El Laboratorio ha estudiado los mecanismos que conducen al aumento de la presión intracraneal y la muerte y cómo prevenirlos o retrasarlos. Previamente, ya había demostrado que el fallo hepático agudo conduce a una activación excesiva del receptor NMDA en cerebro, que contribuye al proceso que conduce a la muerte. Ahora han comprobado que se puede retrasar la muerte por fallo hepático agudo bloqueando dichos receptores con antagonistas específicos como la memantina o MK-801.
En un artículo de próxima publicación en la revista NeuroMolecular Medicine, http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24338618, el grupo, que ha identificado los mecanismos por los que antagonistas del receptor NMDA retrasan el aumento de la presión intracraneal y la muerte, muestra que dichos antagonistas ejercen un doble efecto protector a nivel renal y cerebral.
Necrosis masiva
El estudio, liderado por el Laboratorio de Neurobiología del CIPF, se ha realizado en colaboración con el Instituto de Investigación Sanitaria INCLIVA, el Mossakowski Medical Research Centre de Varsovia, Polonia, el Instituto de Investigaciones Biomédicas “Alberto Sols” de Madrid, el Departamento de Patología de la U. de Valencia y el Servicio de Nefrología y el Laboratorio del H. Clínico de Valencia.En el fallo hepático agudo se produce una necrosis masiva de las células del hígado, que ya no pueden ejercer sus funciones de eliminar sustancias tóxicas, entre las cuales se encuentra el amonio. Al no ser eliminado en el hígado, los niveles de amonio aumentan en sangre -lo que se denomina hiperamonemia- y en cerebro, alterando la función cerebral. El aumento de amonio en el cerebro activa los receptores NMDA, lo que conduce a alteraciones en el flujo sanguíneo y a un aumento del lactato cerebral, que contribuyen al aumento de la presión intracraneal y al proceso que conduce a la muerte. El bloqueo de los receptores NMDA en cerebro con antagonistas específicos previene o retrasa estas alteraciones y la muerte.
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