Hoy, Blue Monday, es considerado el día más triste del año por hacer coincidir varios factores que influyen negativamente en el estado anímico de las personas, como la vuelta a la rutina con ganas de dejar atrás malos hábitos relacionados con excesos navideños y las ganas de retomar una alimentación equilibrada y saludable. En estos casos siempre aparecen las famosas dietas milagro que prometen una importante pérdida de peso en un tiempo efímero, pudiendo suponer un peligro para la salud. Según el doctor Daniel Cabo Navarro, especialista del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Quirónsalud Málaga, “estas famosas dietas, que se basan en la supresión de grasas o hidratos de carbono, la toma de complementos quemagrasas o la sobrealimentación de algunos productos, como con la dieta de la piña o la dieta de la alcachofa, no sólo perjudican la salud al no dotar al cuerpo de todos los nutrientes necesarios para su funcionamiento, sino que puede provocar frustración, irritabilidad, nula adherencia y problemas en nuestra salud si se mantienen estas conductas en el tiempo”.
“En el caso de las dietas milagro, detox o restrictivas, se obtienen resultados drásticos y
rápidos, sí; pero pueden acarrear desequilibrios y efectos rebotes en la
fisiología del paciente. La clave es aprender a comer y seguir un estilo de
vida saludable, que, a la larga, se convierta en rutina y mejore nuestra salud”, comenta Nerea Martín Santa, nutricionista del equipo.
En cuanto al famoso efecto rebote, el doctor Daniel
Cabo advierte que “cuando se finaliza este tipo de alimentación, se tiende a
sufrir el efecto rebote, en el que se gana más peso del perdido. Esto se debe a
que con estas dietas lo que se pierde es el agua corporal y la masa muscular,
que efectivamente restan kilogramos; sin embargo, cuando se vuelve a una
alimentación normal, la masa grasa continúa en su sitio, además de aparecer en
mayor cantidad por los cambios en el metabolismo y de volver a producirse la
masa muscular, ganando ese peso perdido”.
Por ello, el equipo de Quirónsalud
Málaga aconseja volver a la rutina con una “dieta
completa, variada y equilibrada; que los tres requisitos que debe cumplir
una alimentación saludable”, para la Nerea Martín recomienda “una serie
de pautas sencillas para ayudar a la reintroducción de estos hábitos
saludables”:
1. Marca objetivos reales. No cambies de manera drástica los hábitos alimenticios, ya que podemos
frustrarnos precipitadamente y tirar la toalla antes de tiempo. La clave está
en marcarse pequeños objetivos reales que permitan, de manera paulatina,
aumentar la autoestima para seguir mejorando día a día.
2. Aumentar el consumo de agua entre
1,5-2 litros/día. Durante los festejos se ha sustituido
en muchas comidas el consumo de agua por alcohol u otras bebidas. Es hora de
volver a priorizar su toma, ya que es fundamental para la hidratación y
excreción de las toxinas generadas en estos días navideños.
3. No te peses todos los días. Si buscas resultados objetivos la recomendación es que te alejes de la
báscula. Si bien, puedes pesarte cada semana o 15 días o en la consulta de tu
especialista, debes tener en cuenta que las oscilaciones pueden estar
determinadas por: cambios hormonales, falta de sueño, retención de líquidos o
las propias digestiones.
4. Control de consumo de alcohol y
bebidas carbonatadas. Recuerda que son calorías vacías que
no contabilizamos en nuestra dieta normal diaria. Su contenido elevado de
azúcares hace que estas bebidas imposibiliten la movilización de grasa corporal
y bajada de peso.
5. Aumento consumo de frutas y
verduras. Alimentos que suelen desplazarse por
otros menos recomendados durante las comilonas copiosas de navidad. Es hora de
introducir guarniciones de verduras y hortalizas en la mesa. Llenar el frutero
con variedad de frutas de temporada es la clave para asegurar el buen aporte de
vitaminas, minerales y agua en nuestra alimentación.
6. Reducción del consumo de sal. Seguramente presente en muchos alimentos y elaboraciones en las comidas
de fin de año. El consumo excesivo de sal no solamente contribuye a la
retención de líquidos, sino que es responsable de numerosos problemas de salud
relacionados con enfermedades cardiovasculares. Pero también renales,
osteoporosis o cáncer de estómago. Dentro del cambio alimenticio que debemos
hacer, se debe tener en cuenta la limitación de su dosis diaria.
7. Reducción del consumo de azúcar. Ha llegado el momento de tirar los restos de dulces y postres acumulados
estos días señalados. Aunque las tomas hayan sido ocasionales debemos tener en
cuenta que el consumo excesivo de azúcar provoca, entre otras, enfermedades
como aparición de caries, diabetes tipo 2 y patologías coronarias.
8. Priorización de cereales
integrales. Seguramente poco presentes en estas
navidades. Y que, por su contenido en carbohidratos complejos, vitaminas y
minerales, permiten regular los niveles de glucosa en sangre, ayudan a la
pérdida de peso, a nuestra salud intestinal y al cuidado del corazón.
9. Aumento del consumo de pescado,
tanto blanco como azul. Aunque no debemos dejar de lado el
consumo de carnes, sobre todo aquella denominada como blanca, el consumo de
pescado debe tenerse muy presente. El pescado azul, aunque sea más energético y
graso que el blanco, destaca por su contenido en Omega 3 y vitaminas como B, A
y D ácidos grasos y vitaminas de alta calidad nutricional, respectivamente. Así
como proteínas y otros minerales como calcio, fósforo, potasio y sodio.
10. Actividad física diaria. Al igual que ocurre con los hábitos alimenticios, la reintroducción del
deporte debe ser paulatina. Si nunca has practicado debes marcarte pequeños
objetivos a alcanzar. Poco a poco y siendo realista con la actividad. Si tan
solo has hecho un parón estas navidades, la clave siempre está en la
constancia, equilibrio y objetivos a corto plazo. Eso sí, “recuerda la
importancia de buscar el deporte más adecuado para tu estado físico y mental”.
Todo ello, en caso de necesitar ayuda o resolución de dudas, debe ser guiado y
gestionado por un profesional de la salud, que conozca el perfil del paciente y
pueda controlar su óptima evolución. “Junto con la ayuda de un profesional
que pueda guiarte y controlar tu evolución óptima, ten en cuenta estas
consideraciones y la vuelta a la buena alimentación y actividad física será
sencilla y saludable”, termina exponiendo la nutricionista.
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