La Sociedad
Española de Diabetes (SED), junto con la colaboración de
Novartis, han organizado el III Curso de Educación Terapéutica en
Alimentación y Actividad Física. Una jornada dirigida a
educadores en diabetes que tiene como objetivo mejorar los conocimientos y
habilidades en el ámbito de la alimentación y actividad
física de los pacientes con diabetes.
De este modo, el encuentro se ha centrado en destacar el papel de la educación
terapéutica en alimentación y actividad física y ver
cómo ésta contribuye a promover un cambio en el estilo de vida
del paciente diabético.
“El tratamiento de la diabetes comienza por seguir unas pautas en la
alimentación, evitar la obesidad y realizar actividad física de
forma regular, adecuada a la edad y a las características individuales,”
ha señalado el Dr. Edelmiro Menéndez, Presidente electo de la SED,
quien ha añadido, “el reto en la educación
terapéutica en diabetes es conseguir el autocontrol por parte del
paciente, es decir capacitarlo para que pueda llevar una vida normal al mismo
tiempo que un buen control de la glucemia.”
Así, una correcta alimentación y la inclusión de ejercicio físico en la rutina diaria son
aspectos fundamentales en el manejo de los pacientes con diabetes y, en
especial, los de edad avanzada. En España, según datos del
estudio Di@bet.es, casi un tercio de
las personas mayores de 75 años tienen diabetes, un 30,7% en los varones
y un 33,4% en las mujeres1. Y es que la diabetes es una
enfermedad cuya prevalencia aumenta con la edad y se estima que, a nivel
mundial, en las dos próximas décadas esta patología va a
ser especialmente significativa entre la población mayor de 65
años.
El papel del educador en la
motivación del paciente diabético
La jornada, que ha contado con destacados expertos nacionales en el manejo
de la diabetes, ha puesto de manifiesto la importancia del papel del educador
en la relación con el paciente. En palabras de la Dra. Sonia Gaztambide,
Presidenta de la Sociedad Española de Diabetes, “la
educación terapéutica en alimentación y actividad
física es determinante a la hora de conseguir un cambio en el estilo de
vida del paciente, que a su vez es un factor clave para reducir la prevalencia
de la diabetes tipo 2”.
En este sentido, la misma doctora ha recordado que “el comportamiento
del paciente depende de ese primer contacto, el educador debe ser capaz de
transmitirle la importancia de su implicación para conseguir los
objetivos de control”. Y añade, “debemos incorporar al
paciente en el proceso, convencerle de que sin él el tratamiento es
difícil que funcione.”
Según los profesionales sanitarios para lograr un cambio perdurable en
el estilo de vida de estos pacientes la motivación se convierte en un
factor fundamental. “Cambiar los hábitos alimentarios y de
actividad física y mantenerlos en el tiempo, especialmente en personas
adultas, requiere una motivación especial. Es necesario dar a conocer
los objetivos de estos cambios en el estilo de vida así como sus resultados
a corto y largo plazo” ha apuntado el Dr. Menéndez.
Es por ello que los especialistas recomiendan individualizar y pactar los
planes de alimentación y de actividad física con el paciente,
adaptándolos a sus necesidades nutritivas, metabólicas,
culturales y de preferencias, así como animarle a realizar actividades
individuales o grupales que le ayuden en el cambio de estilo de vida.
“Es necesario implicar al
paciente en la gestión de su tratamiento, utilizando estrategias
educativas y motivacionales, estableciendo a la vez una buena
comunicación con el paciente y con su familia” ha concluido la
Dra. Gaztambide.
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