El
jueves 14 de noviembre se celebra el Día
Mundial de la Diabetes, que hace referencia al conjunto de trastornos
metabólicos que afecta a diferentes órganos y tejidos y que se caracteriza por
unos niveles desequilibrados de glucosa en la sangre. Esta afección la padecen
más de cinco millones de personas en España, las cuales son más propensas a sufrir
enfermedad periodontal.
La diabetes y la salud bucodental se
relacionan de manera bidireccional; es decir, una persona adulta con diabetes mal controlada es tres veces más propensa a sufrir
gingivitis y periodontitis. A su vez, a un paciente diabético con enfermedad
periodontal le será más difícil controlar sus niveles de azúcar en sangre, lo
que deriva en trastornos hepáticos o pancreáticos, entre otros.
“Los altos niveles de azúcar en la saliva fomentan que determinadas bacterias
prosperen en dientes y encías, en caso de no haber seguido las recomendaciones
médicas”, asegura la Dra. Curull., directora médica de Clínica Curull. Esta
placa, con el tiempo y tras endurecerse y calcificarse, forma sarro y tártaro,
lo que puede derivar en inflamaciones crónicas e infecciones leves o
severas.
Además de la
periodontitis, las personas diabéticas también tienen mayor riesgo de sufrir
otros problemas en sus encías y piezas dentales. Entre ellos destacan
patologías derivadas como disfunción en
las glándulas salivales, infecciones o inflamaciones.
Las
personas con diabetes son más susceptibles a las infecciones y tienen una
capacidad más reducida de combatir varios tipos de bacterias. Uno de los
tejidos más propensos a la acumulación de estos microorganismos es la encía.
Este es el principal motivo por el que el riesgo de sufrir periodontitis (o “enfermedad de las encías”) es tres veces más
frecuente en personas con niveles de glucosa inadecuados.
¿Cuál es la solución a estos problemas?
Ø
Evita los refrescos azucarados y las grasas saturadas: el paciente
debe cuidar sus niveles de glucosa con la medicación prescrita y una dieta
equilibrada, evitando los refrescos azucarados y las grasas saturadas,
presentes en la mantequilla, aceites vegetales, alimentos fritos y rebozados y
bollería industrial, principalmente. La salud bucodental de los pacientes con
diabetes dependerá de este control.
Ø Utiliza colutorio, seda dental y cepillos
interproximales: para mantener una boca sana y saludable es imprescindible
una higiene adecuada. “Un simple cepillado no es suficiente para cuidar nuestra
boca. Para ello, es preciso utilizar colutorio, seda dental y cepillos
interproximales, lo que repercutirá en la salud del paciente”, afirma la Dra.
Curull.
Ø Colutorios con triclosan y/o aceites
esenciales: el colutorio es un elemento imprescindible para mantener las
encías sanas. La Dra. Curull recomienda “colutorios a base de triclosan o de
aceites esenciales. Los que cuentan con clorhexidina también son muy eficaces y
tienen un alto poder bactericida y antiinflamatorio pero, si se aplican durante
un prolongado espacio de tiempo, pueden provocar manchas en los dientes”.
Ø Chequeos regulares y sondajes periodontales:
se recomienda acudir al dentista dos veces al año para evaluar la salud de los
dientes y encías, una exigencia imprescindible para las personas con diabetes. Según
la Dra. Curull, “el control progresivo a través de chequeos regulares y sondajes
periodontales son claves para detectar a tiempo las posibles patologías
derivadas de la diabetes”.
Ø Vigila tus encías para prevenir la
periodontitis: una higiene bucodental descuidada y unos niveles de glucosa
que se encuentren descompensados provocan la aparición de gingivitis, que se
manifiesta con el sangrado de las encías. El control de la gingivitis es clave
para evitar que derive en periodontitis.
Ø Cepíllate tres veces al día: “Es más
importante la calidad del cepillado que la cantidad de veces que lo
realicemos”, analiza la Dra. Curull. “El cepillado más importante es el de la
noche, y debe realizarse de forma adecuada y en profundidad, teniendo en cuenta
dientes, lengua y encías”.
Ø Realízate una limpieza en tu clínica dental
cada seis meses: la utilización de todos los elementos arriba citados no
exime al paciente de acudir al dentista. En este sentido, la Dra. Curull
recomienda “una limpieza cada cinco o seis meses por parte de profesionales en
el consultorio dental, que fortalece las defensas de nuestra boca”.
Ø
Evita los palillos: el
uso de palillos resulta muy perjudicial para los dientes. La utilización
continuada de este instrumento provoca irritación en las encías, que puede
derivar en patologías más graves en el caso de las personas con diabetes. La
seda dental y los cepillos interproximales son más efectivos e higiénicos, y
evitan posibles inflamaciones.
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