Pacientes con secuelas severas provocadas por la covid-19 se
beneficiarán de la terapia de oxígeno hiperbárico puesto que potencia la recuperación y revierte las consecuencias de
la enfermedad. “Los resultados de la aplicación de la terapia hiperbárica están
siendo muy positivos. De hecho, en práctica clínica real en centros Vithas
hemos apreciado que un alto porcentaje de los pacientes tratados ha
experimentado una mejoría de los síntomas”, destaca el Dr. Elías López, de la
Unidad de Medicina Hiperbárica del Hospital Vithas Madrid Arturo Soria. Esto se debe a que el oxígeno hiperbárico (OHB) tiene un poderoso
efecto antinflamatorio y contribuye a revertir la hipoxemia, es decir, la
disminución de los niveles de oxígeno en sangre que se da en pacientes
con neumonía grave.
A través de la terapia hiperbárica se logra que se
respiren más concentraciones de oxígeno y por lo tanto que llegue más a la
sangre. Al aumentar la presión atmosférica de 1 ATA, que es lo normal, por
encima de 1.45 ATA en una cámara hiperbárica, aumenta la capacidad alveolo
pulmonar y el oxígeno llega a los tejidos. “El oxígeno aplicado a estas
presiones se hace más soluble en sangre e ingresa en todos los tejidos,
eliminando la hipoxia o falta de oxígeno de una manera muy eficaz”, apunta el
doctor Elías López.
Por su parte,
la Dra. Cinthia Pingel, de la Unidad de Medicina Hiperbárica y Subacuática
del Hospital Vithas Xanit Internacional, recuerda que la medicina
hiperbárica consiste en la administración intermitente de oxígeno al 100% de
concentración -en el interior de una cámara hiperbárica- a una presión
ambiental superior a la atmosférica.
Los expertos
destacan que este tratamiento también tiene un efecto antinflamatorio que
reduce la fibrosis e inflamación cardíaca. Además, el aumento en la
neuroplasticidad que se logra con el oxígeno hiperbárico puede ser útil en la
rehabilitación de secuelas neurológicas causadas por la enfermedad. “La terapia
hiperbárica, al ser un tratamiento sin toxicidad,
siempre generará un beneficio y, además, no tiene efectos secundarios. Favorece
el sistema vascular, el sistema nervioso central, el sistema inmune y el
sistema osteoarticular”, señala el doctor Elías López, de la Unidad de Medicina
Hiperbárica del Hospital Vithas Madrid Arturo Soria.
Sobre las
especificaciones del tratamiento a pacientes post covid,
los expertos apuntan que el OHB no debe sustituir a los tratamientos
médicos que se están administrando y estudiando y, por supuesto, tampoco se debe convertir en tratamiento único sino que
se trata de incorporar esta posibilidad terapéutica a los tratamientos
habituales de estos pacientes.
En cuanto a
cuándo hacerlo, el doctor Elías López explica que este se debe empezar después de que se haya superado la covid-19 y tras la valoración previa
del paciente por un especialista, como puede ser neumólogo, neurólogo o
internista. Además, aconseja realizar en torno a
20-30 sesiones, dos o tres por semana, para mejorar los síntomas. De hecho, el
experto en terapia hiperbárica destaca que la mejoría se suele dar desde la
quinta o décima sesión.
Beneficios de la medicina hiperbárica
La cámara hiperbárica aporta múltiples beneficios al paciente. Por un
lado, aumenta la oxigenación en todos los tejidos, incluso aquellos que están
dañados, tiene efectos antiinflamatorios, estimula las células que producen
colágeno y también la respuesta inmunológica.
Por otro lado, hace que aumente el flujo sanguíneo, acelera los
tiempos de cicatrización en heridas y favorece la desintoxicación de gases y
toxinas. Este tratamiento acelera procesos de rehabilitación y la reparación
ósea; reduce la fatiga y fomenta la energía.
La Dra. Cinthia Pingel explica que “en cuanto a la forma de
administración de la medicina hiperbárica, el paciente una vez introducido en
la cámara comienza el tratamiento con O2 a alta presión por encima siempre de
1,4 atmósferas sin necesidad de máscara de oxígeno ni de otro dispositivo
auxiliar”.
Los múltiples beneficios que aporta la terapia de oxígeno hiperbárico
la convierten en “una herramienta imprescindible en el tratamiento de distintas
patologías que se relacionan con dolores, heridas y rehabilitación como puede
ser: pie diabético, insuficiencia cicatricial, lesiones radioinducidas
como osteoradionecrosis, cistitis rádica, prostitis rádica, sordera súbita,
enfermedad descompresiva y otras patologías asociadas al buceo. También para
infecciones necrotizantes de partes blandas, gangrena gaseosa, osteomielitis
crónica refractaria y coadyuvante con radioterapia en el tratamiento de los
tumores radioresistentes”, apunta el Dr. Ignacio López Araujo del Hospital
Vithas Sevilla.
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