El objetivo es evaluar la eficacia de las terapias asistidas con robots humanoides interactivos en niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y contribuir a la mejora de las habilidades sociales, comunicativas y cognitivas de los menores, así como reducir el riesgo de los síntomas secundarios como la agresividad o irritabilidad. Este proyecto, dirigido por un grupo pluridisciplinar con amplia experiencia en robótica y el diagnóstico y terapia del autismo, aunará la práctica clínica, el desarrollo tecnológico y la interacción humano-robot.
La investigación pretende demostrar que el uso de robots puede ser beneficioso para la terapia de estos niños ya que pueden interactuar de “intermediarios” entre el niño y el terapeuta, o entre varios niños para facilitar la relación social.
Con este objetivo, este martes Vicent Climent, rector de la UJI; Eloy Jiménez, director gerente de FISABIO; Manuel Marín, gerente del departamento de salud de La Ribera; Vicente Gil, gerente del departamento de salud de Manises y Rosa Mª Toro, presidenta de IDINEA-PROSUB han firmado el acuerdo de colaboración para el desarrollo de este proyecto en la sala de reuniones del Rectorado de la UJI.
A continuación, se realizó una visita al Laboratorio de Robótica de la UJI donde el investigador principal, doctor Enric Cervera Mateu, presentó los robots humanoides y explicó el proyecto junto Mª Celeste González, directora el equipo IDINEA, y las investigadoras principales de La Ribera y Manises, la doctora Josefa Juan Martínez y la doctora Mª Isabel Cabezudo, respectivamente.
Proceso práctico
Los robots permiten una interacción social sencilla y predecible, lo que reduce el estrés y la presión en los niños con TEA. Hasta el momento, su uso en entornos clínicos no ha sido probado sistemáticamente. El desarrollo conjunto de intervenciones terapéuticas y terapias sociales basadas en robots, puede propiciar nuevas oportunidades de tratamiento y nuevos usos para robots interactivos. Las características de estos robots (comportamiento predecible, menor número de estímulos) pueden contribuir a un tratamiento más satisfactorio y efectivo. El Laboratorio de Robótica de la Universitat Jaume I dispone de 6 robots humanoides programables de 58 cm. de altura, especialmente diseñados para la interacción con las personas.
Estos robots disponen de cámaras de vídeo para reconocimiento de imágenes y micrófonos para reconocimiento de voz. Están equipados con un sintetizador de voz para comunicarse en lenguaje natural y pueden realizar una gran variedad de movimientos: caminar, realizar gestos con los brazos, mover la cabeza, coger objetos, etc.
En los últimos años ha aumentado el interés en el desarrollo y validación de tecnologías para los niños con TEA, como juegos de ordenador, realidad virtual y robots. El acuerdo de colaboración firmado hoy tiene una duración de un año, prorrogable automáticamente por períodos iguales hasta los tres años.
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