Son distintos los procesos mentales
que operan cuando nos aparece el hambre y si decidimos comer en casa -o en la
calle-. La diferencia entre ambos radica en la voluntariedad. Hay actos del
organismo controlados por mecanismos autónomos, no relacionados con el
ejercicio consciente de nuestra voluntad: respirar, impulsar la sangre a cada
órgano o sentir apetito son ejemplos de ello. Así le ocurre a ciertos aspectos
de la alimentación: el curso normal de cuestiones esenciales como el
vaciamiento gástrico, la deglución o el apetito dependen de que el sistema
neuronal opere correctamente. De ahí que haya enfermedades neurológicas que
afecten a un normal funcionamiento de la alimentación.
Aunque las recomendaciones
alimentarias deben ser individualizadas para cada paciente, los expertos creen
que existen dietas que previenen la aparición de enfermedades neurológicas
como el párkinson, el ictus o el alzhéimer. Así lo indica el doctor Eduardo
Durán, neurólogo del hospital onubense Juan Ramón Jiménez, autor de la citada
guía y miembro de la Sociedad Andaluza de Neurología (SAN): “Una dieta basada
en vegetales, carne de ave, fruta y pescado y de alimentos bajos en sal y sin
grasas saturadas ayudan a proteger nuestro sistema nervioso", dice.
Pregunta: ¿Pueden los hábitos alimentarios
precipitar o, por contra, frenar el curso de la enfermedad neurológica?
Respuesta Dr. Durán (Neurólogo y miembro de la
SAN): La
alimentación es un aspecto importante de muchas enfermedades neurológicas. En
algunos casos influyen en su prevención (por ejemplo en el ictus, patología en la que en el control de
los factores de riesgo vascular como la diabetes, hipertensión o dislipemia la
alimentación juega un papel clave). En otros casos, como la enfermedad de
Wilson, una dieta sin cobre es imprescindible para ayudar a controlar la
enfermedad o aprender a detectar la disfagia precozmente y cómo actuar cuando
se presenta nos ayudará a evitar complicaciones en nuestros pacientes.
P.: ¿Qué sugerencias nutricionales
corresponderían a patologías neurológicas graves?
Dr. Durán: Las recomendaciones deben
individualizarse según el paciente y el tipo de enfermedad. No existe una pauta
fija porque un mismo paciente puede variar según la fase de la enfermedad en la
que se encuentre. No obstante, sabemos que una dieta basada en vegetales, carne
de ave, fruta y pescado, pobre en sal y grasas saturadas ayuda a proteger
nuestro sistema nervioso.
P.: La guía que acaban de publicar
está dirigida a profesionales sanitarios, pero también puede ayudar a las
familias de los pacientes, ¿verdad?
Dr. Durán: La guía se divide en dos partes: una primera en la que se comentan
aspectos generales de la nutrición -cómo evaluar el estado nutricional y
cómo determinar las necesidades energéticas de los pacientes- y una segunda
parte en la que se van desgranando, enfermedad por enfermedad, cuáles son las
complicaciones asociadas a la nutrición y la forma de solucionarlas de cada
patología, dirigido fundamentalmente a sanitarios, así como recomendaciones
para pacientes y familias que sufren los efectos de estas enfermedades.
P.: ¿A qué se debe que algunas
patologías causen la pérdida del apetito de los enfermos?
Dr. Durán: La alimentación es una función de los seres humanos muy compleja, que
incluye aspectos sociales y culturales, pero también elementos de bioquímica y
fisiología de nuestro sistema nervioso que actúan sobre mecanismos tan diversos
como el apetito, el vaciamiento gástrico, la masticación o la deglución. Para
que todo funcione correctamente el engranaje neuronal debe ser perfecto. Las
enfermedades neurológicas producen desajustes que favorecen la pérdida de
capacidades necesarias para una correcta alimentación, lo que nos lleva hacia la desnutrición.
P.: ¿Cómo surge la idea de elaborar
el manual?
Dr. Durán: La idea surge de la inquietud del Dr.
Juan ignacio Ramos Clemente, responsable de la consulta de Nutrición del
Hospital Infanta Elena, y mía sobre la importancia de la nutrición en las
enfermedades neurológicas y la ausencia de manuales sobre este tema.
P.: ¿Qué dificultades encontraron en
el desarrollo del proyecto?
Dr. Durán: La principal dificultad es la falta
de tiempo para revisar el tema y redactar los diferentes capítulos, pero con el
apoyo y la comprensión de nuestras familias y con ilusión hemos robado horas a
nuestro tiempo de ocio y hemos podido completar el proyecto.
No comments:
Post a Comment