunda causa prevenible de mortalidad tras el hábito tabáquico.

 

En concreto, el proyecto de colaboración entre la SEEN, a través de su Área de Conocimiento de Obesidad, y la FSEEN junto con las autoridades locales propone la actuación en cinco ámbitos:

 

  1. Informativo, a través de campañas de concienciación y puntos informativos.
  2. Formativo, mediante la organización de cursos.
  3. Alimentario, fomentando el consumo de alimentos saludables.
  4. Científico, mediante la promoción de proyectos de investigación.
  5. En el ámbito de la actividad física, mediante la adecuación de itinerarios peatonales dentro del casco urbano y facilitando el uso de la bicicleta en la ciudad.

 

El Ayuntamiento de Algeciras cuenta con un plan de salud de actuaciones relacionadas con la obesidad que contempla acciones como la creación de rutas peatonales y red de carriles bici para facilitar hábitos de vida saludable, campañas para promover el consumo de alimentos saludables en los centros educativos, celebración de foros y organización de encuestas, entre otros.

 

La obesidad en Andalucía

 

Según datos del Ministerio de Sanidad, referidos a 2020, la obesidad afecta a un 19,7% de la población andaluza, una cifra que se sitúa bastante por encima de la media nacional (16%). En relación a los datos por sexo, son bastante similares, ya que un 19,8% de las mujeres y un 19,5% de los hombres presenta sobrepeso. Ante este preocupante escenario y, con el fin de reducir estas tasas de obesidad, así como las enfermedades asociadas, el Ayuntamiento de Algeciras se suma a la Alianza de ciudades contra la obesidad.

 

Algeciras se une a esta Alianza a la que ya pertenecen otras ciudades españolas: Madrid, Segovia, Bilbao, Santander, Valencia, Murcia, Granada, Córdoba, Miguelturra, Cáceres, Badajoz, León, Pamplona, Sevilla, La Rioja, Valladolid, Barcelona, Oviedo, Las Palmas de Gran Canaria, Valladolid, Logroño y Gijón.

  

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