La Medicina Intensiva es una especialidad médica de carácter transversal y, por ello, se ocupa de los pacientes críticos con afectación de uno o más órganos, sean éstos los que sean, y con independencia de la patología de que se trate. A este respecto, las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIs) juegan un papel clave en el diagnóstico y tratamiento de los estados de gravedad de estos pacientes y, en definitiva, en la recuperación de personas a las que todavía no les ha llegado el momento de morir.
Con la celebración del XLIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) “pretendemos hacer aún más visible el hecho ya consolidado de que la transversalidad de nuestra especialidad, su utilidad social y el valor añadido que aportamos los intensivistas forman parte de las vigas maestras que sustentan el edificio de la atención especializada intra y extrahospitalaria”, ha destacado el doctor Jesús Blanco, presidente del Comité Organizador Local y jefe de la UCI del Hospital Río Hortega, de Valladolid, durante la rueda de prensa de presentación de este congreso, que tiene lugar en el Centro Cultural “Miguel Delibes” hasta el 10 de junio.
El experto ha aprovechado la ocasión para solicitar a la Administración y a la propia sociedad una mayor atención hacia la investigación biomédica de los hospitales españoles: “Creemos necesario manifestar que dicho apoyo requiere que tal actividad sea considerada como una actividad productiva más, integrándose en el contexto de la actividad clínica”, señala. Como máximo exponente de esta actividad investigadora en el ámbito de la medicina intensiva, el XILV Congreso Nacional de la SEMICYUC contará con la participación del doctor Andrés Esteban, jefe de Medicina Intensiva del Hospital Universitario de Getafe (Madrid), múltiplemente premiado por su trayectoria científica de excelencia.
Con la celebración del XLIV Congreso Nacional de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) “pretendemos hacer aún más visible el hecho ya consolidado de que la transversalidad de nuestra especialidad, su utilidad social y el valor añadido que aportamos los intensivistas forman parte de las vigas maestras que sustentan el edificio de la atención especializada intra y extrahospitalaria”, ha destacado el doctor Jesús Blanco, presidente del Comité Organizador Local y jefe de la UCI del Hospital Río Hortega, de Valladolid, durante la rueda de prensa de presentación de este congreso, que tiene lugar en el Centro Cultural “Miguel Delibes” hasta el 10 de junio.
El experto ha aprovechado la ocasión para solicitar a la Administración y a la propia sociedad una mayor atención hacia la investigación biomédica de los hospitales españoles: “Creemos necesario manifestar que dicho apoyo requiere que tal actividad sea considerada como una actividad productiva más, integrándose en el contexto de la actividad clínica”, señala. Como máximo exponente de esta actividad investigadora en el ámbito de la medicina intensiva, el XILV Congreso Nacional de la SEMICYUC contará con la participación del doctor Andrés Esteban, jefe de Medicina Intensiva del Hospital Universitario de Getafe (Madrid), múltiplemente premiado por su trayectoria científica de excelencia.
-Más de 430 trabajos en el ámbito médico y 180 en el de la enfermería
Es la segunda vez que se celebra este congreso en Valladolid, y la tercera en Castilla y León. Bajo el lema “El paciente crítico: nuestra razón de ser”, se espera que asistan cerca de 1.500 profesionales del enfermo crítico. Además de numerosos programas educativos, reuniones de los diferentes grupos de trabajo, mesas redondas, puestas al día y encuentros con la industria, está previsto que se presenten más de 430 trabajos de investigación originales en el ámbito médico y 180 en el de la enfermería. Ambas cifras se han visto incrementadas con respecto al año anterior, lo que indica que “cada vez hay más profesionales preocupados por comunicar sus hallazgos”.
La provincia de Valladolid dispone actualmente de dos UCIs (una en el Hospital Río Hortega y la otra en el Hospital Clínico Universitario). Las plantillas de ambas están constituidas por intensivistas especializados en cualquier tipo de paciente crítico. De cara al futuro, “la primera de ellas está pendiente de la apertura de cinco camas, y la remodelación de la segunda también prevé el incremento el número de camas”, según el doctor Blanco. Las principales demandas de la especialidad en esta región castellanoleonesa no difieren mucho de las nacionales: incremento del número de efectivos de enfermería experta en cuidados intensivos en circunstancias de alta presión asistencial, y asignación de fisioterapeutas específicos para las UCIs.
Según datos aportados por el experto, aproximadamente el 12% de los pacientes críticos que ingresan en las UCIs vallisoletanas presentan sepsis grave o shock séptico, una enfermedad en la cual la presión arterial baja a un nivel que puede poner en peligro la vida. En toda la comunidad autónoma, la incidencia poblacional de esta patología alcanza la cifra de 25-30 pacientes por cada 100.000 habitantes y año. “A pesar de los avances producidos en su diagnóstico y tratamiento, y de campañas educativas intrahospitalarias como la denominada “Sobrevivir a la Sepsis”, todavía hay un enorme margen de mejora en este campo”, apunta. “Reuniones como la que hoy presentamos pueden contribuir a este objetivo”.
Entre otros temas destacados, el XLIV Congreso Nacional de la SEMICYUC incluye una mesa sobre “Manejo del paciente con trauma craneoencefálico”, en la que participará con una ponencia el prestigioso doctor Aron K. Gupta, del Addenbrooke’s Hospital, de Cambridge (Reino Unido). Dedicado a la investigación de la lesión cerebral aguda, la charla del experto “tratará de explicar los mecanismos por los cuales se produce el edema y la manera en que se puede tratar, además de las razones por las cuales ese mismo edema también produce lesiones en los vasos y fenómenos isquémicos de falta de aporte de oxígeno”, explica el doctor Pedro Galdos, presidente de la SEMICYUC y jefe de la UCI del Hospital Puerta de Hierro, de Madrid.
Es la segunda vez que se celebra este congreso en Valladolid, y la tercera en Castilla y León. Bajo el lema “El paciente crítico: nuestra razón de ser”, se espera que asistan cerca de 1.500 profesionales del enfermo crítico. Además de numerosos programas educativos, reuniones de los diferentes grupos de trabajo, mesas redondas, puestas al día y encuentros con la industria, está previsto que se presenten más de 430 trabajos de investigación originales en el ámbito médico y 180 en el de la enfermería. Ambas cifras se han visto incrementadas con respecto al año anterior, lo que indica que “cada vez hay más profesionales preocupados por comunicar sus hallazgos”.
La provincia de Valladolid dispone actualmente de dos UCIs (una en el Hospital Río Hortega y la otra en el Hospital Clínico Universitario). Las plantillas de ambas están constituidas por intensivistas especializados en cualquier tipo de paciente crítico. De cara al futuro, “la primera de ellas está pendiente de la apertura de cinco camas, y la remodelación de la segunda también prevé el incremento el número de camas”, según el doctor Blanco. Las principales demandas de la especialidad en esta región castellanoleonesa no difieren mucho de las nacionales: incremento del número de efectivos de enfermería experta en cuidados intensivos en circunstancias de alta presión asistencial, y asignación de fisioterapeutas específicos para las UCIs.
Según datos aportados por el experto, aproximadamente el 12% de los pacientes críticos que ingresan en las UCIs vallisoletanas presentan sepsis grave o shock séptico, una enfermedad en la cual la presión arterial baja a un nivel que puede poner en peligro la vida. En toda la comunidad autónoma, la incidencia poblacional de esta patología alcanza la cifra de 25-30 pacientes por cada 100.000 habitantes y año. “A pesar de los avances producidos en su diagnóstico y tratamiento, y de campañas educativas intrahospitalarias como la denominada “Sobrevivir a la Sepsis”, todavía hay un enorme margen de mejora en este campo”, apunta. “Reuniones como la que hoy presentamos pueden contribuir a este objetivo”.
Entre otros temas destacados, el XLIV Congreso Nacional de la SEMICYUC incluye una mesa sobre “Manejo del paciente con trauma craneoencefálico”, en la que participará con una ponencia el prestigioso doctor Aron K. Gupta, del Addenbrooke’s Hospital, de Cambridge (Reino Unido). Dedicado a la investigación de la lesión cerebral aguda, la charla del experto “tratará de explicar los mecanismos por los cuales se produce el edema y la manera en que se puede tratar, además de las razones por las cuales ese mismo edema también produce lesiones en los vasos y fenómenos isquémicos de falta de aporte de oxígeno”, explica el doctor Pedro Galdos, presidente de la SEMICYUC y jefe de la UCI del Hospital Puerta de Hierro, de Madrid.
-Proyecto SYREC (Seguridad Y Riesgo en el Enfermo Crítico)
Otro asunto clave que será tratado en este congreso se refiere a la seguridad del paciente crítico. “Errar es de humanos, pero hay que intentar que ocurra lo menos posible”, apunta el experto. A este respecto, el Grupo de Trabajo de Planificación, Organización y Gestión de la SEMICYUC, encabezado por la doctora Paz Merino de Cos, ha llevado a cabo el proyecto SYREC (Seguridad Y Riesgo en el Enfermo Crítico), que cuenta con la financiación del Ministerio de Sanidad, y tiene por objetivo conocer el enorme elenco de efectos adversos que pueden darse en una UCI. “Los siguientes pasos serían la creación de un sistema informático de notificación de efectos adversos y el establecimiento de reuniones mensuales en las que se estudien los datos y se decidan medidas encaminadas a su reducción”, añade.
En este contexto también se sitúa el programa “Bacteriemia Zero”, que tiene por objetivo la reducción de las bacteriemias relacionadas con el uso de catéteres endovasculares en los pacientes críticos de las UCIs españolas. Desarrollado por el Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas (GTEI) de la SEMICYUC, en colaboración con el Ministerio de Sanidad, se basa en la experiencia del doctor Peter Pronovost, del Centro para Innovación en Calidad de la Universidad Johns Hopkins. “Consiguió erradicar dicha infección nosocomial en todas las UCIs del estado de Michigan durante un periodo de 18 meses”. El siguiente paso “será la formación de médicos y personal de enfermería de las UCIs”, según el doctor Galdos.
Aparte del reto que supone la seguridad del paciente crítico, otro asunto destacado del XLIV Congreso Nacional de la SEMICYUC es el seguimiento de las comunicaciones premiadas en 2008. Para ello, está prevista la celebración de una mesa redonda en la que participen los autores de dichos trabajos. Entre otras cosas, “pretendemos estimularles para que sus investigaciones terminen siendo publicadas, pues uno de los grandes problemas de los congresos es el bajo porcentaje de publicaciones que suelen producir”, explica el presidente de la SEMICYUC.
El distrés respiratorio del adulto, el shock y la resucitación son otros temas importantes a destacar durante este congreso. Con respecto a la primera patología, puede tener diferentes causas, como pancreatitis, politransfusiones, tramatismos, infecciones pulmonares sin resolver o problemas víricos. “Estos pacientes requieren ventilación mecánica, lo que aumenta las estancias hospitalarias y los fallecimientos”, apunta el experto. Una de las grandes líneas de investigación en el ámbito de los cuidados intensivos se centra en “mejorar la comprensión de la etiopatología, estudiando mediadores de la inflamación, para no inducir dicha patología”, añade.
La otra gran línea investigadora se refiere al shock, estado en el que entra un paciente tras un proceso de inflamación que afecta a todo el organismo y altera la permeabilidad de los vasos. “Se están estudiando posibles mecanismos mediadores de dicha inflamación que puedan ser bloqueados con el propósito de no llegar nunca a esa situación de hipotensión mantenida, que suele llevar a la muerte”, explica el doctor Galdos. Por su parte, este congreso también apunta hacia la formación de futuros docentes en materia de resucitación tras parada cardiorrespiratoria.
Otro asunto clave que será tratado en este congreso se refiere a la seguridad del paciente crítico. “Errar es de humanos, pero hay que intentar que ocurra lo menos posible”, apunta el experto. A este respecto, el Grupo de Trabajo de Planificación, Organización y Gestión de la SEMICYUC, encabezado por la doctora Paz Merino de Cos, ha llevado a cabo el proyecto SYREC (Seguridad Y Riesgo en el Enfermo Crítico), que cuenta con la financiación del Ministerio de Sanidad, y tiene por objetivo conocer el enorme elenco de efectos adversos que pueden darse en una UCI. “Los siguientes pasos serían la creación de un sistema informático de notificación de efectos adversos y el establecimiento de reuniones mensuales en las que se estudien los datos y se decidan medidas encaminadas a su reducción”, añade.
En este contexto también se sitúa el programa “Bacteriemia Zero”, que tiene por objetivo la reducción de las bacteriemias relacionadas con el uso de catéteres endovasculares en los pacientes críticos de las UCIs españolas. Desarrollado por el Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas (GTEI) de la SEMICYUC, en colaboración con el Ministerio de Sanidad, se basa en la experiencia del doctor Peter Pronovost, del Centro para Innovación en Calidad de la Universidad Johns Hopkins. “Consiguió erradicar dicha infección nosocomial en todas las UCIs del estado de Michigan durante un periodo de 18 meses”. El siguiente paso “será la formación de médicos y personal de enfermería de las UCIs”, según el doctor Galdos.
Aparte del reto que supone la seguridad del paciente crítico, otro asunto destacado del XLIV Congreso Nacional de la SEMICYUC es el seguimiento de las comunicaciones premiadas en 2008. Para ello, está prevista la celebración de una mesa redonda en la que participen los autores de dichos trabajos. Entre otras cosas, “pretendemos estimularles para que sus investigaciones terminen siendo publicadas, pues uno de los grandes problemas de los congresos es el bajo porcentaje de publicaciones que suelen producir”, explica el presidente de la SEMICYUC.
El distrés respiratorio del adulto, el shock y la resucitación son otros temas importantes a destacar durante este congreso. Con respecto a la primera patología, puede tener diferentes causas, como pancreatitis, politransfusiones, tramatismos, infecciones pulmonares sin resolver o problemas víricos. “Estos pacientes requieren ventilación mecánica, lo que aumenta las estancias hospitalarias y los fallecimientos”, apunta el experto. Una de las grandes líneas de investigación en el ámbito de los cuidados intensivos se centra en “mejorar la comprensión de la etiopatología, estudiando mediadores de la inflamación, para no inducir dicha patología”, añade.
La otra gran línea investigadora se refiere al shock, estado en el que entra un paciente tras un proceso de inflamación que afecta a todo el organismo y altera la permeabilidad de los vasos. “Se están estudiando posibles mecanismos mediadores de dicha inflamación que puedan ser bloqueados con el propósito de no llegar nunca a esa situación de hipotensión mantenida, que suele llevar a la muerte”, explica el doctor Galdos. Por su parte, este congreso también apunta hacia la formación de futuros docentes en materia de resucitación tras parada cardiorrespiratoria.
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