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23 October 2009

La causa más frecuente de anafilaxia en adultos la produce la alergia a los medicamentos


La anafilaxia es la reacción alérgica más grave que puede ocurrir, pudiendo incluso llegar a comprometer la vida del paciente. En los adultos la causa más frecuente de reacción anafiláctica lo produce la alergia a medicamentos, y en los niños los alimentos (huevo, leche, frutos secos, pescados y mariscos). Suele manifestarse con síntomas cutáneos como urticaria y angiodema, junto con la afectación de otros sistemas como el respiratorio, cardiovascular o digestivo. "Las causas más frecuentes de anafilaxia son fármacos, alimentos y picaduras de himenópteros. La importancia relativa de cada uno de ellos varía en función de la edad, así los alimentos son la causa más importante en la infancia y los fármacos la más frecuente en adultos" – explica la doctora Victoria Cardona, responsable de la Sección de Alergología del Hospital Vall d´Hebrón de Barcelona y coordinadora del Grupo de Trabajo de la Guía de Actuación en AnafiLAXIA, que se presenta en el Symposium Internacional de Alergia a Medicamentos que se está celebrando en La Rioja.


-Epidemiología, diagnóstico y tratamiento de la anafilaxia
La anafilaxia es una patología pobremente reconocida, infratratada e infracomunicada. Se estiman unas cifras de incidencia entre 3,2 y 30 por 100.000 personas-año, con una mortalidad entre 0,05 y 2% del total de las reacciones. En EE.UU se describen unos 100.000 episodios al año de los que un 1% es mortal. En este sentido, existen datos epidemiológicos que nos indican que los casos de anafilaxia están aumentando en España. Según revela el Informe Alergológica 2005 la anafilaxia fue la forma de manifestación clínica de la alergia a medicamentos en el 10% de los casos, por detrás de los cuadros cutáneos (75%). Los fármacos más frecuentemente implicados en reacciones anafilácticas son antibióticos betaláctamicos, antiinflamatorios no esteroideos, otros agentes antiinfecciosos no betalactámicos y medios de contraste radiológicos. Además, el látex constituye una causa muy importante dentro del medio hospitalario.
"La dificultad en el diagnostico de la anafilaxia estriba en que no hay un conjunto de signos patognomónicos; lo que sí es típico es la rápida progresión en la gravedad o intensidad de los síntomas y esta característica es válida para niños y adultos" – señala el doctor Tomás Chivato, presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) e integrante del Grupo de Trabajo de la Guía. Se debe sospechar una anafilaxia cuando aparece de manera aguda un síndrome rápidamente progresivo que afecta a la piel y/o mucosas y que se acompaña de dificultad respiratoria y/o circulatoria. Como la mayoría de las anafilaxias cursan síntomas cutáneos, (80%) con este criterio serían prácticamente todas identificadas. Sin embargo, existen presentaciones menos típicas que no quedarían incluidas, por lo que es necesario establecer criterios clínicos comunes para su diagnóstico.
El tratamiento farmacológico de elección para las reacciones anafilácticas es la adrenalina, pero "una vez más comprobaremos que el éxito del tratamiento de una reacción anafiláctica no sólo depende de éste sino que juegan un importante papel otros factores como la preparación del personal que atiende al paciente, el reconocimiento temprano de la anafilaxia y el tratamiento precoz, adecuado y agresivo"- reitera el doctor Chivato.


-PROYECTO GALAXIA: Guía de Actuación en AnafiLAXIA
Con este escenario se entiende que es muy importante diagnosticar inmediatamente los casos de anafilaxia en el momento agudo y realizar el mejor tratamiento disponible en la mayor brevedad posible. Posteriormente es esencial realizar un diagnostico etiológico, un seguimiento adecuado y educar al paciente ante posibles nuevos episodios. "En ocasiones se confunden los síntomas de la anafilaxia y no se aplican los tratamientos adecuados. El conocimiento de los profesionales sanitarios, en este campo de la medicina, en nuestro país es mejorable.- comenta el presidente. En el momento actual no disponemos de una guía de manejo práctico de la anafilaxia en España y ese es el motivo principal por el que se lleva a cabo este importante proyecto".
"Es imprescindible contar con un documento de referencia sobre cómo actuar ante una anafilaxia"- asegura la doctora Victoria Cardona. Hasta la fecha no existía una guía consensuada sobre la actuación en anafilaxia en España. Para realizarla se ha contado con profesionales con amplia experiencia en el diagnóstico y tratamiento de la anafilaxia, representando a la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergología Pediátrica (SEICAP), Sociedad Española de Medicina de Emergencias (SEMES) y la Sociedad Española de Urgencias Pediátricas (SEUP). El proyecto se inició en febrero de 2009 con la colaboración de Alk Abelló y en su elaboración han participado doce profesionales
Este manual debe ocupar un lugar destacado en los protocolos de atención médica en servicios de urgencia y emergencia, en atención hospitalaria y extra hospitalaria (centros de salud, especialidades, medicina rural, etc.) tanto para el personal médico como de enfermería. "Hemos de pensar que la inmensa mayoría de anafilaxias deben ser atendidas por profesionales de enfermería y médicos no alergólogos; debido a la potencial gravedad del cuadro, los profesionales sanitarios requieren una guía clara e inequívoca sobre el diagnóstico y el tratamiento del cuadro. Así mismo, deben ser capaces de iniciar la educación del paciente sobre la anafilaxia y dirigirlo posteriormente al especialista" – recalca la alergóloga.
Es importante destacar que en esta guía no sólo se ha realizado un consenso actualizado en el diagnóstico y tratamiento de las reacciones anafilácticas, también se dan recomendaciones prácticas y sencillas fáciles de aprender en la mayoría de los casos de anafilaxia contemplando las peculiaridades de la edad pediátrica. "Así, se disminuirá la morbilidad y sobre todo la mortalidad por esta causa en nuestro país"- concluye el presidente de la SEAIC.

Los andaluces piensan más en la salud que los españoles y los europeos a la hora de comprar alimentos

El Barómetro de Seguridad Alimentaria de Andalucía pone de manifiesto que la ciudadanía andaluza tiene más en cuenta la salud que los españoles de otras zonas del país y que los europeos en general a la hora de comprar productos alimentarios.
Este criterio es uno de los que más peso tienen en la decisión de la población andaluza cuando adquiere este tipo de productos en su vida cotidiana. Así, el 50%, es decir, uno de cada dos, apunta este requisito para la compra de alimentos. La calidad, con el 75%, es el único elemento que los andaluces valoran más que la salud para comprar artículos de alimentación.
Esta actitud supone un hecho diferencial en relación al conjunto de España y también en el ámbito europeo, donde se concede menos relevancia a la salud a la hora de adquirir productos de alimentación. Así, en Europa y el conjunto de España este factor ocupa el quinto lugar, y en comunidades como Cataluña, el cuarto. En todos estos lugares los principales factores para comprar alimentos son la calidad, el precio, el sabor y la apariencia o frescura.
Este hecho pone de relieve que en Andalucía, a la hora de elegir los alimentos, se otorga una gran importancia a los factores asociados a velar por la salud, ya que la primera causa para decantarse por un determinado producto es la calidad, que también lleva implícita la salud como integrante de ese concepto.

El estudio, que ha sido llevado a cabo por el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA) de enero a marzo de 2008 entre una muestra de 2.400 personas representativas de la población andaluza, indica que en Andalucía la seguridad de los alimentos se asocia a que no dañe la salud (21,7%), a que sea ecológico o natural (16,5%), a que cumpla los controles de seguridad (15,6%) y a que sean bien conservados y manipulados (14,6%). De este modo, entre las cuatro primeras definiciones de seguridad de alimentos figuran tres relacionadas con la seguridad sanitaria.
Otro dato destacado de este análisis se refiere a la probabilidad que, según manifiestan los andaluces, tienen los alimentos de dañar su salud. La mayoría de los andaluces, el 54,8%, considera poco o nada probable que puedan verse afectados por problemas de salud causados por la ingestión de algún alimento en malas condiciones, una opinión que coincide que los ciudadanos del conjunto de España y Europa.
Padecer daños por la contaminación ambiental (70,4%), resultar herido en un accidente de tráfico (59,9%) y padecer una enfermedad grave (50,7%) son los hechos de riesgo a los que los andaluces le atribuyen mayor probabilidad de ocurrir.
Según los resultados de esta encuesta, el riesgo alimentario que los andaluces consideran más habitual tiene que ver con la existencia de residuos químicos en los alimentos frescos –como las hormonas y antibióticos en las carnes o los pesticidas en fruta, verduras y cereales--, la falta de higiene en la manipulación de alimentos y la contaminación por bacterias. Cerca de nueve de cada diez consultados declaran sentirse muy o bastante preocupados por este tipo de riesgos alimentarios. Asimismo, el bienestar de los animales de los que proceden los productos que consumimos es una cuestión que preocupa a cuatro de cada cinco andaluces.

-Establecimientos que generan más confianza
Igualmente, los establecimientos de venta de alimentos que generan más confianza a los consumidores andaluces son los supermercados (44,5%), seguidos de las grandes superficies (25%) y las tiendas de barrio (24%). Por su parte, los tradicionales mercados de abasto sólo ofrecen garantía para un 1,3% de los encuestados.
De otro lado, el estudio pone de manifiesto que los andaluces tienen perfectamente identificados a los agentes de la cadena alimentaria en lo que se refiere a su responsabilidad en relación con la seguridad de los alimentos: los que elaboran o transforman, los que cocinan o manipulan, el productor de origen o el vendedor. Asimismo, los andaluces tienen asumido quiénes son responsables de garantizar la seguridad de los alimentos, diferenciando el papel de control que juega la Administración.
En este sentido, el 44,2% de los encuestados identifica a la Consejería de Salud como organismo responsable de los controles en la seguridad alimentaria, mientras que el 18% identifica a las asociaciones de consumidores en este papel. Un 15,4% tiene la referencia para estos controles en la Dirección General de Consumo y un 14,3%, en la de Agricultura y Pesca. El porcentaje que sitúa en los ayuntamientos la referencia oficial de los controles en seguridad alimentaria es del 3,7%.
Este barómetro indica además que sólo un 11,7% de los ciudadanos conoce algún tipo de intervención oficial en seguridad alimentaria, la mayoría de las cuales (54%) se refiere a inspecciones.

Más de dos millones y medio de españolas sufren osteoporosis


En España, el 35% de las mujeres mayores de 50 años y más de la mitad de las que superan los 70 años padecen osteoporosis. En total, se estima que 2.500.000 millones de españolas sufren esta dolencia que "además de una enfermedad, se debe considerar como un problema sanitario de primer orden, en el que la detección precoz de la pérdida de masa ósea es fundamental para evitar un sufrimiento innecesario en estas mujeres y, de manera indirecta, el incremento de los costes sanitarios asociados", ha asegurado el profesor Luis Pablo Rodríguez, Académico de Número y coordinador de la sesión científica que ayer tuvo lugar en la Real Academia Nacional de Medicina (RANM), que ha querido conmemorar el Día Mundial de la Osteoporosis que celebra anualmente la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Para el profesor Luis Pablo Rodríguez, catedrático emérito de la Universidad Complutense de Madrid, "la mujer debe desempeñar un papel activo frente a los factores de riesgo que se pueden modificar, como son la dieta y el tabaco, con el objeto de prevenir, o por lo menos retrasar, la aparición de esta enfermedad".
En este sentido, este experto considera clave determinar el riesgo que tiene una persona osteoporótica de sufrir una fractura ósea. "Una manera de prevenir –añade- sería aumentar la masa ósea pico, es decir la cantidad máxima que podemos alcanzar de calcio en nuestro cuerpo, lo que suele ocurrir entre los 20 y 30 años de edad. Sin embargo, dada las dificultades que ello entraña, en el momento actual es importante evitar, en la medida de lo posible, el riesgo de fractura en estas personas. Por lo que resulta imprescindible seguir las líneas de investigación en torno a las causas y formas de prevención y tratamiento de esta enfermedad".
Durante esta Sesión, se han abordado diferentes aspectos en la prevención y manejo de esta enfermedad, que ha sido catalogada por la OMS como una de las epidemias de este siglo. El acto ha consistido en siete conferencias impartidas por Académicos expertos en la materia que han analizado la patología desde diferentes puntos de vista: la pintura en la osteoporosis, el papel de las aguas minerales medicinales en su prevención, las complicaciones en la fijación de las fracturas osteoporóticas, etc. Tras las palabras del presidente de la RANM, el profesor Manuel Díaz-Rubio, la Jornada se clausuró con un concierto de piano interpretado por el médico, compositor y pianista, Yerko Pétar Ivánovic Barbeito.


-Un problema que se puede prevenir
La osteoporosis es un problema prevenible y controlable. Para ello es fundamental, tanto la adopción de unos estilos de vida adecuados, con una dieta sana y una actividad física adaptada a la edad, como que las personas afectadas reciban la atención necesaria para evitar el riesgo de fracturas, ya que éstas son las que marcarán la calidad de vida y evolución del paciente. "Adoptar una dieta rica en calcio y vitamina D, la práctica regular de ejercicio físico moderado y no fumar son algunas de las recomendaciones para prevenir la aparición de este problema de salud. Por lo que es clave concienciar a las mujeres sobre la importancia de adquirir unos hábitos de vida saludables y de consultar con su médico sobre las medidas que puede llevar a cabo", comenta este experto.
El aporte adecuado de calcio, como parte de una alimentación equilibrada a lo largo de toda la vida, y en especial durante las etapas de crecimiento y desarrollo óseo, es muy importante como medida de prevención. "La absorción del calcio de los alimentos", explica el profesor Luis Pablo Rodríguez, "se ve favorecida por determinados nutrientes como vitamina D, lactosa y ácido ascórbico, entre otras sustancias. Los dos primeros son componentes naturales de los lácteos, aunque también se pueden encontrar en otros alimentos".
La osteoporosis es una enfermedad grave, crónica, y progresiva, pero silenciosa por la ausencia de síntomas. "Por lo que la prevención es el mejor arma que tenemos. Todas las mujeres, ya desde jóvenes, deberían conocer cuáles son los factores de riesgo y cómo controlarlos. Aunque la osteoporosis está asociada al desgaste de los huesos propio de la edad, en personas de más de 50 años, y a que en las mujeres se acentúa la pérdida de masa ósea con la llegada de la menopausia, existen otros factores como el tabaquismo o el consumo de alcohol que también perjudican significativamente al estado de los huesos", subraya este experto.
En cuanto a las pruebas para el diagnóstico de la osteoporosis merece la pena destacar que la densitometría puede resultar un estudio insuficiente en muchos casos. En opinión de este experto, el único valor que se obtiene con la densitometría ósea no es suficiente para abordar la peligrosidad en el paciente con osteoporosis. "Se conoce a que al menos la mitad de las fracturas se producen en mujeres cuya densitometría ha obtenido valores de normalidad. Esto no indica que no tenga valor, sino que es totalmente insuficiente", añade.
Teniendo en cuenta todos estos datos, "resulta tan esencial utilizar no sólo los fármacos que facilitan la formación ósea, sino también las medidas de Medicina Física y Rehabilitación que conducen a mantener el equilibrio y la estabilidad postural, así como facilitar la deambulación con flexión de cadera y tobillo que dificulten las caídas, al igual que los otros medios quirúrgicos y rehabilitadores cuando ya se ha producido la fractura", subraya el Académico.


-Importantes costes asociados
Una de las principales consecuencias de la osteoporosis es el riesgo elevado de sufrir fracturas. La fractura osteoporótica representa un impacto sanitario y económico de primera magnitud en los países desarrollados, tanto por lo que supone en términos de pérdida de calidad de vida (sobre todo la fractura de cadera), como por el coste económico que conlleva para cualquier sistema de salud. "La gravedad de este problema no está en la osteoporosis en sí, sino en el número de fracturas y complicaciones que conlleva, la discapacidad y tasa de mortalidad, sin olvidar el gran coste económico. De hecho, las fracturas ligadas a la osteoporosis ocupan más camas en el hospital que los accidentes cerebrovasculares, el cáncer de mama o el infarto de miocardio", concluye el profesor Luis Pablo Rodríguez.

Cerca de la mitad de las operaciones que se realizan en España no precisan de ingreso


Alrededor de la mitad de las intervenciones quirúrgicas que en la actualidad se llevan a cabo en los hospitales españoles (más del 45%) se realizan a través de la Unidad de Cirugía Mayor Ambulatoria (CMA), lo que supone que el paciente no requiere ser hospitalizado. Con esta medida se ha logrado reducir significativamente la tasa de infecciones quirúrgicas, una de las principales causas de mortalidad postoperatoria como consecuencia de una cirugía. Además, al tratarse de una técnica quirúrgica minuciosa y de corta duración, el paciente recupera antes su vida cotidiana. "Los fines de esta técnica es tratar con seguridad, eficacia y eficiencia una serie de patologías que anteriormente requerían ingreso hospitalario", explica el doctor Fernando Docobo Durantez, coordinador de la Sección de Cirugía Mayor Ambulatoria de la Asociación Española de Cirujanos, sociedad científica que estos días celebra su XVII Reunión Nacional de Cirugía en Las Palmas de Gran Canaria.
Las posibilidades de este tipo de cirugía son ilimitadas. De hecho, se estima que en los próximos años el 80% de todas las intervenciones que se lleven a cabo en nuestro país se realizarán por Cirugía Mayor Ambulatoria. En la actualidad, su empleo abarca numerosas áreas como Cirugía General, Ginecología, Oftalmología, Traumatología o Urología. Ésta se lleva a cabo mediante técnicas quirúrgicas mínimamente agresivas para el paciente junto con técnicas anestesiológicas que ocasionan los menores efectos secundarios. "En el campo de la cirugía, los pacientes que más se han beneficiado de este procedimiento quirúrgico son los que requieren ser tratados de hernias (inguinal, umbilical, epigástricas), de quistes de mama, de fisuras o fístulas de ano no complejas, tumoraciones de partes blandas, por citar las más relevantes ", puntualiza este experto.


-Más beneficios, menor coste
En los últimos veinte años, la Cirugía Mayor Ambulatoria ha ido ganando terreno progresivamente a la cirugía con ingreso y consolidando su posición frente a ésta en el abordaje de múltiples patologías. Y es que, entre sus múltiples ventajas, el paciente se beneficia de un trato más directo y personalizado, con una rápida recuperación tras la intervención y sin apenas alterar su vida familiar y social. "Por otra parte, el personal sanitario goza de una mayor implicación en lo que respecta a las indicaciones, técnicas y control de resultados", comenta el doctor Docobo.
Pero además, los costes hospitalarios de la Cirugía Mayor Ambulatoria son entre un 25% y un 68% inferiores a los de la cirugía convencional. En opinión de este experto, gracias a este procedimiento, "el sistema sanitario ha experimentado un ajuste de costes por procesos al adecuar la demanda de la asistencia quirúrgica a los tiempos de espera".


-Infecciones quirúrgicas
Las infecciones quirúrgicas representan un importante problema de salud pública en la actualidad, ya que sigue siendo una de las principales causas de mortalidad como consecuencia de una cirugía. Según datos del último informe del ECDC (European Centre of Disease Prevention and Control), su tasa de incidencia se sitúa por encima del 7% del conjunto de intervenciones de cirugía mayor.
Además de una mayor morbilidad entre los afectados, "la aparición de una infección quirúrgica contribuye significativamente como cofactor a una gran proporción de fallecimientos atribuibles a otras complicaciones quirúrgicas", explica el doctor Javier Arias, coordinador de la Sección de Infección Quirúrgica de la Asociación Española de Cirujanos. En estos pacientes, el tiempo medio de estancia hospitalaria se alarga de 7 a 14 días. Esta situación conlleva un incremento de los costes hospitalarios, "llegando a duplicar los gastos derivados de la estancia hospitalaria y triplicar los costes variables resultantes de procedimientos y fármacos adicionales".
A la hora de hablar de infecciones quirúrgicas, hay que tener en cuenta una serie de variables que inciden directamente sobre la probabilidad de desarrollarla. "Los factores que más influyen son el grado de contaminación de la intervención (clasificado en limpia, limpia-contaminada, contaminada y sucia), la duración de la intervención y el estado del paciente en el preoperatorio", explica este experto. Entre las medidas preventivas, el doctor Arias señala que "la principal medida sigue siendo una adecuada técnica quirúrgica, aunque también tiene importancia una adecuada profilaxis antibiótica y una actuación profesional por parte del personal sanitario que atiende el postoperatorio. En este sentido, un elemento crucial que continúa descuidándose más de lo debido es el lavado/antisepsia de manos antes de atender a un paciente".

Valentín Fuster presenta un manual para profesionales médicos que establece las directrices para la óptima atención de los pacientes cardiovasculares

En el marco del Congreso de la Sociedad Española de Cardiología (SEC), celebrado en Barcelona del 22 al 24 de octubre, se ha presentado el “Manual de directrices e informes científicos de la AHA”, que tiene como objetivo mejorar la atención y evolución del paciente cardiovascular por parte del profesional médico. Este compendio de directrices e informes científicos de la American Heart Association (AHA) está dirigido por el Dr. Valentín Fuster, Director del Instituto de Cardiología, Hospital de Mount Sinai, Nueva York y Director General del CNIC y cuenta con la colaboración y apoyo de Novartis. Además, del Dr. Valentín Fuster, el acto de presentación ha estado presidido por el Dr. Carlos Macaya, Presidente electo de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) y Director del Instituto Cardiovascular del Hospital Clínico de San Carlos de Madrid; D. Francisco Ballester, Director General de Novartis Farmacéutica y el Dr. Josep Guindo, del Servicio de Cardiología del Hospital Parc Taulí de Sabadell; S. Cardiología Intervencionista del Hospital Quirón de Barcelona y Director de la edición española del Manual.

Para el Dr. Macaya "Estas recomendaciones y directrices que provienen de una Sociedad Científica tan relevante como la AHA son bienvenidas a la SEC, puesto que suponen una herramienta para los expertos y profesionales y ayudan y complementan a las Guías de Práctica Clínica de la Sociedad Europea que asume como propias la SEC" Así pues, bajo la coordinación de Dr. Valentín Fuster, un equipo de expertos cardiólogos revisa las directrices, extrae los datos más útiles desde el punto de vista clínico y resume la información fundamental para el lector. Cada experto se concentra en su área de especialización para mantener el análisis dirigido a la realidad de la asistencia a los pacientes. La mayoría de las guías e informes científicos recientes de la AHA se resumen y se presentan en este Manual en un único texto. Los autores ofrecen una sección de ‘orientaciones futuras’ en cada capítulo para tratar los ensayos recientes y las investigaciones que puedan influir sobre las futuras directrices.
Tal y como afirma el Dr. Fuster en el prefacio del Manual: “La AHA está buscando constantemente maneras de mejorar la adherencia de los profesionales médicos a las directrices ya que las enfermedades cardiacas, el ictus y otras enfermedades cardiovasculares siguen siendo las principales asesinas en Estados Unidos y la principal causa de discapacidad permanente en todo el mundo1”. Asimismo, el Dr. Fuster destaca que “aunque la adherencia a las directrices debería mejorar la atención y la evolución del paciente, muchos estudios han demostrado que el estándar de atención, tal como definen las directrices y los comunicados, no acaba de llegar a los pacientes”. Es por esta razón que, según explica el autor del Manual, se ha realizado “una actualización resumida, sencilla y fácil de usar, de forma que pueda cumplirse fácilmente y que resulte útil para mejorar la atención y la evolución del paciente”. La edición española del Manual ha sido dirigida por el Dr. Josep Guindo que considera este compendio de directrices como “una herramienta útil y práctica para el cardiólogo y, en general, para otros profesionales médicos que atienden a pacientes con algún tipo de cardiopatía”. Además, el Dr. Guindo añade: “ Este Manual resume las Guías de Práctica Clínica de la AHA de forma clara y concisa con lo cual no sólo se convierte en una herramienta de consulta sino también de estudio para comprender fácilmente la enfermedad y su manejo”.
Por su parte, D. Francisco Ballester, Director General de Novartis Farmacéutica, ha destacado que “Novartis lleva casi 50 años investigando y liderando a nivel mundial el cuidado de la salud cardiovascular y que, además, la colaboración y apoyo en esta presentación científica es una muestra más del compromiso de la compañía con los profesionales médicos y los pacientes en la mejora de la salud cardiovascular y metabólica, donde destacan la hipertensión y la diabetes tipo II”. Los 20 capítulos de los que consta el Manual abarcan desde la angina estable crónica hasta la Tomografía Computarizada (TC) cardiaca, y cada uno de los autores expone las directrices y enseña su aplicación práctica. También tienen cabida casos comunes en la praxis diaria, como pueden ser la hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca, así como nuevos temas como la prevención de las enfermedades cardiovasculares en la mujer.

El tratamiento de la Hepatitis B y C en las prisiones españolas

La población penitenciaria continúa siendo uno de los grupos de pacientes con mayor prevalencia de infección por el virus C de la hepatitis (VHC), alcanzando cifras en las prisiones españolas de entre el 22 y el 27 por ciento de infectados. "Aun así, hay que destacar que siendo cifras bastante elevadas, en los últimos años hemos percibido un descenso importante en el número de pacientes, pasando de un 50% de presos afectados hace 10 años a la mitad de éstos en la actualidad", indica la Dra. Inmaculada Faraco, Servicio médico Centro Penitenciario de Sevilla.
Las principales razones que han provocado esta reducción son, según la doctora Faraco, "el menor consumo de drogas por vía intravenosa y el aumento de la población reclusa extranjera, cuyo consumo endovenoso de drogas es menor que entre la población española, además de representar al 30% de la población penitenciaria frente al 9% de hace unos años".
Los pacientes infectados por VHC en prisión son, mayoritariamente, hombres jóvenes, con una edad media de 35 años, de nacionalidad española, que han adquirido la enfermedad a edades muy tempranas a través del consumo de drogas por vía parenteral, compartiendo el material de venopunción. "Hay que tener en cuenta, que a pesar del descenso del consumo por esta vía, el 10% de nuestra población sigue siendo usuaria intravenosa de drogas", explica la doctora Faraco. "Además de esta circunstancia, cabe señalar -añade la doctora- que el 30% de los infectados por VHC se encuentran infectados por el VIH".

-Detección del enfermo y tratamiento
Cuando se produce el ingreso en prisión de cualquier recluso, se ofrece a todos los internos la posibilidad de realizar una serología que incluye la determinación de VIH y marcadores de Hepatitis B y Hepatitis C. "Aquellos pacientes que presentan una determinación positiva para el virus C de la Hepatitis, son informados en consulta de la posibilidad de iniciar un protocolo de diagnóstico para determinar si existe indicación para el inicio del tratamiento", expone la Dra. Faraco.
En algunos centros penitenciarios este proceso se lleva a cabo en el propio centro con la realización de analíticas, ecografía y otras pruebas, en coordinación con los especialistas hospitalarios de referencia. En otros, los pacientes son derivados a las consultas hospitalarias.
"Una vez hecho el diagnóstico y, en su caso, prescrito el tratamiento, los enfermos son controlados, en la mayoría de las ocasiones, por los facultativos penitenciarios, quienes se encargan de las revisiones necesarias y controles indicados, mientras que la administración del tratamiento (interferon pegilado) la realiza el profesional de enfermería", afirma la Dra. Faraco.
Una ventaja a destacar de los pacientes con Hepatitis C diagnosticados en los centros penitenciarios es que el control del tratamiento y los efectos secundarios es fácil de conseguir ya que "los Servicios Sanitarios dentro de la Prisión, son muy accesibles y cercanos a los pacientes", manifiesta la Dra. Faraco. "Además, -añade la experta- los enfermos que están realizando el tratamiento con interferon pegilado más ribavirina, acuden semanalmente para la administración del Interferón, por lo que ya se establece un contacto para valorar la adherencia, los efectos secundarios, etc.".
Esta cercanía permite un seguimiento médico más estrecho por parte del facultativo, que puede valorar la aparición de los efectos secundarios y calibrar su gravedad o su incidencia sobre el cumplimiento del tratamiento. "Es decir, -explica la Dra. Faraco- que existe una comunicación más fluida con este tipo de pacientes que la que pueda existir si estuvieran en libertad".

-El abordaje de la Hepatitis C en prisión, una necesidad demostrada
Los especialistas hospitalarios son muy conscientes de la necesidad de tratar la Hepatitis C de los pacientes ingresados en prisión, y la mayoría de los que desarrollan su labor en los hospitales de referencia de los centros penitenciarios están implicados en el diagnóstico y tratamiento de estos enfermos.
El tratamiento de la Hepatitis C es complejo y por ello es fundamental una buena coordinación entre los distintos Servicios. "La creación de equipos multidisciplinares que incluyan a profesionales de la medicina, enfermería, psicólogos, asistentes sociales, etc. es necesaria para intentar llevar a cabo un tratamiento de estas características en un medio como el nuestro", aclara la Dra. Faraco. "Es más, -continúa la doctora- sería interesante que se elaborara un protocolo que unificara los criterios de actuación en la Institución Penitenciaria, lo que podría beneficiar el seguimiento de los pacientes que fueran trasladados de un centro a otro, y en definitiva, repercutiría en una menor tasa de abandonos terapéuticos".
Por otro lado, en palabras del Dr. Andrés Marco, Programa VHC y VIH. Servicios Sanitarios del Centro Penitenciario de Hombres de Barcelona, "la optimización del tratamiento de la hepatitis C ha adquirido gran relevancia en los últimos años y se centra en la selección de la mejor forma de tratar, individualizando el tratamiento en función de las características del paciente, de la infección por el VHC y de las respuestas terapéuticas parciales". "En este sentido –señala el Dr. Marco- el tratamiento óptimo para los pacientes con hepatitis C en los centros penitenciarios es la combinación de interferón pegilado más ribavirina".
Como consecuencia de la importancia y gran prevalencia de la hepatitis C en los centros penitenciarios, se han puesto en marcha numerosos estudios para conocer de cerca la situación, el desarrollo y el tratamiento de esta patología.

Premios de Investigación de Excelencia en Psiquiatría

En el marco del XIII Congreso Nacional de Psiquiatría, se ha hecho entrega de los premios de investigación de excelencia en Psiquiatría a los doctores Eduardo J. Aguilar, Vicent Balanzá, Clemente García, María José Parellada, Ricard Navinés, Rocío Pérez, Ignacio Mata, Emilio Fernández, María Mur, Joseph A. Ramos Quiroga, todos ellos investigadores de referencia.

La Sociedad Española de Psiquiatría Biológica (SEPBS), en consonancia con su vocación de promocionar la investigación, elabora un cuadro de investigadores acreditados entre los socios de reciente incorporación a la profesión. Todos ellos tienen en común que se han iniciado en programas de investigación con el objetivo de facilitar y potenciar dicha actividad.
Para poder formar parte de este grupo es necesario ser socio de la SEPB o estar en situación de ser aceptado en la próxima Asamblea General; solicitarlo; tener menos de 45 años; y por último, adjuntar el currículo detallando las publicaciones realizadas y los puntos de factor de impacto, siendo imprescindibles un mínimo de 15.

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