Con la llegada del verano se producen cambios importantes en nuestros
hábitos de vida que condicionan la aparición de patologías diferentes a las que
aparecen en otros períodos del año, todo ello derivado, principalmente, del
aumento de temperatura y modificaciones del estilo de vida. De esta forma, las
lesiones deportivas, las quemaduras solares, algunos tipos de infecciones y el
sobrepeso se convierten en las patologías más frecuentes durante estos meses de
calor. “El verano modifica de forma considerable nuestro estilo de vida.
Salimos más, nos exponemos a multitud de agentes externos en playas y piscinas,
comemos a deshoras (y, en muchas ocasiones, mal), intensificamos nuestras
relaciones sociales… factores todos ellos que propician la aparición de ciertas
patologías que se hacen más frecuentes en estos meses”, explica el Dr. Gavilán,
Jefe de Medicina Interna del Hospital Vithas Xanit Internacional
Si, además, como
suele ocurrir en estas fechas, nos vamos de vacaciones, estos cambios se
intensifican todavía más debido a que viajamos a otros lugares. “El
conocimiento de las patologías que son más comunes en verano y de las medidas
que podemos usar para prevenir las mismas son instrumentos útiles para evitar
algunos de estos cuadros y sus complicaciones”, explica el Dr. Gavilán.
Entre las
principales patologías que aparecen en este período destacaríamos:
- Aumento de lesiones
relacionadas con actividades deportivas, especialmente acuáticas. Entre ellas, por su
importancia, cabe destacar los traumatismos craneales y de la columna
cervicodorsal producidos por inmersiones imprudentes en el mar y piscinas,
muy frecuente entre jóvenes, así como el riesgo de ahogamientos cuando
estas inmersiones se producen en lugares peligrosos o en niños sin la
adecuada supervisión de adultos. Es importante también prevenir las
lesiones derivadas de accidentes de tráfico, frecuentemente relacionadas
con consumo de alcohol y desgraciadamente tan frecuentes en los periodos
de vacaciones.
- Enfermedades derivadas
de la exposición al sol y el aumento de temperaturas. La prevención de
quemaduras solares, con el uso de cremas protectoras y evitando exposiciones
prolongadas, es de extrema importancia para evitar el deterioro y
envejecimiento prematuro de la piel, especialmente en jóvenes y niños,
para evitar el riesgo de desarrollo de tumores de la piel como melanomas.
La exposición a temperaturas elevadas, especialmente si se asocia a la
realización de actividad física elevada como el deporte en horas de máxima
exposición solar, se asocia a patologías potencialmente mortales como el
golpe de calor. Una hidratación adecuada y evitar este tipo de actividades
en horas de máximo calor son medidas eficaces para su prevención
- Infecciones
gastrointestinales y toxiinfecciones alimentarias: suelen darse debido al
consumo de alimentos poco cocinados o en los que no se ha mantenido
adecuadamente la cadena de frío en su conservación, apareciendo los
característicos síntomas de estas infecciones, en forma de diarreas,
náuseas y vómitos.
- Otras infecciones: También aumenta la
frecuencia de infecciones urinarias y algunas infecciones cutáneas, a
veces relacionadas con el uso prolongado de ropas de baño húmedas,
especialmente en personas predispuestas. Cada vez es más frecuente,
especialmente durante el verano, con el aumento de las relaciones sociales
y sexuales esporádicas, la aparición de enfermedades de transmisión sexual,
de las que se ha perdido un poco la noción de riesgo en la época actual.
Muchas de esas infecciones son evitables con el uso de preservativos.
- Sobrepeso: relacionado con el
aumento de ingesta de comidas elaboradas con alto contenido calórico y
sal, que suelen ser factores desencadenantes en personas con patologías
crónicas como diabéticos, hipertensos y pacientes con cardiopatías
crónicas. Evitar la sobreingesta de calorías, sal y alcohol ayuda a
prevenir estas complicaciones.
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