Como ya expresaron cuando se dio a conocer la celebración del encuentro auspiciado por el presidente de Cantabria, los profesionales sanitarios españoles agrupados en el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), del que forman parte más de 30 sociedades científicas y asociaciones del sector, consideran que la reunión celebrada por cinco comunidades autónomas españolas en relación con la próxima directiva europea sobre el tabaco es “indignante”, calificativo al que ahora añaden el de “incoherente”, puesto que en la declaración firmada por todo ellos subrayan que comparten, entre otros, el objetivo de la norma de proteger la salud y reducir el consumo de tabaco entre los jóvenes.
“Si es así, por qué tratan de desvirtuarla hasta dejarla en nada o simple papel mojado”, se preguntan en la junta directiva del CNPT, donde se recuerda el proverbio castellano de que “no se puede poner una vela a Dios y otra al diablo”.
Los sanitarios continúan manteniendo la tesis de que este encuentro (celebrado en las instalaciones de la empresa Altadis, y al que han asistido los presidentes de Cantabria, La Rioja, Canarias, y Extremadura, más la consejera de Agricultura de Andalucía) ha sido “una aberración y una obscena confluencia de intereses económicos y políticos”.
Insisten al respecto que el hecho de que la declaración de hoy haya sido firmada en sede de una multinacional tabaquera no sólo conlleva una “pérdida de todo su valor y credibilidad político-institucional”, sino que además “pone a los políticos que la han ratificado bajo la sospecha de estar en una confluencia de intereses oscuros” con una industria “que se niega a ser regulada y únicamente persigue el mantenimiento de su cuenta de resultados”.
De hecho, en el CNPT siguen convencidos de que “asistimos a una estrategia declarada en virtud de la cual la industria del tabaco moviliza en su favor a relevantes políticos con el fin de defender sus propios intereses”.
Precisamente, hace ahora un año la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la celebración del Día Mundial sin Tabaco del 2012, alertaba de la interferencia de la industria tabaquera en las legislaciones y la política. La OMS recomienda que los países deberían aplicar, entre otras, las siguientes medidas: “limitar las interacciones con la industria tabacalera y dar a conocer todas las reuniones que mantengan con ésta; no aceptar las alianzas y los acuerdos sin fuerza jurídica con la industria; rechazar fondos y otras formas de apoyo de la industria, así como el respaldo y la participación de esta en iniciativas dirigidas a los jóvenes”. Además, los países “no deben conceder estímulos, privilegios ni beneficios a la industria tabacalera, tales como subvenciones o exenciones de impuestos, y deben erigir muros de contención contra la interferencia de la industria en la salud pública”.
Sí hay evidencias
Por otra parte, el CNPT replica también a lo afirmado en el la declaración ratificada por cinco CCA sobre que no hay evidencias científicas de la efectividad de las medidas que se proponen. “Claro que las hay –responden-. Hay muchas, son aplastantes parecen ser conocidas por todos menos por quienes asistieron a la reunión en Cantabria”.
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