En el momento de llevar a cabo la contratación de un
seguro de salud, siempre hay un aspecto que puede provocar cierta reticencia
inicialmente: las carencias de los seguros de salud. En
contra de la creencia generalizada, conviene saber que un seguro médico con
carencias no hace que la póliza sea menos completa. Se tiene que tener en
cuenta que la carencia es un tiempo que afecta de manera temporal a
determinadas coberturas y que, en la mayoría de los casos, apenas es de unas
semanas o, en el peor escenario, de unos meses.
El objetivo de los periodos de carencia es el de evitar
los posibles fraudes relativos a los problemas de salud que pueden surgir a
consecuencia de una falta de información, y transparencia, por parte del
asegurado. En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber al
respecto.
¿Todos los seguros médicos tienen periodo de
cadencia?
Si bien es cierto que no todos los seguros médicos tienen periodo de cadencia, sí que es
cierto que es una fórmula habitual. Los seguros médicos evitan que todos los
servicios puedan ser disfrutados hasta que no transcurre un tiempo prudencial.
Este periodo varía en función de dos atributos: de la cobertura que se desee
disfrutar y de la aseguradora con la que llevemos a cabo la contratación.
Pese a ello, existen
dos motivos en los que sí que es posible anular el periodo de cadencia. Son
los siguientes:
●
Según la Dirección
General de Seguros y Fondos de Pensiones, en los casos de urgencia la
compañía debe eliminar el periodo de carencia. Siempre y cuando la asistencia
de carácter urgente sea “aquella de carácter médico que de no prestarse de
forma inminente podría poner en peligro la vida del paciente, su integridad o que
puedan producir un menoscabo permanente en su salud”.
●
En el caso de que el asegurado provenga de otro seguro médico. En
este caso, es probable que la compañía nos ofrezca la oportunidad de eliminar
este periodo con el objetivo de poder disfrutar de todas las garantías de
manera inmediata.
¿Cuáles son las carencias más habituales?
Estos son algunos de los periodos de carencia que son más habituales en función de las
necesidades existentes por parte del consumidor:
●
Embarazo:
En el caso de embarazo, la carencia suele ser de entre 6 y 10 meses. Por tanto,
tendremos que tener contratado el seguro con esa antelación para poder obtener
una cobertura completa durante todo el periodo de gestación.
●
Operaciones:
El periodo de carencia puede variar en el caso de que necesitemos, o no,
hospitalización. Si se trata de una intervención quirúrgica con
hospitalización, el periodo de carencia suele ser de seis meses. En caso de que
no sea necesaria la hospitalización, este periodo desciende hasta los tres
meses de manera aproximada.
●
Segunda
opinión médica: Entre tres y seis meses.
●
Medicina
del dolor: Entre 3 y 6 meses.
●
Planificación
familiar: 6 meses.
●
Prótesis:
Seis meses.
●
Reproducción
asistida: Dos años.
Los periodos de
carencia son, por tanto, una fórmula muy efectiva para que las compañías de
seguros garanticen en todo momento la salud del paciente. Durante los últimos
años, a medida que el cambio entre compañías de seguros se ha vuelto más
habitual, es posible eliminarlos en algunos casos, como los ya mencionados.
Debemos tener en cuenta cuáles son los tiempos de la aseguradora en cuestión
con antelación para conocer si pueden tratar las necesidades específicas con
las que contemos. En caso de duda, el uso de comparadores puede ser una opción
muy útil para obtener una perspectiva general sobre todas las opciones con las
que contemos en el momento de la contratación.
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