"La calidad de vida que tiene ahora el paciente es inmensa", asegura el cirujano plástico del hospital 12 de Octubre (Madrid) Marcos Martín Díaz. El paciente es un hombre que, a los 41 años, tuvo que someterse a una amputación casi total del pene a causa de un carcinoma. Hoy mantiene relaciones sexuales satisfactorias. Entre un momento y el otro han pasado tres años, tres operaciones y una reconstrucción total del pene que incluyó el implante de una prótesis. Se trata de la primera que se realiza en España en un paciente afectado de carcinoma -se realiza también en cirugías de reasignación de sexo o en caso de mutilación-.
El proceso fue largo. Primero los cirujanos del 12 de Octubre realizaron la amputación para erradicar la lesión tumoral. Tuvieron que esperar un año hasta comprobar que el carcinoma no reaparecía. La intervención de reconstrucción del pene duró 10 horas. Los cirujanos plásticos utilizaron una pieza del tejido del propio paciente de la zona anterior del antebrazo derecho nutrida por una arteria y dos venas. Enrollaron el tejido en forma de dos cilindros, cada uno en un sentido. Uno lo utilizaron para reconstruir la uretra y el otro para el forro externo cutáneo. Le dieron estructura sanguínea propia, lo conectaron a las arterias y vasos de la zona inguinal y lo implantaron. Después conectaron la envoltura cutánea externa, anclándola al pubis.
-Implante de prótesis
La tercera intervención, esta de solo dos horas, consistió en implantar la prótesis a través de una única incisión. Se trata de un implante de tres componentes: cilindros eréctiles, reservorio y bomba hidráulica. En condiciones normales, el cilindro está vacío y se asemeja a un pene en reposo, pero cuando se llena de suero se pone rígido y simula una erección. El suero llega al cilindro procedente de un reservorio que se implanta en el espacio retropúbico. En el escroto se coloca una perilla que hace de bomba para trasladar el suero del reservorio al cilindro. El paciente solo tiene que presionar la bomba para conseguir una erección.
"El resultado estético es bastante bueno", asegura Martín Díaz. "Y al paciente aún se lo parece más". Cuenta que le preguntaron si habían merecido la pena tantas operaciones y tantas esperas. "Dijo que sí".
**Publicado en "El Pais"
Diario digital con noticias de actualidad relacionadas con el mundo de la salud. Novedades, encuestas, estudios, informes, entrevistas. Con un sencillo lenguaje dirigido a todo el mundo. Y algunos consejos turísticos para pasarlo bien
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30 December 2010
Muere la mujer que simbolizó la anorexia más feroz

La modelo y actriz francesa Isabelle Caro, famosa mundialmente desde que su cuerpo anoréxico salió en una campaña publicitaria para la marca Benetton, ha muerto. La familia ha mantenido en secreto su fallecimiento, ocurrido en noviembre. Tampoco se conoce la causa, aunque un amigo de la actriz, el cantante suizo Vincent Bigler, ha revelado que estuvo ingresada en un hospital durante dos semanas por una afección pulmonar y que últimamente se encontraba fatigada en extremo. Tenía 28 años.
Isabelle Caro posaba sonriente en todas las fotografías de los dos blogs que escribía. En uno de ellos contaba su historia, su vida, su calvario al que llamaba Anna: la anorexia. Sonreía pese a su 1,65 de estatura y los 31 kilos de peso con los que saltó a la fama.
Enferma de anorexia desde los 13 años, la modelo francesa se dio a conocer en 2007 a través de una campaña publicitaria de la firma de ropa Benetton bajo el lema No anorexia, que pretendía concienciar sobre el horror de esta dolencia.
El autor de las instantáneas era el fotógrafo Oliviero Toscani, polémico también por retratar a un enfermo de sida agonizando o la pena de muerte. Aquellas imágenes de Isabelle Caro desnuda, todo huesos, dieron la vuelta al mundo y fueron censuradas en países como Italia por "violar los artículos del código de la lealtad publicitaria y las convicciones morales, civiles, religiosas y de dignidad de las personas".
Después de la campaña publicitaria ella reconocía que empezaba a abandonar la prisión en que había estado. A comienzos de 2010, Caro hacía público que había llegado ya a los 42 kilos. Pero la anorexia es una correosa enfermedad mental, que a veces plantea un largo y difícil combate. Los últimos datos que hay en España, de 2003, revelan que el 4,7% de las mujeres padecen esta dolencia.
La dieta de la chica, durante los años en que estuvo atrapada por la enfermedad, consistía en un poco de líquido, algo de chocolate y dos pastelitos de fresa. Así lo contaba ella misma en su blog: "Esperaba con impaciencia a que llegaran las cinco de la madrugada, hora a la que me concedía el derecho a beber por fin unos tragos de coca-cola light y mis dos tacitas de té, que degustaba en una suerte de ritual eufórico, con la ayuda de la cucharilla más pequeña que pude encontrar en el mercado". Se consideraba "víctima de una secta" de la que ella misma era el "gurú". "Rechazaba todo deseo, todo placer; nociones prohibidas en mi vida, que iba en busca de la perfección de un ideal de pureza".
Para ella la campaña publicitaria había supuesto una liberación y en sus diarios en la Red aseguraba que se sentía capaz de luchar contra la enfermedad. En ellos criticaba sobre todo a los hospitales. En 2006, informa AFP, llegó a estar en coma al bajar hasta los 25 kilos de peso. Tras su paso por una clínica de la región de Hauts-de-Seine escribió: "Querían aislarme del mundo exterior, era el tratamiento de las anoréxicas. No se daban cuenta de que cada caso es diferente".
La modelo culpaba de su enfermedad a una madre posesiva que la recluyó de los 4 a los 11 años en un chalet a las afueras de París, donde vivían con su padrastro. Pese a lo dramático de su historia se describía como "una artista, una actriz, una apasionada del teatro, y sobre todo y ante todo, una enamorada de la vida, de su belleza, y de la riqueza del universo terrestre que nos ofrece la naturaleza"; aunque añadía: "Cada día se me presenta como una lucha permanente contra la anorexia". Una batalla sobre la que ella misma anunciaba sus progresos. Sus blogs estaban ayer fuera de servicio.
La modelo fue admirada por su bello cuerpo, pero solo saltó a la fama cuando dejó que fotografiaran el montón de huesos en que se había convertido: una terrible enseñanza para todos aquellos que pasan por la misma enfermedad.
Isabelle Caro posaba sonriente en todas las fotografías de los dos blogs que escribía. En uno de ellos contaba su historia, su vida, su calvario al que llamaba Anna: la anorexia. Sonreía pese a su 1,65 de estatura y los 31 kilos de peso con los que saltó a la fama.
Enferma de anorexia desde los 13 años, la modelo francesa se dio a conocer en 2007 a través de una campaña publicitaria de la firma de ropa Benetton bajo el lema No anorexia, que pretendía concienciar sobre el horror de esta dolencia.
El autor de las instantáneas era el fotógrafo Oliviero Toscani, polémico también por retratar a un enfermo de sida agonizando o la pena de muerte. Aquellas imágenes de Isabelle Caro desnuda, todo huesos, dieron la vuelta al mundo y fueron censuradas en países como Italia por "violar los artículos del código de la lealtad publicitaria y las convicciones morales, civiles, religiosas y de dignidad de las personas".
Después de la campaña publicitaria ella reconocía que empezaba a abandonar la prisión en que había estado. A comienzos de 2010, Caro hacía público que había llegado ya a los 42 kilos. Pero la anorexia es una correosa enfermedad mental, que a veces plantea un largo y difícil combate. Los últimos datos que hay en España, de 2003, revelan que el 4,7% de las mujeres padecen esta dolencia.
La dieta de la chica, durante los años en que estuvo atrapada por la enfermedad, consistía en un poco de líquido, algo de chocolate y dos pastelitos de fresa. Así lo contaba ella misma en su blog: "Esperaba con impaciencia a que llegaran las cinco de la madrugada, hora a la que me concedía el derecho a beber por fin unos tragos de coca-cola light y mis dos tacitas de té, que degustaba en una suerte de ritual eufórico, con la ayuda de la cucharilla más pequeña que pude encontrar en el mercado". Se consideraba "víctima de una secta" de la que ella misma era el "gurú". "Rechazaba todo deseo, todo placer; nociones prohibidas en mi vida, que iba en busca de la perfección de un ideal de pureza".
Para ella la campaña publicitaria había supuesto una liberación y en sus diarios en la Red aseguraba que se sentía capaz de luchar contra la enfermedad. En ellos criticaba sobre todo a los hospitales. En 2006, informa AFP, llegó a estar en coma al bajar hasta los 25 kilos de peso. Tras su paso por una clínica de la región de Hauts-de-Seine escribió: "Querían aislarme del mundo exterior, era el tratamiento de las anoréxicas. No se daban cuenta de que cada caso es diferente".
La modelo culpaba de su enfermedad a una madre posesiva que la recluyó de los 4 a los 11 años en un chalet a las afueras de París, donde vivían con su padrastro. Pese a lo dramático de su historia se describía como "una artista, una actriz, una apasionada del teatro, y sobre todo y ante todo, una enamorada de la vida, de su belleza, y de la riqueza del universo terrestre que nos ofrece la naturaleza"; aunque añadía: "Cada día se me presenta como una lucha permanente contra la anorexia". Una batalla sobre la que ella misma anunciaba sus progresos. Sus blogs estaban ayer fuera de servicio.
La modelo fue admirada por su bello cuerpo, pero solo saltó a la fama cuando dejó que fotografiaran el montón de huesos en que se había convertido: una terrible enseñanza para todos aquellos que pasan por la misma enfermedad.
**Publicado en "El Pais"
El trastorno bipolar contado por un paciente en un libro

Alejandro Hernández (Santa Cruz de Tenerife, 1979) ha escrito el libro que a él le hubiese gustado leer cuando le diagnosticaron trastorno bipolar. Su experiencia como paciente y maestro de formación se ha traducido en 'De bipolar a bipolar' (Ediciones León), una guía práctica para afectados y familiares, con herramientas útiles para mantener a raya las crisis que provoca este trastorno.
Porque, ¿qué es el trastorno bipolar? "En mi libro doy hasta siete definiciones diferentes, pero si hay que resumir diría que es un trastorno del estado de ánimo. Una enfermedad mental que nos hace oscilar desde la mayor euforia hasta las oleadas depresivas", explica Alejandro, socio fundador de la Asociación Bipolar en Canarias.
Él confiesa que tuvo suerte, su diagnóstico fue relativamente rápido en comparación con los ocho años de media que la Organización Mundial de la Salud (OMS) denuncia que tardan estos pacientes en saber a qué se deben sus bruscos cambios de humor. En su caso, lo supo en el año 2003, y gracias a lo que él llama la psicoeducación lleva sin crisis desde finales de 2004.
"Se trata de herramientas al margen de los profesionales de la salud mental, que tanto nos ayudan, y que permiten al afectado conocer sus propios recursos para controlar las crisis [los cambios bruscos de la euforia a la depresión] y conocer las situaciones que provocan los cambios de humor", explica Alejandro. En su caso, por ejemplo, es el estrés asociado al trabajo el que le desencadenaba las crisis, "aunque a otras personas les afectan los cambios de tiempo o los problemas afectivos, con la pareja, con la familia, con los amigos...".
A su juicio, su libro aporta algo más de los que ya había hasta ahora escritos por psiquiatras, psicólogos y otros profesionales, "no hablo sólo de lo que haya leído o dicho un médico, sino de lo que he vivido en mis propias carnes. Es mi experiencia personal. Sé de lo que hablo".
Porque, como él mismo denuncia, el principal enemigo del tarstorno bipolar es la falta de información, que genera "los peores estigmas sociales"; los mismos con los que él pretende acabar a través de las páginas de su libro.
Porque, ¿qué es el trastorno bipolar? "En mi libro doy hasta siete definiciones diferentes, pero si hay que resumir diría que es un trastorno del estado de ánimo. Una enfermedad mental que nos hace oscilar desde la mayor euforia hasta las oleadas depresivas", explica Alejandro, socio fundador de la Asociación Bipolar en Canarias.
Él confiesa que tuvo suerte, su diagnóstico fue relativamente rápido en comparación con los ocho años de media que la Organización Mundial de la Salud (OMS) denuncia que tardan estos pacientes en saber a qué se deben sus bruscos cambios de humor. En su caso, lo supo en el año 2003, y gracias a lo que él llama la psicoeducación lleva sin crisis desde finales de 2004.
"Se trata de herramientas al margen de los profesionales de la salud mental, que tanto nos ayudan, y que permiten al afectado conocer sus propios recursos para controlar las crisis [los cambios bruscos de la euforia a la depresión] y conocer las situaciones que provocan los cambios de humor", explica Alejandro. En su caso, por ejemplo, es el estrés asociado al trabajo el que le desencadenaba las crisis, "aunque a otras personas les afectan los cambios de tiempo o los problemas afectivos, con la pareja, con la familia, con los amigos...".
A su juicio, su libro aporta algo más de los que ya había hasta ahora escritos por psiquiatras, psicólogos y otros profesionales, "no hablo sólo de lo que haya leído o dicho un médico, sino de lo que he vivido en mis propias carnes. Es mi experiencia personal. Sé de lo que hablo".
Porque, como él mismo denuncia, el principal enemigo del tarstorno bipolar es la falta de información, que genera "los peores estigmas sociales"; los mismos con los que él pretende acabar a través de las páginas de su libro.
**publicado en "El Mundo"
Los secretos de la anestesia

Miles de personas en todo el mundo entran al día en un quirófano para someterse a algún tipo de cirugía. La anestesia les permite ser operados sin dolor, aunque algunos de los mecanismos neurobiológicos que permiten dormir y volver a despertar al cerebro sin riesgos siguen siendo un misterio. Una revisión en la revista 'The New England Journal of Medicine' repasa los últimos hallazgos sobre esta cuestión.
Emery Brown y su equipo, del departamento de Anestesia del Hospital General de Massachusetts (EEUU), uno de los centros médicos más importantes del mundo, repasan los últimos avances en la ciencia del sueño y la neurociencia para tratar de desvelar nuevas claves sobre la anestesia general.
De hecho, comparan los patrones de actividad eléctrica que se producen en nuestro cerebro bajo anestesia, durante el sueño o en estado de coma y aseguran que la anestesia general se parece más (cerebralmente hablando) al coma que a un sueño profundo como a menudo se imagina. "Hasta ahora, los anestesistas eran reacios a hacer la comparación con el coma porque se consideraba un término demasiado duro, pero es que realmente tiene que ser algo tan profundo, ¿cómo sino íbamos a poder operar a alguien?", se pregunta Brown.
En su revisión, Brown y sus colegas también analizan cómo actúan ciertos fármacos anestésicos para lograr el estado de inconsciencia, amnesia, falta de percepción del dolor e inmovilidad que caracteriza a la anestesia general. "Es una revisión muy bien hecha que demuestra que cada vez conocemos mejor las bases bioquímicas y los receptores sobre los que actúa la anestesia", explica a ELMUNDO.es el doctor Fernando Gilsanz, jefe del servicio de Anestesia del Hospital La Paz de Madrid.
Por ejemplo, es curioso que la ketamina, cuyo mecanismo en realidad provoca una excitación de las neuronas, se emplee para 'dormir' al paciente en la mesa de operación. Aunque como explican en su artículo, lo que ocurre es que la ketamina provica en realidad un exceso de actividad que provoca un efecto similar a un envío caótico y desorganizado de información y datos en un ordenador que acaba colapsando el sistema.
Y es que, como critican con sutileza a sus colegas, "muchos anestesistas saben cómo inducir y mantener a sus pacientes en el estado necesario para operarles, pero no están familiarizados con los mecanismos neuronales básicos que les permiten llevar a cabo su trabajo". Y añaden, el hecho de que la anestesia lleve al cerebro a un estado tan profundo como el coma podría explicar, por ejemplo, porqué algunos pacientes tardan horas en despertar de una intervención, o porqué los pacientes más ancianos pueden tener algunas secuelas cognitivas que persitan durante meses.
En resumen, "comprendiendo mejor los estados del sueño y el coma pueden llevar a nuevos modos de antesia basados en otras formas de alterar el nivel de conciencia, y aportar la analgesia y la relajación muscular necesarias".
Emery Brown y su equipo, del departamento de Anestesia del Hospital General de Massachusetts (EEUU), uno de los centros médicos más importantes del mundo, repasan los últimos avances en la ciencia del sueño y la neurociencia para tratar de desvelar nuevas claves sobre la anestesia general.
De hecho, comparan los patrones de actividad eléctrica que se producen en nuestro cerebro bajo anestesia, durante el sueño o en estado de coma y aseguran que la anestesia general se parece más (cerebralmente hablando) al coma que a un sueño profundo como a menudo se imagina. "Hasta ahora, los anestesistas eran reacios a hacer la comparación con el coma porque se consideraba un término demasiado duro, pero es que realmente tiene que ser algo tan profundo, ¿cómo sino íbamos a poder operar a alguien?", se pregunta Brown.
En su revisión, Brown y sus colegas también analizan cómo actúan ciertos fármacos anestésicos para lograr el estado de inconsciencia, amnesia, falta de percepción del dolor e inmovilidad que caracteriza a la anestesia general. "Es una revisión muy bien hecha que demuestra que cada vez conocemos mejor las bases bioquímicas y los receptores sobre los que actúa la anestesia", explica a ELMUNDO.es el doctor Fernando Gilsanz, jefe del servicio de Anestesia del Hospital La Paz de Madrid.
Por ejemplo, es curioso que la ketamina, cuyo mecanismo en realidad provoca una excitación de las neuronas, se emplee para 'dormir' al paciente en la mesa de operación. Aunque como explican en su artículo, lo que ocurre es que la ketamina provica en realidad un exceso de actividad que provoca un efecto similar a un envío caótico y desorganizado de información y datos en un ordenador que acaba colapsando el sistema.
Y es que, como critican con sutileza a sus colegas, "muchos anestesistas saben cómo inducir y mantener a sus pacientes en el estado necesario para operarles, pero no están familiarizados con los mecanismos neuronales básicos que les permiten llevar a cabo su trabajo". Y añaden, el hecho de que la anestesia lleve al cerebro a un estado tan profundo como el coma podría explicar, por ejemplo, porqué algunos pacientes tardan horas en despertar de una intervención, o porqué los pacientes más ancianos pueden tener algunas secuelas cognitivas que persitan durante meses.
En resumen, "comprendiendo mejor los estados del sueño y el coma pueden llevar a nuevos modos de antesia basados en otras formas de alterar el nivel de conciencia, y aportar la analgesia y la relajación muscular necesarias".
**Publicado en "El Mundo"
Un 3% de la población sufre adicción a las compras
'Cuando tengo algo de dinero no puedo evitar gastarlo'. 'A veces compro cosas que no le enseño a nadie porque me siento culpable'. 'Adquiero productos que no necesito'. 'Suelo comprar de manera impulsiva'. Si se reconoce usted positivamente en todas estas afirmaciones tal vez sea hora de plantearse que puede ser un adicto a las compras. No existen cifras de cuántas personas se encuentran en esta situación, pero fechas como las Navidades o las rebajas cercanas pueden acentuar su problema.
Compras compulsivas y no planificadas, de artículos que no necesita, por un importe que supera sus posibilidades económicas y le llevan a endeudarse, o con el objetivo de mejorar su autoestima a través de los productos que ha adquirido. Ésas podrían, ser a grandes rasgos, las características que definen a un adicto a las compras (en inglés, 'shopaholic'), un trastorno que a menudo no se percibe como tal.
"Por nuestros valores sociales, ciertos productos se reconocen como un símbolo de estatus: cuanto más tienes, más eres", señala el psicólogo José Antonio Molina, especialista en adicciones y director del centro Psicohealth. Por eso, y más en estas fechas Navideñas, los adictos a las compras pueden tratar de autojustificarse más fácilmente ("si todo el mundo gasta de más...").
-¿Cómo reconocer a un adicto?
Pero, ¿cómo diferenciar los excesos propios de las compras navideñas de una verdadera adicción? Molina destaca varios puntos. "Lo primero es una cuestión temporal. Probablemente si nos diagnosticasen ahora, muchos de nosotros saldríamos adictos a gastar, al alcohol, comedores compulsivos... Pero el consumo abusivo debe mantenerse en el tiempo para considerarse adicción", aclara en primer lugar.
La segunda característica de esta adicción es que tenga consecuencias negativas para quien la practica, y aún así la mantenga. "Recuerdo el caso de un paciente que cobraba un subsidio de poco más de 400 euros, le pasaba una pensión a su ex mujer de unos 200 y aún así se había gastado más de 300 en un día en ropa de marca", apunta el especialista del Colegio madrileño de Psicólogos.
Como añade en este sentido el doctor Javier Garcés, presidente de la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales, "el problema empieza con pequeños desajustes con la tarjeta de crédito y acaba en la quiebra". Según los datos que se manejan, el porcentaje de adictos a las compras que llegan a esta situación patológica y de pérdida de control es del 3% aproximadamente, "aunque probablemente eso sólo es la punta del iceberg porque hasta el 30% de los europeos tiene problemas de descontrol en el gasto".
-Igual entre hombres y mujeres
A pesar de la idea de que son las mujeres las mayores adictas a las compras, en realidad la diferencia está sólo en el tipo de productos que adquieren unas y otros. "Las mujeres se decantan más por las joyas, la lencería o los cosméticos; mientras que los adictos varones compran móviles, informática, tecnología...", señala Molina. "Una cosa es que a las mujeres les guste más ir de compras y otra muy distinta es que sean más adictas", señala Garcés, profesor de Psicología del Consumidor.
De hecho, en el estudio europeo que él coordinó entre 1997 y 2000, las diferencias que se observaron no fueron una cuestión de género, sino de edad: "Las generaciones más jóvenes son cada vez más consumistas que sus predecesores. Nadie mayor de 65 años tiene problemas de adicción a las compras; mientras que los jóvenes de 16-17 años han crecido ya educados en el consumo, sin ninguna sensación de riesgo". De hecho, hasta la década de los ochenta no se le empezó a prestar atención al problema.
Como todos los adictos, también los 'shopaholics' se pueden recuperar de su problema. Aunque el primer paso que deben dar es reconocer que tienen un trastorno; "de momento, como en otros diagnósticos 'nuevos', como la adicción a Internet, no existe todavía tradición de acudir a un profesional", destaca Molina.
Una vez valorado el trastorno, las técnicas conductuales de control de los impulsos y las cognitivas (para huir del autoengaño) pueden ayudar a desengancharse. Aunque en los casos más graves podría ser necesario recurrir a algún psicofármaco. Como aclara el doctor Garcés, es importante saber que los adictos no disfrutan con las compras, "sienten culpabilidad".
Así que si usted "es feliz con lo que compra, usa los artículos que ha adquirido y se gasta dentro de sus posibilidades", tal vez no sea más que un poco consumista; quizás un poco más en estas fechas.
**Publicado en "El Mundo"
Compras compulsivas y no planificadas, de artículos que no necesita, por un importe que supera sus posibilidades económicas y le llevan a endeudarse, o con el objetivo de mejorar su autoestima a través de los productos que ha adquirido. Ésas podrían, ser a grandes rasgos, las características que definen a un adicto a las compras (en inglés, 'shopaholic'), un trastorno que a menudo no se percibe como tal.
"Por nuestros valores sociales, ciertos productos se reconocen como un símbolo de estatus: cuanto más tienes, más eres", señala el psicólogo José Antonio Molina, especialista en adicciones y director del centro Psicohealth. Por eso, y más en estas fechas Navideñas, los adictos a las compras pueden tratar de autojustificarse más fácilmente ("si todo el mundo gasta de más...").
-¿Cómo reconocer a un adicto?
Pero, ¿cómo diferenciar los excesos propios de las compras navideñas de una verdadera adicción? Molina destaca varios puntos. "Lo primero es una cuestión temporal. Probablemente si nos diagnosticasen ahora, muchos de nosotros saldríamos adictos a gastar, al alcohol, comedores compulsivos... Pero el consumo abusivo debe mantenerse en el tiempo para considerarse adicción", aclara en primer lugar.
La segunda característica de esta adicción es que tenga consecuencias negativas para quien la practica, y aún así la mantenga. "Recuerdo el caso de un paciente que cobraba un subsidio de poco más de 400 euros, le pasaba una pensión a su ex mujer de unos 200 y aún así se había gastado más de 300 en un día en ropa de marca", apunta el especialista del Colegio madrileño de Psicólogos.
Como añade en este sentido el doctor Javier Garcés, presidente de la Asociación de Estudios Psicológicos y Sociales, "el problema empieza con pequeños desajustes con la tarjeta de crédito y acaba en la quiebra". Según los datos que se manejan, el porcentaje de adictos a las compras que llegan a esta situación patológica y de pérdida de control es del 3% aproximadamente, "aunque probablemente eso sólo es la punta del iceberg porque hasta el 30% de los europeos tiene problemas de descontrol en el gasto".
-Igual entre hombres y mujeres
A pesar de la idea de que son las mujeres las mayores adictas a las compras, en realidad la diferencia está sólo en el tipo de productos que adquieren unas y otros. "Las mujeres se decantan más por las joyas, la lencería o los cosméticos; mientras que los adictos varones compran móviles, informática, tecnología...", señala Molina. "Una cosa es que a las mujeres les guste más ir de compras y otra muy distinta es que sean más adictas", señala Garcés, profesor de Psicología del Consumidor.
De hecho, en el estudio europeo que él coordinó entre 1997 y 2000, las diferencias que se observaron no fueron una cuestión de género, sino de edad: "Las generaciones más jóvenes son cada vez más consumistas que sus predecesores. Nadie mayor de 65 años tiene problemas de adicción a las compras; mientras que los jóvenes de 16-17 años han crecido ya educados en el consumo, sin ninguna sensación de riesgo". De hecho, hasta la década de los ochenta no se le empezó a prestar atención al problema.
Como todos los adictos, también los 'shopaholics' se pueden recuperar de su problema. Aunque el primer paso que deben dar es reconocer que tienen un trastorno; "de momento, como en otros diagnósticos 'nuevos', como la adicción a Internet, no existe todavía tradición de acudir a un profesional", destaca Molina.
Una vez valorado el trastorno, las técnicas conductuales de control de los impulsos y las cognitivas (para huir del autoengaño) pueden ayudar a desengancharse. Aunque en los casos más graves podría ser necesario recurrir a algún psicofármaco. Como aclara el doctor Garcés, es importante saber que los adictos no disfrutan con las compras, "sienten culpabilidad".
Así que si usted "es feliz con lo que compra, usa los artículos que ha adquirido y se gasta dentro de sus posibilidades", tal vez no sea más que un poco consumista; quizás un poco más en estas fechas.
**Publicado en "El Mundo"
España: Los riesgos de adelantar el parto por el cheque-bebé

El director del Centro Nacional de Ecografía en Ginecología y Obstetricia (Cenego), Luis Mercé Alberto, ha afirmado que adelantar los partos que todavía no están a término, no sólo es algo "desaconsejable sino que está absolutamente contraindicado porque pone en riesgo la salud del bebé".
Mercé se ha referido a los casos de algunas mujeres que quieren adelantar el parto para cobrar el cheque bebé de 2.500 euros que dejará de ser efectivo a partir del 1 de enero y al respecto ha adelantado que, si se trata de un parto que no está a término, las repercusiones pueden ser negativas para el bebé y para la familia, y al final el daño "suele ser más caro que el cheque bebé".
"Lo peor sería adelantar partos que no estuviesen a término, es decir, que el niño no estuviese lo suficientemente maduro o bien para respirar o bien para comer. Esto plantea un problema perinatal porque hay que ayudar al niño desde el punto de vista de utilizar incubadora o medios especiales que aumentan tremendamente el gasto y ponen en riesgo la salud del recién nacido. Por tanto estaría totalmente en estos casos no desaconsejado, aquí está absolutamente contraindicado", ha afirmado el director de Cenego.
Respecto a la experiencia que tienen en el centro, Mercé ha aseverado que "ninguna de las embarazadas" que acuden a hacerse una ecografía "comentan en absoluto sobre su intención de adelantarse el parto", si bien no rechaza que ese movimiento exista, sobre todo en los "blogs de Internet" donde sí se habla de la posibilidad de adelantar el alumbramiento.
En defensa de la sanidad privada
Mercé ha querido diferenciar los casos en los que se pretende adelantar el parto por motivos económicos de las inducciones que se van a realizar "por motivos médicos" estas últimas semanas de diciembre, y que pueden ponerse en tela de juicio. Al respecto, ha aclarado que las inducciones que sean necesarias se llevarán a cabo "lógicamente tanto en la medicina pública como en la privada" y, por ello, "nada tiene que ver con el cheque bebé".
Entiende "perfectamente" que haya gente con mala situación económica que requiera de esa prestación, pero cree que no es un problema que se solucione "con una inducción de parto, sino a través de una serie de medidas sociales que el Gobierno debería procurar en estos casos.
El director de Cenego también ha salido en defensa de la medicina privada y ha criticado algunas voces que apuntan a que en este campo se da una cierta "connivencia" entre médicos y pacientes "para llegar a inducir un parto y poder recuperar ese cheque bebé", una idea que rechaza por completo. "Los ginecólogos españoles son unos profesionales muy altamente cualificados para realizar una inducción tanto en medicina pública como privada o terminar un parto con los motivos médicos muy seguros" y no debido a otros aspectos como puede ser "una cierta cantidad de dinero que se dé de ayuda", sentencia.
Mercé se ha referido a los casos de algunas mujeres que quieren adelantar el parto para cobrar el cheque bebé de 2.500 euros que dejará de ser efectivo a partir del 1 de enero y al respecto ha adelantado que, si se trata de un parto que no está a término, las repercusiones pueden ser negativas para el bebé y para la familia, y al final el daño "suele ser más caro que el cheque bebé".
"Lo peor sería adelantar partos que no estuviesen a término, es decir, que el niño no estuviese lo suficientemente maduro o bien para respirar o bien para comer. Esto plantea un problema perinatal porque hay que ayudar al niño desde el punto de vista de utilizar incubadora o medios especiales que aumentan tremendamente el gasto y ponen en riesgo la salud del recién nacido. Por tanto estaría totalmente en estos casos no desaconsejado, aquí está absolutamente contraindicado", ha afirmado el director de Cenego.
Respecto a la experiencia que tienen en el centro, Mercé ha aseverado que "ninguna de las embarazadas" que acuden a hacerse una ecografía "comentan en absoluto sobre su intención de adelantarse el parto", si bien no rechaza que ese movimiento exista, sobre todo en los "blogs de Internet" donde sí se habla de la posibilidad de adelantar el alumbramiento.
En defensa de la sanidad privada
Mercé ha querido diferenciar los casos en los que se pretende adelantar el parto por motivos económicos de las inducciones que se van a realizar "por motivos médicos" estas últimas semanas de diciembre, y que pueden ponerse en tela de juicio. Al respecto, ha aclarado que las inducciones que sean necesarias se llevarán a cabo "lógicamente tanto en la medicina pública como en la privada" y, por ello, "nada tiene que ver con el cheque bebé".
Entiende "perfectamente" que haya gente con mala situación económica que requiera de esa prestación, pero cree que no es un problema que se solucione "con una inducción de parto, sino a través de una serie de medidas sociales que el Gobierno debería procurar en estos casos.
El director de Cenego también ha salido en defensa de la medicina privada y ha criticado algunas voces que apuntan a que en este campo se da una cierta "connivencia" entre médicos y pacientes "para llegar a inducir un parto y poder recuperar ese cheque bebé", una idea que rechaza por completo. "Los ginecólogos españoles son unos profesionales muy altamente cualificados para realizar una inducción tanto en medicina pública como privada o terminar un parto con los motivos médicos muy seguros" y no debido a otros aspectos como puede ser "una cierta cantidad de dinero que se dé de ayuda", sentencia.
**EP
Un equipo científico consigue transferir de forma automática los movimientos del brazo de un individuo a una segunda persona

Leer la actividad eléctrica generada por los músculos del cuerpo humano no es un problema hoy en día, pero, ¿pueden esos impulsos ser transferidos al cuerpo de otra persona? Parece algo de ciencia ficción, pero un grupo de estudiantes lo ha logrado. Aunque los resultados son todavía algo erráticos, el equipo ha conseguido tomar la lectura de una electromiografía y transferir esas señales eléctricas a otra persona. Básicamente, han sido capaces de transferir los movimientos propios del brazo de un individuo a una segunda persona. El primero mueve el brazo y el segundo lo repite de forma más o menos automática.
Desde hace algunos meses, Alex Dodge, Stepan Boltalin y Johnny Lu han estado investigando la tecnología utilizada en la electromiografía (EMG), la técnica capaz registrar la actividad eléctrica producida por los músculos, con el fin de concretar una tesis. ¿De qué se trata? Poder transformar esas señales eléctricas y transmitirlas a otro cuerpo, conectados entre sí. Por el momento han obtenido resultados positivos, aunque no han llegado muy lejos.
Básicamente lo que están haciendo es convertir la función de lectura de la EMG y transformarla en escritura. Para lograrlo, primero reescribieron el código tradicional de la EMG para que tener una mejor lectura de las señales y sea más estable. Luego utilizaron esa señal para controlar un optoacoplador, lo que les permitió regular la salida del estimulador de músculos. Este sistema les sirve actualmente para mostrar la idea de la tecnología, leer un movimiento muscular y transmitirlo a una segunda localización donde se encuentran los electrodos, en este caso, otra persona.
Desde hace algunos meses, Alex Dodge, Stepan Boltalin y Johnny Lu han estado investigando la tecnología utilizada en la electromiografía (EMG), la técnica capaz registrar la actividad eléctrica producida por los músculos, con el fin de concretar una tesis. ¿De qué se trata? Poder transformar esas señales eléctricas y transmitirlas a otro cuerpo, conectados entre sí. Por el momento han obtenido resultados positivos, aunque no han llegado muy lejos.
Básicamente lo que están haciendo es convertir la función de lectura de la EMG y transformarla en escritura. Para lograrlo, primero reescribieron el código tradicional de la EMG para que tener una mejor lectura de las señales y sea más estable. Luego utilizaron esa señal para controlar un optoacoplador, lo que les permitió regular la salida del estimulador de músculos. Este sistema les sirve actualmente para mostrar la idea de la tecnología, leer un movimiento muscular y transmitirlo a una segunda localización donde se encuentran los electrodos, en este caso, otra persona.
-Movimiento guardado
Como se puede ver en el vídeo, el resultado es bastante increíble, aunque un poco errático. El próximo paso sería intentar guardar o grabar el movimiento de un músculo para luego poder reproducirlo en el mismo individuo, en otro o, en caso de que sea posible, en una máquina. El único problema es que no podrían hacerlo con el hardware que tienen, lo que quiere decir que todavía queda mucha más investigación por delante y también buscar organizaciones que quieran financiar el proyecto.
Como se puede ver en el vídeo, el resultado es bastante increíble, aunque un poco errático. El próximo paso sería intentar guardar o grabar el movimiento de un músculo para luego poder reproducirlo en el mismo individuo, en otro o, en caso de que sea posible, en una máquina. El único problema es que no podrían hacerlo con el hardware que tienen, lo que quiere decir que todavía queda mucha más investigación por delante y también buscar organizaciones que quieran financiar el proyecto.
**Publicado en "Neoteo"
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