“Además, según la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y
Trabajo, un 28% de los trabajadores europeos padece algún tipo de estrés
laboral, una cifra nada despreciable si tenemos en cuenta que esto no solo
repercute en la calidad de vida del trabajador sino también en la empresa,
produciendo un deterioro en el ámbito laboral que influye negativamente tanto
en las relaciones interpersonales como en el rendimiento y la productividad del
trabajador. De hecho, el estrés es la segunda causa de baja laboral en la Unión
Europea”, añade la especialista. “Es importante, por tanto, conocer por qué se
produce el estrés laboral y llevar a cabo una serie de medidas que nos ayuden a
que este fenómeno no pase factura a nuestra salud física y emocional”, explica
la psicóloga. del Hospital Vithas Xanit International.
Causas del
estrés laboral
Antes de
hablar de las causas del estrés laboral, debemos especificar que la diferencia
entre este tipo de estrés y el estrés común reside tan solo en el origen del
mismo, dado que las consecuencias y los problemas para la salud del estrés
laboral suelen ser las mismas y, además, estos problemas y consecuencias no se
quedan solo en el entorno laboral, sino que pueden incluso afectar al entorno
más próximo del individuo. “Una diferencia importante que se da entre el estrés
laboral y el estrés común es que, en el primero de los casos, las causas suelen
estar más claras, dado que coinciden en todos los casos. La elevada presión en
el entorno de trabajo, ya sea debido a un elevado grado de responsabilidad, una
excesiva carga de tareas, unas relaciones laborales insatisfactorias o un
ambiente físico-laboral inadecuado (o varios de estos factores a la vez) suele
ser el desencadenante de este estrés”, explica Vanesa Tejón. “El estrés laboral
surge, pues, cuando las demandas del trabajo son altas y, al mismo tiempo, la capacidad
de control del trabajador sobre éstas, normalmente por falta de recursos, es
baja”, matiza la especialista.
La mala
relación en la gestión del tiempo es otro de los motivos que origina el estrés
laboral, esto se da, sobre todo, en periodos como la vuelta de vacaciones,
cuando, el exceso de trabajo acumulado da lugar a querer abordar gran cantidad
de tareas en poco tiempo, lo que termina saturándonos. “Planificar nuestra
agenda de forma adecuada, dando prioridades a las tareas que son más importantes
y siendo conscientes de que, al regresar al trabajo, no podemos ponernos al día
en 24 horas, es una buena forma de gestionar el tiempo en el trabajo, lo que
puede ayudarnos a prevenir padecer estrés en el trabado”, explica la psicóloga.
Vanesa Tejón
añade como otra de las causas comunes de estrés laboral la falta de
reconocimiento hacia el trabajado. “También se ha observado que el estrés
laboral puede producirse, en ocasiones, cuando el trabajador realiza un alto
esfuerzo y recibe una baja recompensa, no sólo económica sino también a nivel
de reconocimiento por parte de sus superiores”.
Consecuencias
del estrés laboral
Es importante
aclarar, antes de explicar qué consecuencias físicas y psicológicas puede traer
consigo el enfrentarse a una situación continuada de estrés, que toda persona
requiere de niveles moderados de estrés para responder de forma satisfactoria
no solo ante sus propias necesidades sino también a las necesidades del
entorno. “El estrés, en niveles bajos que remitan cuando el estímulo que lo
provoca cese, puede ayudar a nuestro organismo a lograr sus objetivos, ya que
es un mecanismo natural de defensa de nuestro organismo que nos ayuda a estar
alertas, el problema llega cuando nos sometemos al estrés de forma continuada
sin conseguir controlarlo”.
Una exposición
prolongada al estrés puede dar lugar a reacciones de cuatro tipos:
Fisiológicas: aumento del ritmo cardiaco, de la presión
sanguínea, de la tensión muscular, sudoración, problemas respiratorios,
trastornos gastrointestinales o trastornos dermatológicos son algunas de las
alteraciones físicas que podemos padecer ante un periodo de estrés.
Emocionales: preocupación excesiva, irritabilidad, mal
humor, ansiedad, depresión, etc.
Cognitivas: atención disminuida, olvidos, reducción de
la capacidad de solucionar problemas, falta de concentración, etc.
Conductuales: disminución de la productividad, pérdida
de tiempo, pérdida de calidad en el trabajo, etc.
“Si, como
empleados, experimentamos algunas de estas conductas es importante que llevemos
a cabo algunas de las recomendaciones que se ofrecen a continuación para
intentar disminuir el estrés”, explica la especialista.
¿Cómo podemos
prevenir el estrés laboral?
Además de estar alerta a todas las
señales que nuestro organismo nos ofrece para indicarnos que estamos ante un
proceso de estrés, los especialistas aconsejan llevar a cabo unas sencillas
pautas que ayuden a prevenir esta patología, sobre todo ahora que nos vemos
obligados a establecer de nuevo un ritmo rutinario en poco tiempo. Para afrontar
de forma adecuada la vuelta de las vacaciones y evitar que esto repercuta en la
salud laboral del trabajador, los especialistas de Vithas Xanit Internacional
recomiendan lo siguiente:
Valorar lo positivo del trabajo: es
importante que, en lugar de centrarte en lo negativo de tu trabajo te centres
en lo positivo (qué te gusta de tu trabajo, qué cosas buenas te aporta, qué te
permite hacer el estar trabajando, …)
Marcar objetivos pequeños: volver al
trabajo y adaptarte a la rutina debe ser algo gradual, no se puede abarcar todo
en el primer día. Hay que marcarse objetivos pequeños y graduales que se puedan
ir consiguiendo poco a poco. Si es necesario, pide ayuda delegando tareas o
hablando con tus compañeros.
Hacer deporte: el deporte nos ayuda a
liberar endorfinas y nos ayuda a desconectar de la actividad diaria. Intenta
dejar un hueco para el deporte en tus actividades diarias, aunque sea un simple
paseo diario.
Respetar el horario de descanso: un
descanso nocturno como mínimo de 6 horas es fundamental para afrontar la
actividad diaria de forma adecuada.
Hacer planes después del trabajo: venimos
de un periodo en el que la vida social se intensifica, salimos más, realizamos
más actividades de ocio, …. No podemos, de repente, dejar de lado estos planes.
Hay que intentar un tiempo semanal para planificar actividades al aire libre,
pasear, quedar con amigos, etc. Aunque estemos más cansados, debemos hacer el
esfuerzo, así evitaremos caer en el pesimismo y el temido “síndrome
postvacacional”.
“El secreto para evitar el estrés laboral está en la organización, no
sólo en el trabajo sino también en el día a día. Planificar la agenda laboral
para evitar la aparición de acontecimientos estresantes puede servirnos de
ayuda. Es importante también programar periodos de descanso entre tus
actividades y llevar una buena alimentación (no saltarse las comidas ni comer
en la mesa de trabajo). En casa, debemos darle importancia también al tiempo
que vamos a dedicarle a nuestra familia, teniendo en cuenta sus agendas para
planificar la nuestro y no dándoles el tiempo que nos sobra sino incluyéndolos
también en nuestros planes. Y, por supuesto, debemos programar actividades
variadas para que nuestra rutina no sea repetitiva”, añade Vanesa Tejón.
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