La diabetes es un conjunto de trastornos
metabólicos que afectan a diferentes órganos y tejidos y se caracteriza por la
hiperglucemia, elevados niveles de glucosa en sangre. Esta afección se debe,
principalmente, a un déficit en la producción por parte del páncreas de
insulina, lo que provoca que la glucosa de los alimentos no se absorba
adecuadamente y quede circulando en la sangre.
Se estima
que en España hay más de 5 millones de
personas que sufren esta patología, aunque no todos los casos están
diagnosticados. El número de afectados aumenta cada año, debido en gran medida
a los trastornos alimenticios y al empobrecimiento de la calidad de los
alimentos que ingerimos. Se calcula que entre
el 6 y el 8% de la población mundial es diabética.
La diabetes
y la salud bucodental están directamente relacionadas, ya que las personas
afectadas por esta patología tienen mayor riesgo de sufrir determinados
problemas en sus encías y piezas dentales. Entre estos problemas, se encuentran
la caries, la enfermedad periodontal
(periodontitis), disfunción en las glándulas salivales, infecciones o
inflamaciones.
Efecto
de la diabetes en la salud bucodental
Si la
diabetes no se controla adecuadamente, los niveles de glucosa influyen en la
salud bucodental. De esta manera, por ejemplo, “los pacientes que sufren
hipoglucemia son más propensos a tener determinadas bacterias en su boca,
debido a la glucosa presente en su saliva”, afirma la Dra. Curull, directora
médica de Clínica Curull.
Los altos niveles de azúcar en la saliva fomentan que determinadas bacterias
prosperen en dientes y encías, en caso de no haber seguido las recomendaciones
médicas sobre higiene bucal. Esta placa, con el tiempo y tras endurecerse y
calcificarse, forma sarro y tártaro, lo que puede derivar en inflamaciones
crónicas e infecciones leves o severas.
Las
personas con diabetes son más susceptibles a las infecciones y tienen una
capacidad más reducida de combatir varios tipos de bacterias. Uno de los
tejidos más propensos a la acumulación de estos microorganismos es la encía.
Este es el principal motivo por el que la periodontitis
(o “enfermedad de las encías”) es más frecuente en personas con niveles de
glucosa inadecuados.
En este punto, se debe
incidir en la relación directa y
recíproca entre los problemas gingivales y el control de los niveles de azúcar.
Una persona con diabetes es más propensa a sufrir gingivitis, que puede derivar
en periodontitis si no se trata a tiempo. Los síntomas de la gingivitis son el
sangrado de las encías al cepillarse o al comer y el color rojizo o amoratado
de las encías en lugar del rosado natural. Por su parte, a un paciente
diabético con enfermedad periodontal no tratada le será más difícil controlar sus
niveles de azúcar en sangre.
¿Cuál es la solución a estos problemas?
Ø
Evita los
refrescos azucarados y las grasas saturadas: el paciente debe cuidar sus
niveles de glucosa con la medicación prescrita y una dieta equilibrada,
evitando los refrescos azucarados y las grasas saturadas, presentes en la
mantequilla, aceites vegetales, alimentos fritos y rebozados y bollería
industrial, principalmente. La salud bucodental de los pacientes con diabetes
dependerá de este control.
Ø
Utiliza
colutorio, seda dental y cepillos interproximales: para mantener una boca
sana y saludable es imprescindible una higiene adecuada. “Un simple cepillado
no es suficiente para cuidar nuestra boca. Para ello, es preciso utilizar
colutorio, seda dental y cepillos interproximales, lo que repercutirá en la
salud del paciente”, afirma la Dra. Curull.
Ø Colutorios con triclosan y/o aceites
esenciales: el colutorio es un elemento imprescindible para mantener las
encías sanas. La Dra. Curull recomienda “colutorios a base de triclosan o de
aceites esenciales. Los que cuentan con clorhexidina también son muy eficaces y
tienen un alto poder bactericida y antiinflamatorio pero, si se aplican durante
un prolongado espacio de tiempo, pueden provocar manchas en los dientes”.
Ø
Chequeos
regulares y sondajes periodontales: se recomienda acudir al dentista dos
veces al año para evaluar la salud de los dientes y encías, una exigencia
imprescindible para las personas con diabetes. Según la Dra. Curull, “el
control progresivo a través de chequeos regulares y sondajes periodontales son claves
para detectar a tiempo las posibles patologías derivadas de la diabetes”.
Ø
Vigila
tus encías para prevenir la periodontitis: una higiene bucodental
descuidada y unos niveles de glucosa que se encuentren descompensados provocan
la aparición de gingivitis, que se manifiesta con el sangrado de las encías. El
control de la gingivitis es clave para evitar que derive en periodontitis.
Ø
Cepíllate
tres veces al día: “Es más importante la calidad del cepillado que la
cantidad de veces que lo realicemos”, analiza la Dra. Curull. “El cepillado más
importante es el de la noche, y debe realizarse de forma adecuada y en
profundidad, teniendo en cuenta dientes, lengua y encías”.
Ø
Realízate
una limpieza en tu clínica dental cada seis meses: la utilización de todos
los elementos arriba citados no exime al paciente de acudir al dentista. En
este sentido, la Dra. Curull recomienda “una limpieza cada cinco o seis meses
por parte de profesionales en el consultorio dental, que fortalece las defensas
de nuestra boca”.
Ø
Evita los palillos: el
uso de palillos resulta muy perjudicial para los dientes. La utilización
continuada de este instrumento provoca irritación en las encías, que puede
derivar en patologías más graves en el caso de las personas con diabetes. La
seda dental y los cepillos interproximales son más efectivos e higiénicos, y
evitan posibles inflamaciones.
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