La Federación Española de
Asociaciones de Anticoagulados (FEASAN) ha hecho público su “Posicionamiento
sectorial en relación a la restricción en el acceso a los nuevos
anticoagulantes orales y la inequidad territorial”, un documento en el que ha
participado la Federación Española de Ictus (FEI) y la comunidad médica
implicada en el abordaje sanitario del paciente anticoagulado en España: las sociedades
científicas de Cardiología (SEC), de Medicina General (SEMG), de Medicina de
Familia y Comunitaria (SEMFYC), de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), de
Medicina Interna (SEMI), de Trombosis y Hemostasia (SETH), y de Medicina de
Urgencias y Emergencias (SEMES).
En primer lugar, FEASAN considera
“incoherente e innecesario” que algunas comunidades autónomas hayan propuesto
recomendaciones propias en relación con el uso de los nuevos anticoagulantes
orales después de que la Agencia Española de Medicamentos y Productos
Sanitarios (AEMPS) ya hubiera publicado unos criterios comunes de uso, consensuados
y aprobados posteriormente en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional
de Salud (SNS). A este respecto, el colectivo de pacientes anticoagulados ha
denunciado tanto el incumplimiento generalizado de dichos criterios como la imposición
de condiciones de visado de inspección especialmente duras y restrictivas en
algunas regiones concretas. “Lo cierto es que actualmente, y después de dos
años en el mercado, en España solo el 9% de los pacientes anticoagulados accede
a los nuevos anticoagulantes orales, cuando las estimaciones indican que entre
el 30% y el 40% de los pacientes anticoagulados son potenciales candidatos”
afirma el doctor José Mª Lobos, médico especialista en Atención Primaria del
Centro de Salud Jazmín y coordinador del grupo de estudio de enfermedades
cardiovasculares de la SEMFYC.
El presidente de FEASAN, Luciano
Arochena, ha pedido a la Administración sanitaria su compromiso para garantizar
el cumplimiento de las recomendaciones de uso de los nuevos anticoagulantes
orales emitidas por la AEMPS y que rectifique aquellos criterios que podrían suponen
un riesgo añadido para el paciente. Así, por ejemplo, “es inaceptable que haya
que estar seis meses fuera de rango para poder acceder a estos tratamientos
innovadores”, explica. Asimismo, “proponemos que se establezcan tres perfiles de
pacientes prioritarios: los que presentan un peor control de su INR a pesar de
su buen cumplimiento con anticoagulantes clásicos, los que han sufrido un ictus
cardioembólico a pesar de estar anticoagulados y que, en consecuencia, presentan
mayor riesgo de sufrir otro, y también quienes presentan un alto riesgo de
hemorragia intracraneal”. El objetivo último de esta medida es asegurar el
acceso a estos fármacos a aquellos pacientes a los que los NACOs les pueden aportar
un mayor beneficio siendo además más coste-efectivos en estos perfiles.
El doctor Vicente Bertomeu, ex
presidente de la SEC y jefe del Servicio de Cardiología del Hospital
Universitario de Sant Joan, de Alicante, ha valorado el posicionamiento de
FEASAN como “una iniciativa necesaria en tanto en cuanto los pacientes son los
principales responsables de su propia salud”. Según este experto, “el
cardiólogo, junto con las demás especialidades médicas involucradas, debe velar
por que todos los pacientes que tienen indicación de anticoagulación estén
correctamente tratados”. Para ello, “debemos luchar contra las inequidades que
está generando un sistema sanitario fragmentado por las normativas de 17
comunidades autónomas y aplicar las recomendaciones de la AEMPS”.
Trabas a la prescripción en el primer nivel asistencial
Las recomendaciones aprobadas en
algunas comunidades autónomas han puesto trabas a la prescripción de los nuevos
anticoagulantes orales por parte del médico de Atención Primaria, un
profesional clave en el control de estos pacientes. Aragón, Asturias, Canarias,
Cantabria, Castilla y León, Castilla-La Mancha, La Rioja y Murcia son las ocho
regiones en las que se han detectado barreras injustificadas para la
prescripción en el primer nivel asistencial por parte de las sociedades
científicas correspondientes. “El paciente tiene derecho a recibir el
tratamiento más adecuado en función únicamente de la situación clínica y
sociosanitaria, independientemente de su ubicación geográfica”, recalca el
posicionamiento.
Por último, FEASAN solicita a las
autoridades sanitarias el diseño e implementación de planes específicos de
información y educación sanitaria para pacientes anticoagulados, en
coordinación con sus asociaciones representativas y las sociedades científicas
correspondientes, para potenciar el papel activo y corresponsable de estos pacientes
como gestores de su propia salud. Este tipo de intervenciones sanitarias “han
demostrado que mejoran la calidad de vida, la autoeficacia y el control de la
enfermedad, y la comunicación con el facultativo”. Paralelamente, “hay que
promover y potenciar la formación continuada de los profesionales sanitarios implicados
en su abordaje”.
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