· La Primera Jornada Angelini en
Oncología, celebrada hoy en el Hospital Clínic de Barcelona, aborda los últimos
avances en inmuno-oncología
· Los
nuevos tratamientos, que utilizan el sistema inmunitario del propio paciente
para combatir el cáncer, suponen un cambio de paradigma en el manejo de esta
enfermedad
· La probabilidad de respuesta a la
inmunoterapia se estima entre el 30% y el 40%
·
Esta nueva generación de medicamentos ha
demostrado su eficacia en algunos tumores de difícil tratamiento, como el
melanoma, el cáncer de pulmón, riñón, vejiga o el de cabeza y cuello
“La inmunoterapia está aquí para quedarse y,
por tanto, es necesario un conocimiento extenso sobre este tipo de tratamientos”.
Así lo ha asegurado hoy el Dr. Aleix Prat, Jefe del Servicio de Oncología
Médica del Hospital Clínic de Barcelona, durante la Primera Jornada Angelini en
Oncología, que ha tenido lugar en dicho hospital. La inmunoterapia utiliza el
sistema inmunitario del propio paciente para tratar diferentes enfermedades.
En el caso del cáncer, la administración de
estos tratamientos se denomina inmuno-oncología y es una de las áreas de
investigación más activas en oncología, ya que está obteniendo resultados muy
efectivos: la probabilidad de respuesta se estima entre un 30 y un 40%,
mejorando la calidad de vida del paciente.
Por ello, en su compromiso por la lucha contra
el cáncer y con el objetivo de compartir los últimos avances en
inmuno-oncología, Angelini Farmacéutica ha reunido esta mañana a algunos de los
principales expertos en esta especialidad en la Primera Jornada Angelini en
Oncología.
Los nuevos tratamientos estimulan el sistema
inmunitario del paciente para que sea capaz de reconocer las células
cancerígenas y destruirlas, a diferencia del resto de tratamientos disponibles.
De este modo, sólo actúa en las células tumorales sin dañar a las sanas, lo que
supone una gran ventaja respecto a la quimioterapia.
Eficacia en algunos tumores de difícil tratamiento
Además, la inmuno-oncología genera una
respuesta de memoria en el organismo, lo que aumenta la protección frente a
recidivas, y sus efectos secundarios son menores que los de las terapias
convencionales. Por todo ello, la inmuno-oncología es clave en el tratamiento
de determinados tipos de cáncer, junto con la cirugía, la radioterapia, la
quimioterapia y los tratamientos dirigidos por su demostrada eficacia y
seguridad.
Esta nueva terapia ha demostrado su eficacia
en algunos tumores de difícil tratamiento, como el melanoma, el cáncer de
pulmón, riñón, vejiga o el de cabeza y cuello.
En el caso del cáncer de pulmón, uno de los más frecuentes en España,
responsable de 27.000 muertes al año y, según la OMS, principal causa de muerte
a nivel mundial, la inmunoterapia ha conseguido reducir su progresión en un 42%
en comparación con el abordaje clásico de la quimioterapia.
Asimismo, el pronóstico del melanoma, uno de
los más difíciles de tratar, el noveno más frecuente de Europa y del que se
diagnostican 100.000 nuevos casos cada año y 20.000 muertes, ha cambiado de
forma radical gracias a la inmuno-oncología. En ese sentido, los nuevos
tratamientos de inmunoterapia cuadruplican la supervivencia en los casos de
metástasis.
También en el cáncer de vejiga, del que se
diagnostican 20.000 nuevos casos cada año en España y del que apenas se habían
registrado avances de relevancia en los últimos 30 años, se ha demostrado la
eficacia de la inmuno-oncología como tratamiento. En cuanto al de cabeza y
cuello, reduce un 32% el riesgo de muerte, con una supervivencia del 16,9%
frente al 6% de los tratados con quimioterapia.
Identificación de biomarcadores, principal reto en inmunoterapia
En el caso del melanoma y el cáncer de
pulmón, recientemente investigadores del Centro de Investigación Médica
Aplicada (CIMA) y la Clínica Universidad de Navarra han descubierto un
biomarcador que ayuda a predecir los pacientes de estas dos enfermedades con mejor
respuesta a la inmunoterapia.
Ésta es una de las principales líneas de
investigación actuales en inmunoterapia: discernir qué enfermos son capaces de
inmunizarse contra el tumor, ya que no es efectiva para todos los pacientes,
así como determinar la combinación de fármacos adecuada en cada caso. Según el
Dr. Prat, “necesitamos seleccionar mejor
a los pacientes, es decir, desarrollar biomarcadores capaces de predecir la
respuesta ante la inmunoterapia”.
Asimismo, es necesario un buen manejo de los
efectos secundarios que, como afirma el Dr. Prat, “son uno de los principales inconvenientes ya que, en algunos casos,
pueden ser irreversibles y potencialmente graves si no se tratan a tiempo y por
oncólogos con amplia experiencia en este campo. Sólo equipos especializados deberían aplicar estos tratamientos”. Y
añade que “necesitamos saber más sobre
los mecanismos de resistencia de los tumores a la inmunoterapia”.
El potencial de las nuevas combinaciones de fármacos inmunológicos
La mayoría de las aprobaciones en
inmuno-oncología se han dado en monoterapia pero, en los últimos años, la
combinación con otras terapias de inmuno-oncología y, más recientemente, con
quimioterapia, han empezado a demostrar eficacia. En ese sentido, el Dr. Prat
asegura que “las nuevas combinaciones de
fármacos inmunológicos tienen mucho potencial”.
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