En España dos millones y medio de mujeres mayores de 50 años padecen osteoporosis, una enfermedad muy ligada a la edad y que con la llegada de la mujer a la menopausia acelera su impacto provocando la pérdida de hasta un 30% de masa ósea principalmente durante los tres años posteriores, según ha puesto de manifiesto el doctor Adolfo Bayo, miembro de la Junta Directiva de la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia (AEEM), que estos días celebra su XII Congreso Nacional en Alicante.
Según el presidente de la AEEM, Rafael Sánchez Borrego, “el empeoramiento de la calidad de vida de las pacientes que padecen una fractura ósea por osteoporosis, así como la importante demanda de atención sanitaria y el considerable impacto socioeconómico que conlleva la enfermedad y que aumenta cada vez más debido al envejecimiento de la población, hacen necesario que la osteoporosis sea considerada como un problema sanitario de primer orden”. En este sentido, se estima que los costes económicos producidos tan sólo por la asistencia hospitalaria directa como consecuencia de las fracturas suponen más de 120 millones de euros al año.
Tal como explica el doctor Bayo, “la osteoporosis es una enfermedad de género, que afecta principalmente a las mujeres de entre 50 y 65 años y registra un alto porcentaje de mortalidad, puesto que aproximadamente el 24% de las personas que han padecido una fractura de cadera muere durante el año siguiente”.
La prevalencia de la osteoporosis en nuestro país se ha incrementado en los últimos años debido a una mayor concienciación tanto de la población general como de los profesionales sanitarios, que ha provocado el aumento de pruebas diagnósticas, principalmente densitometrías. Y es que en los últimos años se ha descubierto que la pérdida de masa ósea está acelerando su aparición y cada vez afecta a mujeres de más temprana edad, sobre todo entre los 30 y 40 años, lo que se conoce como osteopenia y que representa la antesala de la osteoporosis. “La atención de los profesionales debe centrarse en detectar esta patología asintomática para poder frenar los futuros casos de osteoporosis. Sin embargo, de momento en nuestro país el diagnóstico de la osteopenia es muy deficiente porque no existen unos criterios claros que otorguen al especialista la potestad de reclamar pruebas diagnósticas en mujeres asintomáticas”, reconoce el doctor Bayo.
El diagnóstico de la osteoporosis se lleva a cabo mediante la realización de una densitometría ósea, prueba sencilla y no dolorosa, que dura unos siete minutos y que aporta la configuración de la masa ósea de la paciente. No obstante, a pesar de la importancia de la detección precoz de la enfermedad, el doctor Bayo reconoce que “la densitometría ósea es una prueba que, debido a su coste y la escasez de aparatos, no está al alcance de todas las pacientes, por lo que los médicos deben hacer una selección de las mismas para realizársela. Todas las mujeres mayores de 65 años y las menores de esta edad pero con algún factor de riesgo deberían realizársela”.
La vitamina D, fundamental
En este sentido, el doctor insiste en la importancia de la prevención desde la adolescencia y hace hincapié en que desde la niñez se deben introducir medidas preventivas, por ejemplo mediante la práctica de ejercicio y llevando una dieta rica en calcio y vitamina D.
Precisamente, el consumo de vitamina D es fundamental para mantener una buena salud ósea. Pese a que el clima cálido de nuestro país induce a pensar que la población goza de buenos niveles de esta vitamina, lo cierto es que España se sitúa por debajo de la media europea en relación al nivel de vitamina D. El doctor Bayo explica que “al contrario de lo que ocurre en el resto de países europeos, en España los alimentos de primera necesidad no están enriquecidos con vitamina D porque se supone que nos sobra, pero lo cierto es que la gente tiende a evitar exponerse al sol demasiado y esto trae como consecuencia importantes deficiencias que provoca una insuficiente absorción del calcio”.
En palabras de este experto, “el papel del ginecólogo en la detección y tratamiento de la osteoporosis es fundamental desde distintos puntos de vista: epidemiológico, puesto que afecta más frecuentemente a la mujer; fisiológico, ya que la masa ósea está relacionada con situaciones de deprivación estrogénica, y terapéutico, teniendo en cuenta que el tratamiento precoz y adecuado permitiría disminuir la osteoporosis y las fracturas ocasionadas por la enfermedad”.
Tratamientos disponibles
Cuando la enfermedad es diagnosticada, junto con las medidas de prevención, se deben tener en cuenta la gran variedad de tratamientos farmacológicos, que, “en cualquier caso, deben ser prescritos por el médico de forma individualizada en cada mujer”, afirma el doctor Bayo.
El actual abanico terapéutico contempla desde los bisfosfonatos, los nuevos Complejos Tisulares Selectivos Estrogénicos, (Tissue Selective Estrogen Complexes, TSECs, en sus siglas en inglés), que son un paso más adelante en el avance científico que han supuesto los nuevos Moduladores Selectivos de los Receptores de Estrógenos (SERMs) y que tienen un efecto selectivo sobre los receptores de estrógenos, de forma que protegen frente a la pérdida de masa ósea y frente al cáncer de mama, hasta los tratamientos biológicos con anticuerpos monoclonales”.
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