In the Lancet study, Paul Ridker and colleagues, from Brigham and Women’s Hospital (Boston, MA, USA), undertook a retrospective post-hoc analysis of the JUPITER trial. The results show that if a normal, healthy individual has level of low density lipoprotein (LDL), known as “bad cholesterol”, substantially lowered with a potent statin, then the level of HDL “good cholesterol” in that person no longer bears any relation to the remaining cardiovascular risk.
The original JUPITER trial was designed to answer the critical question of whether rosuvastatin prevents cardiovascular disease among healthy people with normal LDL cholesterol levels, but increased levels of high-sensitivity C-reactive protein, a marker of chronic low level inflammation, considered a new risk factor for cardiovascular events.
The current Lancet study showed that when 17,802 subjects were divided into quartiles of HDL cholesterol concentrations, HDL cholesterol concentrations were inversely related to vascular risk at the end of study for individuals randomised to placebo, with the top quartile having a 46% reduced risk compared to the bottom quartile (p=0.0039). In contrast, however, among those subjects given active treatment with rosuvastatin, vascular risk was calculated to be similar for subjects in both the top and bottom HDL quartiles (p=0.82)
“Although measurement of HDL–cholesterol concentration is useful as part of initial cardiovascular risk assessment, HDL-cholesterol concentrations are not predictive of residual vascular risk among patients treated with potent statin therapy who attain very low concentrations of LDL cholesterol,” the authors of the study conclude.
ESC spokesperson Professor Dan Atar, from Oslo University Hospital, Norway, believes there are dangers in interpreting the study as showing that raising HDL levels produces no beneficial cardiovascular effects. “It’s a matter of statistics. If you’re looking at populations with a very low incidence of cardiovascular events, and then with an intervention of any kind you reduce the risk of events even further, it’s logical that you’ll washout the influence of any other effect. These patients already have achieved such low levels of LDL that no other marker will prevail as a predictor of the few remaining events.”
He added that he had concerns that readers of the paper might not appreciate that more data was needed before the scientific community could make a qualified decision about whether raising HDL levels was beneficial or not. “With subgroup analyses, such as the one presented here, you just can’t make such judgements,” he said.
In fact, previous studies, such as the Helsinki Heart Study and the VA-HIT Study , have been successful in raising HDL and reducing cardiovascular events, using gemfibrozil, however this agent also concomitantly lowers LDL. Additionally, the drug nicacin has been shown to be effective at elevating HDL and reducing cardiovascular morbidity in the Coronary Drug Project Study (5), but this strategy could not easily be implemented into clinical practice due to unpleasant side effects, notably flushing. It is hoped that laropiprant, a novel flushing pathway inhibitor, will overcome this limitation.
A clearer indication of the benefit of raising HDL, Atar added, will come from the ongoing phase III Heart Protection Study 2-Treatment of HDL to Reduce the Incidence of Vascular Events (HPS2-THRIVE), which has enrolled 25,000 patients to investigate whether the combination of niacin/laropiprant can further reduce the risk for myocardial infarction, stroke and the need for revascularisation in patients already treated to lower LDL.
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24 July 2010
14 July 2010
La UE aprueba el uso de atorvastatina cálcica en niños desde los 10 años con hipercolesterolemia familiar y niveles de colesterol LDL altos
La Unión Europea ha anunciado la aprobación del uso de atorvastatina cálcica (comercializada en España bajo las marcas Cardyl® y Zarator®) en niños desde los 10 años de edad con altos niveles de colesterol LDL (comúnmente denominado "colesterol malo") y altos niveles de triglicéridos debido a hipercolesterolemia familiar y otras causas que pueden incrementar el riesgo de enfermedad coronaria y muerte prematura. Esta nueva indicación pediátrica llega acompañada también de la autorización de comercialización de una nueva presentación masticable de atorvastatina cálcica que se suma a las tradicionales pastillas ya comercializadas.
La decisión de las autoridades sanitarias europeas está basada en los resultados del plan de investigación pediátrica presentado por Pfizer a la Agencia Europea del Medicamento (EMA en sus siglas inglesas) en noviembre de 2009. Las últimas disposiciones regulatorias de la UE obligan a las compañías farmacéuticas a desarrollar estudios que permitan mejorar el conocimiento sobre el uso de medicamentos en niños, cómo reaccionan ante ellos y qué beneficios pueden obtener. En este sentido, Pfizer espera que, con iniciativas como esta, se puedan mejorar las opciones de tratamiento en pacientes pediátricos y destaca que las investigaciones del uso pediátrico de atorvastatina cálcica son un nuevo reflejo del constante apoyo y esfuerzo realizado por la compañía para mejorar la calidad de vida de las personas en riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.
-Extensión de patente
Con objeto de apoyar las inversiones necesarias para llevar a cabo ensayos clínicos en niños, la Unión Europea ha promovido ciertos incentivos, entre los que se incluye la posibilidad de extender las patentes existentes seis meses, lo que se conoce también como certificado complementario de protección (SPC según sus siglas inglesas). Como ya se anunció en noviembre de 2009, Pfizer pretende acogerse a este periodo adicional de protección de la patente de atorvastatina cálcica de seis meses en los países europeos que cuentan con SPC, entre los que no se incluye España.
Basándose en los resultados de los ensayos realizados con la colaboración de Pfizer, el Comité de la EMA para los Medicamentos de Uso Humano (CHMP por sus siglas en inglés) recomendó en marzo que la formulación pediátrica de atorvastatina cálcica masticable fuera aprobada para el tratamiento de la hipercolesterolemia en adolescentes y niños de 10 o más años de edad, indicación que la EMA hizo extensible a las presentaciones actualmente disponibles de este medicamento (comprimidos recubiertos). La decisión de la Comisión Europea ratifica estas recomendaciones, que ahora se deberán aplicar en todos los estados miembros de la Unión Europea.
Como resultado de un programa previo de desarrollo clínico pediátrico, en Estados Unidos atorvastatina cálcica consiguió la aprobación para su uso en niños de 10 a 17 años con hipercolesterolemia familiar heterocigótica en 2002.
La decisión de las autoridades sanitarias europeas está basada en los resultados del plan de investigación pediátrica presentado por Pfizer a la Agencia Europea del Medicamento (EMA en sus siglas inglesas) en noviembre de 2009. Las últimas disposiciones regulatorias de la UE obligan a las compañías farmacéuticas a desarrollar estudios que permitan mejorar el conocimiento sobre el uso de medicamentos en niños, cómo reaccionan ante ellos y qué beneficios pueden obtener. En este sentido, Pfizer espera que, con iniciativas como esta, se puedan mejorar las opciones de tratamiento en pacientes pediátricos y destaca que las investigaciones del uso pediátrico de atorvastatina cálcica son un nuevo reflejo del constante apoyo y esfuerzo realizado por la compañía para mejorar la calidad de vida de las personas en riesgo de padecer alguna enfermedad cardiovascular.
-Extensión de patente
Con objeto de apoyar las inversiones necesarias para llevar a cabo ensayos clínicos en niños, la Unión Europea ha promovido ciertos incentivos, entre los que se incluye la posibilidad de extender las patentes existentes seis meses, lo que se conoce también como certificado complementario de protección (SPC según sus siglas inglesas). Como ya se anunció en noviembre de 2009, Pfizer pretende acogerse a este periodo adicional de protección de la patente de atorvastatina cálcica de seis meses en los países europeos que cuentan con SPC, entre los que no se incluye España.
Basándose en los resultados de los ensayos realizados con la colaboración de Pfizer, el Comité de la EMA para los Medicamentos de Uso Humano (CHMP por sus siglas en inglés) recomendó en marzo que la formulación pediátrica de atorvastatina cálcica masticable fuera aprobada para el tratamiento de la hipercolesterolemia en adolescentes y niños de 10 o más años de edad, indicación que la EMA hizo extensible a las presentaciones actualmente disponibles de este medicamento (comprimidos recubiertos). La decisión de la Comisión Europea ratifica estas recomendaciones, que ahora se deberán aplicar en todos los estados miembros de la Unión Europea.
Como resultado de un programa previo de desarrollo clínico pediátrico, en Estados Unidos atorvastatina cálcica consiguió la aprobación para su uso en niños de 10 a 17 años con hipercolesterolemia familiar heterocigótica en 2002.
08 June 2010
Los expertos analizan en Córdoba el potencial de incrementar el “colesterol bueno” para reducir el riesgo cardiovascular
Hay consenso científico sobre el beneficio asociado a rebajar el LDL o colesterol malo a la hora de reducir el riesgo cardiovascular; también lo hay respecto a las ventajas de subir el HDL o colesterol bueno. Sin embargo, mientras que lo primero es posible gracias a tratamientos disponibles como las estatinas, lo segundo es todavía una opción en estudio sin ninguna molécula aún comercializada con esa indicación. Analizar el potencial de esta estrategia es el objetivo del simposio "HDL como estrategia para disminuir el riesgo cardiovascular" que, con el patrocinio de Roche, se celebra el próximo jueves 10 de junio en el marco del XXIII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Arteriosclerosis (Córdoba, 9-11 de junio).
Para el doctor Carlos Lahoz, de la Unidad de Lípidos y Riesgo Cardiovascular del Hospital Carlos III de Madrid, "a pesar de los potentes tratamientos que tenemos en la actualidad, sigue falleciendo mucha gente a causa de las enfermedades cardiovasculares. Lo único que podemos hacer para intentar mejorar la evolución de estos pacientes es controlar lo máximo posible todos los factores de riesgo (diabetes, hipertensión, colesterol, tabaquismo, obesidad, etc), pero desgraciadamente tenemos límites. Hoy en día sabemos que si bajamos las cifras de presión arterial por debajo de las recomendaciones puede ser contraproducente, y lo mismo sucede con la glucemia en los diabéticos. En relación al colesterol, ya estamos reduciendo los niveles de colesterol LDL o colesterol malo hasta un 60%, por lo que se podría decir que hemos tocado techo. En este contexto, queda abierta la posibilidad de actuar sobre el colesterol HDL. Todos los estudios epidemiológicos muestran que tener cifras bajas de HDL aumenta el riesgo cardiovascular".
Sin embargo, el arsenal terapéutico para reducir el RCV aún no dispone de un medicamento autorizado dirigido exclusivamente a incrementar las cifras de HDL sin actuar sobre el colesterol LDL o los triglicéridos. Actualmente, el que está más avanzado en su desarrollo es dalcetrapib, que pertenece a la familia de los inhibidores de la CETP (proteína transportadora de ésteres de colesterol).
Como explica el doctor José Mª Mostaza, de la Unidad de Lípidos y Riesgo Cardiovascular del Hospital Carlos III de Madrid, la CETP transfiere colesterol desde las lipoproteínas buenas (HDL) hacia las malas (LDL). La inhibición de esta enzima permite aumentar mucho la cantidad de colesterol que permanece en el lado bueno. "El efecto beneficioso de tener niveles elevados de HDL deriva de la capacidad de estas lipoproteínas de remover el exceso de colesterol de los tejidos periféricos y devolverlo al hígado para su eliminación. Además, las HDL son antioxidantes y antiinflamatorias, acciones asociadas con un menor riesgo de desarrollar arteriosclerosis".
En el caso concreto de dalcetrapib, según los datos de estudios en fase II, su impacto sobre el HDL es de un aumento del 30%. Asimismo, los resultados en fase III del DAL-OUTCOMES, cuyos resultados finales se espera que estén disponibles en los próximos años, podrían demostrar que aumentando el HDL con este fármaco se reducen los eventos cardiovasculares. "Además tiene un buen perfil de seguridad. Teniendo en cuenta que prácticamente hemos tocado techo con las estrategias terapéuticas que actualmente llevamos a cabo, la posibilidad de incrementar el colesterol bueno abre una nueva vía para el control lipídico de estos pacientes y reducir así su RCV", subraya el doctor Mostaza.
-Función de las lipoproteínas de alta densidad (HDL)
Las lipoproteínas de alta densidad (HDL) son unas partículas muy complejas que favorecen el transporte del colesterol hacia el hígado. Tal y como afirma el doctor Pedro Valdivielso, de la Unidad de Lípidos del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, "en nuestro organismo no hay manera de eliminar o fragmentar el colesterol. De hecho, sólo se puede expulsar a través de la bilis, por lo que la única forma de reducir el colesterol del organismo y, sobre todo en la pared arterial donde se acumula, es devolverlo al hígado. Esta función esencial, protectora frente a la arteriosclerosis, es la que hacen las HDL".
-Riesgo Residual
El Riesgo Residual es un término teórico que utilizan los expertos para definir el riesgo de sufrir un nuevo evento cardiovascular a pesar de un adecuado control de los factores de riesgo (LDL, la tensión arterial y la glucosa). "En estos pacientes no podemos disminuir a cero la probabilidad de tener otro evento, pero sí reducir todo lo posible su riesgo cardiovascular a través de un control adecuado de todos los factores de riesgo", afirma el doctor Lahoz. En este sentido, "disponer de opciones terapéuticas que nos ayuden a elevar el colesterol de las HDL es clave, incluso aunque el paciente tenga el LDL bien controlado", añade el doctor Valdivielso.
-Papel de los inhibidores de la CETP
El tratamiento con los inhibidores de la CETP dirigido a aumentar las cifras de HDL estaría, según el doctor Mostaza, "indicado para los pacientes de alto riesgo con vistas a prevenir un segundo evento y en pacientes diabéticos, que a pesar de recibir terapia con estatinas, siguen teniendo un HDL bajo, lo que supone un mayor riesgo de tener otro episodio cardiovascular".
Para el doctor Carlos Lahoz, de la Unidad de Lípidos y Riesgo Cardiovascular del Hospital Carlos III de Madrid, "a pesar de los potentes tratamientos que tenemos en la actualidad, sigue falleciendo mucha gente a causa de las enfermedades cardiovasculares. Lo único que podemos hacer para intentar mejorar la evolución de estos pacientes es controlar lo máximo posible todos los factores de riesgo (diabetes, hipertensión, colesterol, tabaquismo, obesidad, etc), pero desgraciadamente tenemos límites. Hoy en día sabemos que si bajamos las cifras de presión arterial por debajo de las recomendaciones puede ser contraproducente, y lo mismo sucede con la glucemia en los diabéticos. En relación al colesterol, ya estamos reduciendo los niveles de colesterol LDL o colesterol malo hasta un 60%, por lo que se podría decir que hemos tocado techo. En este contexto, queda abierta la posibilidad de actuar sobre el colesterol HDL. Todos los estudios epidemiológicos muestran que tener cifras bajas de HDL aumenta el riesgo cardiovascular".
Sin embargo, el arsenal terapéutico para reducir el RCV aún no dispone de un medicamento autorizado dirigido exclusivamente a incrementar las cifras de HDL sin actuar sobre el colesterol LDL o los triglicéridos. Actualmente, el que está más avanzado en su desarrollo es dalcetrapib, que pertenece a la familia de los inhibidores de la CETP (proteína transportadora de ésteres de colesterol).
Como explica el doctor José Mª Mostaza, de la Unidad de Lípidos y Riesgo Cardiovascular del Hospital Carlos III de Madrid, la CETP transfiere colesterol desde las lipoproteínas buenas (HDL) hacia las malas (LDL). La inhibición de esta enzima permite aumentar mucho la cantidad de colesterol que permanece en el lado bueno. "El efecto beneficioso de tener niveles elevados de HDL deriva de la capacidad de estas lipoproteínas de remover el exceso de colesterol de los tejidos periféricos y devolverlo al hígado para su eliminación. Además, las HDL son antioxidantes y antiinflamatorias, acciones asociadas con un menor riesgo de desarrollar arteriosclerosis".
En el caso concreto de dalcetrapib, según los datos de estudios en fase II, su impacto sobre el HDL es de un aumento del 30%. Asimismo, los resultados en fase III del DAL-OUTCOMES, cuyos resultados finales se espera que estén disponibles en los próximos años, podrían demostrar que aumentando el HDL con este fármaco se reducen los eventos cardiovasculares. "Además tiene un buen perfil de seguridad. Teniendo en cuenta que prácticamente hemos tocado techo con las estrategias terapéuticas que actualmente llevamos a cabo, la posibilidad de incrementar el colesterol bueno abre una nueva vía para el control lipídico de estos pacientes y reducir así su RCV", subraya el doctor Mostaza.
-Función de las lipoproteínas de alta densidad (HDL)
Las lipoproteínas de alta densidad (HDL) son unas partículas muy complejas que favorecen el transporte del colesterol hacia el hígado. Tal y como afirma el doctor Pedro Valdivielso, de la Unidad de Lípidos del Hospital Universitario Virgen de la Victoria de Málaga, "en nuestro organismo no hay manera de eliminar o fragmentar el colesterol. De hecho, sólo se puede expulsar a través de la bilis, por lo que la única forma de reducir el colesterol del organismo y, sobre todo en la pared arterial donde se acumula, es devolverlo al hígado. Esta función esencial, protectora frente a la arteriosclerosis, es la que hacen las HDL".
-Riesgo Residual
El Riesgo Residual es un término teórico que utilizan los expertos para definir el riesgo de sufrir un nuevo evento cardiovascular a pesar de un adecuado control de los factores de riesgo (LDL, la tensión arterial y la glucosa). "En estos pacientes no podemos disminuir a cero la probabilidad de tener otro evento, pero sí reducir todo lo posible su riesgo cardiovascular a través de un control adecuado de todos los factores de riesgo", afirma el doctor Lahoz. En este sentido, "disponer de opciones terapéuticas que nos ayuden a elevar el colesterol de las HDL es clave, incluso aunque el paciente tenga el LDL bien controlado", añade el doctor Valdivielso.
-Papel de los inhibidores de la CETP
El tratamiento con los inhibidores de la CETP dirigido a aumentar las cifras de HDL estaría, según el doctor Mostaza, "indicado para los pacientes de alto riesgo con vistas a prevenir un segundo evento y en pacientes diabéticos, que a pesar de recibir terapia con estatinas, siguen teniendo un HDL bajo, lo que supone un mayor riesgo de tener otro episodio cardiovascular".
03 March 2010
Los pediatras recomiendan controlar los niveles de colesterol a la población infanto-juvenil de riesgo
Si hasta hace unas décadas las cifras altas de colesterol eran sólo un problema de adultos, ahora ya se detectan en la población infantil-juvenil. De hecho, ya se ha demostrado que la hipercolesterolemia y su principal consecuencia, la aterosclerosis (formación de placa de ateroma en la pared arterial) se inicia en la infancia, progresa en la adolescencia y se manifiesta en la edad adulta.
"La aterosclerosis es la principal causa de mortalidad en los países desarrollados y, por ello, se ha convertido en una prioridad la prevención de la misma desde el primer momento en el que se inicia, es decir, en la infancia", afirma el doctor Jaime Dalmau, coordinador del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Por ello, los pediatras recomiendan que se realicen cribados para conocer la determinación de las cifras de colesterol, en concreto del denominado malo LDL, a los niños, a partir de los dos años, y adolescentes con sobrepeso o antecedentes familiares de hipercolesterolemia o con enfermedad cardiovascular precoz en primer grado (padres); lo que puede representar hasta el 40% de la población infantil y juvenil. En la pasada década está cifra se situaba en el 25%.
"El cribado universal no está indicado en edad pediátrica pero si es fundamental insistir en estos grupos de riesgo", subraya del doctor Dalmau. "Todavía no disponemos de resultados definitivos que nos permitan saber a partir de qué niveles de colesterol se acelera el proceso de aterosclerosis, pero si conocemos que la mitad de los niños con valores elevados del colesterol continúan con hiperlipidemias en los años posteriores, con el riesgo que conlleva de padecer de forma precoz problemas cardiovasculares. De ahí la importancia de identificar a esta población de riesgo para poder actuar de forma preventiva lo antes posible".
--Cambios en estilo de vida
Los pediatras han establecido el valor de LDL superior a 130 mg/dL como la referencia para la adopción del tratamiento. En un primer momento, las medidas se centran en cambiar los hábitos de ingesta y estilo de vida por unos más saludables que contribuyan al control de los lípidos plasmáticos.
Las principales recomendaciones dietéticas se basan en: la adopción de una ingesta calórica adaptada a la actividad de los niños y controlar el sobrepeso y la obesidad. Para ello, se aconseja la disminución de la ingesta total de grasa (consumo de carne, embutidos, mantequilla, quesos, etc), aumentar la calidad de grasa derivada de pescados y aceite de oliva y reducir el consumo de colesterol inherente en productos como huevos, bollería industrial, etc. En aquellos grupos con cifras de colesterol elevado se debe realizar una monitorización dietética nutricional junto con la promoción de actividad física.
"En el caso de que estas medidas u otra más estrictas de la alimentación no permitan reducir los niveles de colesterol LDL en 6-12 meses y estos se mantengan en cifras de 190 mg/dL o con cifras superiores a 160 mg/Ld si coexisten con otros factores de riesgo, se valorará el tratamiento farmacológico generalmente a partir de los 10 años. Son tratamientos a largo plazo por lo que es fundamental un abordaje integral y no olvidar las medidas dietéticas y de ejercicio físico", puntualiza el Dr. Dalmau.
"La aterosclerosis es la principal causa de mortalidad en los países desarrollados y, por ello, se ha convertido en una prioridad la prevención de la misma desde el primer momento en el que se inicia, es decir, en la infancia", afirma el doctor Jaime Dalmau, coordinador del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría (AEP). Por ello, los pediatras recomiendan que se realicen cribados para conocer la determinación de las cifras de colesterol, en concreto del denominado malo LDL, a los niños, a partir de los dos años, y adolescentes con sobrepeso o antecedentes familiares de hipercolesterolemia o con enfermedad cardiovascular precoz en primer grado (padres); lo que puede representar hasta el 40% de la población infantil y juvenil. En la pasada década está cifra se situaba en el 25%.
"El cribado universal no está indicado en edad pediátrica pero si es fundamental insistir en estos grupos de riesgo", subraya del doctor Dalmau. "Todavía no disponemos de resultados definitivos que nos permitan saber a partir de qué niveles de colesterol se acelera el proceso de aterosclerosis, pero si conocemos que la mitad de los niños con valores elevados del colesterol continúan con hiperlipidemias en los años posteriores, con el riesgo que conlleva de padecer de forma precoz problemas cardiovasculares. De ahí la importancia de identificar a esta población de riesgo para poder actuar de forma preventiva lo antes posible".
--Cambios en estilo de vida
Los pediatras han establecido el valor de LDL superior a 130 mg/dL como la referencia para la adopción del tratamiento. En un primer momento, las medidas se centran en cambiar los hábitos de ingesta y estilo de vida por unos más saludables que contribuyan al control de los lípidos plasmáticos.
Las principales recomendaciones dietéticas se basan en: la adopción de una ingesta calórica adaptada a la actividad de los niños y controlar el sobrepeso y la obesidad. Para ello, se aconseja la disminución de la ingesta total de grasa (consumo de carne, embutidos, mantequilla, quesos, etc), aumentar la calidad de grasa derivada de pescados y aceite de oliva y reducir el consumo de colesterol inherente en productos como huevos, bollería industrial, etc. En aquellos grupos con cifras de colesterol elevado se debe realizar una monitorización dietética nutricional junto con la promoción de actividad física.
"En el caso de que estas medidas u otra más estrictas de la alimentación no permitan reducir los niveles de colesterol LDL en 6-12 meses y estos se mantengan en cifras de 190 mg/dL o con cifras superiores a 160 mg/Ld si coexisten con otros factores de riesgo, se valorará el tratamiento farmacológico generalmente a partir de los 10 años. Son tratamientos a largo plazo por lo que es fundamental un abordaje integral y no olvidar las medidas dietéticas y de ejercicio físico", puntualiza el Dr. Dalmau.
22 September 2009
AstraZeneca lanza "Crestor", la estatina más eficaz para combatir el colesterol LDL

Más del 50% de los españoles tiene el colesterol elevado, con riesgo de padecer hipertensión, diabetes u obesidad, o ya ha sufrido previamente un accidente cardiovascular. Son pacientes que, en muchos casos, no alcanzan los objetivos terapéuticos de colesterol establecidos por las guías europeas y, por tanto, corren el riesgo de sufrir un infarto de miocardio, una angina de pecho o incluso una embolia cerebral o pulmonar. Para evitar este tipo de eventos, AstraZeneca lanza al mercado español Crestor®, rosuvastatina, la estatina más eficaz en el tratamiento de la hipercolesterolemia y la dislipemia mixta. Los estudios clínicos han demostrado que se trata del medicamento que más reduce el colesterol LDL y que ofrece mayor aumento del colesterol HDL en comparación con el resto de estatinas y combinaciones fijas. Crestor® se comercializa con las presentaciones de 5,10 y 20 mg.
Crestor® puede ayudar a muchos pacientes a conseguir los niveles de colesterol recomendados por las guías de tratamiento, ya que se ha demostrado que 8 de cada 10 pacientes tratados con 10mg de Crestor® alcanza unos niveles óptimos de colesterol. En ensayos clínicos, Crestor® ha demostrado reducir el colesterol LDL en un 45%, 52%, 55% y 63% con las dosis de 5mg, 10mg, 20mg y 40mg respectivamente. Asimismo, consigue incrementos del colesterol HDL de hasta un 15% y reduce los triglicéridos hasta un 26%.
"Los estudios epidemiológicos indican que más del 80% de los pacientes con alto riesgo cardiovascular no logra las cifras de colesterol adecuadas, algo que es esencial, ya que se ha comprobado que existe una relación directa entre el nivel de colesterol alcanzado y la reducción del riesgo de padecer un infarto o una angina de pecho", afirma Pedro Mata, jefe asociado de Medicina Interna de la Fundación Jiménez Díaz y presidente de la Fundación Hipercolesterolemia Familiar. Este experto recuerda además que, como el colesterol alto no produce síntomas, hay que evitar que éste se manifieste por primera vez a través de un accidente cardiovascular.
Crestor® puede ayudar a muchos pacientes a conseguir los niveles de colesterol recomendados por las guías de tratamiento, ya que se ha demostrado que 8 de cada 10 pacientes tratados con 10mg de Crestor® alcanza unos niveles óptimos de colesterol. En ensayos clínicos, Crestor® ha demostrado reducir el colesterol LDL en un 45%, 52%, 55% y 63% con las dosis de 5mg, 10mg, 20mg y 40mg respectivamente. Asimismo, consigue incrementos del colesterol HDL de hasta un 15% y reduce los triglicéridos hasta un 26%.
"Los estudios epidemiológicos indican que más del 80% de los pacientes con alto riesgo cardiovascular no logra las cifras de colesterol adecuadas, algo que es esencial, ya que se ha comprobado que existe una relación directa entre el nivel de colesterol alcanzado y la reducción del riesgo de padecer un infarto o una angina de pecho", afirma Pedro Mata, jefe asociado de Medicina Interna de la Fundación Jiménez Díaz y presidente de la Fundación Hipercolesterolemia Familiar. Este experto recuerda además que, como el colesterol alto no produce síntomas, hay que evitar que éste se manifieste por primera vez a través de un accidente cardiovascular.
Así, "reducir el colesterol LDL hasta en un 50% con la dosis de inicio de 10mg va a beneficiar a todos los pacientes dislipémicos, pero aún más a aquellos que, por tener un alto riesgo cardiovascular, necesitan alcanzar niveles todavía más bajos de colesterol", explica Mata. Es decir, las guías de tratamiento y manejo de la dislipemia calculan el riesgo cardiovascular de los pacientes teniendo en cuenta varios factores: la edad, el sexo, la presencia o no de hipertensión arterial o diabetes, si se fuma o si se ha padecido en el pasado una enfermedad cardiovascular. En base a esto, se establecen unos objetivos de LDL que el paciente debe lograr.
"A mayor riesgo, menor es el nivel de colesterol LDL que la persona debe tener. Si la recomendación para el conjunto de los pacientes según las guías europeas de tratamiento 2007 es aconsejar un LDL por debajo de 115mg/dl, para aquellos que tienen un riesgo cardiovascular más alto, la pauta es tener un LDL menor de 100mg/dl y, si es posible, un LDL por debajo de 80mg/dl", explica este especialista.
Mata también hace hincapié en destacar otra ventaja de Crestor®: su relación coste-eficacia. "En estos tiempos de crisis es fundamental rentabilizar recursos y Crestor® es un preparado idóneo con el que la gran mayoría de los pacientes van a conseguir sus objetivos en monoterapia sin necesidad de un segundo fármaco, y con la ventaja de que tiene un precio muy similar al de los genéricos", puntualiza.
-Placas de ateroma
Por su parte, Pedro Conthe, jefe de la Sección de Medicina Interna del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna, subraya que los efectos de Crestor® van más allá de la reducción del colesterol. "Favorece la regresión y enlentecimiento de la progresión de las placas de ateroma en las arterias y la reducción de la morbi-mortalidad cardiovascular de los pacientes, lo que supone un enorme beneficio para los pacientes", manifiesta.
Las placas de ateroma son acumulaciones de colesterol LDL, ácidos grasos, triglicéridos y otras sustancias en las paredes de las arterias que reducen la luz de éstas, causando su cierre parcial o total y pudiendo provocar una isquemia en ese punto concreto. También puede ocurrir que la placa se desprenda en forma de trombo y bloquee cualquier otra arteria del cuerpo, originando un infarto agudo de miocardio, una isquemia cerebral, lesiones renales o arteriopatía periférica.
"El 70% de las personas mayores de 65 años que se atienden en las consultas de Medicina Interna son pacientes con comorbilidad, es decir, tienen varias patologías vasculares o un alto riesgo de padecerlas, y alrededor del 40% de ellos padecen diabetes", explica Conthe, quien asegura que en estos casos se habla ya del manejo de la enfermedad arterioesclerótica crónica.
"Cualquier fármaco que consiga regular los niveles de colesterol será bienvenido ya que, desafortunadamente, estos pacientes, que son quienes más necesitan alcanzar unos objetivos terapéuticos, son los que peor controlados están", señala este experto. El principal problema, según Conthe, es que se trata de un segmento de la población en edad avanzada "y con el paso de los años las placas de ateroma se complican, así como las enfermedades que se derivan de ellas".
Por ello, continúa este experto, el tratamiento para la dislipemia es para toda la vida, y una vez que las cifras de colesterol se han logrado ajustar, el profesional sanitario decidirá si es necesario bajar la dosis. "Dejar la medicación no es recomendable, ya que esa persona tiene un riesgo definido por las lesiones en las arterias que el colesterol le produjo durante años y que aún padece". El objetivo que se persigue con la estatina, añade, es que esas lesiones no progresen y evitar la evolución de la enfermedad.
Por su parte, Pedro Conthe, jefe de la Sección de Medicina Interna del Hospital Gregorio Marañón de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Medicina Interna, subraya que los efectos de Crestor® van más allá de la reducción del colesterol. "Favorece la regresión y enlentecimiento de la progresión de las placas de ateroma en las arterias y la reducción de la morbi-mortalidad cardiovascular de los pacientes, lo que supone un enorme beneficio para los pacientes", manifiesta.
Las placas de ateroma son acumulaciones de colesterol LDL, ácidos grasos, triglicéridos y otras sustancias en las paredes de las arterias que reducen la luz de éstas, causando su cierre parcial o total y pudiendo provocar una isquemia en ese punto concreto. También puede ocurrir que la placa se desprenda en forma de trombo y bloquee cualquier otra arteria del cuerpo, originando un infarto agudo de miocardio, una isquemia cerebral, lesiones renales o arteriopatía periférica.
"El 70% de las personas mayores de 65 años que se atienden en las consultas de Medicina Interna son pacientes con comorbilidad, es decir, tienen varias patologías vasculares o un alto riesgo de padecerlas, y alrededor del 40% de ellos padecen diabetes", explica Conthe, quien asegura que en estos casos se habla ya del manejo de la enfermedad arterioesclerótica crónica.
"Cualquier fármaco que consiga regular los niveles de colesterol será bienvenido ya que, desafortunadamente, estos pacientes, que son quienes más necesitan alcanzar unos objetivos terapéuticos, son los que peor controlados están", señala este experto. El principal problema, según Conthe, es que se trata de un segmento de la población en edad avanzada "y con el paso de los años las placas de ateroma se complican, así como las enfermedades que se derivan de ellas".
Por ello, continúa este experto, el tratamiento para la dislipemia es para toda la vida, y una vez que las cifras de colesterol se han logrado ajustar, el profesional sanitario decidirá si es necesario bajar la dosis. "Dejar la medicación no es recomendable, ya que esa persona tiene un riesgo definido por las lesiones en las arterias que el colesterol le produjo durante años y que aún padece". El objetivo que se persigue con la estatina, añade, es que esas lesiones no progresen y evitar la evolución de la enfermedad.
-Eficacia en monoterapia
Las dosis de inicio de Crestor® para los pacientes es de 5mg ó 10mg y el máximo efecto se consigue desde la cuarta semana de tratamiento. Es un medicamento que ha demostrado su eficacia en monoterapia, y sólo en determinados casos es necesario combinarlo con otros tratamientos como fibratos o ezetimiba para lograr una eficacia adicional.
"Crestor® es un fármaco muy eficaz que reduce el colesterol y está indicado en la prevención primaria y secundaria", afirma, por su parte, José Luis López-Sendón, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital La Paz de Madrid, quien manifiesta que de él se beneficiarán muchos pacientes con hipercolesterolemia que en la actualidad no están controlados por falta de medicamentos más eficaces.
"En España, los factores de riesgo cardiovascular son muy frecuentes, porque cada vez hay más gente que no cumple las pautas de la dieta mediterránea, no se practica ejercicio físico de forma regular -siempre se acude al coche y al ascensor- y el tabaco sigue siendo un mal hábito en un alto porcentaje de personas", advierte López-Sendón.
En este sentido, este experto insiste en la necesidad de cumplir el tratamiento con Crestor® con adherencia así como cambiar los hábitos de vida hacia un estilo más saludable. "Es un buen momento para recordar que la eficacia será mucho mayor si se evitan además las grasas de origen animal, se consumen verduras, hortalizas, frutas y legumbres y se realiza actividad física diaria, sobre todo, a ciertas edades y cuando la persona suma varios factores de riesgo", reconoce.
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Las dosis de inicio de Crestor® para los pacientes es de 5mg ó 10mg y el máximo efecto se consigue desde la cuarta semana de tratamiento. Es un medicamento que ha demostrado su eficacia en monoterapia, y sólo en determinados casos es necesario combinarlo con otros tratamientos como fibratos o ezetimiba para lograr una eficacia adicional.
"Crestor® es un fármaco muy eficaz que reduce el colesterol y está indicado en la prevención primaria y secundaria", afirma, por su parte, José Luis López-Sendón, jefe de Servicio de Cardiología del Hospital La Paz de Madrid, quien manifiesta que de él se beneficiarán muchos pacientes con hipercolesterolemia que en la actualidad no están controlados por falta de medicamentos más eficaces.
"En España, los factores de riesgo cardiovascular son muy frecuentes, porque cada vez hay más gente que no cumple las pautas de la dieta mediterránea, no se practica ejercicio físico de forma regular -siempre se acude al coche y al ascensor- y el tabaco sigue siendo un mal hábito en un alto porcentaje de personas", advierte López-Sendón.
En este sentido, este experto insiste en la necesidad de cumplir el tratamiento con Crestor® con adherencia así como cambiar los hábitos de vida hacia un estilo más saludable. "Es un buen momento para recordar que la eficacia será mucho mayor si se evitan además las grasas de origen animal, se consumen verduras, hortalizas, frutas y legumbres y se realiza actividad física diaria, sobre todo, a ciertas edades y cuando la persona suma varios factores de riesgo", reconoce.
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-Seguridad
Por último, los expertos no dudan en recordar que Crestor® pertenece a la familia de las estatinas, el grupo de fármacos hipolipemiantes más seguro. "Sin duda es un fármaco eficaz, cuya seguridad viene avalada por su aprobación en Estados Unidos y millones de tratamientos en todo el mundo controlados y supervisados por sistemas de fármaco-vigilancia de diferentes países", confirma, por su parte, Juan Luis Tamargo, catedrático de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense.
"Esta molécula es extraordinariamente más potente que cualquiera de las que hay ahora mismo en el mercado, aún con dosis bajas, y además hay estudios a largo plazo realizadas con dosis más altas de las aceptadas y no hay ningún problema, por lo que estamos hablando de un fármaco clave y completamente seguro", afirma Tamargo. Aquellas personas que no toleran Crestor® "es porque no aceptan ningún otro tipo de estatina, además, sólo aparecen reacciones adversas en el 2% de los pacientes", concluye.
Por último, los expertos no dudan en recordar que Crestor® pertenece a la familia de las estatinas, el grupo de fármacos hipolipemiantes más seguro. "Sin duda es un fármaco eficaz, cuya seguridad viene avalada por su aprobación en Estados Unidos y millones de tratamientos en todo el mundo controlados y supervisados por sistemas de fármaco-vigilancia de diferentes países", confirma, por su parte, Juan Luis Tamargo, catedrático de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense.
"Esta molécula es extraordinariamente más potente que cualquiera de las que hay ahora mismo en el mercado, aún con dosis bajas, y además hay estudios a largo plazo realizadas con dosis más altas de las aceptadas y no hay ningún problema, por lo que estamos hablando de un fármaco clave y completamente seguro", afirma Tamargo. Aquellas personas que no toleran Crestor® "es porque no aceptan ningún otro tipo de estatina, además, sólo aparecen reacciones adversas en el 2% de los pacientes", concluye.
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