Se estima que entre el 30 y el 40% de los pacientes hospitalizados presenta un cuadro de hiponatremia (disminución de los niveles de sodio en plasma por debajo de135 mmol/L), siendo el trastorno hidroelectrolítico más frecuente. Esta descompensación en el organismo da lugar a un déficit de la atención, dificultad para concentrarse, cansancio, irritabilidad, cefaleas y puede derivar en un cuadro potencialmente mortal, asociándose a una mortalidad entre 40 y 60 veces superior respecto a personas normonatrémicas.
“A pesar de estos datos, con frecuencia, la hiponatremia pasa desapercibida y sin diagnóstico”, asegura el doctor Carles Villabona, del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital de Bellvitge en Barcelona, quien ha participado en el 54 Congreso Nacional de Endocrinología y Nutrición, celebrado esta semana en Oviedo. A este respecto, los expertos hacen hincapié en que el sodio es un valor incluido de forma regular en las analíticas que se hacen a todos los pacientes que ingresan y a los que están en los centros hospitalarios, pero que un número importante de enfermos presentan ya niveles bajos en el momento del ingreso.
Sin embargo, la hiponatremia, tanto la de carácter más leve como las más severas, son marcadores de morbi-mortalidad, por lo que es preciso, diagnosticarlo y tratarlo de forma correcta, “sobre todo, porque actualmente podemos evitar sus consecuencias con las opciones terapéuticas disponibles”, subraya el doctor Villabona.
Hiponatremia y riesgo de fracturas óseas
Recientes investigaciones apuntan además a que a que se asocia a un mayor riesgo de sufrir caídas, fracturas y osteoporosis. En un estudio se comprobó que uno de cada cuatro pacientes con este trastorno en la forma más leve se había caído recientemente. En otro trabajo más amplio se confirmó que en los pacientes con una hiponatremia leve (131±3 mmol/L) la frecuencia de fractura ósea se triplica con respecto a pacientes normonatrémicos. En la actualidad, se está estudiando la relación de este trastorno con la osteoporosis y los resultados, aunque todavía muy preliminares, señalan que la hiponatremia se acompaña además de una pérdida de masa ósea.
En este sentido, es fundamental el diagnóstico y tratamiento precoces para evitar estas complicaciones, panorama que ha cambiado en los últimos años.“Contábamos con tratamientos que nos permitían tratar algunos pacientes, pero en otros casos, sólo lográbamos una respuesta parcial o las terapias resultaban difíciles de mantener a medio y largo plazo, por lo que el desarrollo de los vaptanes abrió nuevas perspectivas en el manejo de la hiponatremia”.
Según explica el doctor Villabona, el control de los niveles de sodio en el organismo permite además mejorar el cuadro global de los pacientes. “Un porcentaje significativo de los pacientes con este trastorno suelen tener patologías asociadas graves como cáncer o bien se registra con mayor frecuencia en personas mayores con pluripatología y polimedicados. Los datos disponibles reflejan que corregir la hiponatremia, mejora la calidad de vida del paciente”.
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