Mejorar la funcionalidad de la boca es el
principal objetivo que se persigue habitualmente cuando se opta por colocar un implante
dental. Pero el perfeccionamiento
estético es cada vez un fin adicional que adquiere mayor relevancia, sobre
todo cuando el implante se sitúa en zonas clave para la apariencia física.
En el transcurso de la doble cita científica odontológica
que tiene lugar del 22 al 24 de mayo en Valladolid, y que aúna la 48º Reunión Anual de la Sociedad Española
de Periodoncia y la 4ª Reunión de Higiene Bucodental, se celebra un curso monográfico, patrocinado por Mozo
Grau, sobre cómo mejorar la estética en
el sector anterior de la boca, donde se sitúa el grupo de dientes incisivos y caninos.
Expertos de referencia mundial detallan aspectos
básicos que permiten mejorar los resultados estéticos en el sector anterior, ayudando
a integrar los
tratamientos periodontales e implantológicos con los requisitos
rehabilitadores, funcionales y estéticos, para que la sonrisa
deseada sea el punto de partida y el premio final.
Superando
desafíos
Respecto a la regeneración ósea en el sector anterior, el Dr. Javier Núñez, doctor en Odontología y profesor colaborador del Master de Periodoncia de la
Universidad Complutense de Madrid, la califica como “un desafío extremo”. A su juicio, “la regeneración de los tejidos
óseos perdidos es fundamental para obtener
un resultado exitoso en tratamiento con implantes, más si implica un zona estética, donde cualquier alteración que se
produzca en la regeneración ósea puede comprometer a la forma, color y contorno de la encía y, por
consiguiente, a la
rehabilitación”. De ahí que la
manipulación de tejidos duros y blandos en
zonas estéticas requiere cierta exigencia y debe ser orientada a
conseguir determinados
parámetros clínicos, esenciales
para obtener un resultado estético.
Además de los
tratamientos restauradores y de ortodoncia, la estética alrededor de los dientes y de los implantes en la zona
anterior pueden mejorarse también con intervenciones quirúrgicas. “Procedimientos
dentales que se realizan rutinariamente en la zona funcional pueden suponer un
gran reto en la zona estética”, reconoce el Dr. Otto Zuhr, profesor en el departamento de Periodoncia en la Universidad de Frankfurt
(Alemania).
Los defectos de tejidos
blandos se pueden reconstruir con cubrimiento de recesiones, reconstrucciones
de papilas o aumentos de volumen, y se han desarrollado nuevos conceptos para
el tratamiento de alveolos postextracción y ausencias dentarias. Con el objetivo de influir positivamente en
el potencial de cicatrización de un paciente, novedades microquirúrgicas han
llevado a un renacimiento de las técnicas de tunelización. Para el Dr.
Zuhr, “no solo los nuevos instrumentos y los materiales de sutura y técnicas
mejoradas son los responsables de esta evolución, sino que también se ha
producido la ampliación de indicaciones: las técnicas de tunelización pueden
utilizarse también para engrosamiento gingival, cubrimiento de implantes y
aumento de reborde alveolar”.
Por su parte, el Dr. Winston Chee, Profesor de Odontología Restauradora en Ostrow School of Dentistry de la Universidad del Sur de
California (Estados Unidos), ha hablado sobre la importancia del posicionamiento del implante en
odontología restauradora de la zona estética, subrayando la trascendencia de
planificar los tratamientos y el impacto de un implante que no se coloca en la
posición correcta para la restauración. En su intervención ha mostrado ejemplos
para ilustrar los efectos dañinos a nivel estético cuando los implantes son
colocados pésimamente, destacando sobre todo “el impacto del tiempo empleado y
el coste que conlleva obtener una restauración aceptable si antes no se ha
procedido a una correcta colocación del implante”.
Diseño digital de la sonrisa
Uno de los aspectos más novedosos
que se han debatido en este foro ha sido el de los avances técnicos que permiten predecir los resultados de una terapia
con implantes. El Dr. Andrea Ricci,
Director Científico
del IDEAT (Instituto de Educación y Terapia Dental, en Italia), ha destacado el beneficio del Diseño Digital
de la Sonrisa (DSD, en sus siglas en
inglés), “una herramienta multiusos que
puede ayudar a los dentistas durante
diferentes fases del tratamiento”.
Desde la primera visita hasta la
cementación final, el protocolo de DSD se puede utilizar por el equipo dental y el paciente para entender la solución
estética, la elaboración del plan de tratamiento
adecuado y también mejorar la efectividad de la secuencia clínica, facilitando
la comunicación entre los clínicos y los técnicos de laboratorio. Las líneas y formas dibujadas en fotografías
extraorales que aportan referencias apropiadas
pueden transferirse a fotos intraorales y esto ayudar al equipo a ampliar la visión del caso, entendiendo las limitaciones, resaltando las soluciones
estéticas y previsualizando el resultado. También permite hacer revaluaciones continuas
de los resultados de los tratamientos.
Esta es la razón por la que también se puede considerar una filosofía
de trabajo, “puesto que la educación de
los pacientes se mejora, permitiendo seleccionar el tratamiento ideal que es
estéticamente diseñado para las necesidades del paciente y orientado a
resultados superiores”, afirma el experto italiano, quien también considera
que con este recurso “se incrementa la
aceptación de casos para ser tratados, que es un punto crítico para el éxito de
cualquier clínica dental”.
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