Tener unas encías enfermas,
especialmente si presentan
periodontitis, es un importante factor
de riesgo cardiovascular, añadiéndose a los clásicamente conocidos. De
hecho, la prevención y el tratamiento
periodontal no solo es fundamental para evitar la aparición de enfermedades
cardiovasculares, sino que también puede
disminuir el riesgo cardiovascular en los pacientes que se encuentran en
rehabilitación cardiaca, ya que se reduce la inflamación crónica que genera
la patología periodontal y que, entre otros efectos deletéreos, puede
contribuir al proceso de aterosclerosis.
“Esto no lo saben actualmente la
mayoría de los pacientes, por lo que es importante informarles de estos aspectos e incluir en su
programa de cuidados una serie de recomendaciones básicas e indispensables
sobre su salud periodontal”, destaca el Dr. Miguel Carasol, portavoz
científico de la Sociedad Española de Periodoncia, quien considera que “de la misma manera que en las Unidades de Rehabilitación
Cardiaca existen enfermeros, fisioterapeutas, psicólogos o nutricionistas, los dentistas pueden contribuir a que los
pacientes cardiópatas reciban una buena información y motivación sobre su
cuidado bucodental, sumándolo a la consecución de hábitos de vida
saludables en un momento en el que son esenciales para su futuro”.
Partiendo
de esta situación, la Sociedad Española
de Periodoncia (SEPA) y la Sociedad Española de Cardiología (SEC),
fruto de la colaboración en un grupo de trabajo que cuenta con el apoyo de VITIS® y PERIO·AID®, han culminado la primera fase de un
ambicioso e innovador proyecto para integrar
programas específicos de formación en salud bucodental en las Unidades de Rehabilitación
Cardiaca de los hospitales españoles.
Los programas de rehabilitación cardiaca, según los define la SEC, son “el
conjunto de intervenciones coordinadas y multidisciplinarias diseñadas para
optimizar el funcionamiento físico, psicológico y social de los pacientes con
enfermedad cardiaca, además de estabilizar, enlentecer o incluso revertir la
progresión de los procesos ateroscleróticos subyacentes, reduciendo así la
morbimortalidad”.
En
concreto, el proyecto implementado hasta el momento se ha sostenido en tres
objetivos esenciales, según explica el Dr. Juan José Gómez Doblas, cardiólogo e integrante del grupo
de trabajo SEPA-SEC: “1. Divulgar
entre la comunidad de cardiólogos la relación entre las enfermedades
cardiovasculares y las enfermedades periodontales; 2. Sensibilizar a los pacientes con cardiopatías de
la importancia de la correcta higiene bucodental y su vinculación con los
riesgos cardiovasculares; 3. Introducir hábitos de higiene bucodental en pacientes
de las unidades de rehabilitación para prevenir la aparición de enfermedades
periodontales que puedan perjudicar su estado de salud cardiaca”.
Exitosa experiencia
La experiencia piloto, que hasta el momento se ha llevado a cabo con
éxito en cuatro centros hospitalarios
españoles, pasa ahora a una nueva
fase de desarrollo. Atendiendo a los buenos resultados obtenidos y excelente
acogida, el objetivo es ampliar esta
iniciativa a todas las Unidades de Rehabilitación Cardiaca, ofreciendo un
nuevo enfoque en el manejo de personas con enfermedad cardíaca en el que se incorpora la atención a la salud bucal como
un elemento más a tener en cuenta en su abordaje clínico y a nivel preventivo.
Además de actuar sobre un factor de riesgo cardiovascular como es la
periodontitis, el paciente recibe información y ayuda en un aspecto fundamental
de su situación personal, como es el cuidado de su boca y la repercusión que
tiene a nivel de autoestima, relaciones sociales, reincorporación laboral,...
Actualmente,
se estima que hay en España alrededor de
130 Unidades de Rehabilitación Cardiaca, que atiende en torno a 15-20.000
pacientes/año. Como señala el Dr. Vicente Ignacio Arrarte, presidente de la Sección
Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la SEC, “en rehabilitación cardiaca es un momento idóneo para la información y para cambiar
hábitos y actuar preventivamente: el paciente está más receptivo y el trabajo
multidisciplinar está bien organizado”. En el caso concreto de
la colaboración entre cardiólogos y dentistas, este experto asegura que “la diferente perspectiva de actuación vista
desde esos dos ámbitos por separado enriquece una visión global de actuación y
prevención conjunta”.
En este mismo sentido, la Dra. Elena Figuero,
periodoncista y componente del grupo de trabajo SEPA-SEC, reconoce que “ambos colectivos han aprendido y
transmitido que existe una relación entre patologías tan frecuentes como la
periodontal y cardiovascular isquémica, así como que la prevención sigue siendo
la piedra angular de la salud”.
La
colaboración se hace aún más necesaria si se tiene en cuenta, como resalta el
Dr. Juan José Gómez Doblas, que “existe
no solo una clara conexión epidemiológica si no una causa inflamatoria común,
unos factores de riesgo comunes y un objetivo preventivo compartido”. A
juicio del Jefe
de Sección Cardiología Clínica del Hospital Virgen de la Victoria (Málaga), “cuidar
la salud de las encías es un elemento importante en la consecución de un estado
general saludable en el paciente cardiovascular, ya que la boca, y
concretamente la encía, es esencial en este objetivo”.
Salud cardiovascular en la consulta
dental
Esta
iniciativa se complementa, además, con otra que cuenta con el apoyo del Consejo
General de Dentistas de España, y que ha permitido que hasta el momento más de 2.500 profesionales de la
Odontología se hayan formado en el último año y medio en la promoción de la
salud cardiovascular desde la consulta dental. Gracias a un curso online y
gratuito se aporta información general sobre salud cardiovascular, factores de
riesgo y manejo de aspectos básicos de la atención de la patología
cardiovascular en la clínica odontológica.
Para el Comité Ejecutivo del Consejo General de Dentistas de
España, “esta iniciativa de formación es
muy positiva, tanto por sus objetivos como por la trascendencia e importancia
que tienen los procesos cardiovasculares”, indica el Dr. Miguel Ángel López-Andrade, coordinador de Sociedades Científicas de esta entidad, para quien queda
demostrado que “trabajando
juntos, de la mano de SEPA y SEC, se mejora la labor que se puede desarrollar
en las clínicas dentales en cuanto a la prevención y detección de enfermedades
cardiovasculares”.
La iniciativa, dada su
aceptación, no sólo pretende mantenerse, sino que amplía su radio de acción, extendiéndose a profesionales de la
Odontología de habla hispana de Iberoamérica, en colaboración con sociedades
científicas nacionales y con la Federación IberoPanamericana de Periodoncia. “Debemos estrechar lazos con esos
países y compartir conocimientos y experiencias, para conseguir una mejor salud
gingival, cardiovascular y general”, recomienda la periodoncista Elena Figuero.
Con este curso se trata,
fundamentalmente, dar a conocer y potenciar los beneficios que supone
contribuir a la mejoría de la salud cardiovascular desde las clínicas dentales,
especialmente si se tiene en cuenta que diariamente
acuden miles de personas a las más de 22.000 clínicas odontológicas que existen
actualmente en nuestro país. “El hecho de que el profesional de la Odontología conozca las
particularidades y demandas especiales que pueden tener los pacientes con
enfermedad cardiovascular o con riesgo de desarrollarla le ayuda a detectar
precozmente factores de riesgo cardiovascular y a promover hábitos de vida
saludables”, subraya el Dr. López-Andrade.
Está demostrado que las
personas que tienen una mala salud de sus encías tienen más riesgo de sufrir
una enfermedad cardiovascular, sobre todo aterosclerótica (como puede ser
la enfermedad coronaria). “Las personas
que sufren enfermedades de las encías tienen entre un 25 y un 50% más
probabilidades de padecer patologías cardiovasculares”, asegura el coordinador
de Sociedades Científicas del Consejo General de Dentistas, quien no duda en
afirmar que “al conseguir una buena salud
gingival, estamos disminuyendo las posibilidades de sufrir enfermedad
cardiovascular y mejorando la salud general”.
En esta misma línea, el
Dr. Miguel Carasol destaca “que haya en España más de veinte mil pequeños centros de
salud trabajando en la prevención de un grupo de enfermedades que causan tanta
mortalidad y discapacidad en nuestra sociedad no tiene precio, teniendo en
cuenta lo sencillas que son las medidas a emplear en la consecución de este
fin”; además, recuerda que “muchos pacientes que acuden a
la consulta dental no suelen ir al médico porque creen que se encuentran bien”.
Los beneficios de esta formación
superan el ámbito clínico, y adquieren una dimensión social y profesional. “Los profesionales dentales deben asumir
el papel tan importante que pueden tener en el cuidado sistémico del paciente,
lo que sin duda elevará el prestigio y concepto que se tiene sobre este
colectivo”, admite el Dr. Carasol, quien indica también que “muchos pacientes quieren estar incluidos en
programas preventivos de salud y consideran que sus dentistas/higienistas son
los profesionales que mejor pueden ayudarles”.
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