“La atención oncológica de calidad consiste en hacer las cosas bien, y poder demostrarlo ya que se han establecido previamente los parámetros de medida de dicha calidad y nuestros resultados se comparan en nuestro entorno”, explica el doctor Carlos Camps, presidente de la Fundación ECO (Excelencia y Calidad de la Oncología). “Además, la atención debe ser percibida como de calidad, no sólo por parte de los oncólogos, sino también por parte de los afectados”.
En el marco de la calidad en la atención oncológica, sin duda, la aportación más valiosa de la innovación a la Oncología ha sido la de proporcionar más años de vida y más calidad de vida a los pacientes con cáncer, lo que inevitablemente debe conducir a una atención oncológica de calidad. Según el doctor Eduardo Díaz-Rubio, vicepresidente de la Fundación ECO, “la introducción en el año 2000 del genoma humano y de la biología molecular del cáncer supuso una nueva era en el diagnóstico y el tratamiento de las enfermedades oncológicas e hizo posible el desarrollo de la oncofarmacología genómica y de la individualización del tratamiento”. No obstante, si se quieren aprovechar las inmensas oportunidades que se ofrecen en el campo de la innovación, es necesario disponer de los recursos suficientes para la asistencia sanitaria de los pacientes oncológicos, punto éste de especial relevancia, dada la situación económica actual de la que derivan un número cada vez mayor de ajustes presupuestarios.
Ésta es una de las conclusiones a las que se ha llegado en el Foro “Por una atención oncológica de calidad. El valor de la innovación”, organizado recientemente por la Fundación ECO (Excelencia y Calidad en Oncología) y en el que se ha puesto de manifiesto que es esencial y urgente establecer prioridades y planificación en lo que concierne a innovación en diagnóstico y tratamiento, con el fin de facilitar que el acceso a la innovación sea rápido y equitativo independientemente del lugar de residencia. A este respecto, es de destacar que desde el marco general de la situación económica en la que se encuentra nuestro país en la actualidad, la asistencia sanitaria representa en España sólo el 7% del gasto público del Producto Interior Bruto (PIB). De ese 7%, los medicamentos representan el 20%, lo que significa alrededor del 1,4% con respecto al gasto público global.
Supervivencia, acceso a la innovación y políticas sanitarias
La innovación ha desempeñado un papel fundamental en el aumento de las cifras de largos supervivientes al cáncer (pacientes curados que ya no reciben tratamiento y que al menos ha transcurrido un periodo de cinco años desde el diagnóstico), de forma que, según los expertos, la supervivencia de los pacientes con cáncer es el indicador más importante de la eficacia del sistema asistencial en la lucha contra esta enfermedad. Este indicador refleja en qué medida, los casos son diagnosticados en un estadio potencialmente curable y el grado de eficacia de los procedimientos terapéuticos.
El acceso a la innovación y a la calidad en la atención oncológica pasa por la incorporación de los avances tecnológicos y terapéuticos en la práctica clínica diaria. Sin embargo, ¿hasta qué punto puede afectar la crisis económica al acceso rápido a la innovación, así como a la equidad territorial en ese acceso?. El doctor Díaz-Rubio hace hincapié al respecto en la importancia de que los decisores políticos y gestores sanitarios establezcan prioridades y planifiquen el acceso a la innovación, con el fin de que el oncólogo pueda decidir, en base a criterios clínicos y conjuntamente con el paciente, el mejor tratamiento posible según las características de su enfermedad. “Sólo así –explica el vicepresidente de la Fundación ECO- podremos evitar que disminuya la tasa de supervivencia al cáncer con la que contamos en la actualidad en España, que se encuentra por encima de la media de supervivencia de otros países de nuestro entorno”.
En este sentido, durante la celebración del Foro de la Fundación ECO, se ha puesto de manifiesto cómo, en la última década, la política restrictiva de prescripción adoptada por el Reino Unido ha repercutido en una disminución de la media de supervivencia al cáncer en este país en los últimos años. Es más, a este respecto, algunos participantes en el Foro, del que la Fundación ECO está elaborando resumen y conclusiones, hacen hincapié en que la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS), en el momento en el que se celebró el Foro el pasado 26 de septiembre, no había aprobado ningún tratamiento oncológico en todo el 2012. En palabras del doctor Antonio Antón, patrono de la Fundación ECO durante el Foro del pasado 26 de septiembre, “la situación es inexplicable. En el caso de las nuevas indicaciones, se trata de tratamientos que ya están en los hospitales, pero que no se pueden utilizar por falta de aprobación del precio para la nueva indicación. Sin embargo, dicha aprobación repercutiría en un abaratamiento del coste, ya que lógicamente no se iba a aprobar el precio por encima de las indicaciones que sí tienen precio adjudicado anteriormente”.
Otro problema en este marco es la falta de adjudicación de presupuesto destinado a la innovación cuándo ésta es aprobada por la AEMPS. “si la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios aprueba un nuevo tratamiento y no hay un presupuesto destinado a la incorporación de la innovación en la práctica clínica, sería muy difícil que ésta sea asumible por el Sistema Sanitario”, destaca del doctor Enrique Aranda, presidente del Grupo TTD (Tratamiento de los Tumores Digestivos). Al mismo tiempo esto nos podría llevar a una falta de equidad territorial en el acceso, de forma que pudiera darse la paradoja de que “la supervivencia de un paciente con cáncer dependa del lugar donde sea diagnosticado y del hospital donde se trate”.
El punto de vista de los afectados
Aunque se trata de un problema acentuado por la actual crisis de nuestro país, durante el Foro de la Fundación ECO se ha puesto de manifiesto que la equidad en el acceso a los tratamientos viene de mucho antes. Según Begoña Barragán, presidenta del Grupo Español de Pacientes con Cáncer (GEPAC), “en cada comunidad autónoma gestionan sus presupuestos sanitarios de forma independiente y se están cometiendo irregularidades en la forma en que cada comunidad, provincia o incluso hospital, fija los criterios de acceso a los tratamientos, especialmente a los más innovadores, que a día de hoy son los más costosos”. En esta línea, Begoña Barragán denuncia que “se están reevaluando indicaciones de tratamientos ya aprobados y estableciendo limitaciones en el uso de muchos de ellos, lo que lleva a situaciones de auténtica desigualdad. Así, cada vez es más frecuente encontrar en una misma ciudad hospitales que niegan tratamientos y a poca distancia otros que los aprueban”.
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