El doctor Alfredo Cía,
presidente de la Asociación Psiquiátrica de América Latina (APAL), ha señalado
en el marco del XVII Congreso Nacional de Psiquiatría de España, celebrado
recientemente en Sevilla, que “en Latinoamérica y Caribe, prácticamente, sólo
una de cada diez personas con trastornos mentales llega a ser correctamente
diagnosticada y asistida. En muchos casos, estos pacientes ni siquiera consultan
porque ignoran lo que están padeciendo”.
El presidente de APAL ha indicado que
“otro hecho lamentable a subsanar es que muchas veces los
pacientes que padecen
problemas vinculados a
su salud mental sólo acuden a la
asistencia primaria o a la medicina general y no llegan a tener una respuesta,
ni diagnóstica ni terapéutica”. Por ello, ha continuado explicando que “otro de
nuestros propósitos es proveer a los médicos y equipos de asistencia primaria
con la mejor formación para contribuir a la detección, precoz, de estos
problemas de salud, para conseguir un diagnóstico correcto, y para que nos
médicos no psiquiatras puedan tratar los casos más leves y saber derivar a los
equipos de salud mental los casos más complejos o
de mayor severidad
sintomática”.
Los recursos que se dedican a salud
mental en Latinoamérica “son variables en función de los distintos países y, en
general, son escasos. Y gran parte de los recursos están destinados al
mantenimiento de los hospitales monovalentes tradicionales”.
“Se está dando un importante cambio o
reforma de la asistencia de la psiquiatría y de la salud mental en
Latinoamérica, pero nuestro énfasis como especialistas es dar una cobertura
integral en la terapéutica que abarque los aspectos tanto biológicos como
psicosociales. Para ello, es necesario contar con un equipo multidisciplinario,
en el que existan roles e incumbencias específicas que deben ser respetadas,
bajo el liderazgo de un psiquiatra”, ha explicado el experto.
Uno de los cambios “que resultan
controversiales” es que las leyes de salud mental que están aprobando y
promulgando en diferentes países de Latinoamérica “enfatizan los aspectos
sociales o socioterapéuticos del tratamiento como recurso primordial, en
detrimento de los aspectos y aportes de las neurociencias e, incluso, de la
psicoterapia. En este sentido, estamos luchando desde todas las asociaciones
para destacar la importancia que tiene una asistencia integrada y
multidisciplinaria para el abordaje de la prevención y
terapéutica en salud mental”.
El doctor Cía ha hecho hincapié, respecto
a las reformas de los sistemas de salud mental impulsadas por las nuevas
legislaciones en distintos países de América Latina y Caribe en que, “nuestra
asociación y las sociedades nacionales integrantes de la APAL estamos luchando
para que, efectivamente, se haga una transformación de la prevención, asistencia
y rehabilitación de las patologías de salud mental, pero que la misma no
desguace las estructuras existentes, sin que se creen y estén disponibles en el
corto plazo otros dispositivos sustitutivos, especialmente ambulatorios y de
internación en agudo o a corto plazo, que mejoren la asistencia del enfermo;
regionalizando de modo racional los recursos en función de la demanda, luego de
adecuados relevamientos epidemiológicos poblacionales, manteniendo la
integración del paciente con su familia y su entorno sociocultural”.
La APAL también está trabajando en la
“regionalización de la asistencia, debido a las grandes distancias existentes en
algunos países de Latinoamérica, para que se disminuyan los tiempos de
intervención. A modo de ejemplo, en algunas regiones de la Patagonia argentina,
el psiquiatra más cercano puede hallarse a más de 500 km de distancia”.
Más de 30.000 psiquiatras en América
Latina y Caribe
La Asociación Psiquiátrica de América
Latina (APAL) cuenta con más de 50 años de historia. Se calcula que actualmente
hay cerca de 30.000 psiquiatras en toda Latinoamérica y Caribe. Debido a la
amplitud geográfica que abarca, está dividida tres áreas: Centroamérica y
Caribe; Bolivariana; y del Cono Sur.
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