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23 November 2013

Expertos destacan que los nuevos anticoagulantes orales frente a la fibrilación auricular tienen un perfil de seguridad mayor y una facilidad de manejo superior respecto a las terapias estándar



El XXXIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI), que se celebra estos días en Málaga, ha acogido una mesa redonda con el objetivo de hacer una actualización sobre el papel de los nuevos anticoagulantes orales en el tratamiento de enfermedades como la fibrilación auricular. “La fibrilación auricular (FA) es la arritmia más frecuente. Afecta al 1-1.5% de la población general, y se calcula que su prevalencia aumentará notablemente debido al envejecimiento de la población y al creciente desarrollo sanitario que permitirá una detección precoz”, explica el Dr. José Antonio Nieto, Jefe del Servicio de Medicina Interna del Hospital General Virgen de la Luz, Cuenca, que añade: “Aparte de problemas cardiológicos específicos derivados de la reducción del gasto cardiaco, la principal consecuencia de la FA es el accidente cerebrovascular o ictus y la embolia sistémica. La FA duplica el riesgo de fallecimiento por cualquier causa en la población general y quintuplica el riesgo de tromboembolismo arterial, principalmente cerebral, siendo la causa de aproximadamente el 25% de los accidentes cerebrovasculares isquémicos”.

En España se estima que el 4,4 por ciento de los mayores de 40 años padecen FA, lo que supone cerca de 1 millón de personas, de las cuales el 9% no están diagnosticadas.1 Por este motivo, hacer frente a la fibrilación auricular con tratamientos eficaces, a la par que más seguros y ventajosos que las terapias actuales, se ha convertido en una necesidad médica de primera magnitud. Hasta ahora el tratamiento estándar era mediante antagonistas de la vitamina K, como acenocumarol (Sintrom®), pero estas terapias, pese a su efectividad, cuentan con diversos inconvenientes. Tal como expone el Dr. Nieto: “Sintrom®, igual que otros fármacos antivitaminas K como la warfarina, han sido muy útiles en la prevención de accidentes cerebrovasculares en pacientes con FA. Por meta-análisis sabemos que estos fármacos reducen un 68% la incidencia de ictus y un 33% la mortalidad general a cambio de aumentar el riesgo de tener una hemorragia grave. Son fármacos difíciles de controlar, que requieren con frecuencia ajustes de dosis y monitorización de su efecto. Su efecto se altera por alimentos y muchos medicamentos. Muchos pacientes (30-50%) abandonan el tratamiento durante el primer año y otros no lo reciben por el riesgo de sangrado que conlleva su utilización”.

Ventajas de los nuevos anticoagulantes orales
Con el fin de dar solución a este tipo de inconvenientes y buscar nuevas terapias seguras y eficaces, se están desarrollando los nuevos anticoagulantes orales. “Las principales novedades en el  tratamiento de la fibrilación auricular no valvular en los últimos años ha sido la disponibilidad de nuevos anticoagulantes orales, capaces de prevenir la complicación más temida de la FA: el ictus embólico y la embolia sistémica, con un perfil de seguridad mayor y una facilidad de manejo muy superior a la del tratamiento anticoagulante oral actualmente disponible (Sintrom®) y que desde hasta hace unos años, era la única alternativa.  Este hecho tiene un importante impacto en la calidad de vida de los pacientes”, afirma Carmen Suárez, Jefe del Servicio de Medicina Interna. Hospital Universitario de La Princesa, Madrid.

Uno de estos nuevos anticoagulantes orales es edoxabán, desarrollado por Daiichi Sankyo, del que se han presentado recientemente resultados de la fase III de desarrollo clínico como potencial nuevo tratamiento para la prevención de ictus y eventos embólicos sistémicos en pacientes con fibrilación auricular y para el tratamiento y prevención del tromboembolismo venoso recurrente. En septiembre se presentaron los datos positivos de edoxabán en el tratamiento del tromboembolismo venoso en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología3, y esta semana se han dado a conocer en las sesiones científicas de la American Heart Association, AHA 2013 los resultados del estudio global fase III ENGAGE AF-TIMI 48, que han sido publicados simultáneamente en New England Journal of Medicine.4,5

Resultados estudio ENGAGE AF-TIMI 48 sobre edoxabán
Durante la mesa redonda de SEMI se han explicado los resultados del estudio ENGAGE AF-TIMI 48. El análisis ha comparado dos regímenes de tratamiento con edoxabán, 60 mg y 30 mg, frente a warfarina en 21.105 pacientes con fibrilación auricular no valvular procedentes de 1.393 centros de 46 países durante una mediana de seguimiento de 2,8 años. Estos datos representan el mayor estudio realizado hasta la fecha con un nuevo anticoagulante en pacientes con fibrilación auricular no valvular. “El principal hallazgo del estudio es que edoxabán es tan eficaz como el tratamiento estándar con antivitaminas K, pero con un perfil de seguridad muy superior en cuanto al riesgo de sangrado”, explica la Dra. Suárez.

En la rama de tratamiento de edoxabán 60 mg hubo una incidencia anual de ictus o eventos embólicos sistémicos de 1,18% frente a 1,50% de warfarina (hazard ratio [HR], 0,79; 97,5% intervalo de confianza [IC], 0,63 a 0,99, p<0 .001="" 0="" 1="" 20="" 30="" 3="" 53="" 95="" 97="" a="" al="" anual="" de="" edoxab="" el="" emb="" en="" eventos="" frente="" hubo="" ic="" ictus="" incidencia="" inferioridad="" la="" licos="" los="" mayor="" mayores="" mg="" micos="" n="" no="" o="" p="" para="" rama="" redujo="" respectivamente="" sangrado="" sangrados="" significativamente="" sist="" span="" superioridad="" tratamiento="" un="" una="" warfarina="" y="">4

Los resultados obtenidos en los  pacientes con insuficiencia renal, bajo peso corporal o tratados con inhibidores de la glicoproteína P, que recibieron una reducción de la dosis de edoxabán, fueron consistentes con los resultados globales del estudio. Así, los pacientes que recibieron una dosis reducida de edoxabán en la rama de tratamiento de 60 mg tuvieron una incidencia anual de ictus o eventos embólicos sistémicos de 2,32% frente a 2,68% con warfarina y mostraron una reducción significativa de la incidencia de sangrado mayor de 3,05% frente a 4,85%. Los pacientes tratados con una dosis reducida de edoxabán en la rama de 30 mg experimentaron una incidencia anual de ictus o eventos embólicos sistémicos de 3,14% frente a 2,68% con warfarina y una reducción significativa de incidencia de sangrado mayor de 1,50% frente a 4,85%.

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