Por
primera vez en Europa, un equipo de
cardiólogos de la Clínica Universidad de Navarra ha implantado mediante
cateterismo un marcapasos de resincronización en un paciente que presentaba
obstruida la vena de acceso al ventrículo izquierdo. En esta cavidad cardiaca
es donde de forma habitual se coloca uno de los dos electrodos del dispositivo.
“Se estima que un 10% de los pacientes
con insuficiencia cardiaca severa, que precisan un marcapasos o desfibrilador
de resincronización, presentan una obstrucción o malformación anatómica del
vaso que da acceso al ventrículo izquierdo”, señalan los doctores José
Ignacio García Bolao, director del Departamento de Cardiología de la Clínica, y
Naiara Calvo, especialista del mismo servicio. Debido a esta dificultad, ese
10% de pacientes es candidato a la colocación del dispositivo en quirófano por
cirugía abierta y mediante toracotomía (apertura del tórax). En los
dispositivos convencionales de resincronización lo habitual es que se acceda, a
través de la vena subclavia, hasta el ventrículo derecho, donde se colocaría un
electrodo, mientras que el segundo electrodo se implantaría en una vena de
acceso al ventrículo izquierdo.
Así,
en aquellos pacientes en los que no puede realizarse por la técnica habitual
debido a una obstrucción o estrechamiento de los vasos de acceso al ventrículo
izquierdo, puede colocarse el dispositivo de resincronización mediante una
tecnología diseñada para colocar el segundo electrodo directamente dentro de
este ventrículo. El acceso se realizaría, al igual que en el caso de los
implantes convencionales, a través de la vena subclavia (situada debajo de la
clavícula), hasta llegar a las cavidades derechas del corazón. Una vez allí,
mediante punción desde el lado derecho del corazón se accedería hasta la
aurícula izquierda, desde donde se pasaría al ventrículo izquierdo que alojaría
directamente el segundo electrodo. Por otro lado, la parte del dispositivo
generadora del impulso eléctrico, que incluye la batería, se alojaría bajo la
clavícula, de forma completamente idéntica a los dispositivos implantados de
forma convencional. Desde allí partirían los cables con los electrodos hasta el
corazón.
Pacientes candidatos
Como
se sabe, los marcapasos o desfibriladores de resincronización están indicados
en aquellas personas con insuficiencia cardiaca severa o avanzada con
trastornos de conducción cardíaca. Aproximadamente, un 10% de ellos presenta
problemas en el sistema venoso coronario que impiden el paso o la colocación
del cable que porta un electrodo. Ese porcentaje de pacientes constituiría el
de los candidatos a implantar este dispositivo de resincronización mediante la
nueva técnica.
La
indicación para este procedimiento se limitaría además a aquellos pacientes que
tomen medicación anticoagulante, tipo Sintrom. Según explica la doctora Calvo, “los candidatos serían aquellos pacientes
que a priori tomen anticoagulantes debido a arritmias. Tras implantar este tipo
de marcapasos o desfibrilador es necesario que el paciente esté anticoagulado
porque al colocar un cable en la parte izquierda del corazón, la presencia del
electrodo podría generar trombos”.
El
tiempo de intervención para implantar el dispositivo de resincronización mediante
esta técnica se prolonga por espacio aproximado de una hora, similar al
necesario para colocar un dispositivo de la forma convencional. El
procedimiento se realiza con anestesia local y sedación y el ingreso
hospitalario habitual es de 24 horas.
De
la misma manera que los marcapasos o desfibriladores de resincronización
normales, en este caso, el dispositivo cardiaco se monitoriza también a
distancia, mediante tecnología GSM (sistema de telecontrol a través de las
redes de telefonía móvil), “de forma que
desde la Clínica se puede observar la evolución del paciente. Además, el
dispositivo transmite también al centro hospitalario tanto la existencia de
arritmias, como cualquier incidencia del propio dispositivo”, explica la
cardióloga.
Pie
de foto:
Equipo. De izda a dcha, los doctores Hugo Arguedas y Naiara Calvo,
la enfermera Cristina Díaz Fernández, los doctores José Ignacio García Bolao
(director de Cardiología) y Juan Pablo Canepa y la enfermera Graciela López
González, todos del Departamento de Cardiología de la Clínica.

No comments:
Post a Comment