El Instituto ECRI de Estados Unidos ha
dado a conocer el informe ‘2014 Top 10 Hospital C-Suite Watch List’ donde expone
cuáles son, desde el punto de vista de sus asesores, las tecnologías sanitarias
que despuntarán en 2014. “El principal objetivo de este trabajo es orientar y
asesorar a los expertos que trabajamos en este ámbito, sobre todo a los
decisores, sobre las tecnologías que van a despuntar en los próximos meses,
aportando una visión general de hacia dónde van las tendencias”, explica Jesús
Lucinio Manzanares, presidente de la Sociedad Española de Electromedicina e
Ingeniería Clínica (SEEIC).
Tras un trabajo de investigación y
análisis, el Instituto ECRI elabora este ‘Top 10’ con el fin de ayudar a los
profesionales implicados a tomar la mejor decisión antes de adaptar e
implementar nuevas tecnologías o estrategias de cuidado al paciente. En este
caso, el informe dedica un punto del ‘Top 10’ a los servicios de urgencias
enfocados exclusivamente a las personas mayores y otro a la aplicación del llamado
‘Big Data’ en la gestión sanitaria.
Es en este punto donde se vuelve a
hablar de la historia clínica digital y de cómo este tipo de iniciativas
contribuyen, gracias a toda esta información, a mejorar la atención de los pacientes
o controlar los gastos.
“Por otra parte, -comenta el presidente
de la SEEIC- es necesario
evaluar, desde el comienzo, el impacto en la producción de tecnología y las formas
de trabajo, los costes de utilización, la vida útil, la retroalimentación de
todo el sistema (aprendiendo de los proveedores, de los hospitales de otras
zonas, etc.) y compartir los resultados. En general, el coste suele ser mayor durante
el primer año de uso de la tecnología que la inversión realizada, por ello, se vuelve
imprescindible valorar económicamente el coste de inversión por proceso en cada
paciente”.
“No
obstante, -añade- es necesario destacar que invertimos más que mantenemos o
reponemos. La edad media del parque tecnológico sanitario en España es alta,
superior a los diez años, y el presupuesto en inversiones, a parte de los
equipos de alta tecnología es muy escaso y sin previsiones anuales. Por ello,
necesitamos una regulación urgente”.
En otro orden de cosas, el informe
explica que la implantación de unidades de urgencias para la población mayor de
65 años se impone como una tendencia en Estados Unidos, dado el incremento de
este sector de la población en comparación con el número de nacimientos. “En
España tenemos la misma situación y por ello, deberíamos considerarlo como un
aspecto a tener en cuenta”, asegura Manzanares.
En
este sentido, el experto señala que “la medicina a distancia o telemedicina
puede ayudar a combatir las consecuencias de la falta de profesionales que sufren
muchos sistemas sanitarios de nuestro entorno, incluido el nuestro, sobre todo
en aquellas zonas alejadas de los grandes hospitales. Asimismo, en una
población cada vez más envejecida y con un número de pacientes crónicos en
aumento, la telemedicina se convierte en una opción que cada vez debe tenerse
más en cuenta”.
Una
disminución en el número de consultas, de las visitas a domicilio y de las
hospitalizaciones supondría un importante ahorro para un sistema sanitario en
crisis, volviéndolo más eficiente y efectivo. Además, la comodidad y el
incremento en la calidad de vida de los pacientes pueden ser notables.
Seguridad
e independencia del paciente
Dotar a los hospitales de superficies
de cobre es otro de los puntos tratados en el informe. Así, se expone el hecho
de que las propiedades antimicrobianas de este metal son conocidas desde hace miles
de años y la idea de utilizarlo en el ámbito sanitario se contempla desde hace
tiempo. “Sin embargo, y a pesar de haberse llevado a cabo diferentes estudios
que demuestran su efectividad, su uso aún no se ha generalizado en nuestro país, aunque sí se ha incorporado a
algunos hospitales, como el Vall d’Hebron, y se están realizando
investigaciones al respecto en centros españoles”, señala Jesús Manzanares.
El ‘Top 10’ también aborda el uso de técnicas
mínimamente invasivas como los ultrasonidos guiados por resonancia magnética (MRgFUS
-Magnetic resonance guided focused ultrasound surgery-) para el tratamiento del
dolor en metástasis ósea, o la aplicación de electroporación (NanoKnife) en
pacientes con cáncer.
Por último, otro de los capítulos está
dedicado a los sistemas de gestión de la salud personal, como ciertos
dispositivos que incorporan un sensor sensible que ayudan a reforzar la
adherencia terapéutica.
En
cuanto a la monitorización de los cuidados, desde la SEEIC recuerdan que “estas
nuevas tecnologías también conllevan cambios organizativos, pudiendo ser muy
útiles al permitir al paciente elegir dónde quiere ser
atendido. Así, este podrá ser controlado mediante sistemas de monitorización
domiciliaria (electrocardiógrafos portátiles, tensiómetros, detectores de
caídas…), sistemas informáticos de seguimiento de estilo de vida, vigilancia de
la insuficiencia cardiaca, entre otros”.
Desde
la SEEIC no quieren dejar de advertir la actual falta de ordenación de los recursos
humanos en el campo de la eHealth, un área que cubre un espectro muy amplio de
profesionales y de usos, desde consultas telefónicas con un profesional de
asistencia médica, dispositivos de alarma personal con botón de pánico,
dispensadores electrónicos de fármacos, equipos electrocardiográficos para el
registro de eventos, hasta monitores de glucosa. “La mayor dificultad, desde un
punto de vista técnico, radica en la interoperabilidad entre los diferentes
sectores que intervienen en la eHealth, por lo que es necesaria una correcta
ordenación del equipo humano y su cualificación profesional, si queremos que la
prestación asistencial sea segura y de calidad”, comenta Manzanares.
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