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11 August 2008

Estudios recientes desvinculan la incidencia de los refrescos en la obesidad

En contra del tópico y de las abundantes informaciones publicadas en los últimos años, ahora aparece, entre otros, un estudio realizado en Gran Bretaña que desvincula el consumo de refrescos de la obesidad infantil, una de los grandes problemas sanitarios a combatir en nuestra era.
Según el " Estudio Avon" realizado el pasado año en Cambridge, con una muestra total de 1.203 niños de entre cinco y seis años de edad, "los resultados no mostraron una asociación significativa entre la obesidad y el consumo de bebidas azucaradas". Es más, los datos obtenidos sugieren que el grupo que ingirió bebidas bajas en azúcares tendió a engordar más que el grupo que consumió bebidas "no rebajadas". Esto parece ser debido a que los niños que tienen tendencia a engordar utilizan bebidas bajas en calorías como parte de un plan dietético, claramente ineficaz.
Los investigadores que participaron en este estudio afirman que hay muy pocas pruebas de que las bebidas azucaradas jueguen un importante papel en la obesidad comparadas con otras comidas, aunque también insisten en la necesidad de aportar equilibrio en la dieta.

De la misma forma, un trabajo realizado por el National Family Opinion Worldgroup Share of Intake Panel, en el que participaban 12.000 niños de Estados Unidos, demostró que el consumo moderado de bebidas azucaradas no producía un aumento llamativo en el peso corporal de los niños, aunque sí tenía una repercusión directa en el sobrepeso si el consumo era excesivo. Además, los niños que consumían más refrescos realizaban menos ejercicio físico que el resto, considerando este factor como el principal determinante de obesidad.

Y más: en el estudio de Richard A Forshee, de la Universidad de Maryland, publicado a principios de este año en la prestigiosa revista "American Journal of Clinical Nutrition", aparece un meta-análisis o resumen de los estudios previos publicados sobre el tema. El objetivo del mismo era conocer si la ingesta de bebidas azucaradas puede jugar un papel en el sobrepeso de niños y adolescentes. Se incluyeron ocho estudios y se concluyó que las asociación entre consumo de bebidas azucaradas y ganancia de peso era casi cero, basándose en las evidencias científicas disponibles en la actualidad.

La clave
La piedra angular de la obesidad continúa siendo una dieta equilibrada, unida a la práctica regular el ejercicio físico y a todas las edades. Las personas que se mantienen activas son menos propensas a engordar ya que tienen un metabolismo más activo. Pero, sin embargo, según los datos de la Encuesta Nacional de Salud, solo el 60% de la población adulta realiza ejercicio físico en su tiempo libre, siendo algo más frecuente en los hombres (63%) que en las mujeres (56%). Ello significa que alrededor del 40% de la población no realiza nada de ejercicio en su tiempo de ocio.
Tanto en España como en el resto de los países, el sobrepeso y la obesidad están aumentando progresivamente y va camino de convertirse en uno de los grandes problemas sanitarios del mundo, ya que no es solo una cuestión de estética: favorece la aparición de enfermedades y reduce la esperanza de vida.
"La principal causa de la obesidad en España es la dieta incorrecta, excesivamente rica en calorías y en grasa y la importantísima disminución de la actividad física que se ha producido en las últimas décadas. Nuestra sociedad occidental actual es eminentemente sedentaria, y con la vida que llevamos es cada vez más difícil hacer ejercicio físico: utilizamos coches, ascensores y todo tipo de máquinas para minimizar nuestros movimientos", explica la Dra. Pilar Riobó, Jefe Asociado de Endocrinología y Nutrición, Responsable de Unidad de Nutrición, del Hospital Fundación Jiménez Díaz de Madrid.
Frente a ello, la experta asegura que el consumo de refrescos son una alternativa no nociva a la hora de llevar una dieta sana. "Es perfectamente compatible la dieta y el consumo de refrescos, siempre que se haga con moderación. También es posible en una dieta sana tomar refrescos edulcorados con edulcorantes artificiales que no aportan calorías". Y añade que "se recomienda la ingesta de refrescos light o Zero cuando no se desea aumentar el aporte calórico, bien porque se quiera adelgazar o porque no se quiera engordar". Asimismo, pueden ser utilizados sin problemas por pacientes diabéticos, obesos y embarazadas.

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