De las 400.000 personas que en la actualidad conviven con la epilepsia en España, aproximadamente el 30% no logra controlar sus crisis a pesar de los fármacos antiepilépticos (FAE) disponibles hasta el momento. Sin embargo, VIMPAT® (Lacosamida), el nuevo fármaco de UCB Pharma para la epilepsia, ofrece una nueva opción terapéutica en España, que podría beneficiar a los pacientes con crisis no controladas, gracias a su novedoso mecanismo de acción.
Lacosamida, conocida con el nombre de VIMPAT®, se emplea en el tratamiento de las crisis de inicio parcial (crisis epilépticas que comienzan en una zona específica del cerebro), el tipo de epilepsia más habitual, ya que el 60% de las personas con esta patología presentan este tipo de crisis.
Diversos estudios avalan la efectividad de Lacosamida en la reducción de las crisis de inicio parcial, con o sin generalización secundaria (cuando la crisis se extiende posteriormente a todo el cerebro). Además, estos ensayos clínicos también reconocen el aumento del porcentaje de pacientes libres de crisis y en la mejora de la calidad de vida y la actividad del paciente, cuando Lacosamida es administrada como terapia adyuvante en pacientes de 16 años en adelante con crisis de inicio parcial de difícil control. "Estos estudios incluyeron a pacientes con crisis rebeldes a varios fármacos antiepilépticos, y aún así revelaron que al añadir Lacosamida, las crisis disminuían en frecuencia", comenta la Dra. Mar Carreño, responsable de la Unidad de Epilepsia del Hospital Clinic de Barcelona.
Por su parte, el Dr. Antonio Gil-Nagel, especialista en epilepsia del Hospital Rúber Internacional de Madrid, reconoce: "La comercialización de Lacosamida es una buena noticia, ya que todavía existe un 30% de pacientes con crisis no controladas y cada nuevo medicamento es una nueva oportunidad para ellos. Además, otros pacientes no toleran bien la medicación que mantiene su epilepsia bajo control, por lo que los nuevos fármacos pueden ayudarlos a reducir los efectos secundarios".
VIMPAT® en España supone un importante avance para los pacientes con epilepsia cuyas crisis no se controlan adecuadamente por los antiepilépticos actuales. "En general, los nuevos fármacos antiepilépticos (entre los que se incluye Lacosamida) se toleran mejor que los antiguos, tienen menos efectos adversos a largo plazo y menos incompatibilidades con otros fármacos", incide la Dra. Carreño.
-Mecanismo de acción diferencial
El mecanismo de acción de la Lacosamida induce un estado de inactivación lenta en los canales de sodio, mucho más favorable para detener la transmisión nerviosa procedente de un foco epileptógeno.
La epilepsia es una enfermedad causada por un exceso de actividad eléctrica en las neuronas. El tiempo durante el que la neurona se mantiene sensible a la transmisión del impulso eléctrico es un factor esencial.
Cuanto mayor sea el tiempo de disponibilidad neuronal mayor será la posibilidad de que un impulso nervioso alcance la neurona en estado de transmitir. Por esta razón, la diana terapéutica de algunos fármacos antiepilépticos reside en la necesidad de cerrar los canales de sodio (unos poros que existen en la superficie de las neuronas y que están implicados en estos procesos) de forma que los incapaciten para transmitir nuevas corrientes nerviosas.
Los FAEs tradicionales que actúan sobre los canales de sodio (carbamacepina, fenitoína, lamotrigina…) inducen una inactivación rápida de estos canales, es decir, logran inactivar los canales de sodio sólo durante breves segundos, pero sin reducir de manera relevante la disponibilidad neuronal a la transmisión nerviosa, ya que permite a la neurona volver rápidamente al estado de reposo, donde un nuevo potencial procedente de este foco epileptógeno puede hacerla transmitir una nueva corriente nerviosa. Por el contrario, Lacosamida, con un nuevo y único efecto sobre el canal de sodio, logra una inducción selectiva de la inactivación lenta, lo que favorece que la actividad eléctrica anómala se inhiba durante más tiempo, reduciendo así las probabilidades de sufrir una crisis epiléptica.
A este respecto, apunta el Dr. Gil-Nagel: "Lacosamida se diferencia de otros fármacos que actúan sobre los canales del sodio en que su acción no provoca un bloqueo completo del canal, sino que preserva, al menos en parte, su función fisiológica, la cual es necesaria para el funcionamiento normal de las neuronas".
-Interacciones farmacológicas y efectos adversos
"Lacosamida es un fármaco que, además de ser eficaz, se tolera bien y no presenta incompatibilidades con otros medicamentos, por lo que en un principio, puede ser administrado durante largos periodos de tiempo", indica la Dra. Carreño.
Además, los resultados obtenidos en los estudios de interacción farmacológica demuestran que Lacosamida no altera la farmacocinética de carbamacepina, ácido valproico, metformina, digoxina ni los anticonceptivos orales, debido a su buen perfil farmacocinético. De la misma forma, ninguno de estos medicamentos afecta a la farmacocinética de Lacosamida.
Con respecto a los efectos adversos de Lacosamida, "los efectos más comunes, como ocurre con otros fármacos antiepilépticos, son mareos, visión doble, dolor de cabeza o náuseas; aunque normalmente estos efectos son más evidentes durante la fase inicial de incremento de dosis y pueden reducirse si la dosis se aumenta más lentamente", puntualiza la especialista del Hospital Clinic de Barcelona.
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