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22 March 2021

El retraso en el diagnóstico de la cefalea en racimos en España es cercano a los 5 años

  

 

 Ayer se conmemoró el Día Internacional de la Cefalea en Racimos, un tipo de cefalea que se caracteriza por la aparición cíclica de dolor de cabeza unilateral, relativamente breve pero muy intenso y que generalmente va acompañado de otros síntomas oculares o nasales como lagrimeo, enrojecimiento, congestión y/o secreción nasal. La Sociedad Española de Neurología (SEN) estima que aproximadamente 50.000 personas padecen cefalea en racimos en España, de acuerdo a los datos recogidos en el último Manual de Práctica Clínica de Cefaleas de la SEN.

 

“Aunque la cefalea en racimos no es el tipo de dolor de cabeza más común, es el más habitual dentro de las cefaleas trigémino-autonómicas y es uno de los dolores de cabeza más invalidantes que existen por la alta intensidad del dolor. De carácter penetrante, taladrante, expansivo o pulsátil, es un dolor que muchos pacientes describen como atroz o insoportable, con el inconveniente añadido de que, durante los ataques, los pacientes no toleran el estar en posición de descanso y muestran una gran inquietud motora. Afortunadamente las crisis de dolor no suele durar más tres horas”, explica el Dr. Pablo Irimia, Coordinador del Grupo de Estudio de Cefaleas. 

 

La cefalea en racimos también se caracteriza porque las crisis se suelen presentan con una sorprendente puntualidad, casi siempre a la misma hora y con un predominio vespertino y/o nocturno en el 73% de los casos. Además, la gran mayoría de los pacientes que la padecen suelen tener periodos libres de dolor superior a los tres meses (cefalea en racimos episódica), aunque también pueden darse casos en los que las crisis aparecen a diario sin periodos libre de dolor (cefalea en racimos crónica).

 

“Es precisamente el hecho de que existan estos periodos tan amplios de remisión, junto con que el dolor de cabeza no tenga una gran duración, lo que hace que sea uno de los dolores de cabeza menos diagnosticados. Aunque en los últimos años cada vez más población se ha concienciado sobre la importancia que tiene consultar el dolor de cabeza para evitar que éste se cronifique, la demora diagnóstica de la cefalea en racimos, desde el inicio de los síntomas, aún es cercana a los 5 años en España”, comenta el Dr. Pablo Irimia.

 

Pero además, la cefalea en racimos puede cronificarse en el 20% de los casos; lo que conlleva una mayor discapacidad, así como una menor respuesta a los fármacos preventivos: un 10% de las formas crónicas son refractarias a los fármacos.

 

En todo caso, tanto si se padece esta enfermedad tanto en su forma crónica o no, según algunos estudios europeos,  el 96% de pacientes con cefalea en racimos tienen que modificar sus estilos de vida, un 78% reconocen restricciones en las actividades de la vida diaria; y además, los pacientes cefalea en racimos necesitan de más recursos sanitarios y tienen mayor absentismo laboral que la población general. Por otra parte, la probabilidad de desarrollar un cuadro depresivo es 3 veces mayor en pacientes con cefalea en racimos y aún mayor en pacientes con formas crónicas, en fases activas y con problemas de sueño. Y en torno al 33% de los pacientes con cefalea en racimos crónica y un 20% de los pacientes con cefalea en racimos no controlada confiesa dificultades para socializar o estrés a la hora de relacionarse con familia y amigos.

 

Aunque existen diferentes tratamientos farmacológicos sintomáticos y preventivos de eficacia demostrada, se estima que un 50% de los pacientes con cefalea en racimos no recibe el tratamiento preventivo adecuado y que más de un 30% de los pacientes no han tenido acceso al oxígeno como tratamiento de sus crisis. “La oxigenoterapia  debería ser una de las terapias de elección para el tratamiento de las crisis de estos pacientes,  dadas  las  ventajas  que  aporta: bajo coste, disminución del consumo de fármacos y ausencia de efectos secundarios. Aunque también hay ciertos fármacos como los triptanes, que pueden ser muy útiles para el tratamiento sintomático”, señala el Dr. Pablo Irimia. “Por otra parte también existen tratamientos preventivos, que deben valorarse cuando los pacientes tienen más de dos ataques diarios o periodos de remisión cortos. El tratamiento preventivo se debe retirar progresivamente cuando el paciente lleve al menos 2 semanas libre de síntomas (en las formas que no son crónicas) y reintroducirlo si el dolor reaparece”.

 

Pero además de los tratamientos también será necesario que los pacientes intenten llevar un estilo de vida saludable. Especialmente evitar tóxicos (alcohol y tabaco) y sustancias vasodilatadoras, intentar dormir correctamente y evitar las alturas, ya que son aspectos que suelen favorecer o precipitar los ataques de dolor.

 

Aunque es poco frecuente que los primeros síntomas de esta enfermedad se produzcan en la infancia, en la adolescencia o en edades avanzadas, la cefalea en racimos puede debutar en cualquier edad. En todo caso, la gran mayor parte de los casos se inician cuando los pacientes rondan los 30 años de edad y es una enfermedad que se da con mayor frecuencia en hombres.

 

Con motivo del Día Internacional de la Cefalea en Racimos, la Asociación Cefaleas en Racimos y Primarias España (CRAES) quiere dejar constancia de ciertas reivindicaciones, tanto médicas como sociales, para minimizar el impacto que esta enfermedad:  necesidad de más neurólogos especialistas en cefaleas y de Unidades de Cefaleas en todo el territorio nacional; uniformidad de tratamientos en todas las comunidades autónomas y facilidad de acceso a los mismos; mejora de los tiempos de derivación de los pacientes desde Atención Primaria a las Unidades de Cefaleas para evitar diagnósticos y tratamientos inadecuados; e inclusión de la cefalea en racimos en la lista de baremo de discapacidad.

 

El “Long-COVID” o “COVID-19 persistente”

           


 


Hay que tener muy presente que estamos ante una nueva entidad clínica, una enfermedad de la que, aunque se nos haga ya demasiado larga, apenas estamos lidiando con ella hace poco más de un año, y por tanto todavía estamos conociéndola. Cuando comenzó la pandemia de COVID-19, las descripciones iniciales de la sintomatología se centraron en las presentaciones clínicas de los pacientes en el entorno hospitalario agudo. En los meses posteriores, estuvieron disponibles datos sobre cómo cursan los pacientes con enfermedad leve (Gandhi, abril de 2020), junto con información sobre la aparición bastante común de enfermedad asintomática (Moriarty, marzo de 2020; Kimball, abril de 2020; Wei, abril de 2020; Él, abril de 2020). Más recientemente, han surgido datos de que algunos pacientes continúan experimentando síntomas relacionados con COVID-19 después de la fase aguda de la infección.

Actualmente no existe una definición de consenso claramente delineada para la afección: la terminología ha incluido "Long-COVID", "síndrome post-COVID", “COVID-19 persistente” y "Long haulers".

Numerosos estudios van reportando que los individuos recuperados de la COVID-19 pueden tener persistencia de síntomas, anormalidades radiológicas (>50%; Hang, enero de 2021) y compromiso en la función respiratoria incluso durante varios meses. Los adultos mayores y aquellas personas con patologías de base son los que más probablemente presenten síntomas persistentes de la COVID-19, pero incluso se han reportado casos de personas jóvenes y sanas que pueden sentir malestar durante semanas a meses después de la infección. Investigaciones publicadas en JAMA y British Medical Journal, después de un seguimiento prolongado, mostraron que el 87,4% de los pacientes informan de la persistencia de al menos un síntoma.  Estos pueden ser dolor muscular y en las articulaciones, debilidad, dificultad para respirar, palpitaciones, dolor torácico, erupciones cutáneas, mareos, confusión, cambios en la visión, apatía y desmotivación, según una encuesta a 1.500 individuos, realizada por la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana (Estados Unidos), se han descrito más de 50 síntomas relacionados. Las complicaciones más graves parecen ser menos comunes, pero se han informado cada vez más (Davies Dic 2020). Estas complicaciones incluyen:

  • Cardiovasculares: inflamación del miocardio, disfunción ventricular
  • Respiratorias: anomalías de la función pulmonar (fibrosis, alteración de la difusión y transporte de gases (oxígeno, CO2)
  • Renales: disminución de la función renal aguda
  • Dermatológicas: erupción cutánea, alopecia
  • Neurológicas: disfunción olfativa y gustativa, desregulación del sueño, cognición alterada, deterioro de la memoria
  • Psiquiátricas: depresión, ansiedad, cambios de humor

En un estudio con diferentes agrupaciones por síntomas de infectados con COVID-19 —siendo el grupo 1 los asintomáticos—, los investigadores de Wuhan (China) detectaron que el 60% de todos ellos tenían anomalías pulmonares (22% los del grupo 1). A las personas que piensan, especialmente los jóvenes: "es una enfermedad leve, ni siquiera tengo ningún síntoma, ​​ya lo superé", lamentablemente hay que decirles que los datos sugieren lo contrario: hay evidencia de daño miocárdico, miocardiopatía, arritmias, fracciones de eyección disminuidas, cicatrices y disminución de las capacidades pulmonares y accidentes cerebrovasculares. De hecho, independientemente de las condiciones preexistentes, la gravedad de la enfermedad (67% de los casos estudiados eran leves o asintomáticos en su domicilio) y el tiempo de diagnóstico, una investigación de un hospital en Frankfurt publicada en JAMA, detectó afección cardíaca en el 78% de los sujetos e inflamación miocárdica (miocarditis) en el 60% (Puntmann Ago 2020).

La caracterización de la etiología y fisiopatología de las secuelas tardías está en curso y puede deberse a daño orgánico de la fase de infección aguda, manifestaciones de un estado hiperinflamatorio persistente, actividad viral asociada con un reservorio viral del huésped o una respuesta de anticuerpos inadecuada. Los factores, además de la enfermedad aguda, que pueden complicar aún más el cuadro incluyen el desacondicionamiento físico al inicio o después de un curso prolongado de la enfermedad, comorbilidades anteriores al COVID-19 y secuelas psicológicas después de una evolución larga o difícil de la enfermedad, así como los relacionados con cambios en el estilo de vida debido a la pandemia. Es probable que las secuelas persistentes de COVID-19 representen múltiples síndromes resultantes de distintos procesos fisiopatológicos a lo largo del espectro de la enfermedad.

Se están abriendo Unidades de atención post-COVID-19 en nuestros centros médicos, que reúnen a equipos multidisciplinares para brindar un enfoque de tratamiento integral y coordinado para el abordaje del post-COVID-19. Los Institutos Nacionales de Salud y diversas sociedades científicas (SEMI, SEMERGEN) han publicado pautas provisionales para el tratamiento médico del COVID-19, incluida una sección sobre síntomas o enfermedades persistentes después de la recuperación del COVID-19 agudo. Estas pautas se actualizarán a medida que surja nueva información.

 

Dr. Jorge Baccelliere

Gerente de Planificación Asistencial 

Grupo HOSPITEN

19 March 2021

El 90% de los linfomas se pueden curar con un diagnóstico precoz, aunque un 30% reaparece


 

Expertos nacionales en el tratamiento del linfoma de Hodgkin se han conectado este jueves 18 de marzo a la I Jornada Virtual Linfomas CD30+ de los Hospitales Quirónsalud Andalucía, una reunión multidisciplinar creada para potenciar la investigación contra este tipo de cáncer y acercar las mejores terapias a los pacientes diagnosticados de linfoma de Hodgkin.

El encuentro, organizado por el doctor Agustín Hernández, jefe del servicio de Hematología del Hospital Quirónsalud Málaga, responde al compromiso del grupo Quirónsalud como líder en el tratamiento de pacientes oncológicos; ya que, como ha explicado el doctor Hernández, “se trata de una oportunidad pionera para potenciar la realización de protocolos conjuntos, mejorar en la atención al paciente oncológico y, en definitiva, poner a disposición de todos los andaluces las mejores estrategias para luchar contra el cáncer”.

La jornada ha contado con la participación de Leticia Moral, directora general de Asistencia y Calidad del grupo Quirónsalud, y de Tomás Urda, director gerente del Hospital Quirónsalud Málaga, quienes han expuesto la importancia vital en el trato eficiente al paciente oncohematológico; además de otros hematólogos referentes en este ámbito del Grupo Quirónsalud en Andalucía, como la doctora María Casanova, del Hospital Quirónsalud Marbella; el doctor Antonio González, del Hospital Quirónsalud Málaga; el doctor Guillermo Rodríguez, del Hospital Quirónsalud Sagrado Corazón; y el doctor Joaquín Sánchez, del Hospital Quirónsalud Córdoba.

Primer encuentro sobre el Linfoma de Hodgkin

El linfoma es un cáncer o enfermedad tumoral de una parte del sistema inmunitario llamado sistema linfático. Afecta a los linfocitos, células de la sangre que ayudan a luchar contra las infecciones. Este tipo de cáncer cuenta con unas altas tasas de curación con los esquemas de tratamiento quimioterápico estándar en primera línea, con un 90% en pacientes curados en estadios precoces y un 70% en avanzados; sin embargo, “hay que tener muy en cuenta que aproximadamente un 30% de pacientes, sobre todo en estadios avanzados, recaen en el primer año; es decir, reaparece el linfoma; y un 5 ó 10% es primariamente refractario, es decir, la quimioterapia inicial no llega a conseguir una curación en ellos”, ha declarado el doctor Hernández.

Dada la situación, se hace imprescindible el estudio y debate de las últimas técnicas y tratamientos en pacientes con linfoma para conocer e investigar la forma de evitar su reaparición. De esta manera, durante la jornada, los especialistas de Quirónsalud Andalucía han tratado el linfoma de Hodgkin, sus desafíos terapéuticos y la experiencia de sus pacientes.

Así, la doctora María Casanova ha centrado su intervención en la optimización del tratamiento en pacientes diagnosticados de linfoma de Hodgkin con estadio avanzado; aquellos en los que el tumor se encuentra extendido por gran parte del cuerpo. “El principal avance de los últimos años se basa en la combinación del tratamiento quimioterápico estándar, al cual se le añade inmunoterapia personalizada contra las características del linfoma que padece el paciente”, explica la hematóloga. Asimismo, ha mencionado los desafíos que surgen en el tratamiento del linfoma de Hodgkin: “la introducción de nuevos fármacos tales, como brentuximab vedotina, y los inhibidores de check point, comienzan a posicionarse en la primera línea de tratamiento de este linfoma y en los tratamientos de rescate”.

Tras revisar los últimos datos publicados acerca de esta personalización de tratamientos, el doctor Antonio González ha traspasado la teoría a la práctica clínica habitual, presentando y discutiendo casos de pacientes reales tratados con esta novedosa combinación en los Hospitales Quirónsalud del territorio andaluz.

Posteriormente, el doctor Guillermo Rodríguez ha revisado las mejores estrategias de tratamiento para los pacientes con linfoma de Hodgkin que presenten factores pronósticos de alto riesgo. Entre ellas, destaca Brentuximab (anticuerpo antiCD30); “un fármaco que ya ha comenzado a mejorar los resultados del tratamiento convencional, tanto en algunos pacientes que lo reciben en primera línea como, sobre todo, en pacientes que recaen o son refractarios”, ha alentado. Otros fármacos que han permitido mejorar el rescate de estos pacientes son los inhibidores de inmunocheckpoint -como también expuso la doctora Casanova- y la terapia CAR-T, que se espera que salga próximamente, “tratando los linfocitos del propio paciente modificados genéticamente para combatir a la enfermedad, que está dando esperanzadores resultados en ensayos clínicos y que ya está disponible para otros tipos de linfomas”.

Tras la completa revisión sobre el linfoma de Hodgkin, el doctor Joaquín Sánchez ha abordado el tratamiento de otro subgrupo de linfomas, los No Hodgkinianos CD30 positivos. “El tratamiento convencional de quimioterapia de primera línea basado en esquemas clásicos de quimioterapia en los subtipos linfoma B y T puede conseguir altos porcentajes de remisión completa, pero persistiendo una elevada tasa de recidiva tumoral”. En este sentido, ha afirmado que “afortunadamente, los esquemas de rescate de segunda línea incorporando anticuerpo anti-CD30 conjugado con toxina, son altamente eficaces consiguiendo segundas remisiones completas”. Así, la línea de investigación clínica actual incluye numerosos ensayos clínicos que incorporan el uso de anti-CD30 en la primera línea de tratamiento, con el fin de evitar la aparición de recaídas, ha resaltado el doctor Sánchez.

La reunión ha contado con la colaboración de la farmacéutica Takeda, con la cual el Servicio de Hematología del Hospital Quirónsalud Málaga ha establecido una alianza estratégica, que permitirá a ambas entidades colaborar de manera estrecha para conseguir la excelencia en el tratamiento del paciente oncohematológico.

Además, el grupo Quirónsalud apuesta por la máxima calidad para sus pacientes, con todos sus profesionales y equipos a la vanguardia de la sanidad; “prueba de ello será el nuevo edificio del Hospital Quirónsalud Málaga que albergará el futuro hospital de día oncohematológico, así como un PET/TC de última generación y un completo servicio de oncología radioterápica”, ha destacado el jefe de Hematología, Agustín Hernández.

 


17 March 2021

La pandemia sitúa a las carreras universitarias relacionadas con salud entre las preferidas por los españoles

 Hace poco más de un año que se decretó el Estado de Alerta en España, que llevó a un país entero al aislamiento domiciliario y a la restricción de la movilidad. La situación de muchos ciudadanos ha cambiado desde entonces, lo que ha llevado a muchos de ellos a replantearse cuestiones relacionadas con la formación  https://es.semrush.com/ la plataforma SaaS líder en gestión de visibilidad online y marketing de contenidos, ha elaborado un listado en el que recoge las carreras más buscadas en Internet durante este último año.

Para la realización de este análisis, Semrush ha comparado las solicitudes de búsqueda de las distintas formaciones académicas en Internet entre los años 2018 y 2020. Los primeros datos del estudio destacan que, en el último año, las búsquedas de información sobre el grado en Farmacia han crecido más del 168% en todo territorio nacional, y es que las carreras relacionadas con el ámbito sanitario han sido en las que más han aumentado las búsquedas. El informe señala que, desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020, el término ha acumulado una media de 738.900 búsquedas mensuales. Durante prácticamente el tercer trimestre del año, estas consultas fueron superiores llegando a 1.220.000 en agosto y, 1.000.000 en septiembre y octubre, descendiendo en los siguientes meses.

Farmacia, Enfermería, Fisioterapia, incluso Veterinaria se sitúan entre las carreras preferidas por los españoles. El análisis se Semrush revela también que la incesante labor de los sanitarios durante la pandemia en el último año coincide con un incremento del 40% en el interés que esta carrera suscita entre los españoles.

 

                   

 

Fernando Angulo, director internacional de comunicación de Semrush lo explica así: “ha sido un año muy duro en el que todos hemos visto como el personal sanitario lo ha dado -y continúa dándolo- todo. Es una actitud inspiradora que ha motivado elogios, emoción y motivación en todo el mundo, elevándolos a la categoría de héroes que -de forma incansable- exponen sus vidas para luchar contra un enemigo invisible que continúa azotando a las sociedades por todo el mundo. Es precisamente esa actitud inspiradora de personas que vertebran su labor profesional hacia un único objetivo: salvar vidas, y ese estar constante bajo la lupa de los medios de comunicación poniendo negro sobre blanco su incansable tarea; lo que está motivando que nuevas generaciones estén viéndose influidas por personas que han hecho de su vocación, su profesión: salvar vidas”.

Es relevante también el incremento de las búsquedas en torno a otras carreras profesionales de la salud, como veterinaria o enfermería, que han desarrollado papeles fundamentales durante la pandemia, aunque las cifras son notablemente inferiores a farmacia. Las consultas sobre veterinaria aumentaron un 90,5%, alcanzando su pico en los meses de septiembre y octubre con más de 200.000 búsquedas, y en el caso de enfermería, un 85,3%.

El análisis también señala que, además de carreras relacionadas con el ámbito sanitario, las búsquedas sobre la formación en comercio aumentaron en un 96,3%. Los hábitos de consumo de los españoles cambiaron como consecuencia de la pandemia y muchos particulares y empresas se vieron en la necesidad de adaptarse e impulsar sus ventas a través de ecommerce, que ha despegado en estos últimos meses, aumentando un 36% en 2020.

Por el contrario, a la cola de este informe, encontramos un gran descenso en otras carreras. Ejemplo de ellos son ingeniería de ordenadores (-54,3%), estadística (-17,4%) o documentación e información (-8,8%). Las búsquedas sobre traducción e interpretación se mantienen, con respecto al año 2019, sin variación alguna.

7 de cada 10 niños y adolescentes españoles sufren episodios de ansiedad por el confinamiento

                                        



 7 de cada 10 españoles con edades comprendidas entre los 6 y los 18 años presentan puntuaciones medias- altas de ansiedad por el confinamiento. Esta es una de las conclusiones extraídas de la investigación “Consequences of COVID-19 Confinement on Anxiety, Sleep and Executive Functions of Children and Adolescents in Spain”  en la que participa la Dra. Rocío Juárez Ruiz de Mier, neuropsicóloga y psicóloga infantil del Hospital Vithas Xanit Internacional, y que ha sido desarrollada por la Dra. Rocío Lavigne Cerván, de la Universidad de Málaga conjuntamente con el Dr. Ignasi Navarro de la Universidad de Alicante. Este estudio ha sido publicado por la prestigiosa revista Frontiers in Psychology.

“Para llegar a estas conclusiones hemos contado con una muestra de 1.028 niños residentes en España con edades comprendidas entre los 6 y los 18 años. La metodología de trabajo ha consistido en la difusión de una encuesta anónima realizada por sus progenitores en las que se analizaban aspectos como la ansiedad, el sueño y otras funciones cognitivas como la flexibilización o la organización”, explica la psicóloga infantil.

El objetivo de este estudio era valorar el impacto psicológico que la situación de confinamiento provocó en los más pequeños. “Desde nuestras consultas online estamos observando que debido a la pandemia los niños están sufriendo un cambio de hábito de manera brusca, y aunque los padres hacen un gran esfuerzo, es inevitable que muchos niños sientan desánimo, miedo y cambios en sus hábitos de vida, viéndose perjudicado su bienestar”.

“Los resultados de este estudio ponen de manifiesto que, de una muestra de 1.028 niños y adolescentes, el 66.9% y el 67.9% presentan puntuaciones medio-altas en ansiedad. En relación al sueño, un 40% manifiesta puntuaciones medias, un 36.4% altas y tan solo un 23.6% bajas. Y en referencia a funcionamiento ejecutivo, que está relacionado con la capacidad para planificarse y organizarse, autorregular sus emociones, gestionar bien el tiempo, solucionar problemas, motivarse, adaptarse a las distintas circunstancias e inhibir conductas no apropiadas..., encontramos que entre un 67.1% y un 68.3% de los niños y adolescentes muestran puntuaciones medias-altas”, explica la Dra. Rocío Juárez.

 

Con el objetivo de comprobar la existencia de diferencias en cuanto al sexo, tal y como muestran los resultados analizados, ser hombre o mujer no determina en la población estudiada que se presenten más o menos problemas de ansiedad, ni de sueño. Sin embargo, sí se encuentran diferencias estadísticamente significativas en funcionamiento ejecutivo, a favor de las mujeres. Es decir, la información obtenida sobre los niños y adolescentes varones muestra que presentan una mayor afectación para planificarse y organizarse, ser capaces de autorregular sus emociones, gestionar bien el tiempo, solucionar problemas, motivarse, adaptarse a las distintas circunstancias e inhibir conductas no apropiadas.

Con respecto a la variable edad, los datos arrojan diferencias entre los grupos. Por un lado, el grupo de preadolescentes y adolescentes obtiene niveles de ansiedad más elevados, mientras que, en el sueño, los adolescentes son los que muestran puntuaciones más alarmantes. Los resultados indican también que los adolescentes, a diferencia de los niños y preadolescentes, muestran dificultades significativas relacionadas con el sueño.

“Estos datos sugieren que la situación de confinamiento motivada por la actual pandemia puede estar afectando a la ansiedad en la población de 6 a 18 años, lo que a su vez puede afectar al sueño y repercutir negativamente al funcionamiento ejecutivo. No obstante, tanto el estado de ansiedad, como las alteraciones de sueño y alteraciones en el funcionamiento ejecutivo, pueden variar con el tiempo y fluctuar en intensidad, y más aún en esta situación”, explica la Dra. Juárez.

Además, añade que “no cabe duda de que, durante el confinamiento, a consecuencia de la pandemia actual, estamos detectando cambios en la salud mental de los niños y adolescentes de 6 a 18 años por lo que recomendamos que todos los niños y adolescentes que durante la post pandemia presenten síntomas de ansiedad, depresión, problemas de sueño, alteraciones ejecutivas, entre otros, tengan un seguimiento psicológico o psicopedagógico”.

“Si durante la pandemia estos síntomas son detectados, tenemos que hacer algo para evitar llegar a la post pandemia en esta situación, para ello se recomendaría aplicar programas de prevención tanto con los niños como con sus familias de cara a paliar los síntomas o a prevenir la aparición de síntomas más agudos. Se deberían de implantar urgentemente programas que ayuden a prevenir y/o tratar los problemas que la pandemia por covid-19 pueda generar sobre la salud mental de nuestros pequeños y jóvenes”, finaliza.

 

16 March 2021

Vithas Sevilla inaugura un servicio pionero especializado en salud emocional y bienestar mental

                                      



La covid-19 no es solamente una pandemia física sino también psicológica y emocional, por ello el Hospital Vithas Sevilla en colaboración con el Centro Psicosanitario Galiani han puesto en marcha un servicio psicosanitario único, pionero, e innovador dirigido a usuarios y pacientes en el campo de la salud emocional y el bienestar mental. La integración de equipos profesionales y know-how de ambas entidades permitirá realizar abordajes terapéuticos integrales, multi e interdisciplinares.

“Un importante porcentaje de personas que acuden al especialista muestran síntomas en los que la influencia de su salud emocional sobre el cuadro de salud física que presentan es determinante. Entre ellos se encuentran rasgos de personalidad, estado anímico y emocional, gestión del estrés, entorno vital, etc.”, explica el Dr. Manuel González, director gerente de Vithas Sevilla.

Además, José Antonio Galiani, psicólogo y director del Centro Psicosanitario Galiani añade que “los cambios vitales a nivel psicológico, emocional, personal, familiar y social que han experimentado los pacientes postcovid, así como las personas diagnosticadas con otras enfermedades, evidencian la importancia de la intervención psicosocial en el abordaje de las mismas”.

Uno de los objetivos de esta nueva unidad es prestar atención psicológica y psiquiátrica adulta e infanto/juvenil destinada a la prevención, evaluación, diagnóstico y tratamiento con la implementación del mejor conocimiento científico disponible. Y, por otro lado, llevar a cabo el abordaje psicosocial de la salud en las enfermedades físicas, acompañando la intervención médica y enriqueciéndola a través de la intervención paralela en salud emocional y bienestar mental.

“El abordaje psicosocial de la salud permite que la psicología trabaje conjuntamente con médicos especialistas para lograr un tratamiento global e integral de la enfermedad del paciente, generando mayor adherencia a los tratamientos, disminuyendo los factores de riesgo y potenciando los factores protectores que conducen a una vida saludable”, afirma Galiani.

Por otro lado, la nueva unidad especializada en salud emocional y bienestar mental de Vithas Sevilla, ofrece apoyo psicológico y contención emocional a los familiares y/o cuidadores durante todas las etapas del proceso de la enfermedad del paciente.

El Dr. Manuel González destaca que “la pandemia sanitaria está viniendo acompañada de una pandemia psicológica y emocional. Por ello, es importante contar con una unidad especializada ante el aumento de las secuelas psicológicas”. Por su parte, José Antonio Galiani añade que “lo más importante que las personas podemos hacer en nuestras vidas, es cambiar una vida, en el transcurso de nuestra vida. Por eso, el objetivo de esta unión es mejorar la salud emocional y bienestar mental ofreciendo los mejores servicios”.

“Desde el Centro Psicosanitario Galiani se realiza la elección del Vithas Sevilla por ser un hospital de referencia, el cual ofrece servicios diferenciadores y de alto valor añadido al paciente. Debido a ello, existe una total identificación de ambas empresas en su misión, visión y valores en lo que se refiere al cuidado y tratamiento de la salud emocional y el bienestar mental de las personas; todo ello con la implementación del mejor conocimiento científico disponible, a través de servicios psicosanitarios eficaces, eficientes y excelentes”, puntualiza José Antonio Galiani.

La nueva unidad especializada en salud emocional y bienestar mental del Hospital Vithas Sevilla cuenta con un total de 5 profesionales especializados en psicología y psiquiatría.

 

El ayuno intermitente: la dieta de moda que también mejora la salud

 


El ayuno internamente se practica desde la antigüedad en algunas religiones y culturas; sin embargo, ha ganado muchos adeptos últimamente por ser práctica habitual de celebrities y por sus beneficios para la salud; entre ellos, la ansiada pérdida de peso. El ayuno, habitualmente, se ha limitado a la franja horaria que va desde la cena hasta el desayuno del día siguiente; pero, “en el caso del ayuno intermitente, se propone ampliar el rango de horas de no ingesta, siendo una de las fórmulas más recomendadas la de ocho horas comiendo y dieciséis horas sin comer porque, con ese tiempo de ayuno tan elevado, el cuerpo entra en cetosis; empieza a quemar las grasas ante su propia necesidad de glucosa para obtener energía”, explica el doctor José Manuel García Almeida, jefe del servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Quirónsalud Málaga.

 

El ayuno ha generado mucho interés social y también científico puesto que, “hasta el momento, no se había considerado el rol de las horas de alimentación como un método para controlar el metabolismo, pero ahora se empieza a demostrar que produce efectos beneficiosos para el cuerpo, como aumentar la sensibilidad a la insulina, mejorar la hipertensión arterial y la diabetes o controlar el peso y el apetito”, advierte el endocrinólogo.

 

¿En qué consiste el ayuno intermitente?

 

“El ayuno intermitente no es una dieta en sí, sino una estrategia dietética que alterna entre breves periodos de ayuno, sin alimentos o con una reducción significativa de calorías, y periodos de alimentación sin restricciones”, destaca Lara Dalla Rovere, nutricionista del Hospital Quirónsalud Málaga. Existen varios tipos según su frecuencia y duración, siendo “el más común el 16:8, donde la ventana de ayuno aumenta a 16 horas. En este caso un ejemplo sería saltar el desayuno, comiendo a las 14.00 y terminando la cena a las 22.00. O desayunando a las 9.00 y adelantando la merienda-cena a las 18.00, como última comida del día”. Según la frecuencia y duración, el equipo expone que pueden ser de frecuencia elevada y duración corta, por ejemplo 12:12 o 16:8 varios días a la semana o todos los días; de frecuencia y duración medias, por ejemplo, el 5:2, donde se seguirán 5 días de alimentación estándar y 2 días de fuerte restricción calórica; y, por último, de frecuencia baja y duración larga, siendo 2-3 días de ayuno una vez al mes. “En función del hábito de comidas, horarios de trabajo o de entrenamientos, se podría implementar uno u otro. El metabolismo del ayuno no es un proceso estático ni homogéneo, sino que va evolucionando a medida que se prolonga en el tiempo. Los primeros días se ponen en marcha unos mecanismos metabólicos adaptativos que van cambiando si posteriormente aumenta su duración”, detalla Lara Dalla.

Otro aspecto importante que destaca la nutricionista es que “durante las horas de ayuno se deben tomar líquidos como agua, café solo (sin azúcar y sin leche), té e infusiones sin endulzar, bebidas probióticas, como kombucha o kéfir de agua, o caldo de huesos o de verdura filtrado.

¿Por qué se recomienda el ayuno?

Ayunar no es pasar hambre, ya que durante el ayuno desaparece el apetito. Cuando uno está en ayuno o sin alimento, “el metabolismo del organismo consume las propias reservas, siendo la principal fuente de energía los lípidos. Además, al no ingerir comida ni hidratos de carbono, se suprime la insulina y otras hormonas como la leptina, hormona que regula el apetito. Dependiendo de la duración del ayuno, se crean adaptaciones metabólicas: se disminuye el consumo de glucosa en el músculo, el tejido adiposo y el hígado, y se ponen en marcha mecanismos de producción de glucosa y posteriormente de otros nutrientes, como ácidos grasos libres y cuerpos cetónicos. El aumento de los valores circulantes de cuerpos cetónicos produce inapetencia, por lo que el hambre desaparece; y, por tanto, controlar el tiempo en el cual se ingieren los alimentos, te da la posibilidad de controlar las calorías, el metabolismo y, por tanto, los resultados”, revela el doctor Almeida.

 

En el caso de la pérdida de peso, en estos últimos dos años se ha comenzado el estudio del ayuno intermitente en personas para conocer si ayuda a perder más peso que una dieta hipocalórica estándar. “Se ha visto que, aunque no son resultados concluyentes, se produce una pérdida de peso mayor que en una dieta hipocalórica estándar si el ayuno intermitente consigue bajar las calorías totales. Esto quiere decir que, si el paciente respeta las horas de ayuno y no suple la ingesta con las horas de comida, al final toma menos calorías de las que necesita y pierde peso”.

 

Además, se ha relacionado con las horas a las que comemos. Antiguamente comíamos una o dos veces al día, dependiendo de la cantidad de comida que pudiésemos conseguir. “En la actualidad, los rangos de ingesta de comida son constantes, consumiendo mucho más de noche; esto provoca cambios en los ciclos circadianos, volviendo loco a nuestro organismo y creando desajustes que derivan en patologías, entre otras, asociadas a la obesidad”, explica el endocrino. Por ello, esta práctica, al respetar las horas de descanso, favoreciendo un buen funcionamiento, se relaciona con menores tasas de enfermedad arterial coronaria y mayor control de la diabetes; además de mejorar la sensibilidad hacia la insulina y la presión sanguínea.

 

Siempre bajo el control de un especialista

Independientemente de qué tipo de ayuno se decida realizar, es importante valorar la estructura de la dieta para evitar carencias nutricionales, entre ellos de proteínas, fibra y micronutrientes como vitaminas y minerales. La nutricionista Lara Dalla cuenta que “en la práctica clínica, intentamos que la primera comida con la que se rompe el ayuno sea una fuente de proteína de alto valor biológico para suplir la falta nutrientes, como huevos, carne, pescado o lácteos”.

Estos tipos de estrategias dietéticas se suelen utilizar en pacientes con obesidad, para conseguir una pérdida de peso, mejora de la composición corporal y mejora de las enfermedades metabólicas asociadas a la obesidad. “Entre ellas, el ayuno es beneficioso para la prediabetes y la resistencia a la insulina, dado que puede mejorar la sensibilidad a la insulina; aunque estas pautas no están indicadas en diabéticos con insulinoterapia”, explica el doctor García Almeida. Uno de los principales riesgos de seguir un ayuno intermitente en pacientes que tienen tratamiento para la diabetes, son las hipoglucemias, “por lo que recomendamos que estos pacientes lleven un mayor control y seguimiento por parte de médico endocrino por el ajuste de medicamentos”.

Unidad de Obesidad del Servicio de Endocrinología y Nutrición

“En nuestra consulta de la Unidad de la Obesidad antes de definir el plan nutricional personalizado, realizamos una valoración completa, con herramientas como la bioimpedanciometría, el ángulo de fase, la ecografía muscular y abdominal, y una analítica metabólica. Una vez analizados los resultados, valoramos la intervención dietética más indicada, reestructurando no solo las elecciones de las comidas o cantidades, sino también los horarios”, comenta el especialista.

Así, cada paciente tiene un trato personalizado e individualizado que va más allá de una dieta compleja y difícil de conseguir; sino que trata, desde un análisis completo del individuo, todas las patologías que pueden estar asociadas a su persona y que pueden provocar su obesidad, tratándola y controlándola.

 


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