Con la llegada de las altas temperaturas miles de ciudadanos se disponen a disfrutar de su tiempo libre en playas, alojamientos con piscinas o practicando algún deporte acuático. Todas estas actividades relacionadas con el agua deben disfrutarse con las debidas precauciones para evitar lesiones. Un salto a aguas poco profundas o la pérdida de control de una moto acuática puede derivar en un accidente con consecuencias muy graves. “El agua puede dar una falsa sensación de seguridad y se tiende a pensar que el impacto en medio acuático no es tan dañino como en carretera. Sin embargo, a cierta velocidad, el líquido se comporta de forma parecida al sólido porque a las partículas de agua no les da tiempo a abrirse para dejar penetrar el cuerpo y, por tanto, la lesión de un accidente en agua puede ser de suma gravedad”, explica el Jefe de Servicio de Traumatología del Hospital Quirónsalud Marbella, Francisco Rodríguez Argaiz.
Las lesiones más habituales en entorno acuático están vinculadas a saltos a mar abierto, ríos o pozas sin verificar previamente la profundidad o por el manejo inexperto de embarcaciones de recreo. “Es importante saber que se pueden producir traumatismos craneoencefálicos y lesiones medulares. Este último caso es una situación bastante dramática para el sujeto y para su entorno puesto que produce al paciente gran incapacidad según el nivel de la columna que se haya visto afectado. En los casos más externos puede desembocar en una tetraplejia (parálisis conjunta de las cuatro extremidades del cuerpo). – advierte el doctor Argaiz quien subraya la fatídica estadística que se registra en cada campaña veraniega- “En España se producen 1000 casos al año de lesiones medulares, según los datos del Ministerio de Sanidad, un alto porcentaje de ellos se produce como consecuencia de saltos a superficie acuática. Se trata del 10 por ciento (unos 100 casos al año) y es una cifra nada desdeñable”.
El traumatólogo del Hospital Quirónsalud Marbella asegura que estas lesiones que provocan la pérdida de sensibilidad y de la función motora de algunas o todas las extremidades se pueden eludir si se siguen unas recomendaciones muy sencillas: “respetando en primer lugar las normas de seguridad y adoptando comportamientos para evitar los peligros. Insiste en que no deben tirarse al agua cuando esta está turbia o hay poca visibilidad, ya que debajo puede haber rocas u obstáculos”. Según los datos del Ministerio de Sanidad, en España se producen 1000 casos al año de lesiones medulares, un alto porcentaje de ellos son consecuencia de saltos a superficie acuática.
Pérdida de tono muscular durante el confinamiento (atonía)
Por otro lado, la llegada del buen tiempo coincide con el fin del periodo más estricto de confinamiento. Una circunstancia especial que ha pasado factura a nuestro cuerpo. “El confinamiento ha afectado a nivel físico, además de a nivel psicológico (los dos ámbitos están correlacionados). La vida sedentaria o el teletrabajo reduce notablemente la movilidad y ello produce desequilibrios a nivel muscular. El tono muscular se pierde y hace que las articulaciones y la espalda se resientan”. detalla Argaiz.
Como consecuencia de ello, el Servicio de Traumatología del hospital marbellí ha visto incrementadas las consultas de pacientes relacionadas con esa falta de tono muscular (atonía). Francisco Rodríguez Argaiz explica que “en el momento en que la columna no esté bien tonificada, las vértebras sufren torsiones, estrés y se producen fenómenos inflamatorios que dan lugar a dolores y contracturas”. De manera paradójica, el doctor Argaiz remarca que también se han registrado visitas al médico por el fenómeno opuesto: “pacientes que no eran grandes deportistas antes del confinamiento y que, ahora por exceso de actividad sin una monitorización adecuada, se han visto afectados por lesiones de una actividad física efectuada sin el debido tutelaje”.
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