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08 July 2009

Los médicos españoles piden a los políticos medidas específicas contra la Hepatitis B


Frente a la hepatitis B los médicos lo tienen claro: por un lado, es imprescindible que los ciudadanos conozcan bien las vías de contagio para prevenir la infección y se hagan la prueba si han mantenido alguna conducta de riesgo; por otro, es necesario alertar a los políticos de los peligros que entraña esta infección si no se adoptan medidas en línea con otros países de nuestro entorno. También es necesario que su implementación se haga de forma coordinada entre las distintas comunidades autónomas. En España los movimientos migratorios de los últimos cinco años (hay cuatro millones de inmigrantes que representan el 10% de la población) requieren un plan que tenga en cuenta la nueva realidad.
Esta llamada de atención es el eje principal del Documento Orientaciones para un mejor manejo de la Hepatitis B en España, elaborado por el Grupo de Estudio de la Hepatitis B (GEsHeB) que integra expertos de las siguientes sociedades científicas: la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), la Sociedad Española de Sanidad Penitenciaria (SESP), la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Para el coordinador del GEsHeB, el doctor Rafael Esteban Mur, jefe del Servicio de Hepatología del Hospital Vall d’Hebron y catedrático de Universidad Autónoma de Barcelona, no se trata de una guía clínica ni de un documento de consenso sino de una llamada de atención sobre la importancia de la hepatitis B, en general en Europa y, en particular, en España. "Desde hace unos años varias iniciativas europeas alertan de esta infección capaz de propagarse, ocasionando enfermedad hepática crónica irreversible y responsable de un elevado número de muertes en todo el mundo. Sólo en Europa se infectan 14 millones de personas al año y fallecen 40.000. España no se podía quedar al margen en este movimiento y este documento pretende concienciar sobre este problema de salud pública, pero potencialmente curable y, por eso, se dirige no sólo a los médicos sino también a las autoridades, a aquellos que tienen responsabilidad en el desarrollo de políticas sanitarias".


-Información necesaria
El documento incluye entre sus recomendaciones la necesidad de favorecer la detección difundiendo información de interés a la población. Los ciudadanos deben saber si se han expuesto al virus y en ese caso hacerse la prueba para descartar la infección y las graves complicaciones asociadas, como cirrosis o cáncer hepático. "El virus se esconde donde menos te lo esperas. En caso de duda hazte la prueba" es el lema de la primera campaña informativa que se pone en marcha en nuestro país sobre hepatitis B.
En ese sentido, la campaña promovida por Bristol-Myers Squibb (BMS) arrancará en breve con la distribución de folletos informativos y pósters en centros de salud sobre las vías de transmisión, las conductas de riesgo, etc. También está previsto que un autobús itinerante proporcione información de interés en barrios de Madrid y en el metro de Barcelona. Todos los materiales podrán consultarse en la página web www.hepatitisbinfo.es. El objetivo de la campaña es convertirse en una herramienta más que contribuya a detectar la infección en muchos pacientes que ignoran su condición de infectados porque al principio la enfermedad no presenta síntomas.
Se sabe que una de cada veinte personas infectadas se convierte en portadora del virus y puede infectar a otros sin desarrollar ningún signo de alerta. "La detección temprana supone que los pacientes diagnosticados tomen medidas para no transmitir el virus y puedan ser tratados para que la enfermedad no progrese. Hay que tener en cuenta que el virus B de la hepatitis está directamente relacionado con más de la mitad de los casos de cáncer hepático", subraya el doctor Esteban Mur.

La hepatitis B se convierte en una enfermedad crónica en el 5% de los infectados. De ese porcentaje, entre un 5-10% desarrolla cirrosis o cáncer de hígado.
La doctora Mar Sureda, del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la semFYC, asegura que las campañas divulgativas son especialmente eficaces para llegar a aquellos pacientes que, al permanecer asintomáticos, nunca contactarían con el sistema de salud. "Se crea una duda útil que les lleva a consultar con su médico, lo que redunda en la mejora de su salud global, pues pueden además detectarse otros problemas de salud. La población conoce escasamente esta enfermedad, lo que dificulta concienciar a los pacientes contagiados de la necesidad de seguir controles periódicos y asumir conductas preventivas para evitar la propagación de la hepatitis B".

El coordinador del GEsHeB coincide en el beneficio de este tipo de iniciativas. "La población debe contar con la información precisa para después actuar en consecuencia. Es importante que conozcan cuáles son los factores de riesgo, las vías de contagio, etc. Si una persona con varios piercing desconoce el riesgo que esto conlleva nunca lo va a tener en cuenta. En cambio, si dispone de esa información es bastante probable que en algún momento decida realizarse la prueba de la hepatitis B". La enfermedad se transmite por contacto con la sangre o los fluidos corporales de una persona infectada. Por eso las principales vías de infección son la sangre y el contacto sexual. Para hacerse una idea del elevado riesgo de propagación del virus B, cabe recordar que es 100 veces más infeccioso que el VIH y 10 veces más que el de la hepatitis C.
Pero la información no es sólo básica para la sociedad, sino también, y así lo recoge una de las recomendaciones del documento, para los propios profesionales que no están especializados en las enfermedades del hígado. Según el doctor Esteban Mur, el hecho de que la hepatitis B pueda ser asintomática durante años favorece que no se la tengan en cuenta y que la mayoría de los diagnósticos sean tardíos, cuando la infección ya está muy avanzada. "Por ese motivo el papel del médico de familia es muy importante en la detección y control de este problema de salud". La doctora Sureda añade que, aparte de esa labor clave en el diagnóstico, el profesional de Atención Primaria tiene también una labor primordial en la prevención del contagio. "Hay que informar al paciente, permaneciendo siempre alerta ante la posibilidad de que se den conductas o condiciones que puedan propiciar un riesgo de infección y evitarlas en la medida de lo posible. Los médicos de familia debemos aumentar la captación de nuevos pacientes que desconocen su estado inmunológico y ofrecerles tratamiento en caso necesario", explica.

-Ofrecer la prueba a población de riesgo
Entre las recomendaciones para un mejor tratamiento de la hepatitis B en España, el documento que hoy se presenta incluye una que aconseja ofrecer la prueba de cribado a la población procedente de países con alta prevalencia de la infección. "A este colectivo debemos ofrecerles la posibilidad de que estén protegidos. Nuestro objetivo es doble, por un lado, tratamos al portador y evitamos que progrese la enfermedad y, por otro, vacunamos a las personas de su entorno para evitar que se contagien. Igualmente se hace con los demás grupos de riesgo", subraya el doctor Esteban Mur.
La doctora Sureda aclara que al paciente inmigrante se le puede ofrecer ésta y otras pruebas cuando contacten con nuestro sistema de salud. "Debe hacerse sin estigmatizar a nadie, promoviendo la mejora de su salud. La sociedad de acogida en su conjunto se verá beneficiada por estas medidas de prevención y protección".


-Presos y usuarios de drogas
Los usuarios de drogas por vía intravenosa (UDI) representan un colectivo de alto riesgo de contraer esta enfermedad. La población reclusa, por ser muchos de ellos UDIs, por proceder de sectores marginales y por sus conductas de riesgo, tienen también bastantes probabilidades de contraer esta enfermedad. El documento dedica una de sus diez recomendaciones a reivindicar esfuerzos específicos para prevenir la propagación de esta infección particularmente en este grupo. No obstante, el doctor Pablo Sáiz de la Hoya, coordinador del Grupo de Enfermedades Infecciosas de la SESP, precisa que España está muy avanzada en los niveles de detección de hepatitis B en estos grupos. "Tanto en prisiones como en los centros de conductas adictivas, se ofrece la prueba de serología y, en muchos casos, se les vacuna frente a esta infección. Aunque la prevalencia de hepatitis B sigue siendo superior en este segmento social frente a población general, no son tan elevadas como en el caso del VIH o de la hepatitis C. Un logro que cabe achacar a las campañas de vacunación realizadas".
De hecho, según los datos del último estudio realizado por el Grupo de Enfermedades Infecciosas de la SESP, la prevalencia de hepatitis B en las prisiones españolas es de un 2,6%, cifra que contrasta con la del virus de la hepatitis C (22,7%) y del VIH (10,8%). Aun así el doctor Sáiz de la Hoya admite que es necesario seguir reduciendo estos porcentajes. "Por eso resulta tan esencial concienciar a los profesionales sanitarios que atienden a presos o toxicómanos: deben tener en cuenta la importancia de un diagnóstico completo y de ofrecer un tratamiento a las personas infectadas, no sólo para mejorar su estado de salud, sino para evitar que puedan transmitir la infección. Además debemos fomentar medidas preventivas como son los programas de reducción del daño, de intercambio de jeringuillas, de uso de preservativos, etc".


-Hepatitis B en España
Desde los años noventa, en nuestro país hay programas de vacunación universal en recién nacidos y/o adolescentes. Los expertos advierten de que la vacunación no puede prevenir la hepatitis crónica en los ya infectados.

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