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21 February 2022

Cuando tener el pecho grande se convierte en un problema para la salud

 


 

El pecho femenino nunca se ha considerado una parte cualquiera del cuerpo, son los atributos femeninos por antonomasia. Tienen un papel fundamental durante la maternidad y la lactancia, pero asimismo tienen una función sexual y para todas las mujeres son significativos para expresar su sensualidad.

 

En muchos casos, el tamaño excesivo de los senos provoca que estas funciones pierdan sentido. Resultan incómodos en la vida cotidiana, generan molestias en la espalda, las cervicales, los hombros, y psicológicamente puede ocasionar inseguridades y falta de confianza. Por eso, cuando se ven ejemplos de fotos del antes y después de la reducción de pecho, se aprecia una mayor armonía con la complexión del cuerpo. Es una intervención quirúrgica con la que se consiguen muchos beneficios, entre ellos, corregir la postura.  

 

Las cirugías de aumento de mamas son mucho más conocidas. Tener poco pecho también genera a muchas mujeres una gran inseguridad, pero aunque pueda parecer lo contrario, las operaciones de reducción son bastante comunes.

 

Se piensa equivocadamente que las pacientes que se realizan estas intervenciones quirúrgicas lo hacen por razones estéticas. No todo se basa en que se vean unos pechos perfectos en cuanto a tamaño, la belleza también radica en el equilibrio de la proporción, que los senos sean acordes a la complexión del cuerpo.

 

 

¿En qué casos se considera la reducción de pecho?

 

Generalmente, este tipo de operación genera muchas dudas. Un punto muy relevante que se debe tener en cuenta es que hasta que no se desarrolla completamente el pecho no se puede realizar ninguna intervención.

 

Hemos mencionado los dolores como una de las causas más frecuentes de tener un tamaño excesivo de los pechos y que pueden provocar leves o severas deformidades en el esqueleto, pero existen situaciones tan distintas como personas. Puede resultar limitante para la práctica de determinados deportes, dificultar la respiración y en la mayoría de casos, se producen unas molestas erupciones debajo de los senos.

 

En otras situaciones, uno de los pechos es visiblemente más grande que el otro, y asimismo, hay hombres que recurren a esta operación porque sufren ginecomastia, lo que  se conoce como el aumento del tamaño de las mamas en los varones, y es la mejor manera de mejorar su cuerpo y mitigar el malestar emocional.

 

Acudir a un adecuado cirujano plástico es esencial para que se consigan los resultados deseados, y seguir adecuadamente las recomendaciones que dan el experto y su equipo para realizar en el postoperatorio evita que las cicatrices sean visibles.

 

Lo que se realiza en la cirugía es eliminar el tejido graso, el tejido mamario y la piel que sean necesarios, además de elevar la posición de las mamas. En el caso de que el tamaño de la areola sea excesivamente grande también se reduce.

 

La mayoría de las pacientes suelen bajar, como mínimo, una o dos tallas de sujetador. Evidentemente, la finalidad que se persigue con esta intervención son unos pechos más pequeños y con una forma más proporcional al resto del cuerpo para mayor comodidad en el día a día.

 

Muchas mujeres se preguntan si se mantiene la capacidad de lactancia y la respuesta es sí. Con una mamoplastia de reducción no se altera esta función, ni se pierde la sensibilidad. Tras el tiempo de recuperación que sea necesario, las mamas están perfectamente normales.

 

 

Por regla general, se vuelve a tener una vida normal sin ningún tipo de síntoma entre los tres a los seis meses después de la intervención, pero depende de cada caso, ya que en algunos pueden sobrepasarse los seis meses para sentir una total recuperación.

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