Los más
pequeños son el grupo de población con mayor riesgo de contraer
la enfermedad meningocócica invasiva (EMI),
una enfermedad de las meninges de elevada letalidad y rápida
progresión clínica. Así se ha puesto de manifiesto durante
el Simposio “Qué hay de nuevo frente a la Meningitis”, que ha organizado Novartis Vaccines
en el marco del XXVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de
Pediatría Extrahospitalaria y de
Atención Primaria (SEPEAP) celebrado en Gran Canaria.
La
enfermedad meningocócica está producida
por la bacteria Neisseria meningitidis, y
su transmisión se produce generalmente de persona a persona por
vía respiratoria, al toser o estornudar, aunque las condiciones
ambientales como el hacinamiento y el frío también pueden influir
en el contagio1.
Cada minuto se diagnostica un nuevo caso de enfermedad meningocócica
en el mundo1, una patología que afecta a 500.000 personas
cada año y que ocasiona alrededor de 50.000 muertes prematuras5:
“Se trata de una
infección muy grave, con una alta morbi-mortalidad,
de tal modo que un 10% de los afectados fallece y de los que sobreviven, hasta
un tercio lo hace con secuelas graves que incluyen amputaciones, problemas
neurológicos graves o sordera, entre otros10”, asegura
el Prof. Federico Martinón Torres, Pediatra
del Servicio
de Críticos, Intermedios y Urgencias del Hospital Clínico
Universitario de Santiago de Compostela y Coordinador de la Unidad de
Investigación en Vacunas del Instituto de Investigación Sanitaria
de Santiago.
Los más pequeños, principal grupo de riesgo
Durante el
encuentro organizado por Novartis, el Dr. Martinón ha señalado
que “la enfermedad meningocócica puede afectar a cualquier
persona, aunque sobre todo afecta a lactantes”. Los bebés y los
niños de corta edad, entre 0 y 5 años, son los colectivos
más vulnerables ante la infección por meningitis2,3 y, de hecho, en Europa los lactantes son 17 veces
más propensos a contraer la enfermedad en comparación con la población
general4.
Además de un mayor riesgo de contagio, la detección y el
diagnóstico de la enfermedad en la consulta de pediatría
también resultan más complicados en este grupo de edad:
“Los signos y síntomas de una meningitis ya instaurada son muy
evidentes, sobre todo en niños más mayores y adultos, aunque
puede ser un poco más complejo en los niños pequeños, por debajo
de un año, cuando los
síntomas no son tan claros”, señala el Dr. Luis Ortigosa,
del Servicio de Pediatría del Hospital Nuestra Señora de la
Candelaria de Tenerife y miembro del Comité Asesor de Vacunas de la
Asociación Española de Pediatría.
En este sentido, el Dr. Ortigosa señala que la principal dificultad
puede encontrarse en que “un niño que presente dolores de cabeza o
fiebre puede padecer cualquier síndrome infeccioso, desde una gripe o
una faringitis hasta una meningitis en fase incipiente”, y recuerda que,
en estos casos, “hay que ser muy cauto y mantener al niño en un
periodo de observación, ya que los síntomas más evidentes
de la meningitis aparecen al cabo de 12 ó 24 horas”.
La vacunación como
única vía para prevenir la enfermedad
Prácticamente
uno de cada diez niños menores de 12 meses fallece después de
contraer la enfermedad meningocócica aunque se
apliquen los cuidados médicos adecuados4,6,7.
Cómo afirma el Dr. Martinón, “las cifras se mantienen estables a
pesar de los avances en el diagnostico precoz y en el tratamiento”.
Precisamente
por ello, la enfermedad tiene una importancia fundamental en las consultas de
pediatría, desde donde se percibe la vacunación como única
vía frente a la enfermedad: “La vacunación es la
única forma de prevención que existe en la actualidad”,
asegura el Dr. Ortigosa. El Dr. Martinón
comparte esta opinión y señala que “la única salida inminente frente a la
enfermedad meningocócica es la prevención
mediante vacunación”.
En este sentido, en la actualidad existen diversas vacunas para la
prevención frente a los principales serogrupos
del microorganismo asociado a la enfermedad meningocócica: los serogrupos
A, C, W135 e Y, además de la recientemente aprobada por la Agencia Europea
del Medicamento (EMA) frente al serogrupo B, hasta
ahora la única vacuna frente a este tipo de meningococo.
En Europa, los segrogrupos B y C son los que provocan
más casos de EMI, aunque la incidencia de este último ha descendido
en gran medida a partir de la introducción de la vacuna en los planes de
vacunación sistemática en el año 20008.
Así, la enfermedad meningocócica por el
serogrupo B es en la actualidad la causa más
frecuente de meningitis bacteriana y es responsable de 7 de cada 10 casos de
meningitis en España9: “El serogrupo B es el
más frecuente en España, porque frente a los demás serogrupos o bien estamos vacunando o bien no son
frecuentes en nuestro entorno”, asegura el Dr. Martinón.
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