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26 May 2010

Semana Internacional de la Tiroides y los globos




El acto de inauguración de la Semana Internacional de la Tiroides ha estado marcado por la suelta de 2010 globos. EL evento ha tenido lugar en la Plaza de los Bandos en Salamanca, ciudad que acoge estos días el 52 Congreso Nacional de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición.

Casi 700.000 personas padecen hipotiroidismo en España, el trastorno más frecuente de la tiroides


El hipotiroidismo es una producción deficiente de hormonas tiroideas. Es la enfermedad más frecuente del tiroides, que padecen casi 700.000 personas en España (en torno al 2% de la población). Cansancio crónico, debilidad, piel seca, intolerancia al frío, caída de pelo, dificultad de concentración, mala memoria, estreñimiento y aumento discreto del peso corporal, son algunos de los síntomas que se presentan en las personas que lo padecen cuando es severo. Si es poco intenso puede pasar desapercibido, descubriéndose al hacer análisis de sangre.
El tiroides es una glándula endocrina, es decir, una agrupación de células que segrega sustancias, que son las hormonas, que vierte a la sangre. Está formado por dos lóbulos a ambos lados de la tráquea unidos en la zona central por un istmo, lo que provoca que tenga forma de mariposa. Según el profesor Manel Puig Domingo, Vicepresidente de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, "su función es fundamental, ya que se encarga de regular el metabolismo del cuerpo, regula la producción de proteínas, así como la sensibilidad del cuerpo a otras hormonas". No obstante, este experto hace hincapié en la falta de conocimiento por parte de la población general respecto a los trastornos que pueden darse en relación a esta glándula.
Por ello, en el marco del 52 Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición, tiene lugar la celebración de la Semana Internacional del Tiroides, "con el fin de dar a conocer los trastornos asociados a la glándula tiroides y los síntomas de los mismos a la población general, así como concienciar sobre la importancia de prevenirlos, diagnosticarlos y tratarlos cuanto antes", explica el profesor Puig Domingo. Se trata de una iniciativa de divulgación que se lleva a cabo en todo el mundo con el auspicio de la Federación Internacional del Tiroides y de otras sociedades científicas internacionales dedicadas al estudio de esta glándula y que, en España, está impulsado por la SEEN, con la colaboración de Merck Serono.


--Hipotiroidismo
Los mayoría de los trastornos del tiroides son más frecuentes en las mujeres que en los varones. Según el profesor Puig Domingo, "la razón es que la mujer es más propensa a las enfermedades autoinmunes y en el origen de los trastornos de la funcionalidad del tiroides hay implicado un mecanismo autoinmune". De hecho, se estima que este tipo de enfermedades es hasta diez veces más frecuente en el sexo femenino, sobre todo a partir de los 40 años.
Según el doctor Lluís Vila Ballester, Coordinador en la SEEN del Grupo de Trabajo de Trastornos por Deficiencia de Yodo, "además de los síntomas propios, el hipotiroidismo, si no se trata, puede causar reducción de la fertilidad y algunos estudios han observado un mayor riesgo de enfermedades del corazón, que podrían estar relacionadas con un aumento del colesterol asociado a la situación". En caso de embarazo, el doctor Vila Ballester destaca que "no sólo aumenta el riesgo de abortos y de prematuridad, sino también de que los hijos tengan una disminución en sus capacidades intelectuales".
Los expertos destacan la importancia de adoptar una alimentación que facilite la cantidad de yodo necesaria para que el tiroides funcione bien, mediante la ingesta de sal yodada (si el aporte alimenticio es escaso), leche y pescado marino. "Esto es fundamental en las mujeres embarazadas y en los niños", hace hincapié el Vicepresidente de la SEEN. Precisamente, en embarazadas y en niños es donde la falta de diagnóstico puede tener más consecuencias graves.
En la actualidad, el diagnóstico del hipotiroidismo es muy sencillo, aunque se estima que cerca del 50% de los casos se diagnostica por casualidad, debido a la ausencia de signos en las fases tempranas. "Un estudio reciente realizado por el Grupo de Trabajo de Estudio de los Trastornos Causados por la Deficiencia de Yodo de la SEEN evidencia una prevalencia de hipotiroidismo ‘no conocido’ del 1,3%", explica el doctor Vila. La detección se lleva a cabo a través de la determinación de la tirotropina (TSH), que es una hormona hipofisaria que se eleva de manera muy sensible cuando la tiroides reduce su función.
En cuanto al hipertiroidismo, es un trastorno menos frecuente, causado por una producción mayor de hormonas tiroideas de las necesarias. Sus síntomas son los contrarios a los que se producen por el hipotiroidismo, dándose una cierta aceleración del ritmo normal del organismo: taquicardia que pude manifestarse con palpitaciones, insomnio, aumento de la sudoración, pequeño temblor, fatiga muscular, pérdida de peso, molestias en los ojos, incluso fiebre, en algunos casos.


--Alteraciones morfológicas del tiroides
Además de los trastornos relacionados con el funcionamiento del tiroides, existen otros trastornos, asociados a alteraciones morfológicas de esta glándula. Según el profesor Puig Domingo, "se trata de la aparición de nódulos tiroideos, que pueden ser malignos o benignos. En el primero de los casos se requiere cirugía y seguimiento posterior por un endocrinólogo y en el caso de los nódulos benignos la realización o no de una intervención quirúrgica depende de cada caso".

24 May 2010

Sólo el 1% de los diagnósticos del tipo de cáncer de tiroides más frecuente se realiza en estadios avanzados, lo que es un ejemplo de detección precoz


El cáncer de tiroides es el cáncer endocrinológico más frecuente y, sin embargo, es raro en comparación con otros tipos de cánceres. En general, la edad media del diagnóstico se sitúa entre los 40 y los 53 años, siendo especialmente frecuente entre las mujeres de raza blanca. Su prevalencia es baja, aunque va en aumento. Aunque el diagnóstico de cáncer suele ser aterrador, el pronóstico para los pacientes afectados de éste suele ser bueno, dado que la mayoría se cura tras cirugía (para extirpar la glándula tiroides) seguida de la ablación del tejido tiroideo residual con yodo radioactivo (para destruir los restos del tejido tiroideo). Además, en la actualidad es posible evitar las situaciones de hipotiroidismo.
El signo principal del cáncer de tiroides es la aparición de un bulto (nódulo) en la glándula tiroides, puesto que no se presentan síntomas en la mayoría de los casos. En cambio, éste suele descubrirse durante algún examen físico rutinario. Algunos pacientes con cáncer de tiroides se pueden quejar de dolor en el cuello, la mandíbula o el oído. Con vistas a la celebración del Día Europeo del Tiroides, mañana, y con el objetivo de concienciar a la población de esta enfermedad, así como de sus causas, su prevalencia y las principales implicaciones de su abordaje, la Asociación Iberoamericana contra el Cáncer de Tiroides (AICCAT) ha organizado, con el apoyo de Genzyme, un almuerzo de prensa en Madrid.
El papel del endocrino en el abordaje del cáncer de tiroides "reside en su diagnóstico, la coordinación del tratamiento y el posterior seguimiento del paciente, que debe ser de por vida", ha señalado la doctora Cristina Alvarez Escolá, médico adjunto del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario La Paz, de Madrid, y profesora asociada de la Universidad Autónoma de Madrid. Tras el descubrimiento del nódulo tiroideo, "es importante elaborar una historia clínica detallada, haciéndose especial hincapié en los antecedentes familiares y personales del paciente, y en la evolución del bulto", añade. La ecografía y la citología por Punción Aspirativa con Aguja Fina (PAAF) son las dos pruebas que suelen confirmar la enfermedad.
En relación con este tipo de cáncer, la experta no considera necesario realizar cribado alguno entre la población general, salvo en poblaciones de riesgo, que "básicamente son aquellas que tienen antecedentes familiares, han recibido radioterapia en la infancia o han vivido en zonas en las que ha ocurrido un accidente nuclear", apunta la experta. Bajo el término de "carcinoma tiroideo" se engloban diferentes tipos de tumores con pronósticos distintos. Así, el carcinoma papilar es el más frecuente y el de mejor pronóstico. "Se estima que sólo el 5% de los pacientes fallecen, y entre el 15 y el 20% de los casos se vuelven persistentes", afirma. Junto con el carcinoma folicular, el siguiente en frecuencia, "sólo el 1% de los diagnósticos se realiza en estadios avanzados", lo que podría constituir un ejemplo de detección precoz para el resto de cánceres.
La coordinación entre el endocrino y el médico nuclear es total en este tipo de cáncer. Este último "se encarga fundamentalmente del tratamiento con yodo radiactivo tras cirugía y participa activamente en el seguimiento posterior del paciente", según comenta la doctora Mercedes Mitjavila, jefa de la Unidad de Medicina Nuclear del Hospital Universitario Fundación de Alcorcón, de Madrid, durante la presentación del Día Europeo del Tiroides. "Este cáncer suele tener muy buen pronóstico", apunta la experta. "Los tipos más agresivos son el carcinoma medular y el anaplásico, que representan el 15% de los casos y pueden requerir un enfoque multidisciplinar", añade.
El tratamiento con yodo radiactivo suele hacerse de 4 a 6 semanas después de la cirugía. "La dosis de yodo a administrar depende del estadio en que se haya diagnosticado la enfermedad", comenta la experta. Durante este tiempo, "es necesario que el paciente alcance unos niveles elevados de la hormona estimulante del tiroides (TSH) de cara a que el yodo sea bien captado por el tejido tiroideo residual y las posibles metástasis", explica. Para ello, existen dos opciones: o se le deja al paciente en situación de hipotiroidismo, con los inconvenientes que eso conlleva, o se le inyecta vía intramuscular la hormona sintética (TSH recombinante). En algunos pacientes, la situación de hipotiroidismo está contraindicada por enfermedades asociadas que padece el paciente, como en el caso de insuficiencia cardiaca y/o renal, o en situaciones de dificultad para producir TSH endógena".
No obstante, todavía se dan casos en los que se deja al paciente en situación de hipotiroidismo. Éste fue el caso de Arantxa Saez, de la AICCAT, quien recuerda haber llevado muy mal dicha etapa. "Pasé casi dos meses sin tomar hormonas y sólo tenía ganas de dormir", comenta. Entre otras consecuencias negativas, el hipotiroidismo conlleva cansancio (astenia), somnolencia, estreñimiento, torpeza mental, lentitud de pensamiento (bradipsiquia), dificultad de concentración y sequedad de piel. Posteriormente, el tratamiento con yodo radiactivo implica una estancia media de 3 ó 4 días en una habitación especial, con las paredes plomadas y un sistema de drenaje especial en el baño. "Tardé casi dos meses y medio en recuperarme por completo", añade.
Aunque no es muy común, a Arantxa únicamente le han quedado secuelas de la cirugía inicial, lo que indica que la extirpación total de la glándula tiroides no es una operación sencilla. "De mi primera intervención quirúrgica me ha quedado una situación de hipoparatiroidismo permanente, lo que implica una no regulación del calcio y de la vitamina D, que tengo administrarme vía oral", apunta. "De la segunda he heredado una parálisis en dos cuerdas vocales", añade. No obstante, esto suele ser algo bastante excepcional, al igual que la edad a la que le diagnosticaron la enfermedad: "Fue a los 17 años cuando acudí al ginecólogo por desajustes en la regla y éste me derivo al endocrino". A pesar todo, "ahora me encuentro muy bien y, en breve, espero recibir el alta definitiva".
**En la imagen, de izquierda a derecha, las doctoras Cristina Álvarez Escolá y Mercedes Mitjavila, y la paciente Arantxa Saez.

19 May 2010

SEMANA INTERNACIONAL DEL TIROIDES:¡CUIDA TU TIROIDES! (24-31 DE MAYO DE 2010)


Hasta 675.000 personas en España padecen hipotiroidismo, una enfermedad predominantemente femenina, de la que la mitad de los casos se diagnostica por casualidad, debido a la ausencia de signos en las fases tempranas.

El hipotiroidismo se caracteriza por una disminución de ciertas funciones, desde metabólicas o digestivas, hasta neuronales. Dicha disminución ocasiona, entre otros síntomas, cansancio crónico, debilidad, piel seca, intolerancia al frío, caída de pelo, dificultad de mala concentración, mala memoria, estreñimiento, discreto aumento de peso, etc.

Una medida sencilla, como es tomar un aporte mínimo de yodo, encontrado en el pescado marino y la sal yodada, por ejemplo, podría evitar este trastorno en muchos casos.

En mujeres embarazadas, la prevención, diagnóstico y tratamiento son aún más importantes, puesto que el hipotiroidismo no tratado se asocia a anemia materna, abortos, desprendimiento de placenta, bajo peso al nacer y disminución del coeficiente intelectual del neonato.

Con el fin de dar a conocer los trastornos asociados a la glándula tiroides y los síntomas de los mismos a la población general, así como concienciar sobre la importancia de prevenirlos, diagnosticarlos y tratarlos cuanto antes, del 24 al 31 de mayo se celebra en todo el mundo la Semana Internacional del Tiroides, con el auspicio de la Federación Internacional del Tiroides y de otras sociedades científicas internacionales dedicadas al estudio de esta glándula. En España, este proyecto lo impulsa la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), con la colaboración de Merck Serono, en el marco del 52 Congreso Nacional de Endocrinología y Nutrición, que se llevará a cabo la semana próxima en el Palacio de Congresos y Exposiciones de Castilla León, en Salamanca.

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