Los trasplantes de córneas artificiales, los
colirios a partir de la sangre del paciente para el ojo seco, el femtoláser
para las intervenciones de cataratas o las técnicas para la detección de
dolencias como la DMAE han sido algunos temas destacados en REVISIÓN ANUAL de
ESTEVE. Durante dos días, Ávila se ha convertido en la capital de la oftalmología
reuniendo a especialistas de toda España para debatir los avances más importantes
presentados este año en una docena de los congresos internacionales más
prestigiosos del mundo.
Crear córneas artificiales que permitan una
alternativa a las córneas humanas, con procedimientos mínimamente invasivos y
sin riesgos de rechazo de los tejidos trasplantados, es uno de los retos más
ambiciosos a medio plazo de la oftalmología.
Aún está en fase experimental, pero abre
muchas posibilidades, porque las córneas son uno de los órganos más demandados
y uno de los trasplantes de tejidos más frecuentes. Según la Organización
Nacional de Trasplantes (ONT), en 2013 se obtuvieron 5.144 córneas, el 30%
de las cuales tuvieron que desestimarse para trasplante –el 27% por problemas
del donante y el 73% por problemas durante el procesamiento. En total, se
realizaron 3.465 trasplantes.
“El
futuro es la medicina regenerativa”, afirma el Prof. Luis Fernández-Vega,
presidente de la Sociedad Española de Oftalmología (SEO) y coordinador
científico de REVISIÓN ANUAL ESTEVE. “Las córneas artificiales ofrecen
importantes ventajas frente a los trasplantes convencionales. Además,
permitirán aumentar el número de trasplantes y reducir las listas de espera, ya
que no dependeremos de los donantes”.
Finalmente, en ojo seco, que afecta sobre todo
a mujeres mayores de 50 años, se está mejorando el tratamiento con colirios producidos
a partir de la sangre del propio paciente. “Enriquecidos
con plaquetas, ayudan a lubricar y a mejorar la cicatrización de heridas en el
ojo. El tratamiento no es nuevo, pero
ahora se emplea mucho más”. Otra terapia, sobre todo en personas que pasan
muchas horas delante de una pantalla y que pueden tener síntomas de ojo seco es
el uso frecuente de lágrimas artificiales.
REVISIÓN es un encuentro organizado y patrocinado por ESTEVE
avalado por las principales sociedades científicas de oftalmología: la Sociedad
Española de Oftalmología (SEO), la Sociedad Española de Cirugía Ocular Implanto
Refractiva (SECOIR), la Sociedad Española de Glaucoma (SEG), la Sociedad
Española de Superficie Ocular y Córnea (GESOC), la Sociedad Española de Retina y
Vítreo (SERV) y la Sociedad Española de Cirugía Plástica Ocular y Orbitaria
(SECPOO).
Retina y glaucoma: un reloj con cuenta atrás
Otra mesa redonda de REVISIÓN
se ha centrado en la retina, en sus patologías más frecuentes y los
tratamientos con técnicas de vitrectomía y de láser. Además, se ha destacado la
importancia de las revisiones periódicas para detectar enfermedades
asintomáticas en sus primeras fases, pero muy agresivas y que pueden llegar a
causar pérdida de la visión central, como la DMAE o la retinopatía
diabética. Según el Prof. Fernández-Vega, “a partir de los 40 años, la visita al oftalmólogo debería ser un hábito
adquirido”.
Otro asunto abordado,
esta vez en la mesa dedicada al glaucoma, son los retos más importantes
en su abordaje y los métodos diagnósticos disponibles en la
actualidad, como “aparatos que miden las
fibras del nervio óptico, los campos visuales, y los tonómetros
que miden la presión del ojo. Y también los tratamientos en base a colirios o
láser o los procedimientos quirúrgicos, como por ejemplo la trabeculectomía,
las escleroctomías no perforantes, las válvulas de drenaje,…”
El glaucoma, producido
por un aumento de la presión del ojo que daña el nervio óptico, es “otro
claro ejemplo de enfermedad silenciosa,
muy agresiva y que no produce dolor ni molestias. Cuando el paciente se da
cuenta, el campo visual es muy reducido – como si mirara a través de un tubo o
de un cañón de escopeta”, explica el Prof. Fernández-Vega. Del millón de personas con glaucoma,
la mitad estaría sin diagnosticar.
Un gran avance en cirugía ocular: las lentes multifocales
La cirugía refractiva es
un tema muy importante en la especialidad. En el encuentro se han analizado todos
los tratamientos para luchar contra los defectos de graduación: miopía,
hipermetropía, astigmatismo y vista cansada, principalmente, “entre ellas los láseres y las lentes fáquicas
que ponemos sobre el cristalino”.
Estas técnicas consiguen
tratar hasta 15 dioptrías en miopía, 5 ó 6 en hipermetropía y el astigmatismo. “En vista cansada tratamos a pacientes mayores
de 55 años, pero aquí quitamos el cristalino y ponemos una lente multifocal”. En
este caso, el femtoláser ha demostrado “ofrecer
una mayor seguridad al paciente, los resultados son mejores y las
complicaciones se reducen gracias a esta técnica”.
También
se ha hablado de las nuevas técnicas en la cirugía de las cataratas que se
mejoran con el femtoláser permitiendo hacer una cirugía más eficaz y segura,
disminuyendo por tanto el número de complicaciones. En estos casos también el
empleo de las nuevas lentes multifocales, (trifocales, de foco extendido, etc.),
posibilitan que el paciente después de
la cirugía no tenga que utilizar ningún tipo de gafas.
Finalmente, la presente
edición de REVISIÓN ESTEVE ha dedicado una mesa redonda a la oculoplastia,
“porque el oftalmólogo está cada vez más
involucrado en la plastia ocular, la cirugía que implica las partes externas
del ojo. Están implicadas otras especialidades, como los
cirujanos plásticos o maxilofaciales, pero es un terreno que debe ser abordado
por el oftalmólogo, porque corresponde a su especialidad”. Incluye un gran
abanico de cirugías: caída del párpado (ptosis), blefaroplastia (exceso
de piel en el párpado), anomalías de posición de los párpados (entropio y
ectopio), tumores,… “donde la vertiente
estética también juega un papel”.
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