Alrededor de
14 millones de españoles sufren hipertensión arterial, el factor de riesgo
cardiovascular que más riesgo específico de mortalidad conlleva, lo que la
convierte en un problema socio-sanitario de primer nivel al que hay que
destinar numerosos recursos para controlar sus riesgos y complicaciones.
En este
sentido, es fundamental que los pacientes hipertensos estén controlados las 24
horas del día, y así reducir todos los riesgos asociados que pueden sufrir. Para ello el paciente debe
conocer su enfermedad y cumplir con las indicaciones terapéuticas
correctamente.
Este viernes
17 de mayo se celebra el Día Mundial de la Hipertensión. Coincidiendo con esta
fecha, la Sociedad Española de
Hipertensión-Liga Española para la Lucha contra la Hipertensión Arterial
(SEH-LELHA) y Boehringer Ingelheim
anuncian la puesta en marcha del
proyecto MAPA /AMPA, un ambicioso estudio -cuyos resultados se dispondrán en
breve- que tiene como objetivo conocer y profundizar sobre el uso real de estas
técnicas de medición de la presión arterial.
Mediante esta iniciativa se
espera proporcionar respuestas que expliquen la razón de por qué se
infrautilizan estos sistemas de medición, o de que existan lagunas importantes
en aspectos básicos relacionados con su uso, como por ejemplo, cómo y cuándo
debe realizarse la AMPA o qué tipos de dispositivos homologados hay en nuestro
país para llevarlo a cabo.
Para obtener esta información
se ha realizado una muestra representativa de médicos de toda España con objeto
de conocer la opinión de los facultativos acerca de este tema.
Beneficios del uso de las
técnicas MAPA y AMPA
Hoy en día
es posible conocer de forma objetiva las cifras reales de la presión arterial
en los pacientes con hipertensión arterial más allá de las obtenidas
puntualmente en la consulta, mediante las técnicas MAPA (monitorización
ambulatoria de la presión arterial) y AMPA (automedición de la presión
arterial).
De hecho, se
ha establecido que la AMPA permite diagnosticar entre un 15% y un 20% de los pacientes que están
mal controlados en la consulta, pero bien fuera de la misma. Ello se debe a que
la presión arterial es un parámetro muy variable, por lo que los valores
obtenidos en la consulta, incluso en las mejores condiciones de medida, pueden
no ser representativos de la PA que tiene el paciente a lo largo del día.
Sin embargo, a pesar de los
beneficios de estas dos herramientas, existen lagunas sobre su uso, de ahí la
importancia del proyecto puesto en marcha por la SEH-LELHA, y Boehringer
Ingelheim.
Según explica el Dr. Julián
Righetti, Gerente del Área Médica de Boehringer Ingelheim en España, “esta iniciativa se enmarca dentro del
compromiso de la compañía en el área cardiovascular, donde tenemos una amplia
experiencia avalada por productos de alto valor terapéutico como dabigatran en
anticoagulación y telmisartan en hipertensión y protección cardiovascular, fruto
de nuestra I+D y respaldados por un amplio programa de investigación clínica”.
Recomendaciones para reducir
la hipertensión arterial
La
hipertensión arterial es la elevación persistente de la presión arterial por
encima de los valores establecidos como normales por consenso médico (valores
iguales o superiores a 140/90 mmHg). Uno de los mayores peligros de la
hipertensión es que se trata de un mal silencioso ya que no muestra síntomas, y
sus consecuencias pueden ser graves. Por ejemplo, es un factor de riesgo para
sufrir trombosis, hemorragia cerebral, una complicación coronaria (como el
infarto de miocardio) o insuficiencia cardiaca.
Su principal
complicación, aclara la presidenta de la SEH-LELHA, la Dra. Nieves Martell, “reside
precisamente en la dificultad para obtener un adecuado control de la misma y,
por consiguiente, de las cifras de presión arterial. De ahí la importancia de
este ambicioso proyecto, en el que han colaborado expertos de primer nivel de
la Sociedad Española de Hipertensión”. Para un correcto diagnóstico del hipertenso es imprescindible potenciar
la toma de la presión arterial en cualquier ámbito con una metodología
estricta, y la incorporación a la práctica clínica habitual de técnicas
disponibles, útiles y sin embargo infrautilizadas como la monitorización
ambulatoria de la presión arterial (MAPA) de 24 horas y la automedición de la
presión arterial (AMPA) en domicilio.
Como medidas
para reducir el riesgo de hipertensión, cabe destacar: ingerir menos cantidad
de sal; mantener una dieta sana y equilibrada (reducir al mínimo las grasas
animales y consumir de forma abundante verduras, legumbres, fruta y fibra);
evitar el uso nocivo de alcohol; practicar ejercicio con regularidad; mantener
un peso adecuado y saludable; evitar el consumo de tabaco y reducir el exceso
de café y otras bebidas estimulantes; y evitar, en lo posible, las situaciones
que producen estrés.
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