Se estima que el 80-90% de las personas tendrá dolor de espalda en algún momento de su vida. Un gran porcentaje de ese dolor está ocasionado por la hernia discal, trastorno que causa 9 de cada 10 problemas de espalda. “En general, los dolores lumbares son la causa del 2% de las consultas al médico de familia y es la causa del 63% de las bajas laborales entre los trabajadores manuales, con una pérdida de 15 millones de días de trabajo por año”, explica el doctor Francisco Villarejo, jefe de la Unidad de Neurocirugía de Clínica La Luz y del Hospital Niño Jesús. “De hecho, las enfermedades de la columna vertebral originan un 20% de las incapacidades temporales en el trabajo y un 50% de las que determinan la jubilación anticipada”.
Desde que Aristóteles describiera en el año 300 a. de C. que el dolor lumbar tiene relación con el caminar del ser humano, hay que llegar al año 1914 para encontrar el primer injerto autólogo como tratamiento quirúrgico de un trastorno de la columna vertebral en un paciente. Después, durante todo el siglo XX y lo que llevamos del XXI han sido numerosos los avances en cuanto al diagnóstico y tratamiento de la patología de la columna vertebral. Según el doctor Villarejo, “una de las más importantes ha sido la aplicación de las técnicas quirúrgicas percutáneas, que, sin anestesia general ni incisiones quirúrgicas, posibilitan que muchos pacientes estén recuperados a las 24 horas de la intervención y puedan contar con una solución para toda la vida”. A este respecto, entre las técnicas más importantes destacan la nucleoplastia, la ozonoterapia, la microcirugía, la artrodesis percutánea o la extirpación del tejido herniado mediante endoscopia.
A pesar de la gran carga que suponen las patologías de la columna vertebral como la hernia discal, tanto en términos socioeconómicos, como por el empeoramiento de la calidad de vida de los pacientes, y de los grandes y numerosos avances médico-quirúrgicos que se han dado en los últimos años, hasta el momento, no existía ninguna obra que recogiera todos estos asuntos. En este sentido, se acaba de publicar la obra Cirugía de la Columna Vertebral, que realiza un recorrido completo por todos los aspectos relacionados con este segmento anatómico tan importante: historia de la cirugía de la columna vertebral y de la médula espinal, principios básicos y los fundamentos de la cirugía vertebral, anatomía y abordajes quirúrgicos, traumatismos, hernias discales, enfermedad degenerativa, tumores y malformaciones vasculares.
Coordinado por los doctores Francisco Villarejo y Manuel Sánchez-Vera, de la Unidad de Traumatología de Clínica La Luz y ex-Jefe de Servicio de Cirugía del Raquis del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en el libro, considerado el primer tratado en la columna vertebral que se realiza en nuestro país, han participado medio centenar de expertos de todas las especialidades dedicadas al cuidado de la columna vertebral, como Neurocirugía, Traumatología, Cirugía del Raquis, Neurorradiología, etc. En palabras del doctor Villarejo, “el objetivo de la obra ha sido la recopilación de toda la información científico-médica en torno a la columna vertebral, así como sobre los tratamientos de las enfermedades relacionadas, desde un punto de vista multidisciplinar”.
Desde que Aristóteles describiera en el año 300 a. de C. que el dolor lumbar tiene relación con el caminar del ser humano, hay que llegar al año 1914 para encontrar el primer injerto autólogo como tratamiento quirúrgico de un trastorno de la columna vertebral en un paciente. Después, durante todo el siglo XX y lo que llevamos del XXI han sido numerosos los avances en cuanto al diagnóstico y tratamiento de la patología de la columna vertebral. Según el doctor Villarejo, “una de las más importantes ha sido la aplicación de las técnicas quirúrgicas percutáneas, que, sin anestesia general ni incisiones quirúrgicas, posibilitan que muchos pacientes estén recuperados a las 24 horas de la intervención y puedan contar con una solución para toda la vida”. A este respecto, entre las técnicas más importantes destacan la nucleoplastia, la ozonoterapia, la microcirugía, la artrodesis percutánea o la extirpación del tejido herniado mediante endoscopia.
A pesar de la gran carga que suponen las patologías de la columna vertebral como la hernia discal, tanto en términos socioeconómicos, como por el empeoramiento de la calidad de vida de los pacientes, y de los grandes y numerosos avances médico-quirúrgicos que se han dado en los últimos años, hasta el momento, no existía ninguna obra que recogiera todos estos asuntos. En este sentido, se acaba de publicar la obra Cirugía de la Columna Vertebral, que realiza un recorrido completo por todos los aspectos relacionados con este segmento anatómico tan importante: historia de la cirugía de la columna vertebral y de la médula espinal, principios básicos y los fundamentos de la cirugía vertebral, anatomía y abordajes quirúrgicos, traumatismos, hernias discales, enfermedad degenerativa, tumores y malformaciones vasculares.
Coordinado por los doctores Francisco Villarejo y Manuel Sánchez-Vera, de la Unidad de Traumatología de Clínica La Luz y ex-Jefe de Servicio de Cirugía del Raquis del Hospital Universitario Ramón y Cajal, en el libro, considerado el primer tratado en la columna vertebral que se realiza en nuestro país, han participado medio centenar de expertos de todas las especialidades dedicadas al cuidado de la columna vertebral, como Neurocirugía, Traumatología, Cirugía del Raquis, Neurorradiología, etc. En palabras del doctor Villarejo, “el objetivo de la obra ha sido la recopilación de toda la información científico-médica en torno a la columna vertebral, así como sobre los tratamientos de las enfermedades relacionadas, desde un punto de vista multidisciplinar”.
-Avances quirúrgicos en la hernia discal
Mientras que las hernias discales en los adolescentes y jóvenes suelen estar causadas por un traumatismo, ocasionado por un accidente o en la práctica de deporte, como esquiar, jugar al fútbol o al baloncesto, en el adulto suele ser por un problema degenerativo. “Con el paso de los años”, explica el doctor Villarejo, “la columna se degenera porque el disco pierde agua y se va deteriorando y saliendo de su sitio. Esto es la hernia discal”.
“Por otra parte –añade- trabajos que conllevan esfuerzo físico, como levantar peso o mantener la misma posición permanentemente durante muchas horas, la obesidad y el tabaco, son los factores de riesgo más importantes”. En este sentido, el tabaco produce una disminución del contenido mineral del hueso, disminuye la saturación de oxígeno e interfiere en el metabolismo discal. Respecto a levantar peso, el doctor Villarejo explica que “para evitar hernias discales, un varón adulto no debe levantar más de 30 kilos de peso, una mujer más de 20 y un adolescente más de 15 kilos”.
La solución para un gran porcentaje de casos de hernias discales es la cirugía, una práctica que en la columna vertebral ha tenido grandes avances en los últimos años. Las técnicas de intervención de las hernias discales se pueden dividir en dos grandes grupos: las percutáneas, es decir, aquellas que no requieren incisión quirúrgica, y la microcirugía, necesaria para tratar hernias en las que el disco se ha movido de su sitio. Además, existen técnicas más complejas como las laminectomías y las artrodesis. “En el caso de la artrodesis interespinosa para tratar las hernias discales lumbares”, explica el doctor Villarejo, “la utilización de una prótesis en U flexible y dinámica insertada entre dos vértebras mediante microcirugía permite tratar la inestabilidad vertebral en la zona lumbar de la columna con unos resultados espectaculares”.
“Así, -añade-, la intervención, que se realiza con anestesia local o general, dura unos 15-20 minutos y a las 24 horas el paciente puede irse a casa, siendo posible su incorporación al trabajo a los 12-15 días”. El número de pacientes susceptibles de este tipo de intervención es, en palabras del doctor Villarejo, “muy alto, de forma que la artrodesis interespinosa se puede utilizar en pacientes con estenosis vertebral en la zona lumbar, hernia discal lumbar muy voluminosa y aquéllos que ya han sido intervenidos para tratar la patología pero que siguen sintiendo mucho dolor lumbar”.
Otro de los avances más importantes es la nucleoplastia lumbar, una técnica percutánea –sin anestesia general ni incisión quirúrgica-, utilizada sobretodo en pacientes con hernia discal lumbar contenida dentro del anillo fibroso discal. “La nucleoplastia lumbar consiste en el empleo energía de radiofrecuencia para disminuir el volumen del disco herniado”, explica el doctor Villarejo, “para lo cual se introduce un electrodo en el disco a través de una aguja guiada bajo control radiológico”.
Mediante esta técnica se consigue reducir un 20% del volumen completo del disco (en torno a un centímetro cúbico). En palabras del doctor Villarejo, “esto aporta beneficios al paciente en el sentido de que la intervención, de unos 30 minutos de duración, se realiza sólo con sedación y en poco tiempo puede hacer vida normal y trabajar”.
-Traumatismos
Mientras que los traumatismos occipitocervicales no suelen presentar clínica neurológica, salvo por la presencia de dolor, los traumatismos de la columna cervical causan en los países industrializados una alta mortalidad y morbilidad en la población. Éstos son los más frecuentes de la columna, siendo su incidencia anual en torno a 210 por millón de habitantes. El 80% de los casos corresponden a personas de 18 a 25 años, algo que, en palabras del doctor Villarejo, “se explica mediante las causas que producen este tipo de traumatismos: accidentes de tráfico (50%), caídas (20%), actividades recreativas y deporte (15%) y otras (15%), como peleas, traumatismos obstétricos, asaltos, etc.”.
Por otra parte, es de destacar que el daño neurológico permanente se encuentra en el 10-25% de todos los traumatismos dorsales o torácicos. “Este tipo de lesiones afecta a la supervivencia a largo plazo, de forma que el 89% de los pacientes de menos de 29 años sobrevive más de diez años y sólo el 50% si la edad es superior”, afirma el doctor Villarejo.
Por último, respecto a los traumatismos lumbares, este experto destaca que “su tratamiento es aún un desafío para los cirujanos, de forma que si la columna del paciente no puede soportar cargas fisiológicas y esfuerzos, la estabilidad de la columna debe restablecerse y el canal neural debe ser restaurado”.
-Degeneración y malformaciones
La degeneración discal forma parte del proceso habitual de envejecimiento, siendo uno de los factores principales del dolor de espalda, tanto cervical como dorsal y lumbar. Esta degeneración puede dar lugar a la espondiloartrosis (degeneración de los cartílagos articulares), patología que clínicamente se clasifica según el lugar de la columna que se vea afectado. “En general, se trata de un trastorno que tiene cada vez una mayor importancia, no sólo como causa de enfermedad y trastorno social, sino también por el coste sociosanitario que provocan, teniendo en cuenta, además, el aumento de la esperanza de vida de la población”, afirma el doctor Villarejo.
Otra enfermedad causada por la degeneración de la columna es la estenosis de canal lumbar, más conocida como “síndrome del escaparate”, debido a que los pacientes que la sufren no pueden andar más de 100 metros sin detenerse, de modo que al reanudar la marcha, tienen que volver a pararse porque las piernas les duelen o las sienten pesadas. Ésta es la principal causa de incapacidad en el paciente anciano y se estima que 8 de cada 10 personas mayores de 65 años sufren una estenosis del canal lumbar, siendo la causa de consulta más frecuente en esta franja de edad en los servicios de neurocirugía.
Las malformaciones constituyen otro grupo de enfermedades relacionadas con la columna. Las más relevantes son, en palabras del doctor Villarejo, “las malformaciones de la unión craneocervical, la cifosis, enfermedad donde la columna vertebral se curva en 45 grados o más y partes pierden parte o toda su habilidad para moverse hacia dentro, lo que causa una inclinación en la espalda, y deformidades ocasionadas por otras patologías como la osteoporosis, espondilitis y escoliosis”.
-Tumores
Se estima que en el 40-85% de los casos de cáncer se produce metástasis, siendo la columna vertebral uno de los lugares más comunes en los que aparece este proceso. “Los cánceres que producen una mayor tasa de metástasis en la columna y en los huesos son el de mama, pulmón y próstata”, explica el doctor Villarejo. “De hecho, en el 5% de los pacientes con metástasis el primer síntoma es dolor en la columna, pérdida de fuerza en miembros y trastornos de esfínteres”. Además de por metástasis, aunque menos frecuentes, también existen otros tipos de tumores malignos raquimedulares primarios. Junto a este tipo de tumores primarios, el doctor Villarejo señala la existencia de “tumores primarios benignos que fundamentalmente se localizan en el espacio intradural extramedular (en el 50% de los casos), en el espacio extradural (en el 30%) o intramedular (en el 20%)”.
Como en el resto de enfermedades relacionadas con la columna, en el caso de los tumores, los avances en la cirugía también han hecho posible que un número mayor de pacientes pueda ser intervenido. “Es el caso de los tumores intramedulares”, afirma el doctor Villarejo, “que antes no se operaban y que desde hace varios años, gracias al empleo de técnicas microquirúrgicas y del aspirador ultrasónico, se pueden extirpar completamente en la mayoría de los casos”.
Mientras que las hernias discales en los adolescentes y jóvenes suelen estar causadas por un traumatismo, ocasionado por un accidente o en la práctica de deporte, como esquiar, jugar al fútbol o al baloncesto, en el adulto suele ser por un problema degenerativo. “Con el paso de los años”, explica el doctor Villarejo, “la columna se degenera porque el disco pierde agua y se va deteriorando y saliendo de su sitio. Esto es la hernia discal”.
“Por otra parte –añade- trabajos que conllevan esfuerzo físico, como levantar peso o mantener la misma posición permanentemente durante muchas horas, la obesidad y el tabaco, son los factores de riesgo más importantes”. En este sentido, el tabaco produce una disminución del contenido mineral del hueso, disminuye la saturación de oxígeno e interfiere en el metabolismo discal. Respecto a levantar peso, el doctor Villarejo explica que “para evitar hernias discales, un varón adulto no debe levantar más de 30 kilos de peso, una mujer más de 20 y un adolescente más de 15 kilos”.
La solución para un gran porcentaje de casos de hernias discales es la cirugía, una práctica que en la columna vertebral ha tenido grandes avances en los últimos años. Las técnicas de intervención de las hernias discales se pueden dividir en dos grandes grupos: las percutáneas, es decir, aquellas que no requieren incisión quirúrgica, y la microcirugía, necesaria para tratar hernias en las que el disco se ha movido de su sitio. Además, existen técnicas más complejas como las laminectomías y las artrodesis. “En el caso de la artrodesis interespinosa para tratar las hernias discales lumbares”, explica el doctor Villarejo, “la utilización de una prótesis en U flexible y dinámica insertada entre dos vértebras mediante microcirugía permite tratar la inestabilidad vertebral en la zona lumbar de la columna con unos resultados espectaculares”.
“Así, -añade-, la intervención, que se realiza con anestesia local o general, dura unos 15-20 minutos y a las 24 horas el paciente puede irse a casa, siendo posible su incorporación al trabajo a los 12-15 días”. El número de pacientes susceptibles de este tipo de intervención es, en palabras del doctor Villarejo, “muy alto, de forma que la artrodesis interespinosa se puede utilizar en pacientes con estenosis vertebral en la zona lumbar, hernia discal lumbar muy voluminosa y aquéllos que ya han sido intervenidos para tratar la patología pero que siguen sintiendo mucho dolor lumbar”.
Otro de los avances más importantes es la nucleoplastia lumbar, una técnica percutánea –sin anestesia general ni incisión quirúrgica-, utilizada sobretodo en pacientes con hernia discal lumbar contenida dentro del anillo fibroso discal. “La nucleoplastia lumbar consiste en el empleo energía de radiofrecuencia para disminuir el volumen del disco herniado”, explica el doctor Villarejo, “para lo cual se introduce un electrodo en el disco a través de una aguja guiada bajo control radiológico”.
Mediante esta técnica se consigue reducir un 20% del volumen completo del disco (en torno a un centímetro cúbico). En palabras del doctor Villarejo, “esto aporta beneficios al paciente en el sentido de que la intervención, de unos 30 minutos de duración, se realiza sólo con sedación y en poco tiempo puede hacer vida normal y trabajar”.
-Traumatismos
Mientras que los traumatismos occipitocervicales no suelen presentar clínica neurológica, salvo por la presencia de dolor, los traumatismos de la columna cervical causan en los países industrializados una alta mortalidad y morbilidad en la población. Éstos son los más frecuentes de la columna, siendo su incidencia anual en torno a 210 por millón de habitantes. El 80% de los casos corresponden a personas de 18 a 25 años, algo que, en palabras del doctor Villarejo, “se explica mediante las causas que producen este tipo de traumatismos: accidentes de tráfico (50%), caídas (20%), actividades recreativas y deporte (15%) y otras (15%), como peleas, traumatismos obstétricos, asaltos, etc.”.
Por otra parte, es de destacar que el daño neurológico permanente se encuentra en el 10-25% de todos los traumatismos dorsales o torácicos. “Este tipo de lesiones afecta a la supervivencia a largo plazo, de forma que el 89% de los pacientes de menos de 29 años sobrevive más de diez años y sólo el 50% si la edad es superior”, afirma el doctor Villarejo.
Por último, respecto a los traumatismos lumbares, este experto destaca que “su tratamiento es aún un desafío para los cirujanos, de forma que si la columna del paciente no puede soportar cargas fisiológicas y esfuerzos, la estabilidad de la columna debe restablecerse y el canal neural debe ser restaurado”.
-Degeneración y malformaciones
La degeneración discal forma parte del proceso habitual de envejecimiento, siendo uno de los factores principales del dolor de espalda, tanto cervical como dorsal y lumbar. Esta degeneración puede dar lugar a la espondiloartrosis (degeneración de los cartílagos articulares), patología que clínicamente se clasifica según el lugar de la columna que se vea afectado. “En general, se trata de un trastorno que tiene cada vez una mayor importancia, no sólo como causa de enfermedad y trastorno social, sino también por el coste sociosanitario que provocan, teniendo en cuenta, además, el aumento de la esperanza de vida de la población”, afirma el doctor Villarejo.
Otra enfermedad causada por la degeneración de la columna es la estenosis de canal lumbar, más conocida como “síndrome del escaparate”, debido a que los pacientes que la sufren no pueden andar más de 100 metros sin detenerse, de modo que al reanudar la marcha, tienen que volver a pararse porque las piernas les duelen o las sienten pesadas. Ésta es la principal causa de incapacidad en el paciente anciano y se estima que 8 de cada 10 personas mayores de 65 años sufren una estenosis del canal lumbar, siendo la causa de consulta más frecuente en esta franja de edad en los servicios de neurocirugía.
Las malformaciones constituyen otro grupo de enfermedades relacionadas con la columna. Las más relevantes son, en palabras del doctor Villarejo, “las malformaciones de la unión craneocervical, la cifosis, enfermedad donde la columna vertebral se curva en 45 grados o más y partes pierden parte o toda su habilidad para moverse hacia dentro, lo que causa una inclinación en la espalda, y deformidades ocasionadas por otras patologías como la osteoporosis, espondilitis y escoliosis”.
-Tumores
Se estima que en el 40-85% de los casos de cáncer se produce metástasis, siendo la columna vertebral uno de los lugares más comunes en los que aparece este proceso. “Los cánceres que producen una mayor tasa de metástasis en la columna y en los huesos son el de mama, pulmón y próstata”, explica el doctor Villarejo. “De hecho, en el 5% de los pacientes con metástasis el primer síntoma es dolor en la columna, pérdida de fuerza en miembros y trastornos de esfínteres”. Además de por metástasis, aunque menos frecuentes, también existen otros tipos de tumores malignos raquimedulares primarios. Junto a este tipo de tumores primarios, el doctor Villarejo señala la existencia de “tumores primarios benignos que fundamentalmente se localizan en el espacio intradural extramedular (en el 50% de los casos), en el espacio extradural (en el 30%) o intramedular (en el 20%)”.
Como en el resto de enfermedades relacionadas con la columna, en el caso de los tumores, los avances en la cirugía también han hecho posible que un número mayor de pacientes pueda ser intervenido. “Es el caso de los tumores intramedulares”, afirma el doctor Villarejo, “que antes no se operaban y que desde hace varios años, gracias al empleo de técnicas microquirúrgicas y del aspirador ultrasónico, se pueden extirpar completamente en la mayoría de los casos”.
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