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23 November 2017

Un nuevo estudio científico ANIBES analiza la ingesta diaria y fuentes de zinc, selenio y vitaminas A, E y C de los españoles



  • El 83 % y 80 % de la población no cumple con las recomendaciones europeas de ingesta de zinc y vitamina E respectivamente

  • El porcentaje de población que no cumple las recomendaciones europeas de ingesta de vitamina A y vitamina C es del 60 % y 56 % respectivamente

  • Únicamente el 25 % de la población realiza ingestas de selenio por debajo del 80 % de la cantidad diaria recomendada para Europa

  • Las principales fuentes de alimentación para el zinc son las carnes y derivados; para el selenio, los cereales y derivados; para la vitamina E los aceites y grasas; y para las vitaminas A y C las verduras y hortalizas
   La revista científica Nutrients acaba de publicar el estudio ‘Ingestas dietéticas y fuentes de zinc, selenio y vitaminas A, E y C en población española: resultados del estudio científico ANIBES’, una nueva investigación que tiene por objeto analizar la ingesta diaria de zinc, selenio, vitaminas A (retinol y carotenos), E y C, ya que todos estos micronutrientes participan en diferentes funciones biológicas involucradas en el sistema de defensa antioxidante, el cual tiene implicaciones importantes para la prevención de enfermedades crónicas inflamatorias y, en particular, de enfermedades cardiovasculares.

Tener una nutrición adecuada es uno de los pilares de la salud pública y, este estudio, coordinado por la Fundación Española de la Nutrición (FEN), pretende contribuir a conocer la situación nutricional de la población de forma previa al diseño de directrices nacionales, lo cual es esencial para mejorar la situación nutricional de la población.

Según apunta el investigador principal del estudio, el Prof. Ángel Gil, Presidente de la Fundación Iberoamericana de Nutrición (FINUT), Director del Grupo Científico BioNit y Catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada, “este nuevo trabajo científico indica que un porcentaje significativo de la población española participante en el estudio científico ANIBES no cumple con las ingestas recomendadas de zinc, vitamina A y vitamina E; un porcentaje también importante de personas no cumple con las recomendaciones de vitamina C; y solo un bajo porcentaje de personas no cumple con las recomendaciones de selenio”.

En concreto, “para toda la muestra estudiada, el porcentaje de población que comunicó consumos inferiores al 80 % de las recomendaciones diarias de ingesta, tanto españolas como europeas (EFSA), fue de un 92 % y 83 % respectivamente para el zinc, del 74 % y 60 % respectivamente para la vitamina A, y de un 80 % y 80 % respectivamente para la vitamina E”, explica el Profesor Gil.

De forma adicional, se han evaluado las fuentes alimentarias de estos micronutrientes. A este respecto, el Profesor expone que “las principales fuentes de alimentación para el zinc fueron las carnes y derivados; para el selenio, los cereales y derivados; para la vitamina E los aceites y grasas; y para las vitaminas A y C las verduras y hortalizas”.

Según la edad y el sexo

Con respecto a los grupos de edad, el Profesor Ángel Gil explica que “se observó una menor ingesta de zinc, selenio y vitamina E en el grupo de mayores (65 - 75 años), frente a las ingestas reportadas de carotenos y vitamina C que aumentaron con la edad”.

También se observaron diferencias por sexos, “las ingestas de zinc, selenio, vitamina A y vitamina E fueron mayores en los hombres que en las mujeres en toda la población”, mientras que “la ingesta de carotenos y vitamina C fue menor en los hombres que en las mujeres en el total de la muestra”, continúa el Profesor.

Zinc

“El 83 % de la población no cumple con las recomendaciones europeas de zinc”, siendo las principales fuentes “las carnes y derivados (28,5 %), los cereales y derivados (25,5 %), así como la leche y productos lácteos (15,8 %). Otras fuentes alimentarias de zinc fueron el grupo pescados y mariscos (5,7 %), las verduras y hortalizas (5,2 %) y los precocinados (4,8 %)”, explica el Profesor Gil.

Respecto a los diferentes grupos de edad, el Profesor añade “la leche y productos lácteos proporcionaron mayores porcentajes de zinc a los niños; mientras que el pescado y las verduras y hortalizas proporcionaron un mayor porcentaje a los grupos de edad avanzada; y los precocinados a los grupos más jóvenes”.

Selenio

“La ingesta de selenio alcanzó casi la totalidad de las recomendaciones españolas y europeas. Únicamente el 15 % y el 25 % de la población había reportado ingestas por debajo del 80 % de la ingesta diaria recomendada para España y Europa respectivamente”, explica el responsable del estudio.

Sobre las fuentes, detalla que “la mayor fuente de selenio en toda la población fue el grupo de cereales y derivados (46,5 %), con un mayor aporte para los adolescentes (50,8 %). El grupo pescados y mariscos supuso el 16,7 %, las carnes y derivados el 14,9 %, y la leche y productos lácteos el 7,2 % del total de la ingesta diaria de selenio”.

Vitamina A

“Las ingestas reportadas de vitamina A en el presente estudio fueron inferiores a las recomendaciones españolas y europeas. Concretamente, el 60 % de la población estudiada en el estudio ANIBES no cumplía las recomendaciones europeas”, comenta el Profesor.

“Las verduras y hortalizas fueron la principal fuente de vitamina A para toda la población (31,3 %), contribuyendo en proporciones más altas en los grupos de edad más avanzada. La leche y productos lácteos aportaron el 21,7 %, aunque la contribución fue mayor en los grupos más jóvenes. Los huevos ocupan el tercer lugar (11 %) y las frutas el cuarto (6,9 %)”, añade el Profesor Gil.

Vitamina C

En lo que respecta a la ingesta de vitamina C, explica que “el 29 % y 56 % de toda la población adulta no cumplía con las recomendaciones españolas y europeas, respectivamente”.

Respecto a las fuentes, declara que “las verduras y hortalizas (50,6 %) y las frutas (20 %) contribuyeron en más del 70 % a la ingesta de vitamina C. La leche y productos lácteos y bebidas sin alcohol ocuparon el tercer y cuarto lugar, aportando un 8,9 % y un 8,7 %, respectivamente”.

Vitamina E

“Los datos del estudio ANIBES indican que el 80 % de toda la población adulta tiene una ingesta inadecuada de vitamina E”, continúa el Profesor. En lo que respecta a las fuentes, añade que “el grupo de alimentos y bebidas compuesto por el aceite y las grasas fue el principal contribuyente (45,7 %) a la ingesta de vitamina E, seguido por las verduras y hortalizas (11,4 %), los pescados y mariscos (9,7 %) y las frutas (4,8 %). Estos tres últimos grupos de alimentos aumentaron con la edad”.


07 October 2017

Un nuevo estudio científico ANIBES analiza los patrones de estilos de vida y el peso de los adultos españoles

La revista científica Nutrients acaba de publicar el estudio ‘Patrones de estilo de vida y estado ponderal en adultos españoles: el estudio ANIBES’, un nuevo trabajo científico que tiene por objeto la identificación de patrones alimentarios en la población adulta española y determinar su ingesta de macro y micronutrientes junto al gasto de energía realizado, así como describir las relaciones entre factores sociodemográficos y los diferentes modelos de estilos de vida, y analizar la asociación potencial de estas relaciones con el exceso de peso corporal.

Así, este estudio, coordinado por la Fundación Española de la Nutrición (FEN) señala cómo investigación de los hábitos alimentarios y su potencial combinación con otros aspectos del estilo de vida para contribuir a la identificación de estrategias eficaces para la prevención del sobrepeso y la obesidad en adultos.

Patrones alimentarios
Según los resultados de este trabajo científico, se identificaron cuatro patrones alimentarios principales en la alimentación de los adultos en España: el Patrón ‘tradicional’, el Patrón ‘mediterráneo’, el Patrón ‘aperitivos’ y el Patrón ‘lácteos y alimentos azucarados’.

“Los patrones ‘mediterráneo’ y ‘tradicional’ engloban a un número significativamente mayor de adultos de edad más avanzada (50-64 años), en cambio, el patrón de ‘lácteos y alimentos azucarados’ incluye una mayor proporción de adultos jóvenes (18-30 años). En lo que se refiere a diferencias por sexo, se encontró un mayor número de hombres en el patrón ‘aperitivos’ mientras que los patrones ‘mediterráneo’ y ‘lácteos y alimentos azucarados’ tuvieron una presencia mayor de mujeres, ajustando por edad e ingesta de energía”, apunta el Prof. Dr. Javier Aranceta-Bartrina, Presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC) y Profesor de Nutrición Comunitaria de la Universidad de Navarra. De la misma manera “los patrones ‘mediterráneo’ y ‘tradicional’ fueron los más comunes entre las personas con un mayor nivel educativo”, continúa.

Patrones de estilo de vida
En base a los cuatro patrones alimentarios identificados, así como al análisis de los minutos por semana dedicados a realizar actividad física vigorosa o moderada, a caminar o montar en bicicleta, al tiempo dedicado a actividades consideradas como sedentarias, la duración del sueño y la existencia o no de hábito tabáquico, este nuevo trabajo del estudio científico ANIBES identificó tres patrones de estilo de vida. En concreto se identificaron los denominados ‘Patrón alimentación mixta - físicamente activo - estilo de vida poco sedentario’, ‘Patrón alimentación adecuada - baja actividad física - estilo de vida poco sedentario’ y ‘Patrón alimentación no adecuada - baja actividad física - estilo de vida sedentario’.

Según explica la Dra. Carmen Pérez Rodrigo, presidenta de la SENC, “en el primero de ellos (Patrón alimentación mixta - físicamente activo - estilo de vida poco sedentario) “se incluye el 13% de la muestra, con una mayor proporción de población masculina (71,9% de hombres frente al 28,1% de mujeres) y en el que el grupo de edad de 50 a 64 años tiene una representación significativamente baja. En lo que se refiere a la ingesta de alimentos y bebidas, este patrón se caracteriza por un mayor consumo de frutas, pasta, aceite de oliva, agua y bebidas alcohólicas”.

Por el contrario, en el segundo patrón (Patrón alimentación adecuada - baja actividad física - estilo de vida poco sedentario), “se incluye al 63,3% de la muestra de todas las edades (18 a 64 años), con una proporción significativamente mayor de mujeres (58,5%) y una alta proporción de personas con un nivel educativo bajo”, añade la Dra. Pérez Rodrigo.

Por último, el Patrón alimentación no adecuada - baja actividad física - estilo de vida sedentario engloba al 23,6% del total de la muestra con una proporción mayor de adultos jóvenes entre 18 y 30 años. Según el Prof. Dr. Aranceta-Bartrina, que ha sido el investigador principal en este trabajo de investigación, “en lo que se refiere a la ingesta de alimentos, las personas incluidas en este patrón realizaban un mayor consumo de leche, bollería y pastelería, azúcar y dulces. Los hombres consumieron más precocinados y bebidas de alto contenido alcohólico, mientras que las mujeres realizaron un consumo significativamente mayor de bocadillos salados, zumos y néctares y refrescos con azúcar”.

Tal y como recoge este nuevo estudio científico ANIBES, existen diferentes enfoques metodológicos y procedimientos para identificar patrones tanto de alimentación como de estilos de vida. Para el Prof. Dr. Aranceta-Bartrina “los hallazgos de este estudio subrayan la importancia de diseñar e implementar intervenciones que aborden múltiples hábitos de riesgo para la salud, considerando los patrones de estilo de vida, la agrupación de comportamientos de riesgo y los determinantes asociados. Además, tal y como se ha comentado en este trabajo, cada individuo puede tener varios comportamientos poco saludables dentro de su estilo de vida, cuya combinación podría favorecer el aumento de peso. De la misma forma, hay que tener en cuenta que las personas también puede tener una combinación de prácticas tanto saludables como no saludables”.
  

07 February 2017

El estudio científico ANIBES analiza la relación de la actividad física, el hábito tabáquico y las horas de sueño con el riesgo de padecer sobrepeso y obesidad general y abdominal

  La revista científica PLoS ONE ha publicado recientemente el trabajo ‘La obesidad general y abdominal está relacionada con la actividad física, el hábito tabáquico y de sueño y mediada por el nivel educativo: resultados del estudio científico ANIBES en España’. Se trata de nuevos datos dentro de este estudio científico sobre datos antropométricos, ingesta de macronutrientes y micronutrientes y sus fuentes, así como el nivel de actividad física y datos socioeconómicos de la población, que ha sido coordinada por la Fundación Española de Nutrición (FEN).

El objetivo de este nuevo trabajo de investigación, incluido dentro del estudio científico ANIBES, ha sido analizar en la población adulta española de entre 18 y 65 años la relación entre los diferentes factores socioeconómicos y los estilos de vida, incluida la actividad física, con el padecimiento de sobrepeso, obesidad general y abdominal.

“Los resultados de este estudio muestran que, en España, ser hombre y con una edad superior a los 40 años se asocia con un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad general y abdominal”, según explica la Prof. Dra. Rosa Mª Ortega, Directora del Grupo de Investigación VALORNUT y  Catedrática de Nutrición de la Universidad Complutense de Madrid. “Por otro lado, un mayor nivel educativo y dedicar más de 150 minutos a la semana a realizar actividad física de intensidad vigorosa se asocia con un riesgo menor de sobrepeso y de obesidad general y abdominal”.

Diferencias significativas entres sexos
El padecimiento de sobrepeso, obesidad general y obesidad abdominal fue significativamente superior en la población masculina participante en el estudio científico ANIBES. “Mientras que el 40,5% de los hombres tenía sobrepeso, esta cifra en mujeres era del 31,4%. En lo que se refiere a la obesidad general, el 22,7% de la población masculina la padecía, frente al 17,3% de la población femenina. Por último, el 64,7% de los hombres tenían obesidad abdominal, mientras que entre las mujeres esta cifra descendía al 52,5%”, comenta la Prof. Dra. Rosa Mª Ortega.

En este sentido, la literatura científica ha sugerido que el sexo por sí mismo es un factor que influye en la composición corporal, la oxidación y la movilización de las grasas, ya que las hormonas sexuales afectan tanto a la cantidad como a la distribución de la grasa corporal. “Si nos centramos en el estudio científico ANIBES –continúa comentando la autora de este trabajo de investigación-, el aumento del riesgo de desarrollar sobrepeso u obesidad en hombres podría venir determinado por las diferencias en los patrones de actividad física o de hábitos alimentarios que existen entre la población masculina y femenina”.

Diferencias según características sociodemográficas
Este trabajo ha tenido también en cuenta para su análisis características sociodemográficas de la población como son su nivel educativo, su ocupación laboral y sus ingresos.

En este sentido, “hemos podido comprobar que sólo un nivel educativo universitario estaba inversamente asociado con el padecimiento de sobrepeso y obesidad general y abdominal”, explica la Prof. Dra. Rosa Mª Ortega. “El nivel educativo puede ejercer  influencia en la salud y el peso corporal ya que está relacionado con el conocimiento en temas de salud y de estilos de vida saludables, incluidos los hábitos de alimentación y de actividad física”.

En lo que respecta a los ingresos familiares, “es reseñable destacar que el hecho de no contestar a esta pregunta (23,6%) se asoció con un menor riesgo de padecer obesidad abdominal, por lo que podría suceder que las personas que no declaran sus ingresos pertenezcan al grupo de individuos con ingresos y nivel socioeconómico más elevado”, continúa subrayando la autora del estudio.

Hábitos y estilos de vida
El grado de actividad física que se realiza es un determinante clave para conocer el gasto de energía.  “El análisis de regresión multivariante utilizado para este estudio pone de relieve que la actividad física de intensidad vigorosa puede tener un mayor efecto en la prevención del sobrepeso y de la obesidad que la actividad física de menor intensidad”, comenta la Prof. Dra. Ortega. “En el presente estudio se observa una reducción en el padecimiento de sobrepeso y obesidad general y abdominal en individuos que dedican más de 150 minutos a la semana a realizar actividad física de intensidad vigorosa, sin que se encuentre una influencia significativa al considerar la actividad de intensidad inferior”.

Por otro lado, los resultados del estudio científico ANIBES sugieren que dormir 7 horas o más al día se asocia con un menor riesgo de padecer obesidad general y abdominal, un riesgo que se reduce todavía más a partir de las 8 horas diarias de sueño. “La asociación entre dormir y el desarrollo de obesidad puede ser debida a que los individuos que permanecen más tiempo despiertos tengan mayor posibilidad de sentir hambre y mayor númerode ocasiones para comer, así como tener un estilo de vida menos saludable”, apunta la Prof. Dra. Rosa Mª Ortega. “De la misma manera, un mayor tiempo viendo la televisión o realizando actividades sedentarias también es un factor de riesgo relevante para padecer obesidad tanto general como abdominal”.


18 July 2016

¿En qué momento del día ingiere más agua la población española?


·         La revista científica Nutrients ha publicado recientemente el estudio ‘Hábitos de consumo de bebidas y su asociación con la ingesta total de agua y de energía en la población española: resultados del estudio científico ANIBES’

·         El patrón de ingesta de bebidas de la población participante en la investigación es desigual a lo largo del día, concentrándose especialmente en la hora de la comida

·         Los hombres adultos, con edades comprendidas entre los 18 y los 64 años, son los que mayor cantidad de bebidas consumían durante la comida, con una media de 345 ± 6,3 ml/día
La influencia de la dieta mediterránea está muy extendida en nuestro país tanto en su modelo de alimentación como en el de hidratación, este último basado en la ingesta principalmente  de agua, junto con el consumo, entre otras, de bebidas elaboradas con verduras y hortalizas frescas.

Pero, ¿existe un momento del día en el que se ingiere más agua o no existen diferencias reseñables? Según indican los datos del estudio ‘Hábitos de consumo de bebidas y su asociación con la ingesta total de agua y de energía en la población española: resultados del estudio científico ANIBES’, publicado en la revista científica Nutrients, el patrón de ingesta de bebidas de la población que ha participado en esta investigación, y que es representativa de la población española, es desigual a lo largo del día, concentrándose especialmente en la hora de la comida.

Esta nueva investigación dentro del estudio científico ANIBES, que ha sido coordinado por la Fundación Española de Nutrición (FEN), ha estudiado, entre otras cosas, el consumo de líquidos según la hora y el día de la semana, así como el cumplimiento de las ingestas adecuadas marcadas por varias instituciones a nivel internacional.

Según señala el Prof. Dr. Lluìs Serra-Majem, Presidente de la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN), Presidente de la Academia Española de la Nutrición (AEN), Director del Instituto de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias y Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, “los hombres adultos, con edades comprendidas entre los 18 y los 64 años, son los que mayor cantidad de bebidas consumían durante la comida, con una media de 345 ± 6,3 ml/día”.

Diferencias según día de la semana

Tras la comida, “el desayuno y la cena son los momentos del día donde más líquido se ingiere”, comenta el Prof. Dr. Lluìs Serra-Majem. Por el contrario, “la media mañana (comprendida entre las 10:00 h y las 13:00 h) y  la merienda (desde las 16:00 h a las 19:00h) son los momentos del día en los que menos líquido se consume en todos los grupos de edad”.

En lo que se refiere a las diferencias entre los días de la semana, “los resultados del estudio reflejan ciertas tendencias culturales de consumo que pueden ser atribuibles a una mayor ingesta de bebidas alcohólicas durante los fines de semana, tanto en hombres como en mujeres”, explica el Prof. Dr. Serra-Majem.

Cabecera de Ingesta total de líquidos

Los adultos son el grupo de edad que consume más líquido, tanto en el grupo de los hombres como en el de las mujeres. “El estudio también muestra que, de media, la población masculina ingiere al día 1,7 litros de aguay las mujeres 1,6 litros”, subraya el Prof. Dr. Serra-Majem.

De manera general, la ingesta adecuada marcada por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) establece que la población masculina adulta debería ingerir diariamente 2,5 litros de agua, mientras que esta cifra en la población femenina adulta sería de 2 litros. Estas cantidades se ven incrementadas según condiciones fisiológicas, práctica de actividad física y condiciones ambientales de temperatura y humedad relativa elevadas. “Según estas cifras, -continúa el Prof. Dr. Serra-Majem- la población masculina ingirió aproximadamente un 33% menos de líquido teniendo en cuenta las ingestas adecuadas establecidas, y las mujeres cerca de un 21% menos”.

Según indica la EFSA, entre el 70% y el 80% de nuestra ingesta diaria de agua debe tener como fuente diferentes tipos de bebidas, preferentemente el agua, mientras que entre el 20%  y el 30% restante se ingiere a través de los alimentos sólidos. Por otro lado, es importante tener en cuenta que además del agua existen otras opciones que ayudan a cumplir los parámetros de ingesta de líquidos, pero que pueden aportar calorías y otros nutrientes a la alimentación.

Qué es ANIBES

El estudio científico ANIBES es una investigación transversal coordinada por la Fundación Española de la Nutrición (FEN), que recoge datos antropométricos, la ingesta de macronutrientes y micronutrientes y sus fuentes, así como el nivel de actividad física y datos socioeconómicos en una muestra representativa de la población española compuesta por 2.009 individuos de entre 9 y 75 años. Este estudio ha contado con el apoyo de Coca-Cola Iberia gracias a una beca de ayuda al proyecto de investigación gestionada a través de un acuerdo con la FEN.


25 May 2016

El estudio científico ANIBES profundiza en la cuantificación de la ingesta diaria de agua en la población española


·         Este nuevo estudio, publicado en la revista científica Nutrients, muestra la variedad de alimentos y bebidas que aportan agua en la ingesta de este “nutriente esencial” en la alimentación diaria de los españoles

·         Se necesitan más estudios que analicen la ingesta de agua,  durante todas las épocas del año, para conocer los patrones de ingesta que se siguen en España

·         Las recomendaciones de ingesta de agua de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en 2010, establecidas en 2,5 litros para los hombres y 2 litros para las mujeres (cantidad que se ve incrementada según condiciones fisiológicas, práctica de actividad física y condiciones ambientales de temperatura y humedad relativa), son difíciles de determinar solo a partir de los registros de consumo de alimentos y bebidas

La revista científica Nutrients acaba de publicar la investigación ‘Hábitos de consumo de bebidas y su asociación con la ingesta total de agua y de energía en la población española: resultados del estudio científico ANIBES’. Éste es un nuevo avance dentro de esta encuesta sobre datos antropométricos, ingesta de macronutrientes y micronutrientes y sus fuentes, así como el nivel de actividad física y datos socioeconómicos de la población, que ha sido coordinada por la Fundación Española de Nutrición (FEN).

Este nuevo trabajo, dentro del estudio científico ANIBES, ha tenido como objetivo cuantificar la ingesta total de agua y otras bebidas, así como profundizar en la asociación entre los tipos de bebida consumida y la ingesta de energía. También se ha estudiado el consumo de líquido de acuerdo con la hora y el día de la semana, la asociación entre variedad de bebidas e incremento de ingesta de líquidos, así como el cumplimiento de las ingestas de referencia actuales, según edad y sexo.

Ingesta y  valores de referencia

“La evidencia científica reconoce que el consumo adecuado de bebidas depende de cada individuo y de sus diferentes necesidades de agua según sus condiciones de salud, metabolismo y factores ambientales, como la temperatura y la humedad, así como factores individuales, tales como la edad, la masa y grasa corporales y el nivel de actividad física. Pero además, la ingesta de agua también depende de toda la alimentación en su conjunto, incluyendo el agua contenida en los alimentos”, señala el Prof. Dr. Lluìs Serra-Majem, Presidente de la Fundación para la Investigación Nutricional (FIN), Presidente de la Academia Española de la Nutrición (AEN), Director del Instituto de Investigaciones Biomédicas y Sanitarias y Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.  “En este sentido, la población masculina consumió 1,7 litros/día, aproximadamente un 33% menos de las recomendaciones establecidas, y las mujeres 1,6 litros/día, cerca de un 21% menos de lo recomendado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que establece  2,5 litros para los hombres y 2 litros para las mujeres”.


“Teniendo en cuenta que la ingesta media de energía en el estudio científico ANIBES fue de 1.809 kcal/día, la contribución relativa por parte de las bebidas fue del 12%”, indica el prof. Dr. Lluìs Serra-Majem. “Esta cifra es cercana a la propuesta tanto por la EFSA como por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que indican que la ingesta de energía procedente de las bebidas debe ser igual o inferior al 10%”.

En lo que se refiere a la bebida consumida con mayor frecuencia, “el estudio científico indica que ésta fue el agua, seguida de la leche, tanto en hombres como en mujeres”, explica el Prof. Dr. Serra-Majem. “En la población masculina, a estas bebidas le siguen, en orden decreciente, las bebidas alcohólicas, los refrescos con azúcares y las bebidas calientes. En la población femenina, tras el agua y la leche se encuentran, en este orden, las bebidas calientes, los refrescos con azúcares y las bebidas alcohólicas”.

Diferencias a lo largo del día

Por otro lado, “según se refleja en el estudio científico ANIBES, de la misma forma que la contribución a la ingesta de agua proveniente de los alimentos se incrementa con la edad debido a que los grupos de edad más jóvenes consumen menos frutas y verduras, ricas en agua, el aporte de agua de las bebidas se ve reducido en los adultos y los adultos mayores”, subraya el Prof. Dr. Serra-Majem.

Además, concluye que “el patrón de ingesta de bebidas de la población representativa motivo de estudio es desigual a lo largo del día, concentrándose a la hora de la comida, sin diferencias significativas entre los diferentes grupos de edad y sexo”.
  

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