El resfriado común, también conocido como
catarro, nasofaringitis o rinofaringitis, es una enfermedad producto de una
infección viral del tracto respiratorio superior que afecta principalmente a la
nariz. Aunque su causa no se identificó hasta el siglo XX, ha estado presente
desde la antigüedad: sus síntomas y tratamiento ya se describían en el papiro
Ebers, el texto médico más antiguo que se conserva, que fue redactado en Egipto
alrededor del 1550 antes de Cristo (1). El papiro toma su nombre del egiptólogo
Georg Ebers, que lo compró en Luxor en 1873. En la actualidad, el documento se
conserva en la biblioteca de la universidad de Leipzig (Alemania)
Curiosamente
esta ciudad y su universidad jugarán un papel clave en la historia del
resfriado: allí, en 1914 el higienista Walter Kruse (1864-1943) comenzará a
investigar en este campo cuando uno de sus colaboradores acudió a trabajar
acatarrado. La secreción de la nariz de su compañero de trabajo, que
generalmente carece de las bacterias habituales de las vías aéreas, fue
preparada y administrada a otros miembros de su equipo, que la inhalaron.
Muchos de ellos se resfriaron, por lo que para Kruse quedó claro que únicamente
los virus debían ser los causantes de la enfermedad, ya que se habían eliminado
los componentes bacterianos (2).
Sin
embargo, no pudo probar su teoría y su trabajo pasó inadvertido. Además, el
estallido de la Primera Guerra Mundial hizo que los esfuerzos se centraran en
las infecciones causadas por heridas y en las grandes epidemias, como la de la
gripe ‘española’ de 1918, considerada la pandemia más devastadora de la
historia de la humanidad.
En las
décadas de los años 20 y 30 del siglo pasado, diferentes grupos de
investigadores de Estados Unidos y Reino Unido retomaron la investigación y los
trabajos de Alphonse Dochez (1882-1964) reiteraron la importancia de la idea de
Kruse, con experimentos en chimpancés y, posteriormente, en humanos. El
virólogo inglés Christopher Andrewes (1906-1998) conoció por casualidad a
Dochez en Norteamérica y se entusiasmó con sus investigaciones, comenzado él
también a realizar experimentos en este campo. Sin embargo, tuvo que
interrumpirlos al acabársele el dinero por culpa de la crisis económica del año
1929 (2).
Impulso
definitivo
No fue
hasta el final de la Segunda Guerra Mundial cuando se dio el impulso
definitivo: fue en la Unidad de Resfriado Común (CCU en sus siglas en inglés),
en Salisbury/Wiltshire, al sur de Inglaterra. Allí, los voluntarios eran
aislados durante diez días con todos los gastos pagados e infectados con el
patógeno.
En los 43
años de funcionamiento del centro, entre 1946 y 1989, se calcula que unas
20.000 personas participaron en los experimentos. Finalmente, en 1956 los
investigadores pudieron encontrar el rinovirus y, con los años, ha quedado
establecido que son muchas las formas del virus responsables del resfriado
común: numerosos subgrupos de los llamados picornavirus son sus principales
causantes (2).
Origen
de la palabra resfriado
En
castellano, el origen de la palabra resfriado es remoto: proviene de re y
esfriar, que a su vez proviene del latín ex frigidare, que significa enfriar (3).
En otros países, como el Reino Unido, comenzó a utilizarse en el siglo XVI la
palabra ‘cold’ por la similitud de los síntomas y la exposición al clima frío
(1).
La
aportación de Vicks al resfriado
A
finales del siglo XIX, en la ciudad de Greensboro (Carolina del Norte), el
farmacéutico Lunsford Richardson compró la Farmacia Porter Tate. Con su
experiencia en química y usando ingredientes naturales, desarrolló remedios
para aliviar los síntomas del resfriado sus vecinos, miembros de una comunidad
eminentemente rural.
En
1905, vendió su farmacia y fundó la compañía Vicks Family Remedies y, en 1912,
la firma centró sus esfuerzos en la producción de un producto llamado Salve,
que pronto fue rebautizado como VapoRub. Los siguientes años fueron de
expansión en ventas, con nuevos mercados y países y, en 1918, VapoRub ya
proporcionaba alivio a millones de personas, durante el punto álgido de la
epidemia de gripe ‘española’ (4).
Poco
después, a principios de los años 20, la marca Vicks comenzó a incorporarse al
mercado español. Los años 30 trajeron innovaciones en el campo de la medicina y
nuevos productos. Y, desde entonces, la línea de productos y la experiencia de
marca se han ido fortaleciendo hasta hoy: con 128 años, Vicks está considerada
como la marca número uno a nivel mundial en resfriado y en la que confían
millones de personas en más de 70 países del mundo. Y, siendo fiel a sus
inicios, Vicks sigue trabajando junto a médicos, investigadores y
farmacéuticos.
Vicks, que tu mundo no pare por
un resfriado
Una marca que
vende productos de la gripe y del resfriado en más de 70 países y con más de
100 años de trayectoria. VICKS, con 10 productos en España, está dedicado a
ayudarte para que no te pierdas ningún momento de tu vida con un resfriado.
VapoRub está indicado para el alivio sintomático de la
tos y la congestión nasal existente en el resfriado común y la gripe en adultos
y niños mayores de tres años (uso cutáneo) y seis años (inhalaciones). No
administrar más de siete días seguidos sin consultar a su médico.
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