El programa se realizará en colaboración con entidades locales y a través de la Red Local de Acción en Salud y se propondrá la utilización de los recursos comunitarios para su desarrollo
La Consejería de Salud pilotará un programa de actividad física para pacientes con fibromialgia. El programa, que se desarrollará en colaboración con entidades locales y a través de la Red Local de Acción en Salud, se propondrá la utilización de los recursos comunitarios existentes en cada municipio para su desarrollo.
Este programa, realizado con la colaboración de la Consejería de Comercio, Turismo y Deporte y con la Federación Andaluza de Fibromialgia, nace con el objetivo de entrenar y mejorar las capacidades motoras, la resistencia aeróbica, el equilibrio, la coordinación, la fuerza, la movilidad articular, el trabajo cognitivo y la expresión corporal, entre otras, en las personas afectadas de fibromialgia o fatiga crónica.
Para ello, especialistas de la Facultad de Actividad Física de Granada han desarrollado una serie de ejercicios específicamente pensados e ideados para mejorar la calidad de vida de las personas con fibromialgia o fatiga crónica. Se trata de diferentes sesiones, de una hora de duración cada una de ellas, en cuya elaboración han colaborado los propios pacientes.
Existe evidencia científica de que el ejercicio físico es una de las herramientas que mejor pueden ayudar a afrontar la sintomatología de esta enfermedad y, por tanto, mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.
El programa desarrollado por la Consejería de Salud incluye, además, un proceso de capacitación de técnicos en actividad física y miembros de las asociaciones de fibromialgia de Andalucía para la puesta en marcha del mismo, quienes adquirirán los conocimientos necesarios para trabajar con este tipo de pacientes. Para ello, será necesaria la colaboración de las entidades locales al objeto de identificar los recursos comunitarios disponibles, así como de iniciar y mantener el programa.
La fibromialgia es un trastorno doloroso crónico, reconocido como enfermedad por la Organización Mundial de la Salud en 1992, que afecta de forma generalizada a las zonas musculares y a la columna. Se estima que entre un 2,5% y un 3% de la población está afectada por esta patología, en su mayoría mujeres.
--Actividad física personalizada
El programa está compuesto por diferentes sesiones de sesenta minutos cada una de media. Cada sesión se distribuye en tres fases: una de calentamiento, una fase central en la que se realizarán las actividades diseñadas para trabajar cada una de las habilidades previstas en cada sesión, y una fase de estiramientos y relajación.
Todas las sesiones están ideadas para ser realizadas en grupo, si bien, se primará la intensidad de cada ejercicio en función de la situación personal de cada paciente. Para ello, los responsables de los grupos serán los encargados de realizar valoraciones individuales antes del inicio de la sesión al objeto de establecer la progresión de cada uno de los participantes.
Los ejercicios previstos permitirán mejorar o mantener la condición física de cada paciente. Para ello, se han diseñado sesiones en las que se desarrollarán las capacidades físicas de resistencia cardiorrespiratoria o aeróbica, fuerza y resistencia muscular, y flexibilidad (movilidad articular y elasticidad muscular). Además, deben desarrollar la coordinación, el equilibrio y la relajación, así como incluir trabajo cognitivo durante la realización de los ejercicios.
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04 August 2010
Las consultas en la farmacia por quemaduras solares y domésticas son las más frecuentes en verano

La piel es una de las zonas más sensibles del organismo y en verano está más expuesta a las radiaciones solares. De hecho, las consultas sobre quemaduras solares o domésticas, deshidratación, irritación o alergias son frecuentes en la oficina de farmacia en esta época del año. Por ello, a pesar de las recomendaciones médicas que insisten en la importancia de proteger e hidratar la piel en los meses de verano, las lesiones epidérmicas se repiten año tras año. 
Las más habituales en verano son las quemaduras solares y domésticas, que normalmente son de grado I (las más superficiales y más leves), que afectan a la capa córnea de la epidermis y se manifiestan en formar de eritema muy sensible al tacto, debido a la irritación de las terminaciones sensitivas, sin ampollas, y la superficie palidece a la presión más suave. Si se produce una quemadura de este tipo, se aconseja utilizar una crema o loción que hidrate, refuerce los mecanismos naturales de la epidermis y estimule la regeneración natural de la piel agredida, como las emulsiones que contienen Dexpantenol, sustancia activa de Bepanthol®. 
--Consejos para mantener la piel sana en verano:
-Beber líquidos en abundancia para mantener la piel hidratada.
-No exponerse directamente al sol en las horas centrales del día.
-Utilizar un factor de protección solar adecuado a cada tipo de piel.
-Aplicar el protector solar 30 minutos antes de la exposición al sol y volver a aplicar cada 2 ó 3 horas.
-Hidratar la piel a diario especialmente tras la exposición al sol con cremas o lociones que proporcionen un efecto refrescante y calmante inmediato y que favorezcan la regeneración natural de la piel. 
03 August 2010
Los medicamentos biorreguladores son los más utilizados en los equipos de fútbol españoles

Según datos ofrecidos por la AEMEF( Asociación Española de Médicos de Equipos de Fútbol), durante su XIV Congreso Anual celebrado en San Sebastián, la mitad de los clubes de Primera y Segunda división de España utiliza un nuevo tipo de medicamento de orígen natural, los biorreguladores. Estos también son llamados "de homeopatía de segunda generación" se componen de principios activos de orígen vegetal y mineral, en micrododis, equivalentes a las que se encuentran en el sistema inmune, lo que favorece los mecanismos de recuperación naturales del organismo.
Su principal ventaja, según ha afirmado el presidente de la AEMEF José Nebot, "es la tranquilidad en su uso para evitar efectos secundarios y sobre todo, el doping, ya que no se encuentran entre las sustancias consideradas como dopaje"
--Fuente: Eco Diario( El Economista) 
Scientists develop the first model for investigating the origins of testicular cancer in humans

Scientists have developed a model that will enable them to investigate, for the first time, how human testes develop in baby boys while they are in the womb. Until now it has been impossible to study testicular development during pregnancy in humans and this discovery will enable researchers to understand the processes that can lead to the onset of testicular germ cell cancer (TGCC) in young adult life, and how factors, such as common environmental chemicals, might play a role. 
The research was carried out by Dr Rod Mitchell, clinical research fellow at the UK’s Medical Research Council’s Human Reproductive Sciences Unit at the University of Edinburgh, and is published online in Europe’s leading reproductive medicine journal Human Reproduction today (Wednesday 4 August). Principal Investigator at the unit, Professor Richard Sharpe said: “There is now overwhelming evidence that growth and development in foetal life play a fundamental role in determining the future risk of a wide range of common diseases in later life. Male reproductive disorders fall into this category, in particular testicular germ cell cancer, the commonest cancer of young men in their 20s and 30s. We know it originates because of abnormal foetal germ cell development and this then leads to tumour formation in young adulthood, but how and why things go wrong with development of some of the germ cells in foetal life is unknown – and inaccessible for direct study for obvious reasons.” The types of TGCC that occur in humans do not occur in laboratory animals, probably because of differences between humans and animals in the timing and organisation of foetal germ cell development. Therefore, using animal models to study TGCC origins is not possible. 
For this reason and because there was no other option available, the researchers obtained ethical approval to take testicular tissue from foetuses that had been aborted at nine weeks and between 14-18 weeks gestation. The women gave consent in accordance with national guidelines. None of the terminations were related to foetal abnormalities. Testicular tissue cannot be studied in a test tube because it does not survive and develop normally. So the researchers grafted the tissue under the skin of a naturally occurring strain of mice that do not reject tissue grafts because their immune systems do not work normally. 
“We found that the testicular graft grows and develops normally over a six-week period; in particular, the foetal germ cells develop normally,” said Prof Sharpe. “This means that we have developed a viable system in which we can now test what factors might interfere with this normal germ cell development and push it down the cancer path. For example, we are investigating if exposure to common environmental chemicals, to which human foetuses are exposed in the womb, can cause any such changes in the foetal testis grafts by treating the mouse hosts with these chemicals, an aspect that simply cannot be studied otherwise.
” The mouse model may also enable the researchers to study disorders of sexual development (DSDs) in humans, which occur because of abnormal testis development. “DSDs can result from genetic abnormalities involving the sex chromosomes or genes involved in the development of the testes and several of these disorders, such as Frasier or Denys-Drash syndrome, are also associated with a high risk of TGCC,” said Prof Sharpe. “In the future, it should be possible to modify our mouse model so that we can introduce genes that either promote or disrupt normal testicular development and so provide a living model of these conditions. This, in turn, should help us to develop treatments or early interventions for these disorders.” 
El Hospital Regional de Málaga imparte un programa de educación para la salud a personas con enfermedades inflamatorias crónicas

El servicio de Reumatología del Hospital Regional de Málaga ha impartido seis talleres de educación en autocuidados dirigidos a personas con artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico y espondilitis anquilosante con el objetivo de fomentar el autocuidado y afrontar mejor la enfermedad.
En el programa educativo, realizado durante los meses de abril y mayo en el Hospital Civil y coordinado por una enfermera, han participado un centenar de personas, entre pacientes y familiares.
En los talleres se abordan los aspectos básicos de cada patología y tienen como objetivo principal mejorar la implicación del paciente en el cuidado de su enfermedad, ya que en las enfermedades reumáticas crónicas –como en otras- el autocuidado, la independencia, afrontar de forma eficaz la enfermedad y conocer la misma son claves para obtener los mejores resultados de salud.
La mayoría de los pacientes sufren discapacidad debida a la inflamación, al dolor y al daño articular, pero también por otras enfermedades asociadas o concomitantes y factores psicosociales que condicionan en gran medida el grado de respuesta a los tratamientos.
Dentro de un programa estructurado de educación para la salud, esta actividad forma parte de un proyecto de investigación cuyo objetivo es conocer la utilidad de las intervenciones educativas en el manejo de la enfermedad y fomento del autocuidado en pacientes con artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico y espondilitis anquilosante.
Los pacientes son seleccionados de forma aleatoria de entre los diagnosticados de estas tres patologías por el Servicio de Reumatología del Hospital Regional, y participan de forma voluntaria.
Previa a la intervención educativa y al mes de haber finalizado el taller, los pacientes que participan en el estudio cumplimentan una serie de cuestionarios que, una vez valorados, van a dar información a los profesionales de la efectividad de la intervención.
Así, cumplimentan la encuesta sobre estado de salud (SF-36), junto con un test de calidad de vida, otro para conocer la coexistencia de otras enfermedades –test de comorbilidad-, un cuestionario sobre el afrontamiento ante el dolor y otro para conocer el grado de capacidad funcional de los pacientes.
El test de calidad de vida mide cómo el estado de salud influye en la percepción subjetiva del estado general de bienestar para realizar las tareas cotidianas que son importantes para los pacientes.
Las enfermedades inflamatorias en cuyo origen intervienen mecanismos inmunológicos tienen graves consecuencias para la salud y la independencia de las personas además de ocasionar un elevado coste sanitario y social.
Los profesionales se plantean si una intervención educativa precoz, tras el diagnóstico de la enfermedad, puede mejorar la calidad de vida relacionada con la salud, la percepción del dolor, e incluso, los aspectos clínicos de la enfermedad.
El objetivo de este proyecto es, por tanto, mejorar la atención a estos colectivos de pacientes con una atención multidisciplinar entre reumatólogos, enfermeras, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, etc., orientando las acciones hacia la mejora de la comunicación e información al ciudadano, proporcionando la información necesaria para que las personas puedan tomar decisiones sobre su salud.
En el programa educativo, realizado durante los meses de abril y mayo en el Hospital Civil y coordinado por una enfermera, han participado un centenar de personas, entre pacientes y familiares.
En los talleres se abordan los aspectos básicos de cada patología y tienen como objetivo principal mejorar la implicación del paciente en el cuidado de su enfermedad, ya que en las enfermedades reumáticas crónicas –como en otras- el autocuidado, la independencia, afrontar de forma eficaz la enfermedad y conocer la misma son claves para obtener los mejores resultados de salud.
La mayoría de los pacientes sufren discapacidad debida a la inflamación, al dolor y al daño articular, pero también por otras enfermedades asociadas o concomitantes y factores psicosociales que condicionan en gran medida el grado de respuesta a los tratamientos.
Dentro de un programa estructurado de educación para la salud, esta actividad forma parte de un proyecto de investigación cuyo objetivo es conocer la utilidad de las intervenciones educativas en el manejo de la enfermedad y fomento del autocuidado en pacientes con artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico y espondilitis anquilosante.
Los pacientes son seleccionados de forma aleatoria de entre los diagnosticados de estas tres patologías por el Servicio de Reumatología del Hospital Regional, y participan de forma voluntaria.
Previa a la intervención educativa y al mes de haber finalizado el taller, los pacientes que participan en el estudio cumplimentan una serie de cuestionarios que, una vez valorados, van a dar información a los profesionales de la efectividad de la intervención.
Así, cumplimentan la encuesta sobre estado de salud (SF-36), junto con un test de calidad de vida, otro para conocer la coexistencia de otras enfermedades –test de comorbilidad-, un cuestionario sobre el afrontamiento ante el dolor y otro para conocer el grado de capacidad funcional de los pacientes.
El test de calidad de vida mide cómo el estado de salud influye en la percepción subjetiva del estado general de bienestar para realizar las tareas cotidianas que son importantes para los pacientes.
Las enfermedades inflamatorias en cuyo origen intervienen mecanismos inmunológicos tienen graves consecuencias para la salud y la independencia de las personas además de ocasionar un elevado coste sanitario y social.
Los profesionales se plantean si una intervención educativa precoz, tras el diagnóstico de la enfermedad, puede mejorar la calidad de vida relacionada con la salud, la percepción del dolor, e incluso, los aspectos clínicos de la enfermedad.
El objetivo de este proyecto es, por tanto, mejorar la atención a estos colectivos de pacientes con una atención multidisciplinar entre reumatólogos, enfermeras, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, etc., orientando las acciones hacia la mejora de la comunicación e información al ciudadano, proporcionando la información necesaria para que las personas puedan tomar decisiones sobre su salud.
02 August 2010
La receta ideal para una correcta hidratación: beber antes, durante y después del ejercicio físico

El verano es una época propensa para la realización de ejercicio físico, pero también en la que se acumulan ciertos condicionantes que favorecen los procesos de deshidratación (alta temperatura ambiental y alta humedad). Por tanto, es elemental darle la importancia correcta a la hidratación para evitar acontecimientos desagradables, incluyendo el consumo de líquidos antes, durante y después del ejercicio físico.
-¿Qué cantidad de líquido habría que ingerir en condiciones normales?
Tras una petición de la Comisión Europea, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) reunió a un panel de 21 expertos en nutrición y salud para elaborar un dictamen científico en materia de hidratación. Este informe se puso en marcha en 2008 y para realizarlo se definieron 9 grupos de población desde menores de 6 meses hasta personas mayores de 75 años. Además de la edad, las diferencias se establecieron también de acuerdo al sexo, pero, en el caso de las mujeres, las embarazadas y las lactantes se consideraron aparte.
El resultado se plasmó en un informe donde se expone la cantidad de agua que necesita nuestro cuerpo para estar saludable y funcionar correctamente. Como recomendación general, y en condiciones de temperatura y actividad física moderada, los adolescentes a partir de 14 años, los adultos y los ancianos deben tomar entre 2 y 2,5 litros de agua, una ingesta recomendable tanto para hombres como para mujeres. Las mujeres embarazadas deben incrementar en 300 ml al día su ingesta de agua. Las mujeres en periodo de lactancia, deben aumentar su ingesta de agua en 700 ml al día.
Tras una petición de la Comisión Europea, la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) reunió a un panel de 21 expertos en nutrición y salud para elaborar un dictamen científico en materia de hidratación. Este informe se puso en marcha en 2008 y para realizarlo se definieron 9 grupos de población desde menores de 6 meses hasta personas mayores de 75 años. Además de la edad, las diferencias se establecieron también de acuerdo al sexo, pero, en el caso de las mujeres, las embarazadas y las lactantes se consideraron aparte.
El resultado se plasmó en un informe donde se expone la cantidad de agua que necesita nuestro cuerpo para estar saludable y funcionar correctamente. Como recomendación general, y en condiciones de temperatura y actividad física moderada, los adolescentes a partir de 14 años, los adultos y los ancianos deben tomar entre 2 y 2,5 litros de agua, una ingesta recomendable tanto para hombres como para mujeres. Las mujeres embarazadas deben incrementar en 300 ml al día su ingesta de agua. Las mujeres en periodo de lactancia, deben aumentar su ingesta de agua en 700 ml al día.
-Reposición hídrica en deportistas
Estas cantidades deben ser convenientemente revisadas durante la realización del ejercicio físico. “Las consecuencias fisiológicas que conlleva la pérdida hídrica conducen, inicialmente, a una disminución del rendimiento deportivo y posteriormente a diversos problemas de salud en función de la cantidad de líquido perdida. Por tanto, en el deportista aeróbico de competición, la reposición hídrica antes, durante y posterior a la realización de la actividad física es indispensable. Desde nuestro punto de vista, en el caso de individuos que realizan deporte en verano con otros fines ajenos al rendimiento deportivo, la reposición hídrica es importante para evitar problemas de salud”, explica el Profesor Javier López Román, Coordinador de Investigación de la Cátedra de Fisiología del Ejercicio de la Universidad Católica San Antonio de Murcia.
La deshidratación (pérdida de agua del organismo) que se produce durante la realización de un ejercicio físico se debe al sudor. El componente principal del sudor es el agua; por tanto sudar en abundancia es sinónimo de perder agua en abundancia. El agua no es el único componente del sudor. Los electrolitos (sodio, potasio y cloruros) también forman parte de los componentes del sudor. El ser humano es el único mamífero que “suda” electrolitos; el resto de animales solo sudan agua. El sabor salado del sudor se debe a esos electrolitos que forman parte de su composición.
Estas cantidades deben ser convenientemente revisadas durante la realización del ejercicio físico. “Las consecuencias fisiológicas que conlleva la pérdida hídrica conducen, inicialmente, a una disminución del rendimiento deportivo y posteriormente a diversos problemas de salud en función de la cantidad de líquido perdida. Por tanto, en el deportista aeróbico de competición, la reposición hídrica antes, durante y posterior a la realización de la actividad física es indispensable. Desde nuestro punto de vista, en el caso de individuos que realizan deporte en verano con otros fines ajenos al rendimiento deportivo, la reposición hídrica es importante para evitar problemas de salud”, explica el Profesor Javier López Román, Coordinador de Investigación de la Cátedra de Fisiología del Ejercicio de la Universidad Católica San Antonio de Murcia.
La deshidratación (pérdida de agua del organismo) que se produce durante la realización de un ejercicio físico se debe al sudor. El componente principal del sudor es el agua; por tanto sudar en abundancia es sinónimo de perder agua en abundancia. El agua no es el único componente del sudor. Los electrolitos (sodio, potasio y cloruros) también forman parte de los componentes del sudor. El ser humano es el único mamífero que “suda” electrolitos; el resto de animales solo sudan agua. El sabor salado del sudor se debe a esos electrolitos que forman parte de su composición.
-No hay una sudoración estándar
La cantidad de sudor que produce un ser humano durante la actividad física es muy variable. La intensidad del ejercicio, duración del mismo, sexo, edad, condiciones ambientales, nivel de entrenamiento físico, etc son algunas variables de las que depende la cantidad de sudor emitida por el ser humano. Por ejemplo, el hombre suda más que la mujer, los niños sudan menos, se suda más en condiciones de elevada temperatura y humedad ambiental y se suda más y se comienza a sudar antes cuanto mejor entrenamiento aeróbico ha desarrollado el deportista. “Algunos autores consideran que la perdida por sudor en condiciones muy desfavorables puede llegar hasta 3 litros por hora. En una persona que pesase 75 kg, esto supondría una pérdida de peso del 4%. En nuestro laboratorio de Fisiología del Ejercicio, hemos llegado a observar pérdidas incluso mayores”, comenta el Profesor López Román.
Las consecuencias fisiológicas que conlleva la pérdida hídrica conducen, inicialmente, a una disminución del rendimiento deportivo y posteriormente a diversos problemas de salud en función de la cantidad de líquido perdida. Por tanto, en el deportista aeróbico de competición, la reposición hídrica antes, durante y posterior a la realización de la actividad física es indispensable. “Desde nuestro punto de vista, en el caso de individuos que realizan deporte en verano con otros fines ajenos al rendimiento deportivo, la reposición hídrica es importante para evitar problemas de salud”, añade este especialista.
-Evitar que aparezca la sed
El consumo de líquidos antes, durante y después del ejercicio es muy adecuado para evitar los efectos indeseables de la actividad física. Nunca debemos esperar que aparezca la sed para iniciar el consumo de líquidos ya que esta aparece cuando ya hemos perdido entre el 1-2% del peso corporal.
“Una técnica útil para conocer nuestro índice de deshidratación es pesarnos media hora antes y después de la actividad física; la diferencias entre ambas pesadas es la falta de líquido que hemos dejado de ingerir y que tendremos que beber posterior al ejercicio para recuperar nuestras condiciones fisiológicas basales”, afirma para concluir el Profesor López Román.
Pero la hidratación no es el único mecanismo que ayuda a la termorregulación del organismo, sino que existen otra serie de normas que puestas en funcionamiento contribuirán a una menor pérdida de agua y a una mejor adaptación al ejercicio físico desarrollado en ese instante. Estas normas serían:
La cantidad de sudor que produce un ser humano durante la actividad física es muy variable. La intensidad del ejercicio, duración del mismo, sexo, edad, condiciones ambientales, nivel de entrenamiento físico, etc son algunas variables de las que depende la cantidad de sudor emitida por el ser humano. Por ejemplo, el hombre suda más que la mujer, los niños sudan menos, se suda más en condiciones de elevada temperatura y humedad ambiental y se suda más y se comienza a sudar antes cuanto mejor entrenamiento aeróbico ha desarrollado el deportista. “Algunos autores consideran que la perdida por sudor en condiciones muy desfavorables puede llegar hasta 3 litros por hora. En una persona que pesase 75 kg, esto supondría una pérdida de peso del 4%. En nuestro laboratorio de Fisiología del Ejercicio, hemos llegado a observar pérdidas incluso mayores”, comenta el Profesor López Román.
Las consecuencias fisiológicas que conlleva la pérdida hídrica conducen, inicialmente, a una disminución del rendimiento deportivo y posteriormente a diversos problemas de salud en función de la cantidad de líquido perdida. Por tanto, en el deportista aeróbico de competición, la reposición hídrica antes, durante y posterior a la realización de la actividad física es indispensable. “Desde nuestro punto de vista, en el caso de individuos que realizan deporte en verano con otros fines ajenos al rendimiento deportivo, la reposición hídrica es importante para evitar problemas de salud”, añade este especialista.
-Evitar que aparezca la sed
El consumo de líquidos antes, durante y después del ejercicio es muy adecuado para evitar los efectos indeseables de la actividad física. Nunca debemos esperar que aparezca la sed para iniciar el consumo de líquidos ya que esta aparece cuando ya hemos perdido entre el 1-2% del peso corporal.
“Una técnica útil para conocer nuestro índice de deshidratación es pesarnos media hora antes y después de la actividad física; la diferencias entre ambas pesadas es la falta de líquido que hemos dejado de ingerir y que tendremos que beber posterior al ejercicio para recuperar nuestras condiciones fisiológicas basales”, afirma para concluir el Profesor López Román.
Pero la hidratación no es el único mecanismo que ayuda a la termorregulación del organismo, sino que existen otra serie de normas que puestas en funcionamiento contribuirán a una menor pérdida de agua y a una mejor adaptación al ejercicio físico desarrollado en ese instante. Estas normas serían:
-Entrenar por la mañana o por la tarde en las horas menos calurosas y, preferentemente a la sombra.
-Vestir prendas blancas, que reflejen el calor radiante, y porosas, para permitir la evaporación.
-Vestir prendas blancas, que reflejen el calor radiante, y porosas, para permitir la evaporación.
-Usar gorra para minimizar el impacto del sol en la cabeza.
-Controlar bien el peso y reemplazar cuanto antes el líquido perdido.
-Atención a los diuréticos. Las sustancias diuréticas son productos que favorecen la pérdida de agua a través de la orina.
-Prevenir la deshidratación tomando líquidos y bebidas antes, durante y después del ejercicio físico.
-Redoblar las precauciones en el caso de sujetos de edad avanzada, obesos o mujeres, o que toman fármacos que disminuyan la termorregulación.
-Alertarse a los primeros signos o síntomas de enfermedad de calor: calambres, vértigo, síntomas de fatiga: problemas de coordinación de los movimientos. Cesar el ejercicio físico y beber adecuadamente. Si dichas manifestaciones no desaparecen, acudir a centro médico para valoración.
-Controlar bien el peso y reemplazar cuanto antes el líquido perdido.
-Atención a los diuréticos. Las sustancias diuréticas son productos que favorecen la pérdida de agua a través de la orina.
-Prevenir la deshidratación tomando líquidos y bebidas antes, durante y después del ejercicio físico.
-Redoblar las precauciones en el caso de sujetos de edad avanzada, obesos o mujeres, o que toman fármacos que disminuyan la termorregulación.
-Alertarse a los primeros signos o síntomas de enfermedad de calor: calambres, vértigo, síntomas de fatiga: problemas de coordinación de los movimientos. Cesar el ejercicio físico y beber adecuadamente. Si dichas manifestaciones no desaparecen, acudir a centro médico para valoración.
Fumar incrementa el riesgo de padecer uveítis y ceguera

El dolor ocular, el enrojecimiento y las molestias oculares causadas por la luz son síntomas que han de ponernos en alerta porque pueden indicar que padecemos una uveítis. La uveítis es una inflamación de la capa media del ojo que puede estar en relación con enfermedades reumáticas y que en ocasiones puede llegar a provocar ceguera.
Aunque a simple vista no parezca que puede estar relacionado de forma directa, el hecho de fumar de forma regular hace que la probabilidad de que una persona padezca esta enfermedad a lo largo de su vida se vea aumentada hasta dos veces, así como agravarla en las personas que ya la sufren. Así lo indica un estudio publicado recientemente en la revista Ophthalmology(1) que aporta los primeros datos sobre la estrecha relación que existe entre esta patología y el consumo de tabaco.
Cualquier cigarrillo contiene cerca de 40.000 compuestos activos, de los que al menos 40 son carcinógenos. También incluyen radicales libres que pueden llevar a la inflamación vascular o al desarrollo de enfermedades sistémicas, dos de los desencadenantes de la uveítis. De igual forma, aumenta la posibilidad de padecer degeneración macular asociada a la edad o cataratas.
Se trata de un importante resultado puesto que nos encontramos ante una enfermedad cuyo desarrollo y consecuencias –provoca el 10% del total de cegueras en países desarrollados- se pueden prevenir recomendando el abandono de este hábito, apunta la Dra. Esperanza Pato, del Servicio de Reumatología del Hospital Clínico San Carlos (Madrid). "Existen varios estudios que indican que el estrés oxidativo inducido por algunos componentes del tabaco provoca procesos inflamatorios, por lo que también podría estimular el desarrollo de uveítis", comenta la experta.
Mayor relación con uveítis infecciosa
En este estudio retrospectivo han participado 1.128 pacientes oftalmológicos, a la mitad de los cuales se les ha realizado un diagnóstico de inflamación ocular entre 2002 y 2009. El 51,9% de los pacientes no tenía causa conocida para su inflamación ocular, el 39,4% de los casos se debía a agentes que no eran infecciosos –el más común era la asociación con el antígeno leucocitario humano B27-, y el resto a algún tipo de infección.
En comparación con personas que nunca han fumado, aquellos que aún tienen este hábito o que lo tuvieron en un pasado tienen 2,2 veces más riesgo de padecer uveítis. "También se han encontrado asociaciones significativas en los pacientes fumadores de raza caucásica, asiática, india e hispana con el desarrollo de uveítis. No ocurre lo mismo en afroamericanos o nativos americanos", apunta la experta.
El 35,5% de los pacientes a los que se les detectó inflamación ocular fumaba o había fumado, mientras que en el grupo control este porcentaje desciende hasta el 23, 6%. En el estudio se indica que existe una estrecha relación entre el tabaco y la uveítis infecciosa, porque se facilitaría que agentes infecciosos llegaran a los tejidos intraoculares sin una inoculación directa. Asimismo, los componentes pro-inflamatorios del humo del cigarrillo pueden también incrementar la reacción inflamatoria celular ante estos organismos. De esta forma se podría dar una explicación a por qué infecciones como el Herpes-1 y la Toxoplasmosis causan inflamación intraocular sólo en un reducido subgrupo de pacientes.
A pesar de que sí que hay un amplio número de investigaciones sobre la relación entre el tabaco y la degeneración macular o la enfermedad ocular tiroidea, son contadas las que existen sobre el riesgo de fumar y la uveítis. "Gracias a este estudio empezamos a saber la estrecha relación entre el tabaco y la uveítis, sobre todo en pacientes con uveítis intermedia y panuveitis con edema macular quístico, cuadros que suelen producir un serio daño en la visión", señala la Dra. Pato. Por el contrario, no se ha podido establecer un vínculo entre fumar y padecer escleritis y epiescleritis.
Aunque a simple vista no parezca que puede estar relacionado de forma directa, el hecho de fumar de forma regular hace que la probabilidad de que una persona padezca esta enfermedad a lo largo de su vida se vea aumentada hasta dos veces, así como agravarla en las personas que ya la sufren. Así lo indica un estudio publicado recientemente en la revista Ophthalmology(1) que aporta los primeros datos sobre la estrecha relación que existe entre esta patología y el consumo de tabaco.
Cualquier cigarrillo contiene cerca de 40.000 compuestos activos, de los que al menos 40 son carcinógenos. También incluyen radicales libres que pueden llevar a la inflamación vascular o al desarrollo de enfermedades sistémicas, dos de los desencadenantes de la uveítis. De igual forma, aumenta la posibilidad de padecer degeneración macular asociada a la edad o cataratas.
Se trata de un importante resultado puesto que nos encontramos ante una enfermedad cuyo desarrollo y consecuencias –provoca el 10% del total de cegueras en países desarrollados- se pueden prevenir recomendando el abandono de este hábito, apunta la Dra. Esperanza Pato, del Servicio de Reumatología del Hospital Clínico San Carlos (Madrid). "Existen varios estudios que indican que el estrés oxidativo inducido por algunos componentes del tabaco provoca procesos inflamatorios, por lo que también podría estimular el desarrollo de uveítis", comenta la experta.
Mayor relación con uveítis infecciosa
En este estudio retrospectivo han participado 1.128 pacientes oftalmológicos, a la mitad de los cuales se les ha realizado un diagnóstico de inflamación ocular entre 2002 y 2009. El 51,9% de los pacientes no tenía causa conocida para su inflamación ocular, el 39,4% de los casos se debía a agentes que no eran infecciosos –el más común era la asociación con el antígeno leucocitario humano B27-, y el resto a algún tipo de infección.
En comparación con personas que nunca han fumado, aquellos que aún tienen este hábito o que lo tuvieron en un pasado tienen 2,2 veces más riesgo de padecer uveítis. "También se han encontrado asociaciones significativas en los pacientes fumadores de raza caucásica, asiática, india e hispana con el desarrollo de uveítis. No ocurre lo mismo en afroamericanos o nativos americanos", apunta la experta.
El 35,5% de los pacientes a los que se les detectó inflamación ocular fumaba o había fumado, mientras que en el grupo control este porcentaje desciende hasta el 23, 6%. En el estudio se indica que existe una estrecha relación entre el tabaco y la uveítis infecciosa, porque se facilitaría que agentes infecciosos llegaran a los tejidos intraoculares sin una inoculación directa. Asimismo, los componentes pro-inflamatorios del humo del cigarrillo pueden también incrementar la reacción inflamatoria celular ante estos organismos. De esta forma se podría dar una explicación a por qué infecciones como el Herpes-1 y la Toxoplasmosis causan inflamación intraocular sólo en un reducido subgrupo de pacientes.
A pesar de que sí que hay un amplio número de investigaciones sobre la relación entre el tabaco y la degeneración macular o la enfermedad ocular tiroidea, son contadas las que existen sobre el riesgo de fumar y la uveítis. "Gracias a este estudio empezamos a saber la estrecha relación entre el tabaco y la uveítis, sobre todo en pacientes con uveítis intermedia y panuveitis con edema macular quístico, cuadros que suelen producir un serio daño en la visión", señala la Dra. Pato. Por el contrario, no se ha podido establecer un vínculo entre fumar y padecer escleritis y epiescleritis.
(1) Cigarette Smoking as a Risk Factor for Uveitis. Lin P, Loh AR, Margolis TP, Acharya NR. Ophthalmology 2010;117:585–90
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