El consumo de crucíferas está vinculado a las mejores
tasas de supervivencia en cáncer de mama.
Comer repollo o col brócoli, la coliflor o nabos
puede ser de gran ayuda para aquellas mujeres con cáncer de
mama. Según un estudio presentado en la Reunión Anual de la
Asociación Americana de Cáncer, el consumo de crucíferas en mujeres
diagnosticadas de cáncer de mama se asocia con una mejora en la supervivencia en
un grupo de mujeres de raza china.
De acuerdo con el trabajo, coordinado por Sarah J. Nechuta, de la Universidad de Vanderbilt en Nashville (EE.UU.), las mujeres supervivientes a cáncer de mama deben seguir las directrices dietéticas nutricionales, que subrayan el consumo diario de verduras al día.
Su equipo ha analizado ahora el papel de las crucíferas en la supervivencia del cáncer de mama. Así, evaluaron su efecto en Shanghai Breast Cancer Survival Study, un análisis prospectivo realizado sobre 4.886 mujeres supervivientes de un cáncer de mama.
Los resultados mostraron que la ingesta de crucíferas durante los primeros 36 meses después del diagnóstico de cáncer de mama se asociaba con un menor riesgo de mortalidad global, de mortalidad por cáncer de mama y de recaídas.
Las investigadoras reconocen el sesgo del estudio, al haberse realizado en mujeres chinas donde se consumen muchas más verduras, pero subrayan que el consumo de estos alimentos, ricos en compuesto bioactivos, como isotiocianatos e indoles, poseen un papel en los efectos anticancerígenos de las crucíferas.
**Publicado en "ABC SALUD"
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