Los programas basados en la sustitución alimentaria y estructurados de
manera multidisciplinar han demostrado ser más eficaces
para perder peso y lograr su mantenimiento en el tiempo que las dietas hipocalóricas
habituales, por lo que su adaptación a la práctica clínica habitual podría
ser de gran utilidad en el manejo de esta patología, según se puso de
manifiesto durante el simposio “La obesidad como epidemia del siglo XXI:
Visiones y soluciones a una misma problemática, España-EE.UU.”, patrocinado
por Nestlé Health Science, que
tuvo lugar en el marco del 60 Congreso Nacional de la Sociedad Española de
Endocrinología y Nutrición (SEEN), celebrado recientemente en Bilbao.
La obesidad es una enfermedad cada vez más prevalente y se
está convirtiendo en uno de los mayores problemas de salud pública del siglo
XXI. Para lograr reducir su incidencia, según afirmó la Dra.
Violeta Moizé, dietista-nutricionista
especializada en el tratamiento de la obesidad, “es necesario un abordaje
integral y continuado basado en nuevas estrategias más efectivas que las
utilizadas hasta ahora, que tengan en consideración tres pilares fundamentales:
la nutrición, la motivación y la acción”.
“El tratamiento individualizado de la obesidad, basado en una terapia
conductual que promueva un estilo de vida saludable, ayuda a lograr una pérdida
de peso significativa y a conseguir una reducción de las complicaciones asociadas
a obesidad, como la diabetes y la apnea obstructiva del sueño”, según aseveró el Dr. Jamy Ard, profesor asociado de medicina interna y ciencias de la
salud pública y codirector del centro de gestión de peso en la Escuela de
Medicina de Wake Forest (Estados Unidos). El experto subrayó que “cuanta
mayor sea la pérdida de peso y mayor su mantenimiento en el tiempo, mejores
serán los resultados para reducir dichas complicaciones”.
El Dr. Ard comentó que a pesar de que muchos estudios para el
tratamiento de la obesidad se basan en la restricción calórica, esta conlleva a
su vez un déficit de energía que puede acabar afectando a la persona que
intenta perder peso. Asimismo, el Dr. Ard expuso los resultados obtenidos en el
estudio Optiwin, realizado en Estados Unidos, y presentado
en el congreso europeo de obesidad celebrado en Viena en 2018, que demostró una mayor pérdida sostenida
de peso con el programa que utiliza sustitutivos de comida Optifast® que con una dieta habitual baja en
calorías. “De lo que se trata es de iniciar y mantener una pérdida de masa de
grasa mientras se preserva la masa magra y una eficiencia energética mejorada”,
apuntó el experto.
Por tanto, el uso de sustitutivos de comida como parte de la
estrategia de tratamiento puede ser muy útil para lograr un mayor pérdida de
peso, aumentando el número de personas que responden al tratamiento.
Programa
Optifast 16: una estrategia centrada en el
paciente
En concreto, la Dra. Moizé se refirió al programa Optifast
16, “un programa centrado
en el paciente, que ofrece estrategias para alcanzar el objetivo de pérdida y
mantenimiento de peso perdido a largo plazo” de forma personalizada, fácil de
seguir, y que se realiza bajo la supervisión de un profesional sanitario.
“Este programa intensivo, multidisciplinar y específico
facilita la adquisición de hábitos saludables favorables para consolidar la
pérdida de peso, y constituye una nueva forma de nutrición beneficiosa para los pacientes”, explicó
la experta.
La Dra. Núria Vilarrasa, especialista en Endocrinología y
Nutrición del Hospital Universitario Bellvitge (L'Hospitalet de Llobregat,
Barcelona), alertó de que “la obesidad es una enfermedad crónica y
multifactorial que se ha convertido en uno de los problemas de salud pública
más importantes en nuestro país. Su prevención y tratamiento precisa la
implementación de intervenciones a muchos niveles, incluyendo aspectos
sociales, legislativos o educacionales, entre otros”.
En este sentido, “los programas estructurados
multidisciplinares han demostrado ser eficaces para perder peso, por lo que su
adaptación a la práctica clínica habitual puede ser de gran utilidad en el
manejo de esta patología”, aseguró la Dr. Vilarrasa.
Sustitutivos alimenticios
en el tratamiento y control de la obesidad
Para el Dr. Ard, las nuevas estrategias en el tratamiento de
la obesidad se deberían basar principalmente en un cambio de hábitos y en la
utilización de sustitutivos alimenticios, siempre bajo el seguimiento
continuado de un profesional.
Según afirmó el experto, los sustitutivos de comida son un
componente de dicha estrategia dietética que mejora la probabilidad de una
pérdida de peso y un mantenimiento exitosos. “De hecho, está comprobado que los
tratamientos contra la obesidad ayudan a las personas a seguir y cumplir con los
tratamientos prescritos”, agregó.
Por otra parte, la adherencia dietética a un plan de comidas
restringido es, en ocasiones, difícil de mantener. “Para seguir una dieta
restrictiva de calorías el paciente necesita mucho autocontrol, que normalmente
disminuye con el tiempo”, puntualizó el Dr. Ard. Estrategias como la
farmacoterapia, la cirugía o los sustitutivos de la comida pueden contrarrestar
este frecuente y común declive”.
El Dr. Ard concluyó que existe ya la suficiente evidencia
científica como para afirmar que “los suplementos nutricionales están asociados
con una mayor pérdida de peso a corto y largo plazo”.
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