“La incidencia del cáncer de ovario en España registra un ascenso lento pero
continuado desde los años 80”, asegura el doctor Antonio González, jefe del
Servicio de Oncología del MD Anderson Cáncer Center de Madrid y secretario
del Grupo Español de Investigaciones en Cáncer de Ovario (GEICO), miembro de
la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y autor del prólogo del
Informe del Cáncer de Ovario en España
<http://www.antares-consulting.com/es_ES/main/detallepublicacion/Publicacion
/85/apartado/C/idUnidad/4> , realizado por Antares Consulting y financiado
mediante una beca sin restricciones de Roche, que muestra el panorama actual
de cáncer de ovario en nuestro país desde diferentes puntos de vista:
diagnóstico, tratamiento, asistencial, quirúrgico, etcétera.
La tasa de mortalidad por cáncer de ovario ha ido creciendo progresivamente
en España entre los años 1975 y 2001, año en el que se sitúa en 6,73 casos
por 100.000 habitantes. “A partir de entonces, la tendencia ha cambiado y la
tasa de mortalidad ha comenzado a descender, lo cual probablemente se deba a
un mejor diagnóstico de esta enfermedad y a la aplicación de nuevos
tratamientos médicos y quirúrgicos”, asegura el doctor Antonio González.
Otro indicador del estado del cáncer de ovario es la supervivencia de los
pacientes, que refleja en qué medida los casos se diagnostican en un estadio
potencialmente curable y el grado de eficacia de los procedimientos
terapéuticos utilizados, ya que mide el tiempo transcurrido entre el
diagnóstico de la enfermedad y la defunción de los pacientes. En España, la
supervivencia relativa a cinco años en el cáncer de ovario en mujeres
diagnosticadas entre 1995 y 1999 es del 36,9%, según muestra el informe.
“Esta supervivencia ha experimentado un menor crecimiento para el cáncer de
ovario que para otros cánceres, debido a que en éste es muy difícil realizar
diagnósticos precoces y no existen programas de cribado hasta la fecha, al
contrario de lo que ocurre en el cáncer de mama o de colon”, asegura el
doctor González.
“Al no existir forma de prevenir este tumor, la innovación terapéutica cobra
una especial importancia”, explica este experto. “Gracias a los últimos
avances producidos en este campo, podemos tener la enfermedad controlada por
más tiempo”.
A este respecto añade, “cada avance supone una mejora del control de la
enfermedad, es decir cada avance nos ha permitido ir progresando”. Es
necesario, asegura, poner en valor estos logros y es la razón principal, por
la cual la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) está llevando a cabo
una campaña que, bajo el lema “En oncología, cada Avance se escribe con
Mayúsculas ” pretende poner de manifiesto la relevancia que en la curación
de los pacientes tienen estos “pequeños avances”. Otra de las necesidades
básicas detectadas es “que las pacientes tengan acceso al mejor tratamiento
posible”. La actual situación de crisis no es suficiente para no cumplir
esta necesidad, asegura el doctor González, quien explica que se trata de
una medida viable aún en tiempos de crisis “siempre y cuando se aplique con
criterios de eficiencia en las pacientes que realmente necesitan” y más si
se tiene en cuenta la prevalencia de este cáncer, “menos que otros muchos
tumores y que por tanto, no ha de suponer un impacto económico inasumible”,
concluye.
“Es primordial darle a la innovación oncológica el valor que tiene y que
puede aportar tanto a los afectados oncológicos como al Sistema Nacional de
Salud en términos de sostenibilidad. Nuestra labor como asociación, que
representa a afectados por cáncer de ovario, es reclamar que todos los
pacientes tengan acceso a esta innovación de forma equitativa en todo el
país”, concluye la presidenta de ASACO.
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