El próximo 12 de septiembre se celebra el Día Internacional contra la Migraña cuyo objetivo es informar sobre esta dolencia, sensibilizar sobre el dolor de los pacientes que sufren este tipo de cefalea y mejorar la calidad de vida de los mismos. Una iniciativa a la que se suman los farmacéuticos españoles recordando la importancia de un Uso Responsable de los Medicamentos.
Con motivo del Día Internacional contra la Migraña, el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos ha elaborado un Punto Farmacológico específico sobre la migraña y los tratamientos farmacológicos disponibles. Dicho informe, que ha sido remitido a los Colegios Oficiales Farmacéuticos para su difusión, aborda desde conceptos generales de las cefaleas o dolores de cabeza, la etiopatogenia de la migraña, así como el abordaje terapéutico de la migraña.
La migraña representa algo más del 50% de los casos consultados en unidades especializadas en cefalea, ocupa el tercer lugar entre las patologías más prevalentes, y el séptimo como causa específica de discapacidad a escala mundial. En lo que respecta a la población española, la migraña tiene una prevalencia que oscila entre un 7% para los varones y un 16% para las mujeres; unas tasas que se mantienen estables desde hace décadas.
Las cefaleas y, con especial relevancia, la migraña inducen un grado moderado a grave de incapacidad en prácticamente un 50% de las personas que las padecen, provocando un elevado índice de absentismo laboral y una notable pérdida de su productividad. En este sentido, las pérdidas derivadas del absentismo laboral y los gastos sanitarios ocasionados por la cefalea en Europa se estiman en torno a los 175.000 millones de euros anuales.
Por su parte, el objetivo del tratamiento de la cefalea es conseguir que el paciente pueda continuar sus actividades con normalidad y mejorar así su calidad de vida. Un tratamiento que se basa en tres pilares fundamentales: la identificación y, si es posible, supresión o modificación de los factores desencadenantes de la cefalea; el control de los síntomas y de la discapacidad, reduciendo la intensidad y acortando la duración de las crisis; y la prevención de la recurrencia de las crisis.
Según apuntan diversos estudios, la participación del profesional farmacéutico en el seguimiento de la medicación de los pacientes juega un papel decisivo en la mejora del tratamiento farmacológico y la calidad de vida de los pacientes con cefalea y migrañas. Las cefaleas requieren de un diagnóstico médico y un tratamiento muy preciso.
Una vez establecido el diagnóstico médico y el tratamiento paliativo (y, si procede, el preventivo), es muy importante trasladar al paciente una serie de mensajes sencillos, pero muy relevantes. El primero de ellos es que debe evitar los elementos que habitualmente actúan en él como desencadenantes de las crisis de migraña y evitar la automedicación; de hecho, el consumo irresponsable de analgésicos puede cronificar el dolor de cabeza.
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