A día de hoy todavía existe un
gran desconocimiento sobre la importancia de mantener unos niveles de
hidratación adecuados y qué cantidad de líquidos se deben ingerir como norma
todos los días, y ante circunstancias específicas. Esto, unido a que la mayoría
de las personas no bebe suficiente líquido a lo largo del día, hace necesario
mejorar los niveles de ingesta de líquido en la población.
Así lo indica el Prof. Dr. Lluís
Serra-Majem, Catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública de la
Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y presidente de la Fundación para la
Investigación Nutricional y la Academia Española de Nutrición, que afirma que
la hidratación es ya un campo con contexto propio dentro de la nutrición y la
salud.
De hecho, según explica el profesor
Serra-Majem, “es necesario hacer mucha pedagogía para concienciar sobre la
relevancia de una correcta hidratación, no sólo en la población, también entre
los profesionales sanitarios”.
Alrededor de dos tercios de
nuestro cuerpo es agua, un elemento indispensable para la mayoría de los
procesos fisiológicos y que debe restituirse de forma periódica y rutinaria, ya
que nuestro organismo no la almacena. “La ingesta de agua u otros líquidos como
sopas, zumos, refrescos o batidos, e incluso alimentos con alto contenido en
agua pueden aportar este elemento, siempre teniendo en cuenta el aporte
calórico tanto de las bebidas como de los alimentos”, subraya el profesor
Serra-Majem.
Beber líquido todo el año
Aunque hasta hace poco la
hidratación sólo parecía preocupar en verano, parece observarse un cambio de
tendencia durante los últimos años. “También se ha emparejado con deportistas,
pero la realidad es que el balance hídrico es algo que nos afecta a todos y que
puede comprometer nuestra salud, en especial en grupos de riesgo como son
ancianos y niños”, apunta el Prof. Serra-Majem. “De todas formas, la
hidratación siempre tendrá más relevancia en aquellos periodos del año en los
que hace más calor y en los que se incrementa el riesgo de hidratación
inadecuada”.
Por otro lado, hemos de tener en
cuenta que los niveles recomendados de ingesta de líquidos se ven incrementados
en función de las condiciones ambientales y de la práctica de actividad física.
“Debemos aprender a hidratarnos correctamente -subraya el presidente de la
Fundación para la Investigación Nutricional-, en especial aquellos grupos de
población que requieren mayor ingesta, como los mayores, los niños o las
mujeres embarazadas o en periodo de lactancia”.
Según este experto, es especialmente
importante vigilar que mantemos una correcta hidratación durante la mañana y a
primeras horas de la tarde, también durante el tiempo de estudio y en el
trabajo o conducción, así como mientras se realiza ejercicio o se está expuesto
a temperaturas elevadas.
“Según la intensidad y duración
del trabajo, la falta de una hidratación adecuada puede llegar a afectar al
rendimiento”, apunta el profesor Serra-Majem. “Una hidratación inadecuada
influye en la capacidad de rendimiento, y en situaciones de deshidratación leve
de sólo un 2%, resultan afectadas diversas habilidades cognitivas como el
aprendizaje, la atención, la memorización y la rapidez de respuesta. También
afecta a la aparición de cefaleas y disminuye la respuesta motora”.
España, líder en investigación
sobre hidratación
Que el agua es un nutriente y
como tal debe incorporarse a la ciencia de la nutrición, es algo que cada vez
está más claro, sobre todo tras la celebración del I Congreso de Hidratación
que tuvo lugar a finales de 2013. “En los últimos tiempos se han hecho muchos
progresos en la investigación en el campo de la hidratación, así como en la
concienciación sobre su importancia. De hecho, España está ejerciendo un gran
liderazgo en esta área junto con otros países”, incide el profesor Serra.
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